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La nueva generación de la música folklórica correntina

Se pueden reseñar las líneas que originan la nueva generación de la música folclórica correntina. Existen, a primera vista, dos tendencias, muy manifiestas, que a través de los años se han ido perfilando. La primera, de los "tradicionalistas", que continúan los estilos creados por aquellos músicos que originaron las modalidades expresivas, tales como TRANSITO COCOMAROLA, “CUARTETO SANTA ANA”, de ERNESTO MONTIEL e ISACO ABITBOL, TARRAGO ROS, EUSTAQUIO MIÑO, EMILIO CHAMORRO, entre otros. Hoy perviven en ejecutantes que no han perdido aquella esencia característica del estilo que primó entre los años 1940 a 1960.

Se pueden citar los conjuntos de: COQUIMAROLA, “PAQUITO” ARANDA, VERON-PALACIOS, HERMANOS BARRIOS, AVELINO FLORES, BLAS MARTINEZ RIERA, “FITO” LEDESMA, EDUARDO MIÑO, ANIBAL MALDONADO, HUGO LEIVA, HERMANOS CARDOZO, etcétera, que mantienen la fibra chamamecera, enriqueciendo permanentemente el acervo tradicional.

La segunda tendencia es la que denominamos la "nueva generación" de la música folclórica correntina, y en ella se citan a los siguientes músicos: EDGAR ROMERO MACIEL, “POCHO” ROCK, ANTONIO TARRAGO ROS, LOS DE IMAGUARE, MARIO BOFFIL, TERESA PARODI, GRUPO REENCUENTRO, RUDY Y “NINI” FLORES, ARIEL ACUÑA, entre otros.

Estas son las nuevas direcciones que tiene la música folclórica de Corrientes, y cada uno de estos creadores, instrumentistas y ejecutantes o cantores, posee un estilo particular, una manera nueva de traducir las vivencias de la tierra, pretendiendo ofrecer, con un lenguaje personal, actualizado, renovado, originando una síntesis de la fertilidad, de la vigencia de las raíces que perviven en sus temas.

Sus diversas maneras de ejecución, de interpretación y de creación que conlleva el aporte de estos artistas de un talento indudable que en los últimos años han recibido la promoción y la valoración de la obra que ya hace varios años vienen desarrollando para orgullo de la Provincia.

Estos representantes de la nueva expresión musical se caracterizan por un hecho que los une en la raíz, la búsqueda constante de aquellas vivencias del pueblo correntino que perviven en las costumbres tradicionales, en aquellos mitos y leyendas y en la rica y notable historia en la que se engendró la patria.

Rodeado por un marco geográfico natural, lleno de colorido y expresivas manifestaciones que se comportan como estímulos permanentes para la inspiración poético-musical de este grupo de auténticos creadores. Con una espiritualidad engendrada en esas expresiones vitales, los cauces que atraviesan sus creaciones musicales son diversas. Pero en esa multiplicidad de matices y de versiones, existe un sentido unificador que se traduce en los gestos musicales, en las interpretaciones que muestran las individualidades, pero que, en suma, son reflejos genuinos del nuevo quehacer musical de Corrientes.

Una característica más que se agrega a las ya consignadas, es el hecho de que estos compositores son también intérpretes de sus propias obras, otorgando, en cada caso, un estilo o manera de expresar sus creaciones, en versiones que han sido recogidas por la grabación magnetofónica.

1) EDGAR ROMERO MACIEL. El caso de Romero Maciel es el resultado de un esfuerzo permanente para revitalizar, desde una perspectiva personal, la musicalidad de Corrientes. Sus primeras composiciones, grabadas por otros intérpretes, como Tránsito Cocomarola, Ramona Galarza, entre otros, le otorga una rápida difusión de una obra que, por talentosa y original, asume su propio espacio en el ámbito de la música folclórica nacional. De su rica y permanente obra creadora, se rescatan las versiones de sus Rapsodias (Rapsodia Correntina, Rapsodia Blanca, Rapsodia Verde). Sus innumerables temas compuestos y grabados, desde aquél su primer tema “Lunita del Taraguy”, lo lanza al estrellato, y que al pasar de tantos años lo convierte en un auténtico embajador musical del folclore de su tierra.

Sus numerosos temas, compuestos y grabados por diversos artistas, así lo afirman, dejando en cada caso una obra que no conoce descanso y que se afirma en las raíces de su tierra. Cabe mencionar también su lograda “Misa Correntina”, cuyo título “Te damos gracias Señor”, ha merecido la aceptación de su pueblo, único destinatario de tantos esfuerzos y sueños.

Compone también una serie dedicada a los niños: “Canciones Correntinas para Niños”, que fuera editada en un larga duración, con arreglos y dirección del mismo profesor Romero Maciel. Para el “IV Centenario” de la fundación de la ciudad de Corrientes, presentó una obra integral, que denominó “Cantata de los Cuatro Siglos”, editada oportunamente. También, como homenaje a su pueblo natal, Sauce, compone y edita una obra integral, titulada “Amanece mi Pueblo. Epopeya de la Virgen del Carmen, de Sauce, Corrientes”. Estas son obras que, junto a las Rapsodias ya citadas, son de gran aliento y expresividad musical, y que evidencian el talento de su vena creativa, un hombre cautivado totalmente por la fuerza de su tierra, que ha sabido describirla en más de doscientas melodías, sin perder el espíritu que representa el alma musical de Corrientes.

Esta síntesis no pretende cubrir la biografía musical de Romero Maciel que, por lo densa y nutrida, como extensa en años, requiere un estudio pormenorizado y que por su importancia propiciaría un trabajo de investigación más completo. En el tiempo es, quizás, Romero Maciel el primero de los artistas correntinos que se nombra en esta “nueva generación”, pues prácticamente desde la década del ’50 al ’60 su obra musical empieza a ser conocida y hoy, a cincuenta años de su actuación artística profesional, merece un reconocimiento que todo Corrientes le debe por su contribución al perfeccionamiento de la música tradicional, a la que otorgó un nuevo cauce, un estilo renovador y expresivo, y que por su valía auténtica ha llegado al corazón del pueblo, a quien él ha entregado todos sus desvelos y afanes.

Reconocer su magnífica obra musical es, quizás, un lugar común, pero se debe apuntar que la revalorización de la música tradicional en otros ámbitos geográficos se debe fundamentalmente a la proyección de sus composiciones y al sentido poético-musical estilizado, que ha determinado una cobertura en el gusto popular, y creado, al mismo tiempo, una posibilidad auténtica dentro del amplio e infinito sendero de la música folclórica correntina.

2) “POCHO ROCH”. Gonzalo del Corazón de Jesús Roch, es quien sigue en esta síntesis, que pretende esbozar la “corriente renovadora” del quehacer musical vernáculo. En el tiempo, también Roch ha conseguido llegar con sus composiciones en el momento justo en que la aparición de instrumentos electrónicos se suma a aquellos instrumentos tradicionales, a los que de ninguna manera ha olvidado.

Referirnos a su trayectoria artística, con más de diez años desde la aparición de su primer larga duración como intérprete de sus propias creaciones musicales, no significa dejar de lado toda su obra paralela como luchador incansable en la búsqueda de las raíces, aquellas expresiones auténticas, para encarar, de manera fundamentada, un enfoque personal para traducir el acervo tradicional de Corrientes. Al mencionarlo, se recuerda toda una vida entregada en forma exclusiva al proceso creador, bebiendo en las fuentes de su pueblo natal, Itatí, todas las riquezas que brinda el mismo pueblo, y encontrando las vertientes por las que hace transitar su estilo musical renovador y trascendente.

Escuchar sus bellas melodías y los poemas que las acompañan, también de su autoría, originan un goce musical-emocional, que permite acercar la música correntina a la juventud y, al mismo tiempo, entregar un testimonio de vida y de fe cristiana. Hay varios artículos periodísticos que se refieren a la obra poético-musical de Roch y, en cada caso se ha analizado toda su producción discográfica (diario “época”, de la ciudad de Corrientes, el 01/12/83 y el 08/12/83 “Pocho Roch: Hombre-músico-testimonio”-, y 28/12/83 “Canto a la esperanza”, ambos artículos escritos por Enrique Antonio Piñeyro, así como diario "Norte", de Resistencia (Chaco), el 25/04/2011, en el suplemento dominicial "La Chaqueña": "Pocho Roch: La palabra del alma que se hace canción", artículo escrito por Gabriel Enrique del Valle)
Es indudable que el lugar que ocupa “Pocho” Roch dentro del panorama musical trasciende las fronteras de su propia Provincia. En círculos folclóricos tradicionales y renovadores, sus composiciones ocupan un espacio significativo, pues ha sabido conjugar con acierto y respeto ambas vertientes, empleando los tres ritmos básicos: chamamé, valseado y rasguido doble, con ensambles instrumentales y de voces que recuerdan la estructura tradicional, con aditamentos de otros, de carácter electrónicos.

Estos valores son los que el autor ha tratado de encauzar adecuadamente en su obra musical y ha obtenido el aplauso y reconocimiento de su gente y de aquéllos quienes conocen Corrientes a través de sus composiciones. Es un auténtico representante de la más pura tradición renovadora, y en sus grabaciones ha incluido el empleo del acordeón de “dos hileras”, que lo ejecuta, como así también de la guitarra criolla, base rítmica que no abandona en sus interpretaciones. Esto testimonia el deseo de rescatar del olvido los sonidos que vibran en el alma de su pueblo.

Sus conjuntos instrumentales y de voces, muy afiatados, son de indudable calidad artística, elementos que le han permitido conjugar un “clima” de auténtica renovación para la música tradicional, sin abandonar la incesante búsqueda de las raíces culturales de Corrientes.

3) ANTONIO TARRAGO ROS. En este músico se fusionan, en forma integral, aquella calidad interpretativa del instrumento que ejecuta (acordeón de dos y tres hileras de teclas), con su vena lírica y creadora que, sólidamente, se estructura en una obra reciente de casi una década. No hay que olvidar que Antonio inició su vida artística junto al conjunto de su padre, y de él ha bebido aquél “estilo ramada guýpe”, curuzúcuateño, y a manera de vasos comunicantes, junto al “padre-maestro” y a su otro guía musiquero, el acordeonista Gualberto Panozzo, ha encontrado el puente musical que une a dos corrientes, a dos estilos, a dos tipos de vivencias y a dos generaciones: La de ayer y la de hoy.
Antonio, en el teclado de sus acordeones, trasunta lo genuino de la musicalidad que tiene la tierra correntina. Sus primeros trabajos discográficos, así lo evidencian. En los últimos años, la figura de Antonio Tarragó Ros ha crecido musicalmente e interpretativamente. Ha originado temas, junto a “Pocho” Roch, de inolvidable factura musical, y otras que, como autor de letra y música, lo han llevado al repertorio internacional. Pero su búsqueda incesante se traduce en sus diversos trabajos discográficos. Como ejemplo anotamos el L.D. “Confluencias”, donde Antonio trata de encontrar la fusión de raíces folclóricas y experiencias renovadoras, junto a instrumentistas y cantores de otras modalidades musicales contemporáneas de Argentina.

Otras versiones discográficas lo ven intentando ensambles instrumentales de variado origen. Con “Markama” -Grupo Andino-, o el de la “Banda Pueblera” -Original del Paraguay-; o las “Cuerdas Enchamigadas” -esto último, quizás, lo más logrado de su diversa búsqueda e intentos que propone este inquieto y talentoso compositor-. Su vasta obra discográfica evidencia líneas y caminos de renovación en las que existen bifurcaciones que lo llevan y lo traen, pero que, en suma, son valiosas experiencias de “algo nuevo”, en la incesante búsqueda de un lenguaje propio que a veces se amplía, como en el caso de sus trabajos para “Naturaleza”, etcétera, pero que no decaen en esfuerzo y voluntad.

El tiempo y la madurez del propio intérprete y compositor será la última palabra.

4) LOS DE IMAGUARE. A este conjunto se lo ha escuchado en sus primeras versiones, antes del profesionalismo, junto al incansable poeta y músico correntino R. P. JULIAN ZINI. Conformaban el conjunto “Los del Paiubre”, actuando en el “Festival Provincial del Chamamé”, en la ciudad de Mburucuyá. Luego Zini se aleja del conjunto, y JULIO CACERES (cantor) y JOAQUIN “GRINGO” SHERIDAN (acordeón y bandoneón), con guitarristas que han ido cambiando con el tiempo, se agrupan, con la nueva denominación de “Los de Imaguaré”.

Pero la presencia del Padre Zini no desaparece, pues sus poemas son musicalizados por los integrantes del conjunto -“TITO” GOMEZ, CACERES, SHERIDAN, etcétera-, creando una modalidad renovadora y transformadora.

Oportunizan su verdadero rescate de vivencias musicales genuinamente correntinas que pretenden reencontrar las vertientes de la historia chamamecera, pero con un nuevo bagaje instrumental, de voces y palabras, con nuevos bríos y original ropaje que contiene un fundamento esencial que sostienen en poemas y música.

Las orquestaciones (“Tito” Gómez - Sheridan - Cáceres, etcétera), apuntan a un sonido cristalino, de gran pureza, en la gama infinita que ofrece el acervo tradicional y musiquero de Mercedes, centro de irradiación del conjunto.

Alejado Sheridan del conjunto, otras figuras señeras de la música chamamecera se suman, para seguir dando vida al conjunto. BRUNO MENDOZA, en acordeón y bandoneón; JUAN DOMINGO SACCU y FABIO ACEVEDO, en guitarras; y SORIANO GERMAN SOSA, en canto y contrabajo. Punto aparte merece el factor nutriente y de sostén del conjunto: JULIO CACERES, actual director del conjunto, quien, desde 1977 fundara, junto a Sheridan, esta agrupación musical.

Cáceres ha sabido mantener con inalterable empeño un quehacer musical que no tiene claudicaciones, y que es fruto de un apasionado amor por la tierra, por su gente, por su paisaje, por sus costumbres, por su religiosidad y por esa manera de ser que nos distingue culturalmente, desde la lengua natal, y que hace única e irrepetible a Corrientes, en esta "Nación guaraní", en esta "América de la Cruz del Sur", que se trasunta en una idiosincrasia que, únicamente, puede traducirse en el sonido vibrante del acordeón y en el pulsar sereno de las guitarras.

5) GRUPO REENCUENTRO. Conformado en un primer momento por los hermanos Sheridan -Joaquín (acordeón y bandoneón), Santiago “Bocha” (voz y guitarra) y Miguel - “Michel”- (voz y guitarra); la presencia de “Tito” Gómez y otros músicos inician un derrotero lleno de expectativas, pues sus primeros trabajos discográficos apuntan a una sonoridad y creatividad de alto nivel musical.

Un aporte singular y lleno de colorido que se trasunta en páginas donde el factor melódico es el principal protagonista. Composiciones de Joaquín y “Tito” Gómez conforman un repertorio de matices románticos y de gran fuerza melódica, que respeta los ritmos chamameceros. Ensamble armónico de las voces y un futuro promisorio, que se ve truncado por el fatal accidente ocurrido en la ciudad de Bella Vista, donde pierden la vida Joaquín y “Michel” Sheridan (el 08/09/1989).

El conjunto entra en un período de receso obligado por la pena y, luego de un tiempo, el “Grupo Reencuentro” vuelve a integrarse: “Pocholo” Airé (guitarra y voz), Mario Prieto Linares (guitarra y voz), Santiago “Bocha” Sheridan (guitarra y voz) y Ricardo Silva (bandoneón). Juntos, determinan un sonido original, transitando un nuevo cauce musiquero, más renovado, y que apunta a la conjunción de guitarras, bandoneón y voces, en un constante intercambio de frases melódicas, de factura casi clásica, que origina una manera estilística que los distingue y propicia un crecimiento más, dentro del panorama de nuestra música chamamecera.

6) TERESA PARODI. Bastaron sus dos o tres primeros larga duración, con una presencia constante en Buenos Aires, para producir el lanzamiento de esta cantaautora que asume una renovada modalidad interpretativa, que denota un temperamento de gran fuerza que favorece a sus composiciones que, con ciertas excepciones, establecen causes originales dentro del grupo de músicos renovadores del folclore musical de Corrientes.

Su obra de compositora, muy versátil, arriesga temas que se originan en aquél movimiento de la “Canción Nueva”, de la década del ’70.

Una actitud poética intimista y a veces teñida de ideología social, puede enturbiar por momentos el verdadero sentido rítmico y de tradición folclórica que posee la rica y vital expresión musical de Corrientes. Pero Teresa Parodi ya ocupa un sitial dentro del panorama folclórico nacional e internacional, logrado gracias a la entrega y esfuerzo permanente que la ha conducido a la cima del éxito gracias a una fórmula muy personal que ha sabido resguardar y emplear con talento y profesionalismo.

7) MARIO BOFFIL. Este notable cantor, guitarrista y acordeonista, ha trascendido, en los últimos años, gracias a una firme y decidida vocación musical. Como intérprete ha recibido el halago del público y en las versiones musicales grabadas se ha observado su vena creativa de compositor inspirado.

Sus obras musicales poseen una facturación musical renovadora. Formaliza un estilo propio, creativo.

Boffil sabe conducir versos y melodías, originando una modalidad personal y genuina que enriquece el cancionero tradicional de la música correntina. Sus recuerdos “puebleros” (Loreto, su pago natal), ha motivado una serie de composiciones musicales que conforma una variante rica en matices dentro del panorama de la música de la Provincia.

6) GUITARRISTAS RENOVADORES. Existe toda una generación de guitarristas chamameceros, que orienta una “nueva corriente” musical, que se caracteriza por la riqueza melódica y el virtuosismo del instrumento. Desde MATEO VILLALVA, pasando por “POCHOLO” AIRE, JUAN DOMINGO SACCU, FABIO ACEVEDO, “RUDY” FLORES, y tantos otros nombres, han promovido una modalidad particular, que está determinando una verdadera renovación de la forma de ejecutar el instrumento dentro del folclore correntino y, al mismo tiempo, otorgando una línea de gran riqueza melódica, creativa y que bebe en aquellas fuentes de guitarristas, como ANTONIO NIZ, verdadero patriarca del instrumento, que llena toda una época dentro de la historia del chamamé.

7) CANTAUTORES RENOVADORES. A los compositores ya citados, podemos agregar varios nombres más que, dentro de la línea de renovación, han propiciado un número de obras que abre nuevos caminos para la música tradicional. Aquí están las obras de “TITO” GOMEZ, JULIAN ZINI, SHERIDAN, JULIO CACERES. Pero cabe aquí una reflexión más: Ellos han determinado una manera de decir y sentir lo correntino, que traducen en obras musicales y poéticas de gran contenido que ha servido para muchos como ejemplo para asumir, desde sus estilos singulares, aportando lo suyo. Es el caso del desaparecido “ZITO” SEGOVIA, ARIEL ACUÑA, del GRUPO RENACER, liderado por el bandoneonista RICARDO SCOFFANO; el GRUPO HERENCIA o “FORMACION HERENCIA”, liderado por el bandoneonista ABEL RODRIGUEZ, entre otros, todos conjuntos de gran mérito, que se hallan hoy proyectando con talento y amor la música de la tierra correntina.

En esta corriente renovadora, hay que mencionar al acordeonista “JUANCHI” CABRERA, que inicialmente formara el “GRUPO ÑAMANDU”. Hoy actúa con un trío y se destaca por su talento y versatilidad en el empleo de un estilo acordeonístíco singular. El cantautor ARIEL ACUÑA, que acompañó varios años a Teresa Parodi, ha iniciado su carrera profesional como solista con su propio conjunto. Posee un estilo particular, que lo identifica como un inspirado compositor.

El dúo conformado por los hermanos “RUDY” (guitarra) y “NINI” FLORES (acordeón), ha originado una vertiente renovadora que el chamamé esperaba y se ha transformado en el portador del estilo chamamecero del siglo XXI.

El dúo de voces de ROSENDO y OFELIA ha creado -junto al poeta CARLOS RODRIGUEZ-, una serie de composiciones, letra y música, de excelente factura.

RODOLFO REGUNAGA y ROBERTO ROMERO -el primero percusionista y a veces voz solista de Antonio Tarragó Ros-, y el segundo acordeonista y tecladista de gran talento musical, han realizado una serie de grabaciones de renovada línea musical.

Las grabaciones de “ZITO” SEGOVIA -voz, guitarra y compositor- (fallecido en el accidente de Bella Vista del 08/09/1989), han quedado como evidencia de su vena creativa y singular manera de expresión, que generó un estilo propio dentro del cancionero del Litoral.

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