Geografía y regiones naturales de Corrientes
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GEOGRAFIA Y REGIONES NATURALES DE CORRIENTES
por Rafael Herbst y Jorge N. Santa Cruz(1)
La Provincia de Corrientes (fig. 1) constituye, junto con las de Entre Ríos y Misiones, la denominada “mesopotamia argentina”, área que, salvo el extremo norte de Misiones, está delimitada básicamente por los dos grandes ríos, Paraná y Uruguay.
Particularmente Corrientes es, a su vez, casi una isla dentro de esta mesopotamia, ya que limita: al Norte y Oeste, con el río Paraná; y al Este, con el río Uruguay; en el Sur, sus límites con la Provincia de Entre Ríos están dados por los ríos Guayquiraró y Mocoretá (y sus afluentes), con una escasa extensión de “frontera seca”; asimismo, con Misiones, en el Nordeste, limita mediante los arroyos Itaembé y Chimiray, y una breve extensión de “frontera seca”.
Está enmarcada por los paralelos 27° 15’ y 30° 20’ latitud sur; hacia el oeste, el río Paraná corre, aunque un poco oblicuamente, hacia el sudoeste, casi coincidente con el meridiano 59° W, mientras que el río Uruguay, en el límite oriental, es mucho más oblicuo hacia el sudoeste, entre los 55° 40’ en el Norte y casi 58° en el Sur, siempre longitud Oeste.
La superficie provincial abarca unos 88.000 km2, de la que aproximadamente un 20 % está cubierta por agua (esteros, lagunas, ríos y arroyos, etc.), porcentaje que fluctúa en las estaciones lluviosas y secas.
La amplia red hidrográfica está impuesta fundamentalmente en dos “pendientes”, hacia los ríos Paraná y Uruguay, respectivamente. Los principales ríos de la pendiente occidental son, de Sur a Norte: Guayquiraró, Corriente, Santa Lucía, San Lorenzo, Empedrado y Riachuelo; los principales de la pendiente oriental son, de Sur a Norte: Mocoretá, Miriñay y Aguapey.
El paisaje es básicamente una llanura suavemente ondulada en parte, con muy pequeños desniveles: en la zona de la desembocadura del Guayquiraró, la altura es de unos 30 m.s.n.m., y en las lomadas inmediatamente al oeste del Iberá, es de unos 70 m.s.n.m.
La altura máxima está dada por el cerro Nazareno, integrante de una cordonada baja, denominada Tres Cerros, que corre NW-SE, cerca de la ciudad de La Cruz (Dpto. San Martín) y que tiene aproximadamente 200 m.s.n.m.
En el ángulo nordeste, cercano al límite con Misiones, el paisaje es más definidamente ondulado y la altura máxima de la región es del orden de los 95 m.s.n.m..
Las partes más altas de la llamada “meseta del Pay Ubre”, en el centro-sur de la Provincia (cerca de Mercedes), tienen una altura promedio también del orden de los 90-95 m.s.n.m.
En un área tan extensa, el clima no es exactamente homogéneo, pero en líneas generales se lo puede caracterizar como: mesotermal (cálido templado), sin estación seca, con precipitaciones másximas en otorño (del orden de los 900-1.000 milímetros anuales en el Oeste y aumentando hacia el Este) y veranos cálidos (temperaturas del mes más cálido superiores a 22°0 C).
Estas características varían de Sur a Norte y las lluvias, también notoriamente, desde el Oeste al Este.
Una buena y detallada descripción climática, con abundancia de cifras, se puede encontrar en el informe de Edison-Consuit (1965) y una mejor descripción en un reciente trabajo de Bruniard (1982).
Diversos autores han propuesto, anteriormente, esquemas de subdivisión en las llamadas “regiones naturales”, basándose en diferentes criterios o elementos de juicio, algunas de las cuales pasamos a reseñar brevemente.
Aparte de las más vagas descripciones antiguas, quien brinda un primer esquema de subdivisión de la Provincia, es Romero Fonseca (1962), que utilizó un criterio estrictamente aplicado, tomando las áreas donde se hallaban distintos materiales para las construcciones viales; en rigor, subyace aquí un criterio geológico. Su esquema comprende cinco regiones (fig. 3).
Posteriormente, Bruniard (1966) publica un esquema bastante similar al anterior, dividiendo a la Provincia en seis regiones: utiliza como criterio la fisiografía general (incluyendo la morfología), la vegetación y los suelos (fig. 4).
Herbst (1971), utilizando un criterio estratigráfico-litológico, dividió la Provincia en dos “ámbitos”: uno, oriental; y, otro, occidental, separados por una angosta franja que corresponde a la “cuenca del Iberá”, y su principal desagüe, el río Corriente (fig. 5).
Popolizio (1977), hace una subdivisión parecida, pero separa una franja occidental, denominada “planicie del río Paraná”.
Finalmente, otro interesante esquema fue presentado por el grupo del “Mapa de Suelos”, basado fundamentalmente en la distribución de suelos y vegetación.
Un esquema basado en la conjunción de los datos aportados por la geología, esto es, la dominancia de tipos litológicos y la morfología (representada por la altitud general) y sus reflejos, el suelo y, en menor grado, la vegetación, es la proposición actual.
La Provincia queda dividida en cuatro regiones principales (fig. 6):
1.- La región “alta”, con dominancia de sustrato de rocas duras, con dos subregiones:
1a.- Incluye la porción nororiental, que es la continuación del paisaje misionero, con subyacente de basaltos, cubiertos por una capa de suelos rojos y, originalmente, -en partes- cubierta por selva; las alturas promedio son del orden de los 90 m.s.n.m. y la morfología es la de una llanura ondulada, en escalones descendentes hacia el sudoeste;
1b.- Lo constituye la llamada “meseta mercedeña”, o del Pay Ubre, en la que subyacen basaltos y cuarcitas y areniscas, con escasa cobertura de suelos; la vegetación es de monte, parque y/o praderas, y morfológicamente también es ondulado, aunque más suavemente que en la región anterior. Las máximas alturas (cerro Pajarito), son de 113 m.s.n.m., bajando en forma continua hacia el Sur.
2.- La región “arenosa”, que constituye un triángulo limitado por el río Parená, al Norte y Oeste, y el borde occidental de la “cuenca del Iberá” y del valle del río Corriente, respectivamente; subyacen sedimentos eminentemente arenosos y limosos, más o menos friables; el paisaje es el de una llanura incisa por varios valles fluviales y los respectivos interfluvios en forma de cordones, también arenosos.
Parte de los valles fluviales son zonas de esteros. La vegetación original fue de “monte”;
3.- Una región “llana”, que ocupa la extensión entre los ríos Miriñay y Aguapey, con sustrato de rocas duras (basaltos y cuarcitas/areniscas), pero cubiertas por un espesor relativamente grueso de sedimentos areno-arcillosos; es la llamada región de los “malezales”, en parte inundada durante largos períodos, y con manchones de “monte” en las partes más altas.
4.- La región “deprimida”, constituida por la cuenca del Iberá con sus lagunas, esteros y malezales, y los valles fluviales de los ríos Corriente, Aguapey y Miriñay.
Asimismo, quedan incluidos en esta “región” los complejos de esteros de la región “arenosa”(2) (esteros del Riachuelo, de Las Maloyas, Carambola, etc.).
Notas
(1) Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) - (Corrientes) y PRINGEPA - CONICET (Corrientes).
(2) Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Hídrica (INCYTH) - Buenos Aires.