Puerto de Punta Arazaty (Arasaty)
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Lugar en que desembarcó, para su “entrada” en la zona, con el propósito de explorarla y elegir el emplazamiento de la ciudad a fundarse, a principios de 1588, al capitán Alonso de Vera y Aragón(1).
(1) Hernán Félix Gómez. “La Ciudad de Corrientes” (1944).
La denominación significa bosque o monte de guayabas. Comprende desde la prolongación de la actual Avenida Tres de Abril, en la barranca del río Paraná, hacia el Oeste, hasta la boca de un pequeño arroyo, cuyo cauce, prolongado por el hombre en torno de la planta urbana, integra lo que se llama “zanja de desagüe”, hoy completamente entubado.
Plano de la ciudad de Corrientes en la época hispánica. Ilustración para "Vida urbana de la ciudad de Corrientes, siglo XVII" de Angela Sánchez Negrette.
Habitualmente es denominado “La Limita”, y su desembocadura en el río formaba una pequeña ensenada de protección o refugio para las pequeñas embarcaciones de los expedicionarios. El arroyo "La Limita" está entubado y el recorrido es por donde hoy se extiende la avenida Teniente Primero Ibáñez.
La tradición verbal indica el desembarco, en este sector de la costa correntina, al Oeste de la punta denominada Arazaty, de cuyo lugar existe una foto pintura en el Museo Histórico de la Ciudad de Corrientes.
La fecha en que se sacó esta fotografía (data de más de 40 años), no está documentada.
En las altas barrancas del lugar se emplazó el Fuerte inicial y se fundó la Ciudad de San Juan de Vera de las Corrientes, el 3 de Abril de 1588, por el propio Adelantado del Río de la Plata, Juan de Torres de Vera y Aragón.
En el paraje Punta Arazaty (arasaty), se levantó el Fuerte, que llamaban pucará, y se emplazó inicialmente el vecindario hasta fines del siglo XVI, mientras se trazaba y medía la planta definitiva.
Consta en las Actas Capitulares del Cabildo que su emplazamiento fue corrido al Nordeste en busca de aguas más profundas y puertos protectores, pues los del Arazaty son violentamente batidos por los vientos del Norte.
Al trasladarse la ciudad sólo quedó en el lugar una ermita, donde se conservaba la Cruz del Milagro, a cuyo leño histórico se rendía culto preferencial. Había sido declarado Patrón protector del solar urbano.
Esta punta del Arazaty es una de las siete que forman otras tantas corrientes de agua en el cauce del Paraná, circunstancia que ha dado nombre a la ciudad y está representada en la grafía del Escudo provincial.
Las otras seis puntas son conocidas con los nombres de Aldana, Yatigtá (jatyta) Batería o Mitre, San Sebastián, Tacuaras (takuara) y Tacurú (takuru) o Vidal.
Sobre ellas ha escrito el tradicionalista Enrique Roibón, uno de los más informados cronistas de fines del siglo XIX.