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Gallino - Estévez y su producción arquitectónica. De la capital correntina a la capital nacional

La ciudad de Corrientes había obtenido su rango de capital de la Provincia bajo el Gobierno de Juan Pujol, en 1855, y ya con régimen municipal, evolucionó con gran dinamismo durante las décadas finales del siglo XIX(1).

Los cambios en la fisonomía urbana alcanzaron visibilidad con gestiones que rectificaron sus calles -desde entonces con nomenclatura urbana oficial-, de fachadas continuas de galerías, las casonas con patios fueron beneficiadas con el trazado de las redes de transporte, en tanto que los edificios públicos adquirieron otra impronta en su lenguaje, ahora italianizante.

La formación de un puerto natural en sus costas, la generación de un perímetro acuífero destinado a la recreación, el transporte fluvial y la llegada de recursos económicos a través de él, definieron en el devenir de su desarrollo el particular perfil de una ciudad que vive el río como la parte más que importante en su cotidianeidad urbana.

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Propuesta de fachada para la nueva sala del Teatro Juan de Vera (Corrientes) y proyecto para la Biblioteca Sarmiento (Santiago del Estero); ambas de 1909(5).

En torno al cambio de siglo, los edificios paradigmáticos habían cambiado el aspecto de la antigua Corrientes a partir de la nueva Casa de Gobierno, construida en la década de 1880, la Penitenciaría, en 1897, el mercado municipal en 1894, las escuelas Manuel Belgrano, en la Plaza Cabral, y Sarmiento, en la plaza 25 de Mayo, en 1896, y la iglesia nueva de La Cruz, terminada de reparar en 1897, fueron los precursores.

Esta expansión edilicia fue consecuencia de un innegable desarrollo económico de la región, de la que dan cuenta la inauguración del Ferrocarril del Nordeste, con el tramo Empedrado-Corrientes (1891), mientras el Ferrocarril Económico -de Carlos Dodero, el mismo empresario que, por concesión, edificó el Teatro Vera en 1913-, prestaba servicios para carga y pasajeros.

En ese contexto, recién egresados de la Escuela de Arquitectura, luego de un viaje por Europa durante el cual tomaron contacto con los modelos analizados en sus cursos universitarios, la dupla profesional formada por José Estévez y Adolfo Gallino Hardoy inició, a fines de la primera década del siglo XX, sus proyectos de arquitectura en la Argentina.

Entre los primeros, fechados hacia 1909, se cuentan los proyectos institucionales para el nuevo Teatro Vera, la biblioteca Sarmiento y el pabellón correntino en la exposición del Centenario, además de un casco de estancia para su hermana Luisa, casada con Martín Miranda.

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Anteproyecto acuarelado para estancia “La Luisa”, ca. 1909(6).

Con estos ejemplos, a los que se suma una serie de proyectos y edificios encadenados con una oscilación lingüística afrancesada e italianizante que trasciende los programas que atienden, quedaba anunciado aquel demorado academicismo arquitectónico que llegó, junto con estos profesionales, al Litoral correntino.

La nueva sala que requería, desde 1906, el teatro Juan de Vera(2) veía postergada su concreción debido a las problemáticas administrativas y económicas que aquejaban al Municipio. Sin embargo, el mismo Organismo ya alentaba, desde ese entonces, a distintos profesionales, para presentar sus proyectos que instalarían la nueva sala en el lote de la Hospedería de los Dominicos, en la esquina de San Juan y 25 de Mayo.

La propuesta para el Teatro Vera realizada por Gallino Hardoy y Estévez -bien distinta al edificio que finalmente llevaría a cabo Atilio Locati en el mismo lote en que funcionaba-, ubicaba los equipamientos de apoyo sobre las líneas municipales, y mientras que el escenario y los camarines se agrupaban en el vértice interior del terreno, desde la ochava y luego de traspasar un hall oval y de doble altura, se accedía a una sala “a la italiana” organizada exactamente a partir de la diagonal del cuadrado que formaba el terreno.

Esta impronta, tan compleja funcionalmente para su desarrollo en planta, reservaba para los alzados situaciones más acomodadas con el gusto de la época.

Así, existieron dos propuestas que sólo diferían en los coronamientos de la esquina, mientras que mantenían sobre el nivel de vereda el uso de pilastras y guirnaldas subrayando las entradas de servicio y, en el piso siguiente, instalaban balcones afrancesados con vitrales en paramentos y techos.

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Pabellón de la Provincia de Corrientes en la Exposición Industrial del Centenario, Buenos Aires, 1910(7).

Externamente, un proyecto ubicaba sobre los muros algunas figuras en sobrerrelieve, acróteras y dos torretas hexagonales que remarcan la esquina, mientras el otro ponía mayor énfasis en la decoración de las fachadas integrando musas que se asomaban desde la cornisa, máscaras y cuádrigas de gran escala que remataban el cilindro de la esquina.

Pese a los elogiosos comentarios que el proyecto había alcanzado, sobre todo teniendo en cuenta la participación de un profesional correntino de gran renombre, Benjamín Serrano se apenaba de no poder llevarlo a cabo cuando comentaba en su Guía que “... era muy superior a la capacidad económica de esta Comuna, y no se quiso contraer mayores compromisos que afectasen tan hondamente las finanzas municipales”(3).

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Propuesta preliminar para la casa Miranda-Gallino, actual Facultad de Derecho, Corrientes(8).

En esta línea proyectual figura también la Sala de Conferencias y Biblioteca “Sarmiento”, sobre calle Libertad al 600, en la ciudad de Santiago del Estero, y si bien el álbum editado por Reginaldo Lloyds, en 1911, la identifica “en construcción”, la ejecución del edificio se inició recién hacia 1912, cuando desde la presidencia de esa institución encomendaba la obra al constructor Pedro Vozza.

Más allá de las diferencias autorales, son bien escasas las existentes entre el plano de las ideas y el material; ambos se reconocen en las características de corte italianizante: en el caso de Gallino y Estévez, el acceso se planteaba desde un arco central, de doble altura, enmarcado lateralmente con bloques prismáticos y decorados con pilastras que llegaban a la cornisa, finalizando con una variada ornamentación escultórica.

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Propuesta no realizada para la casa principal del señor Manuel Ferré(9).

En su interior, la propuesta muestra la sala de lectura ubicada al final del terreno, con doble altura e iluminada cenitalmente por una claraboya.

Otro proyecto de ese tiempo es la casa para la estancia “La Luisa”, en el Interior de la Provincia de Corrientes. Las perspectivas realizadas con técnica de acuarela y que revelan el gran sentido artístico del autor, carecen de firma, si bien la relación que mantienen con otras láminas con fachada y corte-vista de la residencia Miranda/Gallino -los mismos clientes de esta estancia-, hace suponer que los proyectos son contemporáneos.

La vivienda se expandía en una llanura de palmeras en dos plantas, con volúmenes bajos que se interceptaban y techos de fuerte pendiente, que daban aires pintoresquistas a la construcción; sobresalían del perímetro general con perfil hexagonal, el núcleo de circulación vertical y la torre con mirador, cercana al acceso principal e integrada al casco de la estancia.

De la documentación analizada se entiende que pudo haber una propuesta alternativa con una vivienda de menores dimensiones, que mantenía galerías en dos de sus caras con accesos directos a la casa, un primer nivel sólo sobre el área de servicios y la voluntad formal de un núcleo de planta circular donde se alojó el baño, comunicado con el dormitorio principal, una innovación caprichosa en cuanto a perfil de planta para un sanitario con todos sus artefactos.

Revisando estas propuestas, resulta claro que el estudio Gallino Hardoy-Estévez, trabajando desde Buenos Aires, no estaba ajeno al ímpetu de renovación con acentos eclécticos que embebía la ciudad de esos años. Mucho más cuando la Nación se aprestaba a festejar el Centenario de la Revolución de Mayo y nuestra arquitectura se teñía de una atmósfera amparada en modelos europeos mixturados.

Es que a principios de 1909 y desde la propia Sociedad Central de Arquitectos, bajo la presidencia de Paul Bell Chambers y por idea del arquitecto Juan Buschiazzo, se habían planteado las iniciativas para los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo reiterando los modelos de exposiciones internacionales de París (1889), Turín (1902) y Milán (1906).

De las cinco exhibiciones que se programaron entonces, la última en inaugurarse, fue la “Exposición Industrial del Centenario”, cuyo comisario general fue el ingeniero Enrique Chanourdie y en la que Gallino Hardoy y Estévez participaron con el Pabellón de la Provincia de Corrientes.

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Planta baja para la vivienda del doctor Ricardo Billinghurst(10).

La muestra, como las anteriores, había sido instalada en los bosques de Palermo, y fue la más atractiva para los ojos del público, con edificios particulares, más alineados a una moda antes que al leit motiv de semblanzas industriales.

Dentro de ese conjunto de arquitecturas heterogéneas, el Pabellón dedicado a la Provincia de Corrientes se hacía eco de las fantasías proyectuales del momento.

Se trata de un edificio que mezclaba, en su fachada principal, elementos clásicos con guiños de la región que representaba: el espacio principal, de desarrollo semicircular, en planta finaliza con dos paralelepípedos, más altos que el resto, techados con tejas -similares a una de las versiones del Vera, a la estancia y a la casa Ferré- y unidos por otro volumen rectangular que oficiaba de acceso.

En su desarrollo, múltiples recursos tomados de la arquitectura académica se balancean con arcos peraltados, metopas y guirnaldas que alejan la entidad del destino del edificio.

En esta línea, también llama la atención el planteo proyectado cuando aspira a instalar las raíces correntinas, con la inclusión de un yacaré ilustrando la lámina de presentación y que, sin embargo, en la obra sólo se evidencia con gestos sutiles empleando una tipografía en hierro que signa “Corrientes” entre los estandartes superiores, el Escudo provincial en las ventanas y sólo adquiere mayor fuerza con la inscripción guaranítica en el arquitrabe, que remata la entrada al pabellón, repitiendo la frase “ajereko kuatha katu”, el famoso grito de Berón de Astrada, “protejámonos entre todos”.

Asimismo, la realización de una serie de viviendas en la ciudad de Corrientes completa el panorama del ejercicio profesional del escritorio que mantuvieron Gallino Hardoy y Estévez, en forma previa a su incorporación a la Administración porteña.

Entre las proyectadas se cuentan la casa para Manuel Ferré (casado con Mercedes Gallino), la de Emilio Gallino, la de Martín Miranda (casado con Luisa Gallino), la de Ricardo Billinghurst, la de María Antonia Madariaga, viuda de Amadey.

Sobre la esquina de calle Mendoza e Hipólito Yrigoyen se asienta la que fuera residencia de la familia Ferré -actual sede del Jockey Club-(4).

El material de archivo del estudio exhibe para el mismo lote dos proyectos -fechados hacia 1908-, con propuestas que establecen distancia de las tradiciones correntinas de casas con galerías, tan provechosas para aliviar las exigencias climáticas de la zona.

Uno de ellos dispone dos viviendas de distinta magnitud; la principal -de dos plantas-en la esquina urbana y, la más pequeña, en el encuentro de las medianeras; la otra, propuesta, finalmente construida, presenta volúmenes prismáticos explayándose sobre un terreno que incorporaba parquizaciones afrancesadas.

La casa, de complejo desarrollo funcional, se organiza, en su parte más pública, en torno de un patio central peristilo -de doble altura-, sin desmedro de la importante escalinata que conduce a la planta superior, de carácter privado.

Si bien el mayor desarrollo se presenta sobre Yrigoyen, un paralelepípedo con cubierta de tejas toma la esquina, desde la cual parten sendas loggias, repitiendo lo que también sucede en el interior de la vivienda, con galerías que ventilan a las terrazas.

De perfil italianizante resultan las residencias propuestas para miembros de la familia: la diseñada para línea de los Miranda Gallino -actual Facultad de Derecho-, la de Emilio Gallino y, repitiendo lenguajes figuran también aquella proyectada para el doctor Ricardo Billighurst, a las cuales se suma la que incorpora el local de farmacia para la familia Lanari.

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Corte de la casa del señor Manuel Ferré, sede actual del Jockey Club, Corrientes(11).

La diseñada para el médico es, de toda la producción analizada, la que más se liga a las villas palladianas y que comparte usos laborales con las del habitar.

Otra vez aquí los autores organizan los espacios públicos en la planta baja y privados en el nivel superior, a través de un núcleo central -en este caso ovalado- y una escalinata con vitraux de doble altura y, recostando la vivienda sobre una de las medianeras, plantean hacia el frente tres accesos, que también definen los circuitos internos: el principal en el centro del lote, en el extremo libre el de servicio y, mediando entre ambos, el del consultorio.

No sucede lo mismo con la formulada para Martín Miranda, construida sobre calle Salta 459, en un solo nivel, y que posee, como toda decoración exterior, un frontis semicircular remarcando el acceso y una geometrización lineal que rodea las ventanas y termina la cornisa.

No parecería haber sido ésta la única propuesta para el terreno, pues existe en el Archivo un proyecto acuarelado que, aunque sin título, reitera la división modular en siete tramos a través de semicolumnas y muros almohadillados; la organización sobre el terreno manifiesta proporciones similares a la construida pero, en el caso de la aguada, la propuesta resuelta se impone con acento académico francés: dos patios, el principal incluye un estanque de agua sobre el cual se recuesta el salón principal con claraboya vidriada, y el posterior -peristilo y con elementos que retoma de la fachada principal- que oficia de ventilación a los dormitorios.

La vivienda para Emilio Gallino, del tipo de “casas chorizo”, ocupa los cuarenta metros de fondo que tiene el terreno entre medianeras; el proyecto se desarrolla en una sola planta, acomodando a cada lado del zaguán el escritorio y la sala que se ofrece hacia el único patio propuesto, al que se brindan las habitaciones con galería de por medio.

La planta alta queda reservada para las dependencias de servicio y dispuestas en el frente de la casa, en tanto el sector de cocina y despensas ofician de bloque hacia el final del lote.

La vivienda proyectada para la viuda de Ernesto Amadey, María Antonia Madariaga, pertenece a este período. Los Amadey habitaban una casa sobre la calle Junín, entre San Juan y La Rioja, con galería en su planta baja formando recova. Posiblemente el proyecto de Gallino y Estévez, realizado tras el asesinato de Ernesto Amadey, en 1901, haya sido de reforma para ese predio, o de obra nueva en esquina, según se desprende de la documentación existente.

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Banco Hipotecario de la Provincia de Corrientes y Banco Popular Español, sucursal Rivera(12).

En ella, los elementos del eclecticismo incluyen una marquesina -similar a la existente en la farmacia Lanari -Mendoza esquina Quintana-, que marcaría el acceso a un local en planta baja. Esta vivienda, según la fachada -único documento que se conserva en el Archivo del estudio-, estaría dividida en sectores: planta baja con locales comerciales -presenta vidrieras-; planta alta con, por lo menos, dos viviendas, con un acceso principal por la esquina, y otro por uno de los laterales, al piso alto.

Finalmente, en Corrientes, la farmacia y vivienda Lanari es un ejemplo que, aun en pie y con su destino original, muestra todos los elementos con que se proyectaron los ejemplos anteriores.

Del grupo de viviendas familiares, resta mencionar la única casa que construyeron en Buenos Aires, para Leonilda F. de Otaegui, sobre calle Salta 980, y aunque en la actualidad y desde uno de los balcones se acredite la responsabilidad de José Estévez, también es cierto que el proyecto fue aprobado el 9 de Mayo de 1913, cuando ambos profesionales trabajan conjuntamente.

El edificio contiene dos viviendas, una en planta baja y la otra desarrollada en los dos pisos superiores; también aquí se reitera el esquema chorizo, con circulaciones verticales de compleja distribución y empujando hacia el fondo del lote los ambientes de servicio.

La fachada también es neoclásica, revestida con piedra París y reitera el tradicional almohadillado; en su organización, acerca los accesos a las medianeras, en tanto hacia el centro un balcón queda soportado con grandes ménsulas; hacia arriba, el esquema simétrico reparte tímpanos circulares o triangulares para los aventanamientos y guirnaldas para la cornisa.

Desde que la dupla Gallino-Estévez comenzó a proyectar para Corrientes las residencias para la familia Gallino, en 1908, los encargos se diversificaron y alcanzaron la arquitectura pública -hasta entonces sólo abordada en concursos-.

Son los años en que construyeron los bancos de la Provincia de Corrientes (San Juan esquina Independencia, actual Carlos Pellegrini) y su sucursal en Mercedes; el Hipotecario de la Provincia de Corrientes (9 de Julio y San Juan), y el Popular Español, sucursal Rivera (Rivera esq. Aráoz), todos de su autoría.

Factor común entre todos ellos fueron los terrenos en esquina, condición acentuada en el Hipotecario (hoy Banco de la Provincia de Corrientes), que toma todo el frente sobre San Juan de una manzana cortada por la mitad -antes de llegar a Junín- por el pasaje Agustín González.

La adopción de los predios en esquina para bancos no parece ser casual: otros ejemplos, como el proyectado por Alejandro Christophersen para el Banco Nación en 1905 -actualmente Juzgado Federal-, en La Rioja y Carlos Pellegrini, o el actual Santander Rio, en Pellegrini y San Juan, hoy muy modificado, originalmente Banco Popular de Corrientes.

Gallino y Estévez hacen, en sus proyectos bancarios, gala de su formación académica, con el recurso de un eclecticismo que encajaba con los catálogos de la época para este tipo de arquitectura, representativa del poder económico, sólida, imponente y con todo el repertorio formal-ornamental que dictaba la Academia.

Ornamentación que, gracias al libre espíritu del art nouveau, no sólo recibía el edificio sino que se extendía hasta en los dibujos: los planos lucían en sus encabezados una transposición de la ornamentación arquitectónica del edificio.

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Variante de escalinatas para la Quinta Hale, Buenos Aires, arquitecto Adolfo Gallino, ca. 1911(13).

En cuanto a las plantas, la transparencia e inmediatez de la función principal de los bancos de entonces, la atención del público es notoria. Desde el acceso en esquina, con mayor o menor gradación de espacios intermedios, dependiendo del tamaño del predio, se accedía al gran salón, donde funcionaban las cajas.

Un banco de mayor envergadura -como el Hipotecario-, requería oficinas privadas para directores y empleados, además del Tesoro. Bancos de escala menor, como la sucursal del provincial, en Rivera y Aráoz, ocupaban predios de entre 15 y 20 metros de frente, por ambas calles, y resolvían sus oficinas con mayor sencillez, rodeando el salón principal de público con los sectores privados y aun previendo un crecimiento futuro hacia un extremo, como el ejemplo antes mencionado.

Pero el lenguaje siempre ostentaba el repertorio de almohadillado, cornisas, modillones, frontis sobre el acceso en esquina; podían ser remarcados en arco de medio punto, delimitado por cornisas salientes, óculos ciegos o con relojes, órdenes de columnas estilizadas, pero monumentales en altura, remarcando la importancia del establecimiento, elevándolo; halcones cuando el edificio se desarrolla en dos niveles (Hipotecario), con balaustres o herrería, y copones marcando los ritmos de la fachada a nivel del remate.

En el sentido compositivo y ornamental, el lenguaje bancario del estudio Gallino-Estévez no distaba de sus proyectos residenciales, aunque las proporciones, aun en predios de escala media, eran acentuadamente mayores: la presencia de estos edificios debía marcarse, para demostrar -a la vez que solidez-, la capacidad de esas entidades de contribuir a consolidar el creciente desarrollo económico y prosperidad del comercio y la industria correntinos.

En paralelo con estas realizaciones en la Provincia, el estudio de Estévez y Gallino construía en Buenos Aires, en forma privada, independientemente de los cargos públicos que ambos ejercieron en Obras Sanitarias y en la Municipalidad de Buenos Aires.

Dos de los proyectos construidos son la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones, en Ayacucho y Córdoba, y el edificio en Salta 980 -mencionado más arriba-. En ambos, contemporáneos con las obras correntinas, se manifiestan los mismos elementos, proporciones y ritmos compositivos, adaptándose, por cierto, a las finalidades del edificio.

La Caja es imponente, quizá el edificio de mayor escala que hayan construido privadamente, y donde los elementos ornamentales son los indispensables para un discurso academicista de orden monumental.

De estos primeros años de producción porteña también datan los dibujos de Gallino para la escalinata de la terraza, que se construía entonces en la ex Quinta Hale, en Recoleta, que llevan su firma, y fue una de sus obras desde la Dirección de Arquitectura municipal.

Su intervención en otros proyectos -enumerados en su biografía-, ha podido trazarse aunque no comprobarse, dados los escasísimos ejemplos en que los funcionarios públicos señalaban su autoría en los planos realizados dentro de Organismos oficiales.

Sin embargo, en el Archivo del estudio Gallino-Estévez se cuenta con documentación original de la ampliación de la Maternidad del Hospital Parmenio Piñero, que dataría de fines de la década de 1910; una producción conjunta, en la cual los arquitectos Estévez y Gallino Hardoy abordaron distintas temáticas y escalas con múltiples lenguajes estilísticos; y una arquitectura, que no escatimó recursos para construir con solvencia -aun desde la Capital- en la distante Corrientes de ese entonces.

Notas

(1) Material extraído del libro "Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes", editado en Diciembre de 2012. Las autoras de la nota son la arquitecta Marta García Falcó, investigadora del CEDODAL, y la doctora arquitecta Patricia Méndez, investigadora del CONICET y del CEDODAL(*).

(2) Cfr. Méndez, Patricia (dir.) y García Falcó (coord.). Teatro Oficial “Juan de Vera. 1912-2013. Una sala centenaria", Corrientes, Instituto de Cultura de la Provincia, 2012.

(3) Ibidem, p. 86.

(4) Edificio declarado de interés municipal, según Ordenanza 4158/05.

(5) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(6) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(7) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(8) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(9) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(10) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(11) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(12) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(13) Fotografía extraída de la obra “Gallino-Estévez. Arquitectura en Corrientes”, editada en 2012, dirigida por el arquitecto Ramón Gutiérrez.

(*) CEDODAL (CENTRO DE DOCUMENTACION DE ARQUITECTURA LATINOAMERICANA). El Centro de Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana se formó en Buenos Aires en el año 1995, con el objetivo de contribuir al desarrollo de la investigación histórica, la formación teórica, la capacitación de recursos humanos y la difusión de la arquitectura iberoamericana.
El CEDODAL cuenta con un importante fondo documental que se reunió a través de más de cuarenta años de labor de sus directores y con el aporte de adquisiciones o donaciones de numerosos profesionales e investigadores en este último tiempo.

Bibliografía usada por las autoras:

* “Arquitecto Adolfo Gallino Hardoy”, en Revista de Arquitectura, 131, Buenos Aires: Sociedad Central de Arquitectos y Centro de Estudiantes de Arquitectura, Noviembre de 1931.
* “El aeropuerto de la Capital se construirá al término de la avenida General Paz”, en La Razón, 1 de Julio de 1948, p. 8.
* Bonvicini, Hugo. "Recuerdos de la República Argentina. Album artístico e informativo". Buenos Aires. Bonvicini, 1909.
* Cabral, Font y Cía. (Eds.). "Centenario argentino. Album historiográfico de Ciencias, Artes, Industria, Comercio, Ganadería y Agricultura. 1810-1910". Buenos Aires, editor, 1910.
* Gallino Yanzi, Carlos. "Memorias familiares" (inédito).
* Gallino Yanzi, Carlos. "Semblanza de Josefina Hardoy de Gallino". Corrientes. 14 de Noviembre de 2010, (inédito).
* Gutiérrez Ramón - Sánchez Negrette, Angela. "Evolución urbana y arquitectónica de Corrientes". Resistencia. IAIHAU, 1988.
* Gutiérrez Ramón. "José Estévez, 1879-1942: arquitectura y obra pública". Buenos Aires. CEDODAL, 2006.
* Instituto de Investigaciones Históricas y Culturales de Corrientes. "La Corrientes del Centenario (1910), Homenaje al Bicentenario de la Patria (1810-2010)". Album de fotos. Corrientes. Editorial Amerindia Ediciones Correntinas, 2009.
* Municipalidad de la Capital. "Memorias del Departamento Ejecutivo Municipal de la Capital Federal", Buenos Aires, Ejercicios: 1911, 1912, 1914, 1917, 1918.
* Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. “Inauguración de las obras realizadas en la avenida Coronel Roca”, en Boletín Municipal, 6.732, año IX, Buenos Aires. 15 de Diciembre de 1942.
* Ortiz, Federico - Mantera, Juan et al. "La arquitectura del liberalismo en la Argentina". Buenos Aires. Editorial Sudamericana, 1969.
* Reginald Lloyd (Ed.). Twentieth Century Impressions of Argentina. Its History, people, commerce, industries and resources. Londres: Lloyd’s Greater Britain Publishing Company Ltd., 1911.
* Revista Técnica, 146 y 147, Buenos Aires. Centro de Estudiantes de Arquitectura y Sociedad Central de Arquitectos, 30 de Abril de 1902.
* Rosemberg, Diana - Viñuales, Graciela. "Las escalinatas". Buenos Aires. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 1999.
* Sainz Kelly, Arturo (Dir). “Ingeniero José Estévez”, en Revista Municipal, 7, año 1, Buenos Aires, Julio de 1936, cubierta de tapa.

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