CORRIENTES CONQUISTA SU AUTONOMIA POLITICA
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La oposición nacionalista tomó cuerpo; Pedro Ferré, Juan José Fernández Blanco y José Nicolás de Atienza se pusieron al frente de ella y conspiraron para derrocar la dominación ramirista. La hora propicia llegaría muy pronto(1).
(1) Extracto de la conferencia dada por el agrimensor Manuel Vicente Figuerero en el Centro Correntino “General San Martín”, el 12 de Octubre de 1920, en el 99no. aniversario del arresto de Evaristo Carriego // Citado en el Anexo I, C de la obra de Pedro Ferré. “Memoria del Brigadier General Pedro Ferré (Octubre de 1821 a Diciembre de 1842)” (1921). Ed. Imprenta y Casa Editora Coni, Buenos Aires.
Francisco Ramírez, obedeciendo a los consejos del emigrado chileno José Miguel Carrera, infatuado con su triunfo sobre José Gervasio Artigas, declaró temerariamente la guerra a Buenos Aires y Santa Fe. La cruzada le fue funesta; murió oscuramente en la campaña de Córdoba y su cabeza fue exhibida como trofeo en una jaula de hierro en la catedral de Santa Fe.
Cuando Ramírez inició su campaña sobre Santa Fe, López Jordán, sustituto en el mando supremo de la República, abandonó Corrientes y se dirigió a Entre Ríos, habiendo dejado en su reemplazo -como Comandante de Armas- al misionero (yapeyuano), José Evaristo Carriego.
Este, huérfano de prestigio y en un medio que le era hostil, se desempenó con alguna corrección, habiéndose valido del elemento ponderado de la ciudad para secundarlo en sus tareas administrativas:
Pedro Ferré fue nombrado Comandante General de Marina, cargo que ya había desempeñado bajo el Gobierno de Juan Bautista Méndez y, a Juan José Fernández Blanco lo confirmó en el mando del batallón Cívico de la guarnición.
Sin sospecharlo, el gobernante “intruso” estaba entregado al elemento militar, cuyos jefes eran los directores del movimiento reaccionario que se fraguaba y que estaba en todos los corazones patriotas.
- Después de la muerte de Ramírez. Tentativas de armisticio
Ricardo López Jordán quedó al mando de la República Entrerriana en Abril de 1821, cuando Francisco Ramírez penetró en Santa Fe(2). Conocida la muerte del general Ramírez en Córdoba, en Julio de 1821, López Jordán -que ejercía el Gobierno de la República Entrerriana en carácter de interino- inició negociaciones tendientes a restablecer la autoridad política vacante y a contratar la paz, con la previa aprobación de un armisticio.
(2) Tadea Jordán, madre de Francisco Ramírez, se casó en segundas nupcias con un portugués de apellido López, del que hubo a Ricardo. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla. “Crónica Histórica de la provincia de Corrientes”.
A estos efectos proponía nombrar diputados que tratasen con Buenos Aires y Santa Fe -por la República Entrerriana- lo más conveniente a los intereses recíprocos como la concurrencia de esta última al Congreso General del país que se reuniría en Córdoba(3).
(3) Bando de López Jordán y su Nota del 30 de Julio de 1821 al Gobierno de Buenos Aires. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)” (1929), capítulo XXII. Edición del Estado.
En el Manifiesto que el 31 de Julio de 1821 dirigió al pueblo -desde Paraná- establecía que el régimen federal del país sería reclamado en forma especial durante las negociaciones.
Pero el armisticio no fue aceptado. Santa Fe y Buenos Aires le exigieron disolver la República, reducir su Ejército y devolver todo el botín conquistado a Buenos Aires en los últimos tres años. López Jordán se vio obligado a aceptar.
Relata Hernán F. Gómez que López Jordán se apresuró a consignar -en otro documento- que todo se trataba “de un pretexto”, pues las hostilidades no se habían iniciado, asegurando “estar dispuesto a sacrificar la vida” en la defensa del orden de cosas(4) existente.
(4) Manifiesto del 7 de Agosto y Oficio a Carriego del día 8. En efecto; después de la derrota y muerte de Francisco Ramírez no se había luchado en las márgenes del río Paraná. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)” (1929), capítulo XXII. Edición del Estado.
El Comandante de Armas de Corrientes, Evaristo Carriego(5), no estaba en la capital. Los primeros contrastes de la guerra en Santa Fe -llevada adelante por Ramírez- lo habían inducido a marchar al sur, hasta un lugar equidistante -como el puerto de Goya- tanto más cuanto en el litoral paranaense se notaban novedades de bulto.
(5) “Era nativo de Entre Ríos; amigo y partidario de Hereñú; lo dejó para alistarse con Ramírez, a quien sirvió de secretario”. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla. “Crónica Histórica de la provincia de Corrientes”. Otras fuentes enseñan que su nombre era José Evaristo Carriegos Godoy -más conocido como Evaristo Carriego- (aunque su apellido era Carriegos, él y sus descendientes usaron Carriego. A partir de la tercera generación es suprimida la “s” final transformándose el apellido en Carriego). Carriego nació en Yapeyú, en 1791, y fallecerá en Paraná, el 19 de Junio de 1836 (Libro de Defunciones 3 F. 296). // Extractado por María Susana Carriego de dos trabajos fundamentales realizados por: 1.- Carlos Alberto Guzmán. “Tres Familias Entrerrianas (los Carriego, los Hereñú y los Del Castillo)”, separata de publicaciones especiales del Instituto de Estudios Genealógicos y Heráldicos de la provincia de Buenos Aires, La Plata, Mayo de 1998; y 2.- Enrique D. Piñeyro Velasco del Castillo. “Los Carriego” (1999), en la “Junta Sabatina de Especialidades Históricas”, Revista Nro. 1, Buenos Aires.
El Comandante Militar de ese puerto, J. M. Segovia, se había dirigido a Carriego(6) solicitando un lanchón armado para observar a los indios abipones que iniciaban reuniones sobre las costas del Chaco junto a grandes fogones.
(6) El 10 de Julio de 1821. En el Archivo. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)” (1929), capítulo XXII. Edición del Estado.
El mismo Supremo interino, Ricardo López Jordán(7), había comunicado que subían el río siete lanchones armados en guerra y agregaba:
“Van -según se nos asegura- con el intento de invadirnos, en combinación con los indios”. Poco después, eran más graves las noticias que transmitía(8):
“Mis lanchones -expresaba- han sido vencidos en la boca del Chapetón; por eso -terminaba- deben Uds. cuidar que la cañonera y los lanchones que están en el puerto de Corrientes no sean apresados por el enemigo”.
(7) Oficio del 25 de Julio DE 1821, a Carriego, desde Paraná.
(8) Oficio del 27 de Julio DE 1821 a Carriego. En el Archivo de la Provincia de Corrientes. // Todo citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)” (1929), capítulo XXII. Edición del Estado.
- ¿Qué había pasado?
A principios del mes de Mayo de 1821, el coronel Anacleto Medina cruzó exitosamente el río Paraná hacia Santa Fe y capturó las monturas de Estanislao López, privando a éste de su caballería. Ramírez había invadido la provincia de Santa Fe para castigar la resistencia de Estanislao López a unirse de nuevo con él para atacar a Buenos Aires.
Pocos días más tarde, el cuerpo principal del Ejército de Francisco Ramírez desembarcaba también cerca de Coronda. Allí tomó por el flanco a la columna dirigida por el tucumano (al servicio de Buenos Aires) Gregorio Aráoz de La Madrid, que se dirigía a reforzar a López, y la desarmó.
Mientras tanto, Lucio Norberto Mansilla(9) estaba a cargo de llevar la infantería por barco hasta Santa Fe (capital), pero Mansilla traicionó a su jefe, condujo la tropa a Santa Fe pero volvió a embarcarla poco más tarde y ordenó el retroceso(10).
(9) El general Francisco Ramírez, mal avenido con la supremacía de José Gervasio Artigas, había invitado a Mansilla a que fuese a trabajar con él para que el patriota oriental aceptara el Tratado del Pilar. Previa licencia del gobernador Manuel de Sarratea, Mansilla aceptó la misión. Se incorporó al Ejército del caudillo entrerriano en la lucha contra Artigas, que había ocupado Entre Ríos. Tuvo un papel importante en la victoria de Las Tunas sobre las fuerzas de éste, como comandante de su infantería. Luego acompañó a Ramírez en su avance hasta el Campamento del caudillo oriental en Ábalos -cerca de Curuzú Cuatiá- y la victoria ocurrida allí obligaría más tarde a Artigas a exiliarse en Paraguay. Mansilla volvió a Paraná, donde fue puesto al mando del Ejército de Reserva en esa ciudad, mientras Ramírez organizaba la “República Entrerriana”, anexando Corrientes y las misiones, declarándolas “Departamentos” de Entre Ríos y obteniendo la hegemonía en la Mesopotamia argentina. Estas acciones fueron reprobadas por Mansilla, quien rehusó participar en las acciones que Ramírez emprendió en 1821 al invadir Santa Fe. Muerto Ramírez y encontrándose Mansilla al mando de la única fuerza regular, el pueblo de Paraná y los demás Departamentos lo nombrará Gobernador y Capitán General.
(10) Las razones de la actuación de Mansilla son objeto de disputa; se ha sostenido que se trataba de un infiltrado a sueldo del Gobierno porteño o que envidiaba el poder de Ramírez o, aún, que deseaba a la concubina de éste, la “Delfina”. En sus “Memorias” explicó que había solicitado a Ramírez que le eximiese de tomar las armas contra el Ejército de Buenos Aires -su provincia de nacimiento- y en la que viviría muchos años más, después de su gobernación, pero no había sido atendido en su reclamo. Y describió con lujo de detalles la forma en que lo traicionó. En cualquier caso, la pérdida de sus embarcaciones y la resistencia de Santa Fe perjudicaron gravemente la situación de Ramírez, aislado de sus dominios.
La Escuadra porteña provocó graves daños a la flota de Ramírez, cortando las comunicaciones con Entre Ríos e impidiendo el avance de éste y Medina hacia el sur.
Con sólo 700 hombres en condiciones de combatir, Ramírez acampó en Coronda para evaluar su plan de acción; allí recibió noticias de que La Madrid -con más de 1.500 hombres- artillería, caballos y 380.000 pesos fuertes que Buenos Aires remitía para ayudar a López, avanzaba sobre su posición.
Pese a que Martín Rodríguez había indicado a La Madrid que se reuniera con López antes de emprender acciones, éste intentó aprovechar la posición y buscó sorprender a Ramírez cerca del río Carcarañá. Pero el entrerriano, avisado, había logrado disponer sus fuerzas y maniobró de tal modo que logró hacer huir a las tropas de La Madrid, quedándose con los caballos, el parque y los fondos.
Sin embargo, la victoria le costó casi la mitad de su tropa y la situación se hizo desesperante. Dos días más tarde debió enfrentarse con las tropas de López que le cortaba el paso hacia Córdoba, donde pensaba replegarse, buscando rodear a sus oponentes y cruzar el Paraná cerca de Corrientes.
Ramírez venció en varios encuentros pero, derrotado el 26 de Mayo de 1821 por fuerzas de Buenos Aires y Santa Fe y ante la superioridad del enemigo debió huir en medio de la refriega con apenas un par de centenares de hombres. Marchó hacia el Oeste; se internó hacia Córdoba en busca de la montonera del chileno José Miguel Carrera.
Pocos días más tarde encontró un refuerzo inesperado en una columna de 700 hombres -comandada por Carrera- que acudía en su ayuda desde la provincia de San Luis. Sin embargo, no pudieron acordar un plan de acción: Carrera pretendía cruzar hacia Chile, mientras que Ramírez juzgaba más provechoso dirigirse a Corrientes.
Para ganar tiempo atacaron a Bustos en Cruz Alta, pero fracasaron ante su posición defensiva. Carrera lograría acercarse a la cordillera, pero sería vencido y arrestado por orden del gobernador mendocino Tomás Godoy Cruz, que lo hizo fusilar.
Ramírez, por su parte, prosiguió camino hacia el Norte por la sierra, intentando recabar ayuda de la oposición local a Bustos, pero fue perseguido por una partida enviada por éste.
Francisco Bedoya -el gobernador sustituto de Córdoba- reforzado con contingentes santafesinos, salió en persecución del caudillo entrerriano a quien alcanzó uno de los oficiales de López y lo venció en San Francisco, en inmediaciones del río Seco(11).
(11) La breve batalla se registró en Chañar Viejo (cerca de Villa de María de Río Seco y de San Francisco del Chañar), donde Ramírez fue nuevamente vencido.
Ramírez logró escapar pero, al enterarse que su compañera Delfina -que vestida de oficial, lo acompañaba en sus campañas- había caído prisionera, retrocedió para rescatarla y, en esas circunstancias recibió el caudillo un balazo en el pecho que le ocasionó la muerte instantánea (10 de Julio de 1821)(12).
(12) Un oficial santafesino ordenó decapitar el cuerpo y la cabeza fue clavada en una pica y luego enviada como trofeo a Estanislao López, quien la hizo embalsamar. Cuentan que éste adornó con ella la mesa en que firmaba su correspondencia y luego la remitió al Cabildo de Santa Fe, en cuyo balcón fue exhibida dentro de una jaula de hierro.
“José Maldonado, santafesino, mandó cortar la cabeza del caudillo y la remitió a Estanislao López, quien la dirigió al Cabildo de Santa Fe para ser embalsamada y colocada, en jaula de hierro, en la Iglesia Matriz; el cura resistió consentir semejante exhibición, y entonces fue depositada la cabeza en la Casa de Gobierno”. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla. “Crónica Histórica de la provincia de Corrientes”.
El 26 de Julio de 1821, la Escuadrilla entrerriana fue completamente destruida por la de José Matías Zapiola, en el combate naval de Colastiné, muriendo su comandante Monteverde a bordo del falucho “La Correntina”(13).