El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

Tenencia de Gobernación de Elías Galván

Tras declarar un ultimátum a las autoridades de Asunción y decidir enviar una expedición militar al Paraguay, la Junta Provisoria porteña nombra Teniente de Gobernador interino de Corrientes al capitán Elías Galván.

Legalmente la medida se basaba en que al producirse la revolución de Mayo, la Ciudad de Corrientes y los pueblos de su jurisdicción formaban parte de la Intendencia de Buenos Aires, encontrándose sujetos inmediatamente al Gobierno de un Comandante Militar.

El 12 de Agosto de 1810 la Junta Provisoria Gubernativa ya había resuelto bajase el Teniente de Gobernador Pedro Fondevila y viniera desde Buenos Aires el capitán Elías Galván a hacerse cargo -de lo militar- debiendo quedar el Gobierno civil en poder de los Alcaldes del Cabildo.

Fuese su notorio españolismo o la sospecha de que pudiera convenir en una resistencia de acuerdo con los hombres del Paraguay, la Junta revolucionaria llamó a Pedro Fondevila a Buenos Aires y designó el 28 de Septiembre de 1810 a Galván como Comandante de Armas y Teniente de Gobernador interino de Corrientes y su jurisdicción y Subdelegado de la Real Hacienda interino, restableciendo en esta forma una magistratura que la Ordenanza de Intendentes había suprimido.

Vecina a la frontera Norte donde el núcleo español preparaba la resistencia a las nuevas ideas, decretada la expedición de Manuel Belgrano que había de disciplinarse en su territorio, y temiéndose a justo título la injerencia de los pueblos portugueses, las autoridades de Corrientes necesitaban de una mayor suma de facultades para intensificar la obra de la revolución.

La Tenencia de Gobierno fue la clave reuniendo en un funcionario el ejercicio del mando político y del militar, sin perjuicio de la tutela de los negocios de la Hacienda pública o régimen de las finanzas.

- Perfil de Elías Galván

El hombre no fue elegido al azar. Correntino, hijo de un español -Ignacio Galván- tenía 36 años cuando asumió la Tenencia. En Corrientes, su ciudad natal, recibió instrucción elemental en la escuela que dirigía su padre, que era maestro.

Fue secretario de la Comisión de Límites en Misiones, que presidía Diego de Alvear. Más tarde se trasladó a Buenos Aires, consagrándose a la educación, optando a la cátedra de Gramática del Colegio de San Carlos(1).

(1) Citado por el capitán de fragata Jacinto R. Yabén. “Biografías Argentinas y Sudamericanas”.

Al producirse la primera invasión inglesa, Galván -desviando el curso de sus actividades- se dedicó a la carrera de las armas en 1806 y, al año siguiente -ya en clase de teniente de los Cazadores Correntinos- combatió en la defensa de Buenos Aires contra las fuerzas del general John Whitelocke, en las jornadas inmortales del 5 y 6 de Julio de 1807.

Al producirse la revolución del 25 de Mayo de 1810 Galván abrazó con entusiasmo la causa emancipadora. El 2 de Agosto de aquel año le era conferido el grado de Capitán de Ejército.

El 1 de Octubre de 1810 la Junta revolucionaria lo envía a cumplir las funciones de Comandante General de Corrientes siendo designado el 8 del mismo mes y año para desempeñar el cargo de Teniente de Gobernador de aquella jurisdicción.

Galván vino trayendo Instrucciones de

* cortar las comunicaciones entre el Paraguay y Montevideo;
* de regularizar los fondos;
* de la formación de milicias;
* de auxiliar con tropas a la expedición del general Belgrano al Paraguay;
* y de envíar reclutas a Buenos Aires.

Su primer acto fue encargarse de la Hacienda, retirando a quien desempeñaba la gestión fiscal -Manuel Mantilla y los Ríos- y proveer a las necesidades militares.

- Hostilidad entre Paraguay y Buenos Aires

Paraguay fue una de las colonias que -inicialmente- optó por permanecer leal a la Corona. En concomitancia con esta postura, una vez iniciado en Buenos Aires el movimiento de Mayo de 1810, Asunción no respondió a la convocatoria de la Primera Junta porteña.

Esta misma Junta fue la que, después de enviar emisarios con el objeto de informar sobre los acontecimientos, puso en marcha un plan para aislar al Paraguay, provincia que no reconoció la supremacía que Buenos Aires pretendía imponerle.

La aceleración de los acontecimientos provocó -inmediatamente- interrupciones en el comercio entre Asunción y Buenos Aires, situación que se profundizó con el Congreso del 24 de Julio de 1810, en Asunción, cuando Paraguay manifestó fidelidad al Consejo de Regencia, por ser el “representante legítimo de Fernando VII”, y declaró que se guardase “armonía correspondiente y fraternal amistad con la Junta Provisional de Buenos Aires, suspendiendo todo reconocimiento de su superioridad en ella”.

Con la metrópoli invadida y sus autoridades buscando legitimarse y sostenerse en el poder, en las ciudades americanas adquirieron importancia vital los derechos del libre comercio, acoplados a los cuestiones de competencia en la distribución de cargos entre criollos y peninsulares, que se habrían acentuado en los tiempos del reformismo borbónico.

El mencionado Congreso también resolvió la creación de una Junta de Guerra -con el objetivo de organizar la defensa provincial- al mismo tiempo que reivindicó los derechos americanos en consonancia con la fidelidad al rey.

Al revivirse antiguas competencias con Buenos Aires se acrecentó la hostilidad, por lo que los dirigentes paraguayos -de momento- prefirieron continuar dependiendo de España, lo que indica que los acontecimientos ocurridos en esa provincia -a partir de 1810- no pueden desprenderse de lo que estaba sucediendo en Buenos Aires ni en la Península.

La resistencia de Córdoba, Montevideo y el Paraguay hizo temer a la Junta que la última provincia extendiese su acción sobre la inerme Corrientes, gobernada por un español -y con muchos peninsulares de importancia en la localidad- por lo que llamó a Fondevila y nombró Teniente de Gobernador al capitán Elías Galván(2), correntino, del “Regimiento Estrella”, teniente que fue de los “Cazadores Correntinos” durante las invasiones inglesas.

(2) Véase el libro “Páginas Históricas”, del doctor Manuel Florencio Mantilla. // Imprenta de Pablo E. Coni e Hijos, Buenos Aires (1890), en él hallará el lector la biografía de Elías Galván.

El cambio se efectuó oportunamente, cuando los europeos maquinaban un alzamiento contra el Gobierno porteño, bajo la protección de las armas paraguayas.

Galván llegó con una escolta de once blandengues de Santa Fe. Corrientes necesitaba de más auxilio para desempeñar con buen éxito la misión de peligro que tenía frente al vecino rebelde; sin tropas regulares, sin armas, sin recursos pecuniarios, con inmensa costa fronteriza del enemigo, impotente en el río Paraná, cuya navegación debía obstruir, no podía defenderse ni servir de base para trabajos u operaciones contra los paraguayos.

El titulado armamento entregado por Fondevila consistía en 11 arrobas 4 libras de balas de onza, 124 sables sin vaina, 380 piedras de chispa, 4 libras de pólvora, 26 carabinas, 3 pistolas, un mosquete, un cañón sin cureña, 130 cartuchos a bala.

Las fuerzas se reducían a una Guardia urbana de fijos (soldados de nombre); otra de 27 milicianos en el fuerte de Curupayty; y pequeñas partidas de policía de campaña.

Cuando Galván asumió el mando, el Paraguay estaba en movimiento militar, y antes de poseer elementos de fuerza experimentó las hostilidades de Bernardo de Velasco y Huidobro.

Ante una expedición proyectada por el gobernador-intendente de Paraguay -fuerte de 600 hombres- con el propósito de expulsar a Rocamora de Misiones, pide Galván el envío de clases para ponerlas al frente de las fuerzas de naturales y que se destacase a alguien en Yapeyú(3).

(3) Oficios de la Junta del 14 de Agosto y 3 de Septiembre de 1810. Archivo General de la Nación. // “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”, del doctor Hernán Félix Gómez.

Después de compenetrarse del medio, el Teniente de Gobernador correntino escribía a la Junta:

“Por lo demás sólo me queda el consuelo que he de hacer ver al mundo entero que también existen los correntinos, y que el que los dirige en el día está al cabo de los intereses de su patria, y que le sobra fuego para sostener -hasta derramar la última gota de su sangre- la sagrada causa que tan digna y justamente defienden los pueblos”.

Con estos antecedentes -que revelan los lazos que lo vinculaban a su pueblo natal y la forma en que atendía a su seguridad- puede suponerse la satisfacción pública cuando, el 8 de Octubre de 1810, el Cabildo de Corrientes ponía a Galván en posesión de su cargo de Teniente de Gobernador.

El nuevo gobernante -sucesor de Fondevila, retirado por su origen peninsular- tenía toda la confianza de la Junta y debía continuar sumando las voluntades locales(4).

(4) La sustitución de Fondevila sólo aparece explicada por su origen peninsular, desde que en ningún momento actuó en contra de la revolución porteña. El 16 de Junio de 1810 decía a la Junta en Oficio: “Este Cabildo y yo convinieron y en la mejor armonía reconocemos la autoridad de esa Superior Junta y prometemos su obediencia respetando y cumpliendo todas sus disposiciones como depositaria de la autoridad suprema del Virreinato”. El 3 de Agosto le decía: “Prometo a V. E. que en esta ciudad y jurisdicción de mi mando no tendrán jamás entrada las sugestiones, división y discordia que se intentó sembrar por algunos malvados”. Ambos documentos en el Archivo General de la Nación. // “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”, del doctor Hernán Félix Gómez.

- Funciones y cargos administrativos de Galván

Las funciones a cargo del nuevo Teniente de Gobernador eran múltiples. En el encabezamiento de sus “Bandos” se dice:

“Capitán de Ejército, Juez Conservador de las reducciones del Gran Chaco, Teniente Gobernador, Justicia Mayor y Capitán de Guerra, Subdelegado de la Real Hacienda y Renta de Correos y de los Pueblos de Indios de la Ciudad de Corrientes y su jurisdicción”.

Su conducta fue discreta desde el punto de vista político. Cuando los funcionarios que encontró en ejercicio andaban remisos, de hecho comisionaba a otros conservando a los antiguos para evitar choques.

Tal en Yaguareté Corá, donde el Comandante del Partido se quejaba de estas intromisiones en que, prescindiéndose de su autoridad, se alistaban blandengues y establecían correos(5).

(5) Oficio de Elías Galván del 19 de Noviembre de 1810 al comandante Juan Ignacio Beloso. // “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”, del doctor Hernán Félix Gómez.

Additional information