Depredaciones portuguesas en el litoral del Uruguay
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- Subrogancia de Joaquín Legal y Córdoba
En lo que respecta a sucesos políticos la vida de Corrientes -en 1811- continuó su actividad ordinaria. Excepto la actitud errada de suspender a cabildantes “por ser extranjeros”(1), y el período de la invasión realista de Abril de 1811, el juego de sus gobernantes siguió su ciclo normal.
(1) Se suspendieron -por ser extranjeros- al Alcalde de 2do. voto y al Alférez Real. La Junta de Buenos Aires dispuso la reintegración en los cargos el 19 de Enero de 1811. // Citado por el doctor Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
El Alcalde de primer voto -Joaquín Legal y Córdoba- subrogó al Teniente de Gobernador Elías Galván -en campaña- siendo sus actos de gobierno discutidos, acusándoselo de prepotencia con empleados y funcionarios.
Cuando el Cabildo, el 1 de Noviembre de 1811, nombró sus miembros para 1812, eligió de Alcalde de primer voto a Legal y Córdoba. Pasadas las listas de electos a Buenos Aires para su aprobación, se subrogó ese nombramiento al resultado de la investigación abierta, acusaciones que -en definitiva- se desestiman(2).
(2) La Junta avisó instruía el sumario, en Nota suscripta por Juan José Paso, Manuel de Sarratea y Bernardino Rivadavia. El 19 de Diciembre de 1811 desestimó las denuncias contra Joaquín Legal y Córdoba. // Citado por el doctor Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
- Ataques portugueses en el litoral del Uruguay
Mientras José Gaspar Rodríguez de Francia aumentaba el territorio de su Provincia con parte del correntino, los portugueses asaltaban Curuzú Cuatiá y grupos de bandoleros -por ellos protegidos- robaban y asolaban las fronteras del Uruguay.
Portugal -a título de pacificar la región del río Uruguay en ambas márgenes- hizo avanzar todo un cuerpo de ejército cuyas primeras partidas alarmaron con sus excesos a los pueblos de Corrientes.
- Invasión portuguesa de 1811
La invasión portuguesa de 1811 (en portugués: primeira campanha cisplatina) fue el conjunto de acciones militares llevadas a cabo por fuerzas de Portugal basadas en el Sur del Brasil, en territorios que hoy forman la República Oriental del Uruguay y parte de la Mesopotamia argentina, entre Julio de 1811 y Septiembre de 1812.
Las fuerzas portuguesas de invasión estaban comandadas por el Gobernador y Capitán General de la Capitanía de Río Grande de San Pedro, Diego de Souza (Diogo de Souza), y su objetivo declarado era socorrer al virrey del Río de la Plata, Francisco Javier de Elío, sitiado en Montevideo por fuerzas revolucionarias de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
La invasión incluyó enfrentamientos con milicias orientales capitaneadas por José Gervasio Artigas y la acción de fuerzas irregulares portuguesas dedicadas al saqueo.
En tanto, en la Banda Oriental una serie de acontecimientos ocurridos durante los años 1811 y 1812 acercarán las historias misionera y oriental que se entrelazarán durante toda la década y que tendrán a José Artigas como protagonista principal del destino de ambos pueblos.
La Banda Oriental será la región más afectada por la ocupación portuguesa y por la presencia en Montevideo de un fuerte foco regentista. Ello motivará la admirable epopeya del Exodo Oriental hacia el Salto Chico, en defensa de la causa que espontáneamente abrazara.
Pero los lusitanos no sólo invadieron parte del territorio oriental, sino también la Provincia Guaranítica de Misiones.
- Sitio de Montevideo
La escuadra realista controlaba el Río de la Plata y realizó el primer bloqueo del Puerto de Buenos Aires desde el 3 de Septiembre de 1810. El ejército revolucionario al mando del general Manuel Belgrano, que regresaba de la frustrada expedición al Paraguay, tras haber reunido sus fuerzas en Candelaria (Misiones), atravesó la Mesopotamia y cruzó el río Uruguay para operar en la Banda Oriental, instalando su Cuartel General en Mercedes(3).
(3) “Semblanza Histórica del Ejército Argentino” (1981), pp. 29 y 30, Buenos Aires. De la Secretaría General del Ejército.
El 27 de Febrero de 1811 los criollos de la Banda Oriental se insurreccionaron contra el virrey, hecho conocido como Grito de Asencio, y avanzaron hacia Montevideo.
El 20 de Marzo de 1811 Elío emitió una Proclama al pueblo oriental amenazando directamente con la intervención portuguesa si la insurrección continuaba:
“(...) mirad que á mí sola orden entrarán cuatro mil portugueses, y con la expedición que ha salido á la campaña, cogidos entre dos fuegos, ni podéis escapar ni entonces os valdrá el arrepentimiento: todavía ahora tenéis ocasión; retiraos, os digo otra vez, á vuestros hogares y, si no me obedecéis, pereceréis sin remedio y vuestros bienes serán confiscados”.
El primer sitio de Montevideo por tropas revolucionarias se desarrolló entre el 21 de Mayo y Octubre de 1811, luego que José Gervasio Artigas lograra el triunfo en la batalla de Las Piedras el 18 de Mayo.
José Rondeau puso sitio a Montevideo con el auxilio de los gauchos orientales, milicias guaraníes y correntinas llevadas por Belgrano desde Misiones y las fuerzas enviadas por Buenos Aires.
Elío vio como única salida el auxilio de las tropas portuguesas del Brasil y fue así que solicitó su concurso para derrotar a los revolucionarios.
- La invasión portuguesa
Durante la estadía del ejército de Manuel Belgrano había sido nombrado gobernador de las Misiones Orientales, Francisco das Chagas Santos. Este, en contacto con el gobernador del Paraguay, Bernardo de Velasco y Huidobro, informaba los sucesos de la Mesopotamia a la Corte portuguesa en Río de Janeiro.
Desde allí se propuso una intervención militar a la Banda Oriental y al territorio misionero, como una especie de cuña entre Montevideo y el Paraguay, los focos de oposición al movimiento revolucionario rioplatense.
En Enero de 1811 regresaba Francisco Javier de Elío a Montevideo como Virrey del Río de la Plata. La respuesta del pueblo oriental fue “el Grito de Asencio”, una sublevación de la campaña oriental apoyada por el ejército belgraniano que -después de la batalla de Las Piedras- sitió Montevideo con la intención de desalojar a Elío. Fue el pretexto que necesitaba Portugal para invadir la Mesopotamia argentina y las campañas orientales.
En Julio de 1811 el general Diego de Souza, Capitán General de Río Grande do Sul inició -desde Cerro Largo, en la Banda Oriental- la invasión al territorio español.
- El Ejército de Observación
Para prevenir focos revolucionarios en su territorio y estar preparados para intervenir en territorio español, el Gobierno portugués organizó el Ejército de Observación (Exército de Observação) en la recientemente creada Capitanía de Río Grande de San Pedro, puesto al mando de su Capitán General y Gobernador, Diego de Souza.
- Legión de San Pablo
La fuerza inicialmente se conformaba por dos divisiones y luego se separó un destacamento para San Borja.
El núcleo del Ejército de Observación era la Legión de Voluntarios de San Pablo (Legião de Voluntários de São Paulo), que había llegado a Río Grande del Sur a fines de 1808, proveniente de San Pablo.
La Legión estaba compuesta por 2 batallones de infantería de 4 compañías cada uno, 2 baterías de artillería montada y 4 escuadrones de caballería ligera. El 15 de Octubre de 1810 el jefe de la Legión, brigadier Gonçalo Antônio da Fonseca e Sá, informó al ministro de Guerra de Portugal, el Conde de Linhares Rodrigo de Sousa Coutinho, que la Legión había partido del Cuartel General de Porto Alegre, habiendo despachado hacia Río Pardo las dos compañías de artillería a caballo y 457 soldados de infantería.
Informaba también que los 4 escuadrones de caballería fueron despachados a la Villa de Río Grande y que restaba salir para Río Pardo parte de la infantería.
A principios de 1811 la Legión y fuerzas milicianas fueron concentradas en los campamentos de San Diego y de San Sebastián. En Julio de 1811 Joaquim de Oliveira Álvares recibió el mando de la Legión por muerte de Fonseca e Sá(4).
(4) “A Legião de tropas ligeiras na campanha pacificadora do Uruguai (1811-1812)”.
- División de Marques de Sousa
Comandada por el mariscal de caballería Manuel Marques de Sousa (el primero de los varios del mismo nombre), Comandante de la Frontera de Río Grande, estaba concentrada en la Guardia de San Sebastián (Guarda de São Sebastião) en las sierras de las proximidades de la actual Bagé, cerca del destruido Fuerte de Santa Tecla.
Estaba integrada por:
* Batallón de Infantería de Río Grande (Batalhão de Infantaria do Rio Grande);
* 2 escuadrones de caballería ligera de Río Pardo;
* 4 escuadrones de la caballería ligera de la Legión de San Pablo;
* 1 escuadrón de caballería de milicias de Río Grande.
- División de Curado
Comandada por el mariscal de infantería Joaquín Javier Curado (Joaquim Xavier Curado), Comandante de la Frontera de Río Pardo, estaba concentrada el 9 de Febrero de 1811 en el campamento de San Diego (São Diogo(5), Povoado dos Aparecidos o Nossa Senhora Aparecida), en las márgenes del arroyo Inhanduí (afluente del río Ibirapuitã Chico, a 25 kilómetros al Noroeste de la actual Alegrete, en el actual Municipio de Santana do Livramento).
(5) Adari Francisco Ohse. “A Trilha dos Pioneiros”, p. 72. Editor: adariecker.com
Estaba integrada por:
* 2 batallones de infantería de la Legión de San Pablo;
* 2 baterías montadas de artillería de la Legión de San Pablo;
* 1 escuadrón de milicias de Río Pardo;
* 1 compañía de lanceros guaraníes.
La avanzada de Curado, al mando de Thomaz da Costa, se situaba en un campamento al oeste del río Ibirapuitã Chico.
- División de Menna Barreto
La expedición de Manuel Belgrano al Paraguay motivó que luego de la batalla de Paraguarí el gobernador realista del Paraguay, Bernardo de Velasco y Huidobro solicitara una ayuda de 200 soldados al capitán general Diego de Souza, quien había ofrecido auxilios previamente, pero no llegó a concretarse.
Desde San Diego, Souza envió una fuerza de 1.000 hombres a San Borja al mando del coronel Juan de Dios Menna Barreto (João de Deus Menna Barreto), formada por:
* 1 batería de artillería de la Legión de San Pablo;
* 2 compañías de infantería (200 cazadores) de la Legión de San Pablo;
* Regimiento de dragones de Río Grande (Dragões do Rio-Grande);
* 2 escuadrones de milicias de Río Pardo.
En Enero de 1811 el gobernador de Misiones, Tomás de Rocamora, alertó a Belgrano sobre la llegada de esa fuerza a San Borja, sede del Comando de Misiones a cargo del sargento mayor Francisco das Chagas Santos.
Para hacer frente a Artigas, Diego de Souza envió a fines de Diciembre de 1811 -desde Maldonado a San Diego- a los regimientos de dragones y de milicias de caballería de Río Pardo, al mando del coronel Thomaz da Costa.
Souza pasó revista a los dos campamentos -de San Diego y San Sebastián- en Febrero y Marzo de 1811, respectivamente, comunicó a Velasco y Huidobro el 25 de Febrero la llegada de la fuerza a San Borja(6) y que tenía órdenes del rey de Portugal para auxiliar a las autoridades que reconocieran los derechos de Carlota Joaquina.
(6) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
El 10 de Abril Souza comunicó a Velasco y Huidobro que había incrementado las fuerzas a 1.500 hombres en San Borja y que se había puesto al mando de ellas(7).
(7) Blas Garay. “La Revolución de la Independencia del Paraguay” (1897), pp. 151-153. Editor: Est. tip. de la viuda é hijos de Tello.
- Intervención portuguesa
Souza ordenó que todas las fuerzas de la Capitanía se concentraran en la Guardia de San Sebastián dejando una pequeña fuerza en San Borja para atender la defensa de las Misiones Orientales, al mando del coronel Menna Barreto.
Proveniente de San Borja, el 24 de Mayo de 1811 Souza llegó al campamento de San Diego y al día siguiente partió -junto con las fuerzas de Curado- hacia la Guardia de San Sebastián.
Diego de Souza tenía órdenes de acudir al primer llamado de las autoridades realistas que se le hiciera. El 8 de Mayo el virrey Elío envió a su secretario Juan Bautista Esteller a solicitar el socorro de tropas portuguesas a Diego de Souza. Este recibió el pedido el 18 de Junio de 1811 cuando viajaba hacia el campamento de San Sebastián(8).
(8) Fábio Ferreira. “A presença luso-brasileira na região do Rio da Prata. (1808-1822)” (2009), en: Revista Tema Livre.
El 3 de Junio de 1811 Souza solicitó refuerzos al Conde de Linhares para garantizar las fronteras de Río Grande del Sur, y el 20 de Junio le comunicó que se hallaba establecido el ejército en el Campamento de San Sebastián. El 26 de Junio de 1811 llegó la división de Curado y el 6 de Julio los bagajes.
El 9 de Junio de 1811 el Alcalde de Mandisoví, Pablo Areguatí, comunicó a Belgrano que desde San Borja había partido “(...) un gran ejército de entre 4.000 y 5.000 hombres, por la cuchilla Grande hacia Montevideo”. La fuerza fue denominada “Ejército Pacificador de la Banda Oriental (Exército de Pacificação da Banda Oriental)”.
Souza reunió a los principales jefes en consejo y se decidió iniciar la marcha el 15 de Julio de 1811. Portugal siempre había disputado a España el territorio de la Banda Oriental y esta ocasión no la dejó pasar; en consecuencia, luego de retrasarse la salida 2 días, el 17 de Julio de 1811 salió el ejército rumbo al río Yaguarón(9) con 4.000 soldados portugueses bien pertrechados de artillería.
(9) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
La fuerza marchaba en dos columnas principales: la primera, al mando de Curado y de Marques -con la caballería y la artillería montada-; y, la segunda, con la infantería al mando del mariscal Portelli.
El 19 de Julio de 1811, en el Paso del Valiente, Diego de Souza publicó un Manifiesto a los habitantes de la Banda Oriental, sobre las puras y leales intenciones de Su Majestad real que era pacificar las tierras de Su Majestad católica y no conquistarlas.
“No es con intención de conquistar vuestro país, que me determino a entrar en él, el objetivo de mis operaciones tendrá solamente en vista apaciguar las querellas de una revolución que desgraciadamente os inquieta y os obliga a derramar sangre de vuestros propios compatriotas”.
El 21 y el 22 de Julio de 1811 el ejército cruzó el río Yaguarón. El Comandante de Cerro Largo, Joaquín de Paz, había recibido órdenes de abandonar la Villa de Melo incendiándola, pero envió una comunicación a Diego de Sousa declarándose carlotista y pidiendo que se adelantase una fuerza hacia la Villa para evitar su destrucción, por lo que Marques de Sousa recibió la orden de avanzar hacia Melo con 2 escuadrones de caballería ligera y 2 escuadrones de dragones.
El 23 de Julio Marques de Sousa se apoderó de la Villa de Melo. Al regresar a la columna principal esta fuerza se extravió en la niebla nocturna resultando en la muerte de 2 centinelas por hipotermia debido al rigor invernal(10).
(10) “A campanha do Exército Pacificador da Banda Oriental. 1811-12”.
Entre el 27 de Julio y el 12 de Agosto el Ejército Pacificador se hallaba de campamento en Melo, quedando en la villa una fuerza portuguesa al mando de Manuel Álvares Guimaraens.
A principios de Agosto de 1811 Rondeau envió dos divisiones de caballería al mando respectivo del coronel Pedro Pablo Pérez y del capitán Baltasar Bargas para observar los movimientos del ejército portugués y recoger ganado y caballadas que pudieran servir a los invasores.
Las fuerzas fueron reclutadas entre las partidas que custodiaban los ríos Uruguay y de la Plata, desguarneciendo las costas(11).
(11) Ateneo del Uruguay. “Anales” (1885), p. 75, volumen 8.
El ejército portugués cruzó el río Cebollatí por el Paso de la Cruz (6 kilómetros aguas abajo de la Charqueada) y el 30 de Agosto llegó a la margen occidental de la laguna Merín en la barra de San Miguel. Capturó luego el Fuerte de San Miguel, dejando una guarnición.
Diego de Souza destacó 300 soldados de caballería de las columnas laterales para que vadearan el río Tacuarí y avanzaran sobre Santa Teresa antes que sus defensores recibieran refuerzos. El 5 de Septiembre de 1811 Marques de Sousa tomó la Fortaleza de Santa Teresa(12).
(12) “Sinopsis Histórica de la Fortaleza de Santa Teresa”.
La fortaleza había sido tomada a los realistas el 5 de Mayo y estaba custodiada por el coronel Angel Francisco Núñez, con 350 hombres y 4 cañones. Fue abandonada por sus defensores el 2 de Septiembre junto con el vecino pueblo de Santa Teresa, que fue incendiado por sus pobladores, quedando desde entonces despoblado. El hecho suele ser considerado como el primer eslabón del éxodo oriental.
Marques de Sousa envió partidas en persecución de los huidos, una de las cuales, por la noche invadió el campamento revolucionario en la laguna de Castillos, rindiéndose 16 soldados de caballería con 300 caballos(13).
(13) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
En un rápido avance, otra partida sorprendió a las fuerzas revolucionarias concentradas en Rocha, tomando 200 caballos y 12 prisioneros, entre ellos los capitanes Castillos y Gordillo.
Los daños cometidos por los defensores al intentar volar la fortaleza fueron reparados por los portugueses, que la dotaron de artillería y fuerzas de defensa, quedando en ella 5 cañones, un obús y 2 morteros y otras 2 piezas de artillería abandonadas por los defensores, y 225 soldados(14).
(14) José Feliciano Fernandes Pinheiro (visconde de S. Leopoldo).“Annaes da Provincia de S. Pedro” (1839), pp. 291-295, edición 2. Ed. Typ. Casimir.
El 29 de Septiembre fue atacado el campamento de Rincón del Avestruz, estancia de Romualdo de la Vega -ubicada entre el río Olimar y el Avestruz Grande, cerca de Melo- en donde se hallaba el capitán de caballería Ramón Villademoros, con 110 hombres.
La partida portuguesa estaba comandada por Manuel Joaquim de Carvalho, quien salió de Melo con 73 hombres y sorprendió a Villademoros cuando preparaba un ataque a la Villa de Melo por orden de Rondeau, dejándole 37 muertos(15).
(15) Archivo General de la Nación. “Política lusitana en el Río de la Plata” (1963), p. 322, volumen 2. Ed. Archivo General de la Nación Argentina.
El 3 de Octubre de 1811 el ejército prosiguió su marcha sin encontrar resistencia, tomando San Carlos y llegando Diego de Souza a Maldonado el 14 de Octubre, donde fue establecido el Cuartel General sin reacción revolucionaria(16).
(16) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
El avance portugués fue facilitado por las observaciones militares realizadas por Curado durante sus viajes diplomáticos.
El 14 de Octubre Diego de Souza ordenó a Francisco Carneiro de Figueiredo Sarmento que marchara con 128 soldados a ocupar el pueblo de Minas(17).
(17) Comisión Nacional Archivo Artigas. “Archivo Artigas” (1963), volumen 5, p. 318. Editor: Impresores A. Monteverde y Cía.
- Armisticio entre Buenos Aires y Montevideo
En Río de Janeiro el cónsul británico en Brasil, Lord Strangford, había iniciado sin éxito -en Abril- un proceso de mediación orientado a mantener el statu quo que dejara en suspenso la disputa de fondo entre los juntistas porteños y regentistas montevideanos(18).
(18) Manuel de Sarratea era en ese momento embajador en la Corte portuguesa y trató la mediación con Strangford.
Las tropas portuguesas amenazaron levantar el sitio de Montevideo y el Ejército del Norte había sido derrotado en la batalla de Huaqui el 20 de Junio de 1811 perdiéndose el Alto Perú; Belgrano fue derrotado en el Paraguay, mientras la flota realista controlaba los ríos, por lo que el nuevo Gobierno de las Provincias Unidas, el primer Triunvirato asumido el 23 de Septiembre de 1811, decidió poner fin al sitio y negociar un armisticio.
Lord Strangford condujo la negociación firmándose el Armisticio el 20 de Octubre de 1811, que obligaba al cese de hostilidades con retiro de las fuerzas de Buenos Aires y de Portugal, y al levantamiento de los bloqueos de Buenos Aires y Montevideo.
En esta última ciudad se firmó un Armisticio el 20 de Octubre de 1811, por el cual se reconoció a Elío como autoridad absoluta sobre la Banda Oriental y las Villas entrerrianas (Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú), comprometiéndose Buenos Aires a desalojar esos territorios.
Ello dio inicio al Exodo Oriental hacia la Mesopotamia centro-oriental, exactamente donde ocurrían -paralelamente, y como apoyo al “Ejército Pacificador de De Souza”- “razzias” amedrentadoras de las milicias luso-brasileñas.
La Banda Oriental y las Villas entrerrianas de Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú debían quedar bajo el control del virrey, lo que ocasionó el disgusto de sus habitantes. El Convenio fue ratificado por Elío el 21 de Octubre y tres días después por el Triunvirato.
- Retirada de los porteños y éxodo oriental
Cumpliendo lo pactado, las tropas porteñas comenzaron a abandonar el sitio el 14 de Octubre, evacuaron el suelo oriental en Diciembre de 1811 y regresaron a Buenos Aires, mientras que otras fuerzas cruzaron el río Uruguay, acampando en Entre Ríos.
Artigas y otros caudillos que reconocían la autoridad del Triunvirato no aceptaron en principio el acuerdo, pero también se retiraron cruzando el río Negro entre el 11 y el 13 de Noviembre de 1811, siendo seguidos por gran parte de la población que no quería quedarse a vivir bajo dominación realista o portuguesa. Este hecho se conoce como Exodo Oriental.
El 10 de Diciembre de 1811 cruzaron también el río Uruguay y se establecieron en San Antonio del Salto Chico (hoy Concordia) y en Junio de 1812 se retiraron a sus cercanías, instalándose en el Campamento del Ayuí.
Artigas mantuvo algunas fuerzas en la orilla oriental del río Uruguay.
El 3 de Marzo de 1812 el enviado paraguayo, capitán Bartolomé Laguardia, envió a su Gobierno una relación de las milicias orientales comandadas por Artigas:
“El Ejército se compone de cuatro a cinco mil hombres armados con fusiles, carabinas y lanzas. Cuatrocientos indios charrúas armados con flechas y bolas y estoy persuadido, que aún en los pueblos de indios ha dispuesto formar sus compañías, porque he visto algunos corregidores uniformados (...)
“Que la tropa de Artigas tiene bastante gente armada; que habrán 8 ó 9 carretas de municiones; que la mayor parte de las caballadas están inutilizadas; que tres toldos de los charrúas pasaron al otro lado del Uruguay quedando el resto de este lado junto al Daymán, puntas del Arapey y Sopas; que la División de Torgués pasaba a las Misiones Occidentales, para La Cruz o Santo Tomé y contaría de 100 hombres de armas y 200 de lanzas y que tienen abundantes canoas; que entre San Antonio y Daymán se encuentran partidas de Artigas juntando caballadas y boyadas flacas y que las pasan abajo del Salto Chico”.
- Escisión artiguista
Desgraciadamente lo adelantado sobre el enemigo extranjero perdióse con la desorganización de Entre Ríos. Artigas había alterado la situación política. Cuando la sintió, el Gobierno porteño le retiró sus distinciones, pero las ideas ya estaban inoculadas en las poblaciones campesinas dependientes -hasta entonces- del caudillo oriental.
El peligro que representaba la invasión portuguesa a la Banda Oriental y las noticias sobre la derrota sufrida en Huaqui por el ejército porteño motivaron que la Junta de Buenos Aires decidiera pactar directamente con Elío el cese de las hostilidades.
Por su parte, el último aceptó las negociaciones porque creyó en el fracaso de la revolución y, en consecuencia, los auxilios militares de los portugueses no sólo eran innecesarios sino también peligrosos(19).
(19) En los primeros días de Octubre de 1811 el doctor José Julián Pérez fue enviado a Montevideo, mientras Rondeau recibió órdenes de regresar con su ejército a Buenos Aires. Artigas manifestó su desagrado ante la posibilidad de un armisticio que permitiera a Elío continuar al frente del Gobierno de la Banda Oriental, en carácter de virrey. // “Historia Argentina”, de José Cosmelli Ibáñez. // Editorial Troquel, Buenos Aires.
El Armisticio -concertado el 20 de Octubre de 1811- estableció que “las tropas de Buenos Aires desocuparán enteramente la Banda Oriental, sin que en toda ella se reconozca otra autoridad que la del Excmo. Sr. Virrey”.
Los efectivos portugueses debían retirarse hasta sus fronteras y quedaban restablecidas las comunicaciones y el tráfico comercial entre Buenos Aires y Montevideo.
Artigas resolvió no aceptar lo dispuesto por el Tratado y, acompañado por sus tropas y gran cantidad de familias, cruzó el río Uruguay y se estableció en el Campamento de Ayuí, al Norte de la actual Concordia (Entre Ríos).
Este gran movimiento migratorio -conocido como éxodo del pueblo oriental- fue aceptado por el Gobierno de Buenos Aires que auxilió al caudillo quien no deseaba someterse con un regimiento de blandengues.
La escisión de Artigas -Jefe indiscutido de la Banda Oriental y calificado al poco tiempo oficialmente de “traidor” por el Gobierno Central- se extendió a Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe saliendo de una postura localista para aspirar a una hegemonía personal que se apoyaba en la fórmula política de “república y federación”.
En tanto, la división correntina se trasladó a Entre Ríos para restablecer la situación anterior. Mientras allí luchaba Galván contra el bandolerismo, Artigas desarrollaba en gran escala una política diferente en las fronteras misioneras y correntinas.
El espíritu artiguista aplastó el sentimiento del orden personificado en Galván en las mismas fuerzas de la autoridad, abandonadas por el Gobierno General a un servicio abrumador, desnudas y sin protección.
Cupo -sin embargo- a los correntinos el honor de rechazar un fuerte ataque llevado por la escuadrilla española sobre el pueblo “Arroyo de la China”, el 30 de Enero de 1813.
- Ataque portugués a los pueblos mesopotámicos
Todo el Nordeste de Entre Ríos y las estancias cercanas a Yapeyú serán atacadas por milicias portuguesas. Mandisoví fue ocupada en Agosto por el capitán Joaquim Felix de Fonseca, que será obligado a retirarse a través de la acción de 400 hombres, formada por soldados entrerrianos, correntinos y misioneros, en Noviembre de 1811.
Para atender la defensa de las Misiones Orientales, Souza dejó al coronel Menna Barreto con un destacamento de tropas en San Borja. Menna Barreto organizó partidas mixtas con fuerzas veteranas, milicianos y voluntarios criollos y guaraníes, que envió a ambos lados del río Uruguay.
Aunque esas partidas estaban al mando de oficiales, se dedicaron al saqueo y al pillaje, aumentadas con delincuentes locales.
El Teniente de Gobernador de Misiones, Tomás de Rocamora, fue relevado del cargo a fines Mayo de 1811, sin que la Junta de Buenos Aires le nombrara un sucesor.
Los diez pueblos que permanecieron sin ocupar por los paraguayos quedaron bajo el Gobierno de los Subdelegados: Celedonio José del Castillo, en el Departamento Concepción; y Bernardo Pérez Planes, en el de Yapeyú, bajo control directo de Buenos Aires.
En 1811, bandas armadas irregulares luso-brasileñas -mayoritariamente guaraníes- invadieron los pueblos misioneros capturando al Comandante de Yapeyú.
Al mando de Antonio dos Santos Pedroso, desde Yapeyú invadieron Mandisoví, expulsando al Alcalde Areguatí, quien el 13 de Julio informó que los portugueses habían hecho “un saqueo general (...) hasta no perdonar la ropa de uso”.
A pesar de la oposición del comandante Casco, de Curuzú Cuatiá -encargado de la frontera correntina- esta plaza fue tomada también en Agosto por otro grupo de milicianos luso-brasileños, la que será recuperada el 18 de Septiembre por un ejército compuesto por 700 correntinos.
En Agosto de 1811(20) José Andrés Casco, Comandante militar de Curuzú Cuatiá, tomó las primeras providencias reuniendo milicias y haciendo vigilar con cuatro partidas la frontera, pero su impotencia ante una partida invasora superior a un centenar de combatientes lo lleva a pedir armas y refuerzos(21), y habiendo los portugueses ocupado al Salto y Mandisoví en la costa argentina, Casco se retira hacia San Roque, buscando el apoyo de su Comandante militar José Ignacio Aguirre(22).
(20) Oficio del 6 de Agosto de 1811 a Galván.
(21) Oficio del 17 de Agosto de 1811.
(22) Oficio de Casco a Aguirre del 23 de Agosto de 1811. // Todo citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
Partiendo de San Diego, poco después, tras tomar sin resistencia el pueblo de Belén en la Banda Oriental, Manuel dos Santos Pedroso (alias “Maneco”) cruzó el río Uruguay por el Salto Chico y se apoderó del puerto de San Antonio de Salto Chico en el mes de Julio. El Comandante de Entre Ríos, José Miguel Díaz Vélez, sólo destacó 100 efectivos a custodiar la frontera de su territorio.
Una partida portuguesa de 55 milicianos -al mando de Manuel Carvallo y de Bento Manuel Ribeiro- con la colaboración del español Benito Chain, atacó Paysandú, el 1 de Septiembre de 1811, muriendo en su defensa el capitán Francisco Bicudo y la mayor parte de su compañía de 50 hombres de caballería que custodiaban la Villa (sólo se salvaron 8 - combate de Paysandú).
Otra partida, al mando de Ribeiro (quien quedó herido y prisionero) fue batida en el Paso de Yapeyú, en el río Negro, por el comandante Ojeda con milicias orientales (combate del Paso de Yapeyú)(23).
(23) Francisco Bauzá. “Historia de la dominación española en el Uruguay” (1897), pp. 200-201, volumen 3, segunda edición. Ed. A. Barreiro y Ramos.
Luego de esas victorias, los portugueses cruzaron el río Negro saqueando las zonas aledañas a Santo Domingo Soriano y a Mercedes.
Para contener los ataques, José Rondeau envió -a principios de Septiembre- al capitán de dragones José Ambrosio Carranza con un destacamento al norte del río Negro. El 8 de Septiembre Carranza entró en Mercedes y luego logró desalojar a los portugueses de Paysandú el 9 de Octubre, después de dos ataques a la Villa(24), contando con la ayuda de Manuel Artigas -con 28 charrúas- y los vecinos capitaneados por Baltasar Ojeda.
(24) Ateneo del Uruguay. “Anales” (1885), pp. 89-90, volumen 8.
El 14 de Septiembre Souza escribió a “Maneco” ordenándole destruir las embarcaciones que hallara al norte del Salto Grande del Uruguay.
Desde Mandisoví, las fuerzas luso-brasileñas atacaron Curuzú Cuatiá el 19 de Septiembre de 1811. La columnas de 100 atacantes logró que los 500 defensores del pueblo se retiraran tras el río Corriente.
Llegaron también hasta el río Paraná en Caballú Cuatiá (actual La Paz). A pedido de Elío, avanzaron rumbo a Concepción del Uruguay, Villa que se hallaba bloqueada por barcos españoles enviados desde Montevideo.
El 11 de Octubre de 1811 los portugueses atacaron la Villa, pero fueron rechazados por las fuerzas del capitán Francisco S. Quevedo.
En tanto, el 30 de Septiembre de 1811 el Teniente de Gobernador de Corrientes, Elías Galván, fue nombrado Jefe de las fuerzas destinadas a recuperar los pueblos ocupados por los portugueses, concentrando sus tropas en Caa Guazú.
Ante el peligro de invasión, las poblaciones de Yapeyú, La Cruz y Santo Tomé emigraron hacia San José. El pueblo de La Cruz fue atacado el 13 de Octubre; el pueblo misionero de San José, el 19 de Octubre; y Santo Tomé el 2 de Noviembre.
Celedonio del Castillo concentró sus fuerzas en los pueblos de San Carlos y Mártires.
Para batirlos pidió elementos Elías Galván(25); a la espera de ellos formó campamento en Caá Guazú(26). La campaña de Mandisoví era la base de operaciones de los portugueses.
(25) El 5 de Julio de 1811 salió de Corrientes Angel Fernández Blanco con la misión de informar personalmente al Gobierno Central sobre todas las necesidades y de conseguir armas. El 30 del mismo mes ordenó el Gobierno que se entregase al comisionado 20 quintales de pólvora, 4 piezas de artillería de tren rodante, toda la existencia en fusiles (ninguno había), 100 sables, 500 chuzas, 20 resmas de papel, 20 quintales de plomo y piedras de chispa. La orden fue llenada sólo en parte. Galván pidió mayores y mejores elementos. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla en “Crónica histórica de la provincia de Corrientes”.
(26) Banda norte del río Corriente. Caá Guazú es palabra guaraní, compuesta de ka’a, monte; y guasu, grande. El paso del río Corriente -próximo al lugar- tomó nombre de éste. El paraje elegido entonces por Galván fue muchos años después el ocupado por el general José María Paz con el “Ejército de Reserva”. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla en “Crónica histórica de la provincia de Corrientes”.
Luego de recuperar Curuzú Cuatiá el 19 de Octubre, el 29 de Noviembre fuerzas del Teniente de Gobernador de Corrientes, Elías Galván, al mando de José Ignacio Añasco expulsaron de Mandisoví a los luso-brasileños(27).
(27) “La revolución se internacionaliza”. territoriodigital.com
El 15 de Noviembre de 1811 el Triunvirato nombró a José Gervasio Artigas Teniente de Gobernador, Justicia Mayor y Capitán de Guerra del expresado Departamento de Yapeyú y sus partidos, con mando sobre los 10 pueblos misioneros sujetos al control de Buenos Aires.
En Diciembre, “Maneco” con 300 hombres saqueó Gualeguay y luego se dirigió a Belén, desde donde bloqueó el avance de Artigas hacia el Salto Chico. El 7 de Diciembre Artigas le comunicó a Galván:
“Llegando ya en retirada hasta dos leguas del Salto, no he tenido la menor novedad en los puntos por donde he transitado, que quedan ahora a mi espalda. Sin embargo, esto no ha sido bastante para destruir la sospecha que siempre me ha inspirado la mala fe de los portugueses”.
El 12 de Diciembre, Santos Pedroso comunicó a Menna Barreto(28):
“José Artigas con su ejército está distante de mi campamento; 12 leguas; puede llegar a Belén y de ahí seguir adelante. Haré cualquier imposible para atacarlo y cuando no pueda me iré retirando hasta las posesiones de nuestro Augusto Príncipe.
“Para la defensa del territorio quiera Vuestra Señoría mandar el auxilio necesario, porque de lo contrario, entrarán hasta nuestras posesiones mas interiores”.
(28) “La toccata y fuga de Manuel Santos Pedroso”. Ed. diario “El País”.
El 18 de Diciembre Artigas envió desde el río Daymán al capitán de blandengues Manuel Pintos Carneiro con 500 soldados de caballería y 452 indígenas charrúas y minuanos a intimar a “Maneco” el desalojo de Belén, logrando vencerlos en el combate del Arapey en donde los portugueses tuvieron 50 muertos y 5 las fuerzas de Artigas.
El día 21 el pueblo fue recuperado, refugiándose “Maneco” en las Sierras del Yarao, al norte del Cuareim(29).
(29) Francisco Bauzá. “Historia de la dominación española en el Uruguay” (1897), p. 225, volumen 3. Ed. A. Barreiro y Ramos.
Artigas justificó así la acción que rompía el armisticio:
“Yo entonces vi comprometida la seguridad de todos y justificado cualquier procedimiento mío para la defensa natural. Sin pastos para las cabalgaduras, imposibilitado de alimento para los soldados y las familias y precisado de permanecer en este punto para concluir el pasaje.
“Yo me decidí y el 18 del corriente hice marchar una división de esta arma compuesta de 500 hombres a la que uní 452 indios, al mando, todos, del capitán Manuel Pinto Carneiro, en dirección a Belén en cuyas cercanías se hallaba la columna portuguesa de 300 hombres a las órdenes del Sargento Mayor don Manuel dos Santos Pedroso.
“Señor Excelentísimo: esto ha sido inevitable. La capitulación cuya copia que tengo el honor de incluir para V. E. lo confirma de modo indudable. Las armas de la patria se vieron precisadas de atacarlos”(30).
(30) Parte al Gobierno de Buenos Aires.
- Organización militar y campañas. Reconquista de Curuzú Cuatiá y Mandisoví
Cuando hubo armas, el comandante José Ignacio Aguirre ocupó Curuzú Cuatiá con 100 infantes, 300 lanceros y una compañía de abipones de San Fernando de Garzas; a esa fuerza debían unirse los correntinos del sitio de Montevideo, firmado que fuese el Tratado negociado a la sazón.
El campamento en Caá Guazú continuó a cargo del comandante José Ignacio Añasco; guardaba los pasos del río Corriente y servía de campo de instrucción.
Las medidas de defensa fueron enérgicas. Aguirre -con las milicias de San Roque y las de naturales de la zona- avanza hacia el Batel donde es informado que los portugueses -al mando de Machado- cometían tropelías y robos, y que Casco -bien débil- habíales entregado las armas de fuego.
Continúa su marcha ocupando sin oposición Curuzú Cuatiá el 30 de Agosto de 1811 donde se fortifica, siendo robustecida su autoridad con el cargo de Jefe de Frontera.
Por otra parte, desde la capital, se cubrieron los pasos de Capitá Miní, Caá Guazú y Santillán del río Corriente, con el capitán José Ignacio Añasco al frente de un piquete bien armado, un sargento de artillería con una pieza, el equipo correspondiente y las cuatro compañías de Saladas y las milicias de Caá Catí, fuerte de ciento dieciséis hombres.
Aguirre destacó desde Curuzú Cuatiá una partida de cuarenta hombres en persecución de los invasores -verdaderos irregulares y ladrones- al mando de los capitanes Juan Tomás Ortiz y Juan Antonio Rajoy, marchando el de reserva con el pequeño resto de las fuerzas.
Se puso en la represalia la mayor energía respondiendo al encono popular; los invasores habían cometido robos de toda naturaleza, ofendido el honor de las mujeres a la vista de sus esposos y padres atados, incendiando, asesinando, hechos tales que no podían “ser mirados con indiferencia”(31).
(31) Oficio de Aguirre a Galván del 27 de Agosto de 1811, desde Batel; y del 31 de Agosto desde Curuzú Cuatíá. Casco -declarándose enfermo- se encerró en su casa de Curuzú Cuatiá. Oficios del 20 y 22 de Noviembre, todos de 1811. // Citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
Las fuerzas de Ortiz y Rajoy alcanzaron y vencieron a los portugueses en Tatutí, rescatando la caballada, mientras otras partidas enviadas a la costa del río Uruguay arriba desbarataban nuevos grupos de irregulares y destruían canoas(32).
(32) Oficio de Aguirre del 11 de Septiembre de 1811. // Citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
Por su parte Aguirre, al frente de 200 milicianos marchaba sobre Mandisoví donde los invasores habían hecho el depósito del botín, dejando en Curuzú Cuatiá 500 hombres, las milicias de Caá Catí y los veteranos de Añasco en los pasos del río Corriente, y las de Saladas sobre el Uruguay, para contener al llamado Ejército Libertador(33).
(33) Oficio de Aguirre del 7 de Septiembre de 1811. Refiriéndose a las milicias de Saladas dejaba constancia venía con las manos vacías, lo que no se explica, “porque en Saladas había muchos aros de barril y hachas viejas”. Explicaba que sus armas de fuego apenas alcanzaban a 108, inclusive 28 trabucos. // Citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
La Cruz, única ciudad amurallada de las misiones, fue atacada el 13 de Octubre de 1811, siendo rechazadas las fuerzas invasoras.
Fue un golpe estratégico sumamente importante el preparado por el Imperio portugués. Las milicias de la región no estaban preparadas para enfrentar estas escurridizas operaciones militares.
Esas fuerzas pertenecían a las milicias de las Misiones Orientales y del río Pardo. Prácticamente todos eran guaraní-parlantes, lo que les permitía conocer y penetrar en la idiosincrasia de los naturales y de la población mestiza de la región.
Eran “gauchos”, habilísimos jinetes, excelentes ganaderos y, en general, de hábitos muy semejantes a los habitantes de las zonas rurales del oriente rioplatense.
Tenían sobre éstos y sus milicias una notable superioridad en armamentos. El objetivo era el de bloquear las comunicaciones de Buenos Aires con Corrientes, Misiones y el Paraguay y desorganizar el centro de asentamiento de las familias del Exodo Oriental.
Más que acciones militares fueron depredaciones con el fin de quitar los recursos alimenticios disponibles para albergar a cientos de familias que, durante nueve meses, se asentarían en el Salto Chico.
- La invasión al Brasil proyectada desde Yapeyú. Se paralizan las operaciones por órdenes de Buenos Aires
El Teniente de Gobernador Elías Galván -por su parte- moviliza otros elementos y sale a campaña. La división correntina fue destinada a cubrir la línea del Uruguay.
Los portugueses, ganados de mano por Galván -merced a una marcha rápida- no lograron apoderarse de Yapeyú, como lo intentaban; vencidos en varios encuentros posteriores, de los que fue combate serio el de Santo Tomé, tuvieron que abandonar sus pretensiones al territorio occidental.
En Septiembre de 1811 está en San Roque organizando la columna con que se dirige para Yapeyú con el plan de invadir al Brasil y “vengar las tropelías de sus hijos”(34) y, una vez más, se sacrifica a la provincia.
(34) El 15 de Octubre de 1811 Aguirre, al enviar a Galván 100 hombres para esa columna, hace votos para que, cuánto antes, se pase al Brasil a vengar “las tropelías de sus hijos”. Oficio de esa fecha. // Citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
Al ir a efectuar la invasión se recibe de Buenos Aires orden de suspender las operaciones militares, medida que subleva a la opinión pública. Respondía la orden al Tratado de Pacificación celebrado el 20 de Octubre de 1811 entre la Junta revolucionaria y el jefe español Francisco Javier de Elío, en virtud del cual se levantó el primer sitio de Montevideo.
La Junta de Buenos Aires le pide envíe fuerzas para robustecer los ataques a Montevideo, y marchan las milicias de Caá Catí al mando del capitán Sebastián Esquivel. Nada extraño que en ella se hubiesen producido deserciones al dejar el suelo natal en peligro y que ya de retorno se dispersase en “Potrillitos” para apresurarlo(35).
(35) Oficio del 8 de Septiembre de 1811 de Juan Bautista Méndez a Galván desde Curuzú Cuatiá, y de Aguirre a Galván del 13 de Noviembre. Reclama las armas de fuego que llevaban los dispersos y que habían sido requisadas de los pobladores de su jurisdicción. // Citado en Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo al Tratado del Cuadrilátero)”.
El 4 de Noviembre de 1811 Galván tuvo el honor de oficiar a la Junta de Buenos Aires la noticia de la reconquista de Mandisoví hecha por sus fuerzas bajo el mando del Comandante de Frontera José Ignacio Aguirre, suceso que le permite acumular en Yapeyú sus unidades.
- El comando de José Gervasio Artigas
Organizóse un regimiento veterano denominado Dragones de San Juan de Vera(36), cuyo mando dio el Gobierno a Elías Galván nombrándole -a la vez- Jefe superior de las fuerzas entrerrianas y misioneras movilizadas en la banda occidental del Uruguay con la prevención de entenderse con el coronel José Gervasio Artigas al cual había impartido instrucciones para concurrir a las exigencias de los sucesos.
(36) Con fecha 19 de Abril de 1812 el Gobierno General aprobó la formación de este nuevo cuerpo de línea de la Nación: debía tener tres compañías, de cien plazas cada una. La oficialidad fue la siguiente: capitanes: Carlos Casal, Genaro Perugorría, Juan Francisco González de Sandoval; tenientes: Miguel Escobar, Ramón López, Juan Manuel Gómez; alféreces: Juan Gualberto, José del Rosalío Alvarez, Juan Arias; ayudante: Manuel Cornejo; porta: Nicolás Cornejo. El uniforme distintivo del regimiento se componía de chaquetilla azul con vueltas, y collarín verde, vivos y botones blancos, chaleco blanco, pantalón azul, corbatín negro, casco de suela con penacho blanco y escudo; el collarín llevaba en blanco un sable y palma entrelazados. La organización del Cuerpo principió en Enero de 1812. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla en “Crónica histórica de la provincia de Corrientes”.
Artigas estaba en “Arroyo Grande”, intitulado ya de “Jefe de los Orientales”. Galván recelaba de él porque le dirigió cartas reveladoras de indisciplina y transmitió al Gobierno su desconfianza; sin embargo, se le reiteró la orden.
En cuanto fue posible prescindió Galván del concurso de Artigas. Regularmente preparado, el Teniente de Gobernador adelantó su Cuartel General a Curuzú Cuatiá, atacó a los portugueses de Mandisoví -derrotándolos completamente el comandante Aguirre- y persiguió con energía las bandas de salteadores(37).
(37) Galván reclamó del Gobierno la falta de publicación, en “La Gazeta”, del Parte sobre sus operaciones, y aquél decretó al margen del Oficio: “El pueblo correntino y su Gobierno logran un grado no común en la estimación de esta Superioridad”; en consecuencia, pasó el Oficio siguiente al Teniente de Gobernador: “Ese pueblo y su Gobierno merecen la más alta consideración de esta Superioridad. En lo sucesivo tendrán lugar preferente en La Gazeta las victorias de ese noble vecindario del que espera que -continuando en su laudable celo- dará un nuevo testimonio del noble ardimiento y patriotismo que consagra a la causa general” (Febrero 19 de 1812) / t. I, p. 12. // Citado por el doctor Manuel Florencio Mantilla en “Crónica histórica de la provincia de Corrientes”.
Las tropas correntinas servían con sus propios caballos, sin sueldo, a costa de los vecindarios, con abandono total de sus intereses.
Cuando Galván se disponía a concentrar en Curuzú Cuatiá las milicias de Entre Ríos y Misiones a fin de operar sobre los portugueses de la Banda Oriental -según un plan que sometió al Gobierno- éste -Triunvirato ya- le ordenó “ponerse en todo a las órdenes del coronel Artigas”; orden que dio prestigio oficial al caudillo oriental dando mayor base a sus pretensiones, permanente motivo para que los pueblos mirasen en él un defensor armado de su libertad e intereses, designado por el mismo Gobierno Central.
Artigas dispuso la incorporación de los correntinos a sus tropas (entre las que ya tenía a los de la campaña de Montevideo) y pidió caballada. Galván le mandó 3.386 caballos; poco después se le presentó en el campamento del Salto Chico con 200 infantes, 60 artilleros, dos piezas de campaña y 200 de caballería.
El resto de la gente movilizada quedó distribuida en la Capital, San Roque y Curuzú Cuatiá.
- Resistencia portuguesa a cumplir el Armisticio
Souza fue notificado que su ejército debía retroceder al Brasil el 8 de Octubre de 1811, días antes de la firma del Armisticio, por el capitán Luis de la Robla -enviado de Elío- pero se negó a regresar.
La resistencia de las milicias y el auxilio encubierto por parte de Buenos Aires fue luego la excusa para que las fuerzas portuguesas no abandonaran el territorio. El comandante de las fuerzas portuguesas exigió como condición para su partida la disolución de las milicias de Artigas y garantías de que esas fuerzas no atacarían poblaciones portuguesas.
Diego de Souza presentó una reclamación ante Buenos Aires para exigir que tanto ese Gobierno como el de Montevideo reconocieran la situación de sus tropas y tomaran medidas contra Artigas que asumía una actitud de resistencia al no evacuar totalmente el territorio oriental, según lo acordado en el Armisticio.
- Fin del Armisticio
Resistido por todas las partes, el Armisticio no se mantuvo. El nuevo gobernador realista de Montevideo, Gaspar de Vigodet, exigió al Triunvirato acciones contra Artigas. El Triunvirato apoyó a Artigas pero propuso la retirada de éste a cambio de la retirada de los portugueses.
Con el frente Norte ya estabilizado, el Triunvirato informó a Vigodet, el 1ro. de Enero de 1812 que ayudaría a Artigas a expulsarlos. Vigodet respondió que lo impediría y el 6 de Enero de 1812 se cerró el Puerto de Montevideo, por lo que Vigodet dio por implícitamente roto el armisticio. El 31 de Enero de 1812 se reanudaron las hostilidades.
Los contactos de Artigas con el Paraguay lograron que la Junta paraguaya aprobara una Alianza contra los portugueses -el 9 de Enero de 1812-. Otra Alianza fue firmada con Corrientes en Abril, ofreciendo tropas paraguayas para defenderla.
Los paraguayos construyeron un Fortín cerca de Candelaria, defendido por 600 hombres. También construyeron dos baterías cerca de Humaitá para impedir que barcos de Montevideo, remontando el río Paraguay, atacaran Asunción.
Desde su campamento en el río Daymán, a mediados de Febrero de 1812, Artigas destacó a Fernando Otorgués hacia Santo Tomé con 150 hombres, un escuadrón de voluntarios, 3 compañías -que comandaba Fructuoso Rivera- y algunas milicias misioneras para defender los pueblos del ataque portugués.
Tras breve resistencia recuperó sucesivamente los pueblos de Santo Tomé, Yapeyú y La Cruz, que habían sido ocupados por fuerzas portuguesas pertenecientes al coronel Mena Barreto.
En Abril de 1812 el Triunvirato comunicó al cónsul de Gran Bretaña en Río de Janeiro, Lord Strangford, la decisión de enviar a Diego de Souza un ultimátum exigiendo su inmediato retiro bajo amenaza de guerra.
El Triunvirato envió a Artigas 20.000 pesos conducidos por Ventura Vázquez y el regimiento Nro. 6 de Pardos y Morenos, al mando de Miguel Estanislao Soler y lo hizo Jefe de las operaciones.
Desde Maldonado -a principios de 1812- Diego de Souza convocó al ejército a todos los riograndenses entre 16 y 40 años de edad, quienes debía presentarse en un plazo de 10 días. Con los refuerzos recibidos, Sousa reunió un ejército de 5.000 hombres y 36 cañones.
El 16 de Marzo de 1812 el “Ejército Pacificador” marchó hacia Paysandú, pasando por Pan de Azúcar, Paso de Coelho (20-24 de Marzo, sobre el río Santa Lucía Grande), Cerro Pelado, Paso del Durazno (sobre el río Yí, actual Durazno), Paso de Alcorta (actual Paso de los Toros sobre el río Negro, llamado Paso del Corte por los portugueses) y arroyo Malo, entrando en Paysandú el 2 de mayo(38) y acampando luego en la desembocadura del arroyo de San Francisco en el río Uruguay, donde se atrincheró.
(38) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
Durante la marcha debió enfrentar guerrillas artiguistas. El 17 de Marzo, en el campamento de Pan de Azúcar, los portugueses recibieron provisiones de las autoridades realistas de Montevideo como gratitud para las tropas.
Durante el avance hacia Paysandú, el 6 de Abril, el ejército portugués atravesó el río Yí. Al día siguiente fueron adelantadas dos columnas de caballería con 500 hombres, de la Legión y de milicias, con 2 obuses y 4 cañones, con el fin de limpiar de partidas milicianas los pasos del río Negro.
El 8 de Abril de 1812 el general Joaquim de Oliveira Álvares con 100 soldados y 2 piezas de artillería que se adelantaron, desalojó el Paso de Alcorta sobre el río Negro, que estaba siendo atravesado por 200 milicianos al mando de Germano Machario y de Rubio Marques. Murieron 10 milicianos orientales, tomándose 7 prisioneros, 300 caballos, 150 bueyes y 2 carretas con municiones (combate del Paso de Alcorta).
El 26 de Marzo de 1812 Bento Manuel Ribeiro con 80 hombres, saliendo desde San Borja, atacó Yapeyú, defendida exitosamente por Pérez Planes con 400 soldados, a los que se sumaron otros 100 enviados posteriormente por Artigas.
El 4 y el 6 de Mayo el coronel de ingenieros Francisco das Chagas Santos, con 400 milicianos, guaraníes y 6 cañones, atacó Santo Tomé (combate de Santo Tomé) defendida por Galván y sus fuerzas correntinas recién llegadas, debiendo repasar el río Uruguay al ser rechazados, llevándose consigo 3.000 cabezas de ganado como producto del saqueo de la campaña y dejando el pueblo destruido. En el combate murieron 150 defensores.
Desde San Diego, el coronel Thomaz da Costa avanzó con los dragones y milicias de Río Pardo para enfrentar a las fuerzas de Artigas en la zona entre los ríos Ibicuy y Cuareim, obligándolas a repasar el río Uruguay.
El 7 de Abril de 1812, Artigas cruzó el río Uruguay, dejando 200 hombres en la orilla occidental y destacando partidas hacia los río Cuareim, Negro y Tacuarembó. El 13 de Abril fue avistada una fuerza portuguesa de 200 hombres en el arroyo Itapebí Grande (o Tapeby, afluente del río Uruguay).
Da Costa y “Maneco” habían acampado con una fuerza de 1.000 hombres de las 3 armas en Tapeby. Artigas despachó contra ellos 500 infantes al mando del capitán de dragones Francisco Uriondo, quien chocó contra los portugueses reforzados ya con 400 hombres más (combate de Itapebí Grande).
Artigas envió en auxilio a 400 infantes del regimiento de Pardos y Morenos -al mando de Soler- con 2 cañones al mando de Zufriategui, resultando en el retiro y persecución de los portugueses al norte del río Arapey Grande, con 5 muertos. Una fuerza de 200 soldados de caballería quedó custodiando el Paso del Arapey(39)(40).
(39) Justo Maeso. “El general Artigas y su época: apuntes documentados para la historia oriental” (1885), p. 479, volumen 1. Ed. Tip. Oriental de Peña y Roustan.
(40) Isidoro De María. “Compendio de la historia de la República Oriental del Uruguay” (1895), pp. 149-150, volúmenes 1-3, séptima edición. Ed. Impr. “El Siglo Ilustrado”, de Turenne, Varzi y Ca.
El 11 de Abril de 1812 el capitán de milicias de caballería portugués Antonio Adolfo Charão atacó un destacamento de caballería oriental en las Puntas del Daymán, derrotándolo(41).
(41) Hernâni Donato. “Dicionário das batalhas brasileiras” (1996), volumen 17 de la Biblioteca “Estudos brasileiros”, segunda edición. Ed. IBRASA.
Cuando se hallaban cerca de Paysandú, el Gobierno de Buenos Aires ordenó a Artigas regresar al Ayuí, en momentos en que Lord Strangford mediaba con la Corte de Río de Janeiro y consiguiera que los portugueses abandonaran la Banda Oriental.
En Junio de 1812 Chagas intentó atacar La Cruz, defendida por fuerzas correntinas, pero Galván le comunicó que habían cesado las hostilidades y se retiró(42).
(42) “José Artigas. Teniente de Gobernador”. territoriodigital.com
- Tratado Rademaker-Herrera
La mediación británica logró que el 26 de Mayo de 1812 se firmara el Tratado Rademaker-Herrera entre el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio de Portugal, que puso fin a la intervención portuguesa en la Banda Oriental posibilitando el inicio del segundo sitio de Montevideo.
El Tratado fue firmado por el enviado portugués, teniente coronel Juan Rademaker, y el secretario interino de gobierno del primer Triunvirato, Nicolás Herrera.
El artículo Tercero disponía que las tropas de ambos ejércitos se retirarían:
“(...) dentro de los límites del territorio de los dos Estados respectivos: entendiéndose estos límites aquellos mismos que se reconocían como tales, antes de empezar sus marchas el ejército portugués hacía el territorio español”.
El Acuerdo así planteado dejaba fuera la cuestión de Montevideo: en los hechos el ejército portugués se replegaba, pero el de las Provincias Unidas podía continuar o reiniciar sus operaciones en la Banda Oriental.
Ante las novedades, el gobernador Gaspar de Vigodet envió al capitán de fragata José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo a Río de Janeiro para solicitar a Lord Strangford que intercediera ante el Príncipe Regente para que no ratificara el Tratado. Por su lado, Diego de Souza se negó a retirarse como especificaba el Acuerdo.
El 29 de Mayo de 1812 una fuerza portuguesa que marchaba hacia el Salto Oriental para impedir el paso de fuerzas de Artigas, sufrió la dispersión de la caballada por acción de charrúas y minuanos.
La fuerza estaba compuesta por 1 batallón de infantería, 2 escuadrones de caballería y 101 soldados de artillería, (todos de la Legión) con 2 cañones y 2 obuses, 2 escuadrones de milicias de Porto Alegre y 150 milicianos de Manuel dos Santos Pedroso que se le incorporaron.
El 31 fueron adelantados 2 escuadrones de caballería al mando del coronel Alvares en busca de los indígenas. El 12 de Junio el teniente coronel Ignacio dos Santos Abreu, con 200 soldados de caballería y 100 de infantería de la Legión y el regimiento de milicias de Porto Alegre, derrotó a la vanguardia de Artigas, formada por charrúas y minuanos, en el arroyo Laureles (afluente del Daymán), muriendo 4 caciques y 80 indígenas(43).
(43) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), volumen 8 de “Coleção História”, pp. 232-233, segunda edición. Ed. Edipucrs.
Cinco portugueses murieron en la acción y se tomaron entre 2.500 y 3.000 caballos (combate de Arroyo Laureles). Los portugueses establecieron campamento en la boca del arroyo San Antonio Grande.
El 10 de Junio Diego de Souza recibió la orden del rey João VI de suspender los combates y retirarse de la Banda Oriental. El 13 de Junio el ejército inició la marcha. El 25 de Julio se le reunió la fuerza del coronel Álvares.
El Tratado fue ratificado por las Provincias Unidas el 17 de Julio y al conocerlo el Consejo de Estado de Portugal consideró que Rademaker se había extralimitado, pero Strangford nuevamente presionó a la Corte para que aceptara el Armisticio en los términos pactados.
El 15 de Julio Chagas Santos informó el estado de sus fuerzas en San Borja: un destacamento de 29 hombres de artillería de la Legión, batallón de infantería y artillería de la Capitanía de San Pedro, regimiento de milicias guaraníes de caballería y milicias de caballería portuguesas.
El 18 de Agosto de 1812 el “Ejército Pacificador” llegó al Campo de Santa Ana desde donde retornó al territorio portugués marchando en dos columnas en dirección a Bagé y a Alegrete, respectivamente. La fuerza dirigida a esta última llegó el 25 de Agosto a las cabeceras del Cuareim, el 28 de Agosto a los Cerros de Santa Ana, a las vertientes del Cuñapirú el 5 de Septiembre, llegando al Campamento de Concepción el 27 de Septiembre.
El Gobierno portugués -por intermedio del Conde Das Calveas- envió entonces a Buenos Aires el 13 de Septiembre de 1812 un Oficio ratificando el Tratado y dando seguridades de que:
“(...) las tropas portuguesas comenzaron sin pérdida de tiempo su retirada para dentro de sus respectivos límites, del modo que el rigor de la estación y alguna falta de transportes se lo han podido permitir”.
Al llegar a San Sebastián y a San Diego las tropas milicianas fueron desmobilizadas, mientras que las demás retornaron a Río Pardo y a Río Grande(44). Diego de Souza recibió el título de Conde de Río Pardo.
(44) Moacyr Flores. “Dicionário de história do Brasil” (2001), segunda edición. Ed. Edipucrs.
El Gobierno de Buenos Aires comisionó primero a Manuel José García y a Marcos Balcarce para proponer un Acuerdo con Montevideo, lo que fue rechazado por Vigodet, quien insistía en el reconocimiento del Consejo de Regencia de España e Indias, por lo que se dio inicio al segundo sitio de la ciudad.
- Consecuencias territoriales
Los portugueses no evacuaron completamente sus fuerzas a los límites establecidos de hecho antes de la invasión, quedando en su poder la región entre los ríos Ibicuy, Cuareim, Uruguay y Santa María, en donde hoy se hallan los municipios de Uruguayana, Quaraí, Santana do Livramento, Alegrete y parte de Rosário do Sul y Dom Pedrito.
En las cercanías del campamento de la Guardia de San Sebastián surgió la Ciudad de Bagé (cuya fecha fundacional se toma el 17 de Julio de 1811), y en las cercanías del campamento de San Diego (hoy conocido como Capela Queimada) surgió la Ciudad de Alegrete luego de su destrucción en 1814 por fuerzas artiguistas al mando de José Antonio Berdún.
Este campamento fue la base desde donde el capitán José de Abreu Mena Barreto rechazó los ataques artiguistas para recuperar la región(45).