La lucha en el Litoral
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- Relaciones con Buenos Aires. El Director Alvarez Thomas
La sedición de Fontezuelas y el encumbramiento de Ignacio Alvarez Thomas como Director interino no dio todo el fruto que los hombres que encarnaban la tendencia federal tenían derecho a esperar.
Una especie de fatalismo histórico definido en las modalidades del ambiente de Buenos Aires y en el interés económico que sintetizaba la preeminencia de su rica Aduana, influía en el nuevo orden de cosas para invertir su principismo, reduciendo su política práctica a una continuación de los Gobiernos dictatoriales de Posadas y de Alvear.
No se podía esperar otra cosa. Al mismo tiempo que el Directorio apareció en el orden de las instituciones, la Junta de Observación -salida del cabildo abierto del 18 de Abril- cuya hegemonía política se intenta a base del hecho de habérsele encargado dictar el Reglamento Provisional para el Gobierno del Estado.
La subsistencia de este Cuerpo político, nacido de una institución de carácter eminentemente local, como el Cabildo de Buenos Aires, formado de hombres de la democracia urbana exclusivamente, debía limitar las iniciativas del Directorio avallando todo lo que consultase el interés de las provincias.
- La reacción de Fontezuelas se desvirtúa
En caso de un encuentro de tendencias era inevitable la eliminación del Directorio y tal sucede con Alvarez Thomas como con el general Balcarce a quien se elige en su lugar(1).
(1) Depuesto Balcarce, el Cabildo y la Junta de Observación nombran con el título de Comisión Gobernativa de la Dirección del Estado a Manuel de Irigoyen y a Francisco Antonio Escalada, a quienes sustituye el Director Juan Martín de Pueyrredón, designado por el Congreso de Tucumán. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Hay -dice el doctor López(2)- en las Corporaciones políticas o sociales una índole propia que pertenece, por decirlo así, al alma del Cuerpo mismo tomado en su conjunto y que no sólo se connaturaliza con las ideas de sus miembros sino que acaba por imponerles su genio y por apasionarlos en su servicio.
(2) Vicente Fidel López. “Historia de la República Argentina (su origen, su revolución y su desarrollo político hasta 1852)” (1883-1893), tomo V, p. 241. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
¿Qué otra cosa podrían entonces realizar el Cabildo y la Junta de Observación que el interés directo, inmediato, del pueblo de Buenos Aires? Y dentro de la esencia de estas dos Instituciones, ¿no era acaso un error fundamental del Cabildo haber erigido otra Corporación municipal como la Junta, llamada a rivalizar en todo lo concerniente al Gobierno interior, a la relación de los poderes públicos, a las medidas de urgencia en que se invoca la salud pública y hasta en la acción diplomática que era, por el momento, causa de alarma de los partidos?
El mismo doctor López a quien el federalismo inorgánico del Litoral -que llama anarquía- merece los más duros conceptos, coincide en que el Director tenía “amarrados sus robustos brazos por los fuertes eslabones de la cadena que había de contener sus institutos” y estaba anulado ya por el veto absoluto ya por la venia de la Junta que debía absolverlo.
Fácil es convenir en que la obra del Directorio, cualquiera fuesen sus propósitos, no podía nunca armonizar con las tendencias de las provincias litorales y que era inevitable la ruptura de relaciones entre los pueblos orientales del Paraná -nucleados en torno a José Artigas- y el de Buenos Aires.
Y tal como podía imaginarse sucedió. “Bajo el pretexto de contener la irrupción de los indios de Santa Fe, pero con el objeto evidente de cerrar el paso del Paraná a las fuerzas de Artigas que ocupaban su margen occidental dispuso (el Director Alvarez Thomas) que un cuerpo de tropas, con el título de Ejército de Observación y bajo las órdenes del coronel Juan José Viamonte, marchase a ocupar Santa Fe haciéndolo preceder de una Proclama -el 13 de Julio de 1815- que ponía de manifiesto o la irresolución o la impotencia”(3).
(3) Bartolomé Mitre. “Historia de Belgrano”, tomo II, p. 333. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Las anteriores palabras, que pertenecen al general Mitre, están en el fondo corroboradas para la relación de hechos y apuntes para la historia de Santa Fe de Simón de Iriondo(4).
(4) Manuel M. Cervera. “ Historia de la Ciudad y Provincia de Santa Fe”, tomo II, pp. 374 y siguientes. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
- Se abre la campaña militar sobre Santa Fe y en los ríos
El Director Alvarez Thomas dice que tenía relación con algunos vecinos, principalmente con empleados del Cabildo, había prometido a éstos que si se separaban de la protección ilusoria del general Artigas y le permitían tener tropas en la Ciudad de Santa Fe, para impedir que Artigas pudiese hacer la guerra a Buenos Aires, reconocería la independencia de la provincia y al Gobierno que ésta eligiese y la protegería contra los indios para asegurar la campaña.
Esta propuesta, apoyada por algunas intrigas, hizo que fuese aceptada por el Cabildo y los vecinos que tenían conocimiento de ella, lo que ignoraba el gobernador de Santa Fe, Francisco Candioti, enfermo y sin esperanza de vida.
Lo más sintomático anótase en la circunstancia de que para solicitar armas a usarse contra las correrías de los indios habían enviado las autoridades de Santa Fe un representante a Buenos Aires y que el Directorio, en vez del armamento interpretaba sus intereses remitiendo fuerza armada.
Y es así cómo, no obstante la oposición del gobernador Candioti, anciano de 72 años que fallecía al penetrar las fuerzas de Buenos Aires en la ciudad, llegaban éstas el 25 de Agosto, fuertes de 1.500 hombres de excelente tropa, compuesta de infantería, húsares y artillería, con dos buques de guerra, un falucho y una cañonera que quedaron en la boca del Colastiné.
La intervención del coronel Viamonte en los negocios interiores de la provincia fomentó las querellas entre los ciudadanos santafesinos, definiéndose una minoría a su servicio -dirigida por Juan Francisco Tarragona- y una enorme mayoría que sólo por el imperio de la fuerza postergó una legítima reacción ante este hecho que mezclaba a Buenos Aires en los negocios provinciales e importaba un acto de guerra para el oriente del Litoral.
Escapa al orden de este estudio el desarrollo circunstanciado de esta expedición militar, no así en lo que ella tiene de relación con los sucesos de Corrientes, pues apartándose de la misión que originariamente proclamara -de defender a Santa Fe del indio- dio en la comisión de hechos que importaban presionar sobre los pueblos de Corrientes y Entre Ríos.
El gobernador Silva, el 23 de Julio de 1815, siguiendo órdenes de Artigas, también transmitidas a Entre Ríos, había hecho público un Bando prohibiendo el comercio de los pueblos correntinos con Buenos Aires y el Paraguay, como asimismo las extracciones de ganado para este último punto y Misiones.
En este estado de relaciones llegó al gobernador Silva el Oficio, fechado el 9 de Septiembre de 1815, en que el Comandante militar de La Bajada (Paraná) le comunicaba la entrada de las fuerzas “porteñas” en Santa Fe.
Algunos de los vecinos -le decía- han convenido con el invasor, pero los demás piden pasar a esta banda oriental del Paraná por los pasos del norte. Agregaba que un barco de los porteños se dirigía a Goya, a apoderarse de lo que allí hubiese(5).
(5) En el Archivo de la Provincia de Corrientes. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Y en efecto, se produjeron estas correrías. El 9 de Noviembre los barcos de Buenos Aires cañoneaban el pueblo de Esquina, suceso que su comandante Ferreyra comunicaba a toda la costa para que se vigilase y defendiese, tentativas que se renuevan en Goya y Pehuajó y que antes se cometieron en La Bajada y en Hernandarias.
Algunas partidas porteñas llegaron a desembarcar sin obtener los víveres que reclamaban continuando viaje al Norte. El objeto era fomentar en Corrientes las mismas divisiones que facilitaban la ocupación de Santa Fe por el coronel Viamonte, pero que en nuestro caso se hicieron imposibles.
Debióse ello a que el Cabildo -entonces a cargo del Gobierno como interino- se negó en absoluto a abrir comunicaciones con los barcos, no contestando los Oficios que se le pasaban e incautándose de las “gazetas” que se habían hecho llegar al vecindario. Cumplíase con ello Instrucciones concluyentes del general Artigas(6) y se satisfacía una natural reacción.
(6) Oficios del 9 y 21 de Noviembre de 1815. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Los buques de Buenos Aires, posesionados del interés enorme que el comercio tenía para los pueblos de Corrientes, impedían que los barcos que lo mantenían con los puertos de Entre Ríos y la Banda Oriental llegaran hasta los primeros, obligando así a que los efectos de ultramar se introdujesen por el Arroyo de la China.
No estaba el daño en el mayor flete que esos efectos debían abonar viniendo por tierra a Corrientes, fincaba en que la mercadería qua había pagado derechos de introducción en un puerto de la Confederación Oriental del Paraná ya no los pagaba en los demás pueblos, con lo que las Rentas de Corrientes disminuían y podían desaparecer con un bloqueo en forma.
El coronel Viamonte, en sus Oficios al Cabildo correntino, confesaba haber bloqueado el Paraná declinando -sin invocar razones- la responsabilidad política del acto y abundaba en todo aquéllo qua podía importar presión para la opinión pública.
Claro está que el silencio ante estos requerimientos era lógico, tanto más cuando el general Artigas, después de referir al cañoneo de los puertos ya aludidos, declaraba(7) que la guerra estaba abierta por ellos y “sólo contenida por nuestra moderación y defensiva”.
(7) Oficio del 10 de Noviembre. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
La dominación del Paraná y la falta de fuerzas navales a Entre Ríos y Corrientes permitían a Buenos Aires un activo comercio con el Paraguay. Artigas, posesionado de la crisis que producía el bloqueo y de las seducciones que el comercio fomentaba en la opinión, empeñábase en mantener al pueblo alejado de todo intercambio.
En este sentido es interesante una incidencia surgida entre el general y el Cabildo. El alférez mayor de Curuzú Cuatiá, Francisco Romero, haciéndose eco de rumores que le llegaran, escribió a su sobrino -el comandante J. Gabriel Casco, a cargo de la milicia de Curuzú Cuatiá en el Cuartel de Purificación- expresándole sabía que el Sargento Mayor de Corrientes Juan Bautista Méndez había ido de parlamentario acerca de cuatro barcos y un corsario que cruzaban al Paraguay, retornando al puerto expresando que los barcos llevaban “permiso del general Artigas”.
Casco llevó la denuncia al Protector quien, el 26 de Noviembre de 1815, Ofició al Cabildo en términos enérgicos y hasta ofensivos. El Cabildo reaccionó tan altivamente que Artigas debió sincerarse y enviar la denuncia del alférez Romero, manifestando que su “juicio fue únicamente preventivo, sin que el delator mereciese más confianza que la que dependiera de la investigación o naturaleza del hecho”(8).
(8) Oficio del 12 de Diciembre de 1815 y Libro Copiador de Gobierno. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
La actitud de la provincia y la del general Artigas con respecto al Paraguay era por demás lógica. El dictador doctor Francia -no obstante sus buenas palabras al Cabildo de Corrientes(9)- estaba sindicado por la opinión como contrario al federalismo que encarnaban las provincias litorales.
(9) Aludidas en carta de Artigas del 6 de Julio de 1815 en que acusa recibo de las copias. La misma carta alude al “acuerdo” con Alvear, al que refiere. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Se comentaba por ejemplo, ampliamente, la correspondencia secuestrada al fuerte comerciante inglés Robertson, suscripta por el secretario Herrera, del Gobierno de Buenos Aires, y según la cual entre el Dictador Francia y el ex Director Alvear, habíase convenido que por cada cien fusiles que el último entregase al Dictador, recibiría 25 soldados paraguayos.
La versión, aludida por Artigas en uno de sus Oficios, no consigna otros detalles aclaratorios pero, fuese exacta o no, es lo cierto que ni los reclutas a enviarse a Buenos Aires ni los fusiles a entregarse al Paraguay dejaban de interesar a Corrientes ni a Artigas.
Este cuidó de incautarse en Paraná de todas las armas que conducía Robertson(10) con el cual llegó después ha convenir un entendimiento(11) y, junto con los hombres de Corrientes, a preparar la defensa previniendo un golpe de armas del Paraguay.
(10) Oficio del 6 de Julio citado.
(11) En Agosto 15 de 1815 Artigas ordena, por ejemplo, se permita seguir viaje a un barco de Juan Robertson detenido en Corrientes. Oficio del gobernador Silva. // Todo citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Era sustancial para Corrientes que la vecina República no se entendiese con el Gobierno de Buenos Aires; teníase para ello un arma poderosa consistente en permitir o no la exportación de ganado al Paraguay y, en ese sentido, lo que insinuó Artigas en Julio ordenaba terminantemente en Octubre(12):
“V. S. -decía al Cabildo- impartirá sus órdenes para que no se pase una cabeza de ganado al Paraguay” y esta medida, suficiente para recordar al vecino país que dependía de la actividad ganadera correntina, armonizaba con la actitud imperialista del doctor Francia.
(12) Oficio del 29 de Octubre de 1815. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
La ocupación de las misiones del occidente del Paraná por las fuerzas paraguayas fue seguida del propósito de adueñarse de la costa oriental, zona que hoy integra la provincia de Misiones.
- El Paraguay invade Misiones. Corrientes se defiende y triunfa
Diversas expediciones militares con variada suerte, que se renovaron hasta la Guerra de la Triple Alianza, caracterizan la política que entonces contaba con todo el peso de la autoridad de José Gaspar Rodríguez de Francia. Algunos prisioneros hechos en las costas declararon que el Paraguay se proponía conquistar a la Ciudad de Corrientes y después abrir la campaña contra Misiones y obvio sería expresar que el Cabildo-gobernador tomó severas disposiciones.
Se vigilaron las costas desde la ciudad capital, donde el rio Paraguay se vuelca en el Paraná, hasta el pueblo de Candelaria, hoy Posadas, y estas disposiciones oportunas dieron sus frutos.
El 31 de Diciembre de 1815 el comandante Félix de Aguirre escribía desde la frontera de Santa Bárbara(13) comunicando una fuerza de 800 paraguayos que se encontraba en Itá Ibaté donde hacían recolecta de caballos, golpe de mano que se reproducía en Itatí como en la Guardia de Santa Lucía -a la que sorprendieron- y donde reúnen ganado para marchar sobre Candelaria.
(13) Al Cabildo. En el Archivo de la Provincia. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
El movimiento defensivo fue simultáneo. Mientras Manuel Miño se trasladaba a Ibiratincay, por órdenes del general Artigas, para defender las fronteras actuando en combinación con los correntinos(14); mientras el titulado Comandante General o gobernador de Misiones Andrés Artigas avanzaba hasta Candelaria, de donde comunicaba tener enfrente tres buques y canoas de los que los invasores “victoreaban y hacen algunos tiros”(15), las milicias de Corrientes se organizaban y movían con actividad.
(14) Su Oficio al Cabildo del 21 de Diciembre de 1815. Era oficial de Andrés Artigas y mandaba su vanguardia.
(15) Oficio del 9 de Diciembre, desde el Cuartel en campaña. // Todo citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Púsose a su frente al Sargento Mayor Juan Bautista Méndez, organizándose el Cuerpo de ejército en Caá Catí con las milicias de San Roque, bajo las órdenes del Comandante militar de ese punto, Juan Antonio Rajoy; las de Saladas, bajo las de su comandante Córdoba; y las del Oratorio, capitaneadas por el comandante Fernández.
Quedó en la capital, a cargo de su defensa, el teniente Marcelino de San Martin, enviado de Artigas para presidir las elecciones del nuevo Gobierno, que se suspendieron por este estado de guerra y se hizo avanzar desde Goya, como reserva, al capitán Aranda con las milicias de ese Partido.
El general Artigas pretendía mandar directamente la campaña desde su Campamento de Purificación. El 2 de Enero de 1816 se quejaba al Cabildo de que las fuerzas no se hubiesen reunido en Saladas como había dispuesto; de que el comandante Rajoy hubiese primero marchado a defender a Itatí antes de reunirse con el Sargento Mayor Méndez; de que no se le manifestara el destino dado a sus envíos de sables, pólvora y balas.
Esta intervención inmediata, hábito complementario de su influencia política, no era lógica en los momentos de urgencia, porque favorecía la desobediencia de los jefes militares acostumbrados a ese régimen y excusaba pasividades ante la falta de órdenes.
No obstante estas dificultades, la energía de la reacción correntina ante el ataque dio sus resultados, castigándose -en territorio de Misiones- a los invasores en la primera quincena de Enero, suceso que trajo al Cabildo- gobernador felicitaciones numerosas(16).
(16) Entre ellas, Oficio del 25 de Enero de 1816, del Comandante General de Entre Ríos, Eusebio Hereñú. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Andrés Artigas había tenido por su parte algunos encuentros con partidas paraguayas, resolviendo a fines de Enero retirar a su segundo y jefe de vanguardia Manuel Miño, con el que en definitiva se concentra en Santo Tomé, dejando una simple partida veladora de 50 hombres(17).
(17) Oficio de Artigas al Cabildo del 10 de Enero de 1816. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Corrientes continuó vigilando sus fronteras y armándose a cuyo efecto adquiría -por intermedio del general Artigas- partidas de fusiles que abonaba religiosamente junto con el material de guerra que éste le adelantara en plena invasión(18).
(18) Oficios de Artigas del 12 de Diciembre de 1815 y 16 y 26 de Marzo y 25 de Abril de 1816. En el Archivo de la Provincia. Las últimas entregas y su cobro las efectuó el alférez José Pascual Barberán, comisionado de Artigas, que se trasladó al efecto a Corrientes. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Mientras Corrientes sufría las consecuencias del bloqueo del Paraná, que con alguna intermitencia se realizaba por los fuerzas de Buenos Aires que ocupaban Santa Fe, y mientras garantizaba sus fronteras con el Paraguay, el destino preparaba la ruina del coronel Viamonte, a quien el Directorio había retirado sus mejores soldados, ya para incorporarlos al Ejército de los Andes, en Mendoza, ya -como consecuencia de la derrota de Sipe Sipe- para remitirlos a Tucumán.
- Derrota de Viamonte en Santa Fe
Viamonte reclamó del estado afligente a que lo reducían sus pequeñas fuerzas, apenas suficientes a resistir a los indios, al paisanaje organizado en montonera y a los refuerzos que podían venir de Entre Ríos.
Se le contestó se formaba en San Nicolás otro Cuerpo de ejército, cuya organización se encargó al general Díaz Vélez a base de un plantel de cívicos y dragones, pero la medida no podía evitar los sucesos.
A los federales nacionalistas de Santa Fe se sumaron los descontentos; la oficialidad de Viamonte, grosera y licenciosa, sublevó a los indiferentes y ellos con los netamente adictos a Artigas y refuerzos que remite el comandante de La Bajada, José Eusebio Hereñú, vencen a Viamonte y sus partidarios ocupando a la capital y organizando un nuevo Gobierno.
“El 31 del pasado Marzo -escribía Hereñú al gobernador de Corrientes, Juan Bautista Méndez(19)- que entraron nuestras tropas que sitiaban la Ciudad de Santa Fe a su plaza, después de un ataque fuerte que duró desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, en cuya hora se concluyó y se rindió el general de Observación Viamonte a discreción.
“Se le tomaron prisioneros 25 oficiales y 190 soldados con todo el armamento, y murieron por nuestra parte cinco hombres y algunos heridos, y por la de él pasan de 30 los muertos.
“Ya tengo en esta Villa al dicho general con los oficiales y 110 prisioneros, y resto no se ha pasado a esta banda por haber llegado unos cinco barcos de guerra que venían de auxilio a Viamonte a Santa Fe, pero me parece que será en vano su venida, por hallarse frustrado sus resortes.
“Belgrano con 900 hombres se sabe que se halla en el Rosario que también venían de refuerzo, pero infiero que aquel refuerzo correrá la misma suerte si no omiten su marcha”.
(19) Oficio del 4 de Abril de 1816. En el Archivo de la Provincia. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
- El nuevo ejército de Buenos Aires
El día 10 volvía a Oficiar aludiendo a los siete barcos que el general Irigoyen mantenía en la boca del riacho de Santa Fe, expresando este jefe anticipaba su desinterés para los negocios de la Banda Oriental(20), confirmándolo al dejar paso franco al comercio.
(20) Debe entenderse “Banda Oriental del Paraná”. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Y agregaba:
“Al Gobierno de Santa Fe, en carta, le anuncia que sus deseos son terminar la guerra civil, pero lo que yo veo es que la aumentan y eternizan nuestra triste situación”.
Mientras el poder militar de Buenos Aires recibía tan rudo golpe en Santa Fe, la democracia porteña se veía trabajada por la obra del egoísmo y de las facciones.
La famosa Junta de Observación, interpretando la reacción popular ante los rumores circulantes del establecimiento de una monarquía, solicita del Director Alvarez Thomas amplio Informe de las misiones diplomáticas de Sarratea, Belgrano y Rivadavia en Europa, y de García en Río de Janeiro, y ésta, en defensa de lo que entiende una facultad privativa del Poder Ejecutivo, recurre al pueblo.
El conflicto de poderes fue orillado bajo la presión de elementos sensatos, solucionándose en la Asamblea popular del 13 de Febrero en que se designan dos Comisiones, una de reforma constitucional del Estatuto, otra de tres miembros para velar sobre la seguridad individual y reclamar del Poder Ejecutivo el cumplimiento de las leyes en caso se excediera de sus límites.
Para esta última Comisión fue electo el doctor Juan García de Cossio. La solución arbitrada no acalló las rivalidades de las facciones en medio de las cuales el Director se empeñaba en reorganizar la defensa en espera de que los federales de Santa Fe avanzasen deseando, cuánto antes, la instalación del Congreso Nacional de Tucumán que, realizada el 24 de Marzo, se supo en Buenos Aires el 13 de Abril.
La defensa de Buenos Aires fue organizada a base de las tropas que en San Nicolás se encontraban a cargo del general Eustaquio Díaz Vélez, las mismas que no habían podido acercarse a Santa Fe en ayuda de Viamonte.
A estos efectos se les agregó la Guardia de Frontera a cargo del coronel Francisco Pico y los milicianos de caballería de las chacras de Buenos Aires con su comandante Cornelio Amores, con cuyos Cuerpos se forma su ejército sobre el Arroyo del Medio, que se entrega al general Belgrano.
- El Convenio de Santo Tomé
El vencedor de Tucumán cree conveniente buscar soluciones pacíficas y designa al coronel Díaz Vélez para abrir negociaciones quien el 9 de Abril celebró con Cosme Maciel -representante de Santa Fe- un Convenio de Paz en el pueblo de Santo Tomé de esa provincia.
Dos artículos fundamentales contenía el Convenio: por el uno, el general Belgrano era separado del mando del ejército, que debía recuperar Díaz Vëlez; y, por el otro, se convenía la deposición del Director.
- Caída de Alvarez Thomas y nombramiento de Balcarce
Ratificado el Convenio por el ejército el 11 de Abril, llega a Buenos Aires y es comunicado por la Junta de Observación al Director en el mismo día en que se juraba obediencia al Congreso de Tucumán, el 13 de Abril.
Alvarez Thomas renuncia el cargo y la Junta de Observación y el Cabildo -en asamblea conjunta- designan sustituto al general Antonio González de Balcarce.
La caída de Alvarez Thomas tuvo el carácter de una condena de la opinión que repercutió en la prensa. Se le imputaba haber envuelto a Buenos Aires en guerra y haber sacrificado a Santa Fe a su despotismo y ambición, pero el ex Director -en medio de la censura general y congratulatoria para el nuevo orden de cosas- habló claro y alto.
Dijo con profunda verdad que él no había sido sino el ejecutor de una medida acordada por la Junta Observadora, por el Cabildo, por el Tribunal y por los jefes militares, quienes fueron los que dispusieron el envío del ejército a Santa Fe(21).
(21) Bibliografía histórica de Antonio Zinny, pp. 171 y siguientes. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.
Y estas palabras que fijan una vez más la política dictatorial de Buenos Aires, hacen otra vez luz para destacar la Justicia que asiste al federalismo litoral.