Intervenciones Federales en el siglo XIX
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1854 // El presidente Justo José de Urquiza decreta la Intervención Federal de la provincia el 1 de Septiembre de 1854, para frenar levantamientos del curuzucuateño Nicanor Cáceres que pretendía destituir a Juan Gregorio Pujol.
El 25 de Agosto de 1854 se produce un choque armado entre los correntinos sublevados -que estaban bajo el mando del citado Cáceres- y fuerzas correntinas gubernamentales comandadas por Martín Rojas y C. Cáceres. El lugar del encuentro fue Abalos (San Roque), siendo los vencedores los mencionados Rojas y Cáceres. Se restituye el orden y la legalidad(1).
(1) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1855 // También durante la Administración de Pujol se registró una segunda Intervención Federal, esta vez el 16 de Marzo de 1855. Fue por el mismo motivo que la anterior, decretándola en esta oportunidad Salvador María del Carril, en su carácter de vicepresidente de Urquiza, que presidía la Confederación Argentina.
Los choques armados se registran el 26 de Febrero y el 8 de Marzo de 1855. Las tropas correntinas sublevadas estaban bajo las órdenes de Nicanor Cáceres, mientras que las tropas leales al Gobierno estaban comandadas por Fermín Alsina.
Los encuentros tienen lugar en Esquina, Goya y Curuzú Cuatiá, siendo los vencedores el citado Alsina y los jefes leales gubernamentales. Nuevamente se restituye el orden y la legalidad(2).
(2) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1862 // Intervención Federal. La decretó Bartolomé Mitre, el 10 de Agosto de 1862, y estuvo relacionada con Nicanor Cáceres. Es que el gobernador liberal José Pampín había designado Comandante Militar del Sur al militar curuzucuateño y esta situación creó enorme disgusto en liberales de la zona quienes, a las órdenes de Basilio Acuña, se levantaron en armas, desconociendo la decisión gubernamental, lo que provocó la intervención decretada por Mitre(3).
(3) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1868 // El presidente Bartolomé Mitre decreta la Intervención Federal a Corrientes el 18 de Junio de 1868 y Nicanor Cáceres es el actor y motivo de la misma.
Es que los liberales habían depuesto al gobernador Evaristo López, y Cáceres, quien había sido su precursor y, por ende sostenedor, sale con su Ejército del Sur a enfrentar a los liberales rebeldes.
El presidente Mitre resuelve la Intervención para frenar los enfrentamientos. Evaristo López se había refugiado en el feudo de Nicanor Cáceres (en su estancia “El Paraíso”).
Reforzado por contingentes entrerrianos al mando de López Jordán y Justito Urquiza, ataca Cáceres a los insurgentes liberales y los derrota en las cuchillas de Garay, más no consigue reponer a López por cuanto una parte del Ejército argentino que luchaba en Paraguay repasa -al mando del general Emilio Mitre- el Paraná, para apoyar al Gobierno de facto correntino, encabezado por Victorio Torrent.
López pide en vano la intervención al Gobierno Nacional que lo favorezca; acaba refugiándose en Entre Ríos(4).
(4) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1878 // doctor Victorino de la Plaza - general José Inocencio Arias(5)
(5) A partir de aquí, el presente trabajo es -parcialmente- autoría del doctor Ricardo Juan Guillermo Harvey (1928-2011) quien gran parte de su vida estuvo dedicado a la función pública, al ejercicio de la docencia y a la investigación.
* Intervención Federal. Es decretada por Nicolás Avellaneda, el 23 de Febrero de 1878 y lo hace para resolver un serio conflicto entre autonomistas y liberales. Es que ambos partidos, tras ir a elecciones en un clima político de violencia, resuelven concurrir a elecciones por separado primero y, en consecuencia, luego constituir Colegios Electorales también por separado.
Por lo tanto fueron consagrados dos gobernadores y dos vicegobernadores: Manuel Derqui-Wenceslao Fernández, por los autonomistas; y Felipe J. Cabral-Juan Esteban Martínez, por los liberales.
Tras solicitar Manuel Derqui la intervención, el Congreso Nacional niega el reconocimiento de los dos gobernadores y vicegobernadores electos y el presidente Avellaneda termina por decretar la Intervención Federal.
Acordada ésta, fueron comisionados los ministros José María Gutiérrez, de Justicia, Culto e Instrucción Pública, y Victorino de la Plaza, de Hacienda, en carácter de mediadores oficiosos, cerca de ambos partidos disidentes.
Todos los esfuerzos de los ministros mediadores fueron infructuosos, pues la insurrección estalló el 2 de Febrero de 1878, embarcándose enseguida el ministro Gutiérrez para Buenos Aires y permaneciendo el otro ministro mediador, hasta nueva orden del presidente Avellaneda.
El 19 de Febrero de 1878 se produce un fuerte choque, en Ifrán, entre las fuerzas insurgentes, al mando de los coroneles Marcos Azcona (jefe de ella), Eustaquio Acuña y Reguera, y las del Gobierno titulado legal de Derqui, a las órdenes de los coroneles Luciano Cáceres y Onofre Aguirre, el cual fue adverso a estos, que fueron muertos en la persecución.
En tanto, el hombre enviado por el presidente como su representante, el ministro de Hacienda Victorino de la Plaza, llegó a Goya el 23 de Febrero de 1878, siendo su autoridad acatada por los rebeldes que entregaron parte del armamento y licenciaron a sus fuerzas pero excusaron presentarse los jefes, como desconfiando del representante presidencial.
Entonces, De la Plaza buscó garantizar, tomando enérgicas medidas que fueron interpretadas como persecutorias por los liberales, máxime que siguió manteniendo relaciones con el Gobierno de Derqui, considerado el legítimo por las autoridades nacionales.
Las protestas liberales llegaron hasta Avellaneda; los ministros de esta tendencia de su gabinete renunciaron y el presidente debió organizar un nuevo gabinete sobre la base “del mantenimiento de la paz en Corrientes y de la efectividad de las garantías que se ofrecieron”, lo que también lo llevó a reemplazar al Interventor, doctor De la Plaza, por el coronel José Inocencio Arias.
Este se granjeó la simpatía de los liberales al no desarmar a sus poderosas fuerzas compuestas por diez mil hombres, aunque poniendo orden en la provincia, por lo menos provisionalmente.
* El 17 de Marzo de 1878, el ministro Victorino de la Plaza -en su carácter de Interventor Nacional- expidió decretos, uno declarando rebeldes a todos los que se mantuvieran en armas y, otro, nombrando Jefe político y militar de Bella Vista y San Roque, viniendo así a ejercer su autoridad de carácter provincial con absoluta prescindencia de la autoridad local.
Al fin, retirado el comisionado, por orden del Gobierno Nacional, el gobernador Derqui se vio estrechado cada día más por los sediciosos hasta que, perseguido en su último atrincharamiento dentro de la capital, el mandatario dirigió, el 18 de Mayo de 1878, a los gobernadores de provincia una Circular anunciándoles que “graves asuntos de interés público le obligaban a trasladarse a Buenos Aires por pocos días, quedando en ejercicio del P. E., durante su ausencia, el vicepresidente de la Legislatura”.
En efecto, el día antes (17 de Mayo de 1878) había expedido un decreto en el sentido antes expresado(6).
(6) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1880 // doctor Miguel Goyena
* Intervención Federal. Fue decretada el 3 de Julio de 1880 por Nicolás Avellaneda porque el Gobierno liberal -presidido por Felipe J. Cabral- apoyó al gobernador bonaerense Carlos Tejedor cuando éste se levantó en armas objetando el triunfo presidencial de Julio A. Roca.
Goyena había entrado en Goya con fuerzas de Rosario y desde allí intimó a Cabral la entrega del Gobierno.
El 31 de Julio de 1880, fuerzas nacionales al mando de Manuel Obligado, se enfrentan a tropas provinciales que están comandadas por el vicegobernador Juan Esteban Martínez, Díaz y Machado.
Las luchas se entablan en la frontera con Entre Ríos y Caá Catí. Vencen los nacionales(7).
(7) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
1892-1893 // doctor Marco Avellaneda y general José Ignacio Garmendia
* Intervención Federal. En 1892, el gobernador Antonio Ignacio Ruiz estaba en su tercer año de gobierno y al faltarle uno para finalizar se comenzó a conjeturar sobre su posible sucesor.
Una de las fracciones liberales, que colaboraba con el Gobierno, comenzó a reclamar el primer término de la fórmula en forma enérgica y puso al autonomismo en la disyuntiva de otorgárselo, con el peligro de contribuir con ello a la unidad liberal y, a su vez, a su separación del Gobierno mientras que, de no hacerlo, contribuiría a que se produjera un movimiento armado por parte de los liberales de la oposición que estaban esperando la menor ocasión propicia que se les presentase.
El oficialismo correntino confiaba en el apoyo que le brindaba el presidente y en la cooperación entre el PEN y los gobernadores provinciales comenzada en 1880. La intranquilidad del orden político nacional se transmitió al provincial y los liberales colaboracionistas -hasta ese momento- considerando fracasada su gestión para obtener el primer término de la fórmula, entablaron negociaciones con los otros grupos liberales opositores, rompiendo con el oficialismo.
Hacia fines de 1992 los liberales llegaron a sumar 3.000 hombres armados, poniendo la dirección política y militar de la insurrección en manos de un triunvirato.
Fue entonces que Luis Sáenz Peña decide enviar como Comisionados mediadores al doctor Marco Avellaneda y al general José I. Garmendia, pues no podía permitir que cayera el Gobierno correntino autonomista de Antonio Ignacio Ruiz, ya que era un importante pilar de su Administración.
El 9 de Enero 1893, el presidente decreta el nombramiento de Avellaneda como Comisionado Nacional, quien debía desarmar las fuerzas en pugna y movilizar las milicias correntinas en la medida que fuera necesario, encargando, además, del mando de las fuerzas al general José Ignacio Garmendia.
El presidente dispuso que una vez restablecido el orden se debía procurar el respeto de los derechos políticos del pueblo, especialmente el electoral, no debiéndose reconocer ninguna autoridad que surgiera del uso de la violencia(8).
(8) Citado por Gabriel Enrique del Valle. “Los hombres que gobernaron Corrientes (compendio de Historia Política)” (2007), edición del autor.
El Gobierno Nacional -para evitar males mayores- resolvió intervenir en el conflicto entre leales y opositores designando al doctor Marco Avellaneda en carácter de Comisionado y al general José Ignacio Garmendia, Jefe de las fuerzas de apoyo al Comisionado.
Los liberales exigieron la renuncia de Ruiz y Echavarría; el gobernador la ofreció a fin de facilitar un acuerdo con los rebeldes. No obstante la mediación, en Agosto de 1893, insurgentes liberales comandados por Martínez, Mantilla y Artaza, se enfrentan a tropas gubernamentales que estaban bajo el mando de J. R. Vidal, Núñez y Acuña.
Las luchas se registran en Capital, Bella Vista, Saladas, Empedrado y Esquina. Triunfo liberal. Estos nombran un Triunvirato para gobernar la provincia, en calidad de provisorio.
1893 // doctor Leopoldo Basavilbaso
* Legisladores autonomistas presentaron un proyecto de intervención a la provincia ante al Gobierno Nacional, al que se hizo lugar el 22 de Agosto de 1893.
La Intervención Federal fue decretada el 24 de Agosto de 1893 por el presidente Luis Sáenz Peña y obedeció a las consecuencias derivadas de la llamada “Revolución del Parque” de 1890.
Es sabido que la insurrección fracasó, fue vencida por el Gobierno pero, poco después, el presidente Miguel Juárez Celman quedó sin apoyo de sus propios correligionarios y se vio forzado a renunciar, asumiendo Carlos Pellegrini.
La Unión Cívica en Corrientes -liderada por el liberal Juan Eusebio Torrent- inició en 1891 movimientos sediciosos que terminan destituyendo al autonomista Antonio Ignacio Ruiz.
Ante los brutales enfrentamientos armados, el presidente Sáenz Peña decidió la intervención, nombrando como interventor nacional al doctor Leopoldo Basavilbaso(9).