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Imperialismo en América Latina en el siglo XX

Es curioso. La relación de los países latinoamericanos con las grandes potencias se antoja como un perpetuo tango: carnal, violento, apasionado, contradictorio.

Primero fueron los portugueses y los españoles que codiciaron el oro y la plata americana. Después Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, puso un ojo libidinoso sobre las rutas marítimas del Canal de Panamá y, en la segunda mitad del siglo XX, el comunismo quiso penetrar la región, tanto su versión soviética, geopolítica, como la otra, la china, más bien ideológica.

Mucha gente piensa hoy que todo eso pertenece ahora al mundo del pasado, de un imperialismo que ya fue, que ya no volverá. Pero en realidad los extranjeros todavía miran por estas tierras sólo que ahora lo hacen -como lo veremos- de muy distinta manera.

Normalmente las tribunas del “José María Minella” de Mar del Plata están abarrotadas de hinchas que festejan o repudian a los equipos que juegan los partidos en la cancha. Pero el 4 de Noviembre de 2005 las cosas sucedieron exactamente al revés.

Ese día, una multitud copó esa cancha de lado a lado para ver el partido que jugaban en las tribunas un futbolista de fama mundial y uno menos conocido, pelotero frustrado: la estrella de fútbol era el mismísimo Diego Armando Maradona, y el fanático del beisbol no era otro que el presidente Hugo Chávez, de Venezuela:

Tras ser presentado por Chávez, Maradona dijo: “La Argentina es digna; echemos a Bush”.

La cumbre se llamó “Cumbre del Pueblo” y su propósito era protestar contra la visita del presidente de Estados Unidos, George Walker Bush a Mar del Plata para promover el Tratado de Libre Comercio de las Américas.

Así como fracasó el intento del Imperialismo norteamericano en su intento en detener la revolución cubana, igual fracasará en su intento de detener la revolución bolivariana en Venezuela”, dijo el presidente de ese país a la multitud.

Chávez arengó a la multitud argentina para hablar solamente imperialismo.

El imperialismo es el fantasma que ha desvelado a lo largo de la historia, una historia dolorosa que hace desconfiar de las potencias -especialmente Estados Unidos- aún cuando después del atentado del 11 de Septiembre de 2001 las autoridades de este país se han ocupado poco de América Latina.

Ahora que Latinoamérica busca su papel en el mundo, el antimperialismo ha vuelto a rugir en muchos de los países del área. Líderes que agitan pasiones nacionalistas contra Estados Unidos para ganar popularidad; manifestantes que atacan tiendas de marcas internacionales o cadenas de comida rápida para mostrar su repudio a la globalización.

La pregunta es: ¿por qué?

Dos años después de presentarse junto a Diego Armando Maradona en el estadio de Mar del Plata, Hugo Chávez regresó a la Argentina y, una vez más -como en aquella ocasión- eligió un estadio de fútbol -esta vez en Buenos Aires- para disparar contra Bush y el Imperio: Norteamérica para los norteamericanos y Sudamérica para los sudamericanos”, dijo el presidente a la multitud. "Esta es nuestra América. Gringos: go home”.

La retórica antiimperialista de Chávez fue tan provocadora en este caso como en el discurso de Mar del Plata dos años antes pero, esta vez, con dos diferencias importantes: primero, en este caso el presidente Néstor Carlos Kirchner -del Gobierno argentino- dio su implícita bendición a la visita de Chávez; y, en segundo lugar, el presidente Chávez calculó meticulosamente esta visita para hacerla coincidir con otra visita presidencial, una visita presidencial que tenía lugar al otro lado de Río de la Plata, en Montevideo: la llegada del presidente Bush que promovía en América Latina los Tratados de Libre Comercio.

El encontronazo era inevitable. Desde un lado del Río de la Plata, Chávez propugnaba la revolución bolivariana y socialista; desde el otro lado, en Uruguay, el presidente Bush y los suyos cantaban las virtudes del libre comercio como instrumento para el desarrollo de América Latina.

No hace falta decir por supuesto que Bush no bailaba de contento en una pata por el hecho de que Argentina recibiera a Chávez con bombos y platillos, precisamente en momentos en que él recorría Sudamérica, más exactamente cuando Chávez cantaba las virtudes de la revolución socialista precisamente del otro lado del charco.

- Uruguay. El nacimiento del antiimperialismo

Al presidente Bush le hubiese dado un patatuz si alguien le hubiese contado que muchos perciben a Montevideo (la ciudad que estaba visitando) como la cuna del antiimperialismo y el antiamericanismo. Pero, para averiguar de por qué de cierta forma y cuándo el antiamericanismo nació en Uruguay, hay que buscar uno de los libros más emblemáticos del tema.

Es un libro delgadito pero explosivo en su contenido, escrito por uno de los escritores más importantes del siglo XIX en Uruguay. Su autor: José Enrique Rodó, que lo escribió en 1900, dos años después de la guerra que Estados Unidos le ganó a España y que el Secretario de Estado norteamericano John Milton Hay calificó de “espléndida guerrita”.

En realidad no fue una “guerrita”, fue una “guerraza” por las consecuencias cataclísmicas que tuvo, ya que signó el fin del Imperio español y marcó el ingreso de Estados Unidos como potencia mundial al escenario global. Sus dominios se extendían ahora de Puerto Rico a las Filipinas, como los caricaturistas de la época se apresuraron a mostrar.

Una vez terminada la guerra entre España y Estados Unidos, Rodó publicó un libro que tituló “Ariel” que fue en cierta forma el libro seminal de la literatura antinorteamericana o crítica de los Estados Unidos.

En este libro, que fue uno de los primeros best seller de América Latina, Rodó definió la identidad de América Latina como algo profundamente espiritual, por oposición a la identidad de los Estados Unidos, que él veía como agresivamente materialista. Y por eso llamó a romper con la nordomanía, es decir, la fascinación con las cosas del Norte:

Entonces, qué era lo que él acusaba de los Estados Unidos. El decía que era una sociedad utilitaria, materialista, donde los bienes del espíritu que él defendía como propios del continente latinoamericano, eran desperdiciados, no eran tenidos en cuenta y se abarataban”, señaló en una entrevista el escritor uruguayo Danubio Torres.

Ahora bien, él, cuando defendía lo bello, lo universal, lo ecuménico de América Latina y lo oponía al materialismo o al supuesto materialismo de los Estados Unidos, en realidad estaba haciendo una reflexión sobre una posible degradación del sistema democrático”, agregó.

En el subcontinente latinoamericano no es infrecuente que los poetas y novelistas atrapen en sus poemas y en sus prosas el espíritu político de su tiempo, y muchos empezaron en el mundo de la academia y de la política. Basta citar a “Ariel”, que se volvió una referencia del nacionalismo latinoamericano.

- El Canal de Panamá

En cierta forma, "Ariel" marcó la forma cómo muchos veían entonces -y como aún hoy lo ven- a los Estados Unidos. Pero poco después de la publicación de este libro, al otro lado del continente algo tremendo comenzaría a gestarse que tendría un gran impacto en toda Latinoamérica: la construcción del Canal de Panamá.

Pocos países han sido marcados tanto como Panamá -por el imperialismo y el antiimperialismo- por su relación tortuosa con los Estados Unidos.

El Canal de Panamá une al océano Pacífico con el Atlántico y el Caribe. Es un atajo de 80 kilómetros de largo que le puede ahorrar a un barco 15.000 kilómetros de recorrido si va -por ejemplo- de la costa Este a la costa Oeste de los Estados Unidos.

Cada año pasan por allí unos 14.000 barcos y le generan al Tesoro panameño por lo menos 1.200 millones de dólares. En el 2006 hubo en Panamá un referéndum muy importante. Los panameños votaron masivamente a favor de duplicar la capacidad del canal con un nuevo juego de esclusas. Es una obra que costó 5.450 millones de dólares y que hace ahora ingresar al Tesoro panameño cuantiosas sumas de dinero.

La ampliación se inauguró el 26 de Junio de 2016, la que consistió en un tercer carril para que puedan pasar barcos con hasta 13.000 contenedores, el triple de la capacidad vigente hasta ese momento(1).

(1) La ampliación del Canal de Panamá, con la realización de una nueva vía interoceánica que se sumó a la anterior -inaugurada en 1914- permite el tránsito de buques Post Panamax, que miden casi 400 metros de largo y poseen una capacidad de carga tres veces superior: 13.600 respecto a 4.400 TEUs (twenty-footequivalentunits, el equivalente de un contenedor de 20 pies).

Por el Canal de Panamá transita -desde 1914- alrededor del seis por ciento del comercio mundial y su principal usuario, con cerca de 70 por ciento del flujo, es Estados Unidos.

Inspirados en el éxito del Canal de Suez, el 1ro. de Enero de 1880 los franceses comenzaron la construcción de un canal a nivel del mar a través de la provincia colombiana de Panamá. Tras la muerte de unos 22.000 trabajadores por la malaria y la fiebre amarilla, el proyecto fue abandonado a comienzos del siglo XX.

En 1902, bajo el liderazgo del presidente estadounidense Theodore Roosevelt y a cambio de ayudar a Panamá a declarar su independencia, Estados Unidos reflotó el proyecto y tomó el control. Roosevelt resumió así el propósito imperial de su Gobierno: “Si queremos ganar la lucha por la supremacía naval y comercial debemos construir el Canal del Istmo”.

El canal se inauguró el 15 de Agosto de 1914 con el paso del buque de carga “Ancón”. Situada a caballo entre dos océanos y dos continentes, Panamá ha sido algo así como un punto focal de las complejas relaciones entre Estados Unidos y América Latina, y nunca fue más evidente esa ambivalencia entre norteamericanos y latinoamericanos que en Septiembre de 1977 cuando los presidentes James Carter y Omar Torrijos se dispusieron a firmar los Tratados por los cuales el Canal de Panamá pasaría a manos panameñas en el nuevo milenio.

Torrijos había hecho de la recuperación del canal una causa nacionalista. Finalmente, cuando logró que Washington firmara los Tratados de devolución del Canal a Panamá surgieron voces en el Congreso norteamericano que pedían no ratificarlos.

Se supo luego, por documentos de la época y testimonios diversos, que Torrijos instruyó a sus subalternos para que prepararan un plan de sabotaje al Canal si el Congreso estadounidense rechazaba los Tratados por las acusaciones que pesaban contra el Gobierno militar por violar los derechos humanos.

Como miembro del Estado Mayor de Torrijos, el general Rubén Darío Parades, ex Jefe del Estado Mayor panameño, conocía esa increíble plan:

Torrijos decía que habíamos agotado todas las vías civilizadas; que habíamos recurrido al derecho internacional; al espíritu de justicia de los pueblos y sus líderes. Si el capricho del Senado (estadounidense) se imponía, no nos quedaba otro camino que sabotear, pelear por el canal, ya en formas de guerrillas o fuerzas beligerantes y él sí se atrevía; él sí iba a pelear; él sí iba a estar a la cabeza de esa pelea”.

En Panamá, Torrijos pasó a ser un ídolo por haber forzado a Washington a entregar el control del Canal a los panameños. Los Tratados Torrijos-Carter fueron ratificados por Estados Unidos y finalmente el sabotaje que tenían preparado los militares panameños nunca se realizó.

Todo implica que uno de los encargados de preparar ese plan fue Manuel Antonio Noriega, que era un hombre de la CIA y que luego se volvería antiimperialista y tristemente célebre por sus vínculos con el narcotráfico.

En 1981, Torrijos murió cuando su avión se estrelló en el Cerro Marta desatando múltiples teorías conspirativas. Una de las consecuencias de la muerte de Torrijos fue que Manuel Antonio Noriega tomó el control del aparato militar colocando a su gente en puestos claves.

Al principio tuvo relaciones cordiales con Estados Unidos; luego del fraude electoral que cometió en los comicios de 1989, Estados Unidos empezó a ver con alarma las movidas de su antiguo aliado que comenzó a criticar a Washington:

No vamos a ir ni más allá de donde no debemos ir, pero tampoco vamos a dejar de ir donde tenemos que estar”, dijo Noriega a la prensa.

También surgieron muchas informaciones acerca de conexiones entre Noriega y el narcotráfico y Gobiernos antinorteamericanos. Cuando 1989 se apagaba, cuatro militares estadounidenses, entre ellos el infante de marina Roberto Paz, fueron detenidos en inmediaciones de lo que fuera el Cuartel General de las Fuerzas de Defensa de Manuel Antonio Noriega.

Después de una fuerte discusión, el teniente Paz murió acribillado en ese lugar cuando trató de atravesar las barreras con un Jeep. Esa misma noche, otro militar norteamericano y su esposa fueron detenidos y duramente golpeados y, a la mañana siguiente, el presidente George Herbert Walker Bush ordenó la invasión de Panamá:

El presidente ha ordenado a las Fuerzas de los Estados Unidos ejecutar a la 01:00 de hoy misiones previamente planeadas en Panamá para proteger vidas norteamericanas, restaurar el proceso democrático y preservar la integridad de los Tratados del Canal de Panamá y capturar a Manuel Noriega”.

Este contestó:

Los Estados Unidos y los soldados de Estados Unidos podrán entrar aquí en Panamá, sí; pero las madres de Estados Unidos reclamarán a sus hijos”. De pronto Noriega tuvo en sus manos la oportunidad dorada para agitar el sentimiento nacionalista contra Estados Unidos pero el tiro le salió por la culata.

La relación de amor-odio de Panamá con los Estados Unidos quedó de manifiesto con la invasión. Por un lado, la intervención causó resentimiento nacionalista; por otro, ayudó a los panameños a deshacerse de Noriega que fue enviado a la cárcel donde aún está y recuperar la democracia que aún conserva:

Los objetivos militares han sido alcanzados”, dijo Bush. “Creemos que los crímenes del general Noriega no son políticos. El es un criminal común de la peor clase”, agregaron algunos voceros.

En lugar de pelear, Noriega se rindió, entregándose en la Nunciaturia Apostólica. Había provocado la intervención norteamericana pero no había estado dispuesto a combatirla, algo que los militares que lo apoyaban entonces no le perdonan.

Luego, como lo explica un ex presidente panameño (Nicolás Ardito, ex presidente de Panamá) al que Noriega sacó del camino tras haberle facilitado el acceso al poder, empezó la tarea de reconstrucción.

Entonces todas las oportunidades de negociar la salida de Noriega con o sin la participación de Estados Unidos, con la participación de la O.E.A. no resulta, y ello lleva a la intervención militar de Estados Unidos que obviamente fue una crisis para el país pero que crea el ambiente para que, quien había sido electo presidente, el señor Endara (Guillermo) y su equipo, asuman el poder.
La democratización -en efecto- ha sido positiva, porque todo Panamá, que estaba tan frustrado por estos cuatro años de Noriega que estaba destruyendo al país, se lanza a reconstituir la nación”.

- Estados Unidos contra el comunismo. Guatemala

Si bien el Canal de Panamá simboliza la era del imperialismo económico por parte de Estados Unidos, en la segunda mital del siglo XX, Washington intervino en América Latina con objetivos geopolíticos. Los estadounidenses querían evitar que el comunismo se apoderara del continente.

El 27 de Junio de 1954 el presidente de Guatamala, un líder de izquierda llamado Jacobo Arbenz, renunció a su cargo tras un golpe de Estado respaldado por la CIA bajo el Código PBSUCCESS (un criptónimo de la CIA).

El Gobierno de Arbenz había capturado algunas tierras pertenecientes a la United Fruit Company, el coloso bananero norteamericano conocido por algunos latinoamericanos burlonamente como “mamita united”, afectando sus intereses.

La compañía tenía muy buenos contactos en la Administración Eisenhower porque algunos altos funcionarios de Gobierno la habían representado como abogados en el pasado. Por tanto hizo gestiones en Washington para que se tomaran represalias contra el Gobierno socialista guatemalteco.

Pero lo que también alarmó en Washington es que Arbenz legalizó el partido Comunista y mostró una tendencia a la radicalización. Por instrucciones del Gobierno norteamericano la CIA prestó ayuda a los guatemaltecos que conspiraban contra el régimen de Arbenz.

El día del golpe, militares norteamericanos incluso pilotearon algunos aviones de las fuerzas golpistas de Guatemala. Poco después, Estados Unidos daría al mundo una muestra de su solidaridad capitalista por medio de una visita del vicepresidente Richard Nixon a Guatemala en la que en medio del fervor popular ofreció su respaldo y apoyo a esta nación.

La caida de Arbenz envió un mensaje político al resto del continente. Washington no toleraría el avance del comunismo en la región.

- La Escuela de las Américas

En este nuevo escenario en el que América Latina pasó a ser un teatro de batalla de la Guerra Fría entre las democracias capitalistas y el comunismo, Panamá volvió a jugar un papel estratégico: se convirtió en un bastión de la lucha contra la izquierda revolucionaria gracias a un centro de adiestramiento antisubversivo que se volvería tristemente célebre.

El Hotel Meliá, en Colón (Panamá), que hoy luce muy bonito, era el lugar donde se brindaban los servicios de una escuela antiterrorista, dedicada a enseñar cómo extraer información a los detenidos por las buenas o por las malas. Esta fue la famosa Escuela de las Américas.

Arrancó en 1949 como la División de Tierras del Centro de Entrenamiento Latinoamericano. Su objetivo original fue ofrecer servicios para la reconstrucción nacional, por ejemplo, mecánica o reparación de radios transistores. Pero con el triunfo de la revolución cubana y el surgimiento del terrorismno guerrillero en todo el continente, pasó a ser la Escuela de las Américas que en los años ‘60, ‘70 y ‘80 se convirtió en uno de los grandes centros de la contrainsurgencia.

Los oficiales latinoamericanos no estaban preparados para enfrentar un enemigo con estas características políticas y la Escuela les inculcó la idea de que esto era mucho más que un tema de orden público era, para ellos, una guerra.

La Escuela de las Américas te enseñaba y te adiestraba en este tipo de guerra irregular porque el acontecer en el hemisferio era irregular, entonces más bien la enseñanza era el control o cómo evitar ese tipo de explosión social.
Entonces, dentro de ese esquema, la doctrina de la Escuela enseñaba que el habitante de Latinoamérica estaba despertando y reclamando lo suyo”, explicaba el general Rubén Darío Parades, ex Jefe del Estado Mayor panameño.

En su día, muchos graduados salieron de esta Academia para convertirse en importantes líderes militares y políticos en sus países y, aunque no todos -por supuesto- se volvieron represores, algunos de ellos pasaron a la historia como atroces violadores de los derechos humanos.

La lista incluye al ex dictador boliviano Hugo Banzer, el ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega, el ex dictador argentino Leopoldo Fortunato Galtieri, el ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, el organizador de los “escuadrones de la muerte” salvadoreños, Roberto d’Aubuisson, y Vladimiro Montesinos, quien sería Jefe del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú del presidente Alberto Fujimori.

En 1984, la Escuela se trasladó a Fort Benning, situada en Columbus (Georgia) como parte de los Acuerdos del Canal. En 1996 surgieron a la luz pública unos manuales de tortura y ejecución extrajudicial y, en 2001, el Pentágono la rebautizó muy discretamente como “Instituto Para la Seguridad en temas de Cooperación en el Hemisferio Occidental”.

Mucha gente pide hoy su clausura definitiva, pero el Pentágono dice que éste es un importante nexo entre los estamentos militares de Estados Unidos y de América Latina.

- Las intromisiones de Rusia y China

Pero esa no fue la única intromisión extranjera en Latinoamérica en estos años. Había otras fuerzas en acción con propósitos imperialistas más ambiciosos. Atrás había quedado el imperialismo comercial; estaba en pleno apogeo el imperialismo político.

Mientras todo aquéllo sucedía en Panamá, las otras grandes potencias de la Guerra Fría: la Unión Soviética y China movían sus peones por toda América Latina, y uno de los lugares donde eso ocurría era en una fortaleza situada en Managua (Nicaragua) que en ese entonces era la sede de la embajada soviética en Nicaragua. Ahora -por supuesto- es la sede de la Federación Rusa.

La pugna entre soviéticos y chinos era por el control de los partidos comunistas en todo el mundo, en una pugna geopolítica -táctica y hasta personal- entre Mao Zedong -el líder chino- y Nikita Khrushchev, el líder soviético. Era una pugna que tenía lugar -por supuesto- en todo el planeta pero, sobre todo, era ideológica: los chinos -que era una sociedad rural- propugnaban el comunismo campesino; los soviéticos, el industrial y el urbano.

En los años ‘60 creció la tensión entre los dos titanes; pronto, la ruptura se reflejó en todo el mundo comunista. Los partidos comunistas de América Latina se dividieron entre prosoviéticos y prochinos.

Una rama de la fracción china del Perú se transformaría luego en “Sendero Luminoso”, la organización criminal responsable de una guerra que costaría 70.000 muertos en el Perú bajo el liderazgo del profesor universitario Abimael Guzmán.

La división se reflejó en Cuba también. Ernesto Guevara prefería negociar con los chinos, porque estos no pedían nada a cambio de enviar armas. Fidel Castro -sin embargo- tomó partido por los soviéticos y, por supuesto, como buenos imperialistas, los soviéticos esperaban, sí, una retribución cubana por el apoyo a La Habana.

- La crisis de los misiles

En 1959 la victoria de Castro en Cuba y la confrontación con Estados Unidos habían creado una oportunidad dorada para que Moscú pisara fuerte en la región. Implantar una base militar permanente con misiles a sólo 90 millas(2) de Estados Unidos resultó irresistible para los soviéticos que -por supuesto- fue una idea que la abrazaron con entusiasmo.

(2) La milla es una unidad de longitud que no forma parte del Sistema Métrico Decimal. De origen muy antiguo, fue heredada de la Antigua Roma y equivalía a la distancia recorrida con mil pasos, siendo un paso la longitud avanzada por un pie al caminar -el doble de lo que ahora se consideraría un paso- (en latín: milia passuum). La milla romana medía unos 1.481 metros y, por tanto, un paso simple era de unos 74 centímetros. Pero actualmente mide 1,6 kilómetros.

El 14 de Octubre de 1962 los vuelos de reconocimiento norteamericanos U2 revelaron que los soviéticos estaban construyendo instalaciones nucleares en Cuba. Los mismos aviones espías revelaron luego que ya había misiles en la isla.

Pronto se supo que se trataba de una base para misiles de alcance intermedio, que podía alcanzar los Estados Unidos en cuestión de minutos. Ernesto Guevara y Fidel Castro habían viajado a Moscú a sellar el acuerdo.

El presidente John Kennedy ordenó un bloqueo naval y puso a las Fuerzas Armadas en Alerta Máximo. “Para detener esta amenaza de ataque, una cuarentena estricta de todo el equipo militar ofensivo en los cargamentos hacia Cuba, ha sido iniciada. Todos los barcos de cualquier tipo dirigidos hacia Cuba, de cualquier nación o puerto, que sean descubiertos con armas de ataque serán regresados”, señaló a su nación el presidente estadounidense.

Durante 13 días el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. Finalmente, los soviéticos aceptaron retirar los misiles nucleares de Cuba. Estados Unidos aceptó -en secreto- retirar a cambio sus misiles nucleares de Turquía.

Todos sabemos que -gracias a que estamos vivos para contarlo- la guerra nuclear no estalló en 1962 pero otra guerra estaba en pleno apogeo: la Guerra Fría, y los soviéticos hacían todo lo que podían para agitar el sentimiento antiestadounidense en América Latina y, por supuesto, para promover el imperialismo soviético.

Para descubrir exactamente los que los soviéticos estaban pensando en esa época, valen las palabras de alguien que conocía de cerca este asunto, el general de la KGB que fue la cabeza de la División de Contrainteligencia extranjera, Oleg Kalugin(3) quien era un antiguo superespía de ese entonces:

(3) Oleg Danilovich Kalugin o Kaluguin, nació el 6 de Septiembre de 1934. Era un ex general del Comité de Seguridad del Estado Soviético (KGB) y ex Jefe de la KGB en América Latina. Durante un largo tiempo fue la cabeza de las operaciones del KGB en los Estados Unidos (primeramente actuando bajo la fachada de ser parte del personal de la embajada de la URSS en Washington) para terminar por convertirse en un tardío crítico de esa otrora poderosa agencia de inteligencia.

Yo era un invitado del Gobierno cubano. Tuvimos una recepción maravillosa y viajamos a través de la isla -de La Habana a unas playas grandiosas- planeando cosas. Por décadas siempre habíamos visto a América Latina como parte del dominio de Estados Unidos y fue realmente la aparición de Fidel Castro y después Nicaragua y Chile, lo que hizo a los rusos entender ... que era una oportunidad ... que tal vez ellos también podrían convertirse en una tierra socialista y eso fue lo que condujo al enorme involucramiento soviético en América Latina, económicamente, militarmente, entrenando gente, venta de armas, apoyando movimientos subversivos, guerrillas...”.

- Nicaragua

Después de Cuba, el mayor éxito de los soviéticos en América Latina fue el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua. En Julio de 1979, el dictador Anastasio Somoza huyó del Palacio Nacional de Managua y fue reemplazado por una Junta encabezada por los sandinistas.

En 1977, Cuba había empezado a tomar el control -secretamente, con apoyo soviético- de la revolución sandinista; el hombre clave en esa gesta fue Manuel Piñeiro Losada (el “Comandante Barbarroja”), el hombre encargado de promover la revolución cubana en todo el continente desde su oficina secreta en La Habana, conocida como el “Departamento América”(4).

(4) Manuel Piñeiro Losada nació en Matanzas, Cuba, el 14 de Marzo de 1933. El “comandante Barbarroja”, fue un político y militar cubano, una de las principales figuras de la Revolución Cubana como responsable de la construcción de los aparatos de Seguridad cubanos y de la expansión de los grupos radicales de izquierda en América Latina. Falleció en La Habana, el 11 de Marzo de 1998.

El Departamento América -relata Alcibíades Hidalgo, ex asesor de Raúl Castro, como parte del Comité Central del Partido- tenía un absoluta autonomía que estaba basada en la dirección directa de Fidel Castro sobre él y eso hacía que sólo un grupo pequeño, cercano a Piñeiro, tenga contactos con las distintas organizaciones (de América Latina).
Son los que han estado siempre fomentando todo tipo de contacto cubano en América Latina; son los que mantuvieron contacto con las guerrillas de Colombia; en otro momento con todos los grupos guerrilleros a lo largo de Latinoamérica”.

Luego que una de las tres facciones sandinistas lograra un avance importante contra Somoza, Manuel Piñeiro mandó a Nicaragua a su lugarteniente, Manuel Estrada, para promover la unidad de esas tres facciones sandinistas y organizar su financiamento y su entrenamiento.

Por eso entre 1978 y 1979 hubo 21 vuelos clandestinos entre Costa Rica y Nicaragua para transportar armas a los sandinistas.

Cuando en 1979 por fin triunfó la revolución, Moscú celebró el hecho como un gran éxito de su política exterior. En los años siguientes, a medida que fue creciendo la resistencia de la contra nicaragüense -apoyada con armas y dinero contra el sandinismo- Moscú decidió incrementar enormemente su presencia en Nicaragua.

Cuando se le preguntó a Oleg Kalugin qué tan involucrado en Nicaragua estaba su país en los ‘80, éste respondió:

Los estábamos proveyendo con armas, apoyo moral y entrenamiento, el negocio completo, tal como en Cuba; así fue cómo la Unión Soviética se convirtió en el salvador de muchos de los regímenes que de otra manera hubieran sido derrotados, ya sea por las fuerzas domésticas -resistentes a las nuevas reformas- o por Estados Unidos que veían a América Latina como su patio trasero”.

Moscú pues veía a Nicaragua como la posibilidad de establecer una segunda Cuba volcando allí importantes esfuerzos y el propio Fidel Castro se involucró abiertamente con ese Gobierno.

Sergio Ramírez(5), vicepresidente del Gobierno sandinista entre 1984 y 1990, como testigo del suministro de armas soviéticas a los sandinistas, cuenta cómo hacía Moscú para evitar que los envíos fueran directos: Recuerdo que en una primera misión fuimos a pedir armas, porque el ejército sandinista tenía las viejas armas de Somoza, unos pocos fusiles Galil(6) que usaban las tropas de élite; la Guardia Nacional terminó combatiendo hasta el final con fusiles Garand(7), que eran fusiles de la Segunda Guerra Mundial, que no eran fusiles automáticos

(5) Sergio Ramírez Mercado nació en Masatepe, Masaya, el 5 de Agosto de 1942. Es un novelista, cuentista, ensayista, periodista, político y abogado nicaragüense. Ejerció como vicepresidente de este país centroamericano desde el 10 de Enero de 1985 hasta el 25 de Abril de 1990, durante el mandato de Daniel Ortega.
(6) El Galil es uno de los fusiles de asalto estándar usados por las Fuerzas de Defensa israelíes y principal fusil de infantería del Ejército colombiano, hasta su posterior reemplazo por su versión mejorada el IMI INDUMIL Galil ACE. Tiene muy buen desempeño en la selva y es un arma versátil y precisa. Fue diseñado por Yisrael Galil, de quien toma su nombre, más no como se cree erradamente que deriva de la Ciudad de Galilea. Es una mezcla de los diseños del AK-47 ruso y el Rk 62 finlandés (del que copia el mecanismo de funcionamiento), así como del FN FAL (del que toma la culata plegable y la bayoneta).
(7) El M1 Garand (formalmente, un fusil de los Estados Unidos, Calibre .30, M1) fue el primer fusil semiautomático de los Estados Unidos que llegó a ser un fusil común para la infantería. Oficialmente reemplazaba al Springfield 1903 como fusil en servicio en 1936, hasta que fue reemplazado por el M14, que derivaba del M1, en 1957. Fue utilizado intensivamente en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y, en menor medida, en la Guerra de Vietnam, así como en la Revolución Cubana. Fue usado primariamente por Estados Unidos, pero también en otros países. Continúa siendo utilizado en equipos de entrenamiento militar y es un arma de fuego civil popular.

Entonces la idea era obtener armas de infantería más modernas; la Unión Soviética sin embargo en este primer acuerdo no concedió estas armas sino que hizo un acuerdo de triangulación con Argelia porque no quería comprometerse directamente; y después de Argelia lo hizo Bulgaria, pero ellos siempre fueron muy cuidadosos en esto”, señaló Ramírez.

Durante muchos años, el Departamento América siguió suministrando armas a 27 grupos guerrilleros de organizaciones terroristas en toda la región, la mayor parte de ellas coordinadas por La Habana.

Pero los soviéticos no se contentaron solamente con ponerle el diente a Cuba y Centroamérica. En 1969 en el Perú, en el Gobierno del dictador militar progresista Juan Velasco Alvarado, abrió relaciones diplomaticas con Moscú y en 1973 empezó a comprar armas a la URSS, por ejemplo, tanques T 55(8); rifles AK-47(9); y aviones Sukhoi(10).

(8) Los T-54 y T-55 fueron tanques diseñados en la Unión Soviética, descendientes directos del T-34. El primer prototipo del T-54 fue construido en 1946 y entró en producción en 1947. Tras una serie de modificaciones mayores, el T-54 fue redenominado T-55 en 1955. Estos tanques fueron exportados a más de 50 países, producidos y mejorados continuamente hasta 1979. El T-54/T-55 fue el carro de combate estándar de las unidades blindadas del Ejército Rojo, del Pacto de Varsovia y de otros ejércitos hasta la aparición del T-62, con los que convivió hasta su reemplazo por los T-64 y T-72.
(9) El AK- 47 es un fusil de asalto soviético, de calibre 7,62 mm, diseñado por Mijail Kaláshnikov, combatiente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el fusil oficial de la Unión Soviética entre 1947 y 1978. A Diciembre de 2007, el AK-47 es el arma de fuego de mayor producción de la historia, con cerca de 80 millones de unidades manufacturadas.
(10) El Sukhoi Su-27 es un avión de caza monoplaza, propulsado por dos motores turbofán de la clase Mach 2, diseñado en la Unión Soviética por Sukhoi en los años 1970. Estaba proyectado como un competidor directo a los grandes cazas de cuarta generación estadounidenses, con un largo alcance de 3.530 kilómetros, armamento pesado, aviónica sofisticada y gran agilidad.

- América Latina: teatro de batalla de la Guerra Fría

A medida que se calentó la Guerra Fría, América Latina se convirtió en el teatro de batalla entre dos superpotencias. Por un lado en nombre de la democracia y el mercado, los Estados Unidos; por el otro de la gran revolución internacional, la Unión Soviética. El resto del mundo aguantó la respiración mientras los latinoamericanos se comían las uñas ante el incierto choque entre titanes.

La implosión de la Unión Soviética puso fin a la Guerra Fría a fines de los años ‘80. América Latina dejó de tener la importancia de antes. A los jóvenes de hoy les cuesta creer que hace poco América Latina era teatro de batallas de las grandes potencias y que estaba en el centro de las pasiones mundiales.

Ahora, la presencia extranjera no es ideológica ni geopolítica; se dedica a conquistar mercados y meter goles en el partido global, pero todavía la memoria de lo pasado sigue viva.

Las nuevas tendencias apuntan a morder un pedazo del pastel económico mediante todo tipo de artilugios: subsidios, cuotas, tratados azarosos que poca gente lee y muy rara vez el libre comercio auténtico. Por eso, algunas personas en estas tierras, inspiradas en el viejo roble de posiciones nacionalistas, mira con sospecha la presencia exterior en América Latina.

Pero averiguemos qué quieren ahora de América los estadounidenses, los chinos y los rusos.

Durante años Estados Unidos y los países de Latinoamérica promovieron un área de libre comercio de las Américas, más conocido como el ALCA para todo el continente. Pero en 2005, en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, cinco Gobiernos sudamericanos se opusieron y lograron impedirlo, entre ellos el del venezolano Hugo Chávez y el del argentino Néstor Carlos Kirchner, como explica uno de los protagonistas de la Cumbre, el ex mandatario mexicano Vicente Fox, que quería hacer aprobar el ALCA:

Y así es cómo en esa reunión yo tuve dificultades con los dos; con Chávez primordialmente porque se agarró a bombardear el acuerdo del ALCA que ya habíamos hecho en Quebec y que habíamos firmado y comprometido todos los países -incluido Venezuela-; luego que empezó -como dije- a sacar las uñas Chávez, empezó a moverse hacia esta tesis totalmente obsoleta del socialismo del siglo XXI, entonces empieza a bombardear y destrozar este acuerdo de libre comercio.
Es muy desafortunado. Yo propuse, bueno, si este cuate no quiere, vaya él; vayamos nosotros, unos 31 países, a un acuerdo porque estoy convencido de que la apertura de mercados al comercio nos traería buenos dividendos a los países”.

- Brasil-Estados Unidos

Fox no logró pues sacar adelante el ALCA. Chávez sacó provecho del sentimiento antinorteamericano visible en algunos lugares de Latinoamérica. Tras lo ocurrido en Mar del Plata, Estados Unidos dejó de lado la idea de una gran alianza hemisférica y trató de hacer alianza con algunos Gobiernos de izquierda moderada para tratar de alejarlos de la izquierda radical.

Al no haber podido convencer a los latinoamericanos de crear una zona de libre comercio hemisférica, Estados Unidos optó por negociar nuevos Tratados bilaterales. También con acuerdos como la alianza por el etanol, con Brasil, para reducir la dependencia petrolera:

Yo pienso que esta sociedad entre Estados Unidos y Brasil puede significar definitivamente a partir del día de hoy un nuevo momento en la industria automovilística del mundo, un nuevo momento en los combustibles del mundo, yo diría posiblemente un nuevo momento para la humanidad”, dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, a su par norteamericano, George W. Bush.

Inevitablemente, esta alianza ha provocado protestas de Hugo Chávez que habla de una anexión colonial. En realidad, Chávez temía que América Central y el Caribe sustituyan el petróleo venezolano por el etanol del Sur.

- Venezuela-Rusia y Argentina-China

Paralelamente, y hablando del desaparecido presidente Chávez, los rusos firmaron un Acuerdo de 3.000 millones de dólares con él para venderles armas a Venezuela que no sólo incluye submarinos, cazas, helicópteros y el transporte de cargas pesadas, sino también la construcción de una fábrica en la provincia azucarera de Maracay para producir masivamente miles de rifles AK-47:

Ante las presiones y un pretendido embargo que se nos ha querido imponer en materia técnico-militar, Rusia nos ha extendido la mano”, dijo el presidente Chávez a su par ruso, Vladimir Putin.

Y también tenemos a los chinos, que están de regreso en América Latina. En 2004 el presidente Hu Jintao realizó una visita de 12 días a la región en que ofreció 100.000 millones de dólares en inversiones y una expansión comercial sin precedentes.

Las inversiones no se han materializado plenamente, pero buena parte de la bonanza exportadora latinoamericana en años recientes se ha debido a la demanda insaciable de las materias primas sudamericanas por parte de China.

Para quien esté en la competencia china, se trata del viejo imperialismo; para otros es la oportunidad de tener un socio poderoso.

¡Qué ironía que la China comunista tenga hoy un interés básicamente capitalista en América Latina! En todo caso, el tango de las complejas y contradictorias relaciones latinoamericanas con las potencias internacionales continúa.

- Argentina-China. Acuerdos que despertaron muchas polémicas

El 4 de Febrero de 2015, la presidenta argentina Cristina Fernández firmó con su par de China, Xi Jinping, un Acuerdo denominado  "alianza estratégica integral" y 15 convenios entre ambos países. Fernández le ofreció y hasta pidió que las empresas chinas -casi todas estatales y bajo control de Xi- inviertan en minería, petróleo, potasio y litio.

Dispuesta a todo tipo de concesiones, Fernández consagró a China como el mayor aliado del país en lugar de Estados Unidos o la Unión Europea.

Para la presidenta argentina era clave -en esos momentos- que China haga ingresar fondos frescos y que esté dispuesta a prestarlos a tasa subsidiada, no como las potencias occidentales y los bancos extranjeros que por esos tiempos se negaban a dar créditos en pleno default. Así nació la citada “alianza estratégica integral”.

Entre los Acuerdos más polémicos firmados por la Administración Fernández se encuentra el de la construcción de una estación espacial de China situada en Neuquén, que podría tener un uso militar ya que la empresa estatal “Satellite Launch and Tracking Control General” (CLTC) -que se encargará del control del lugar- depende del Ejército Popular chino.

El Tratado que Cristina Fernández firmó con Pekín fue ratificado por el Congreso en Enero de 2015. El embajador chino en la Argentina reiteró en varias oportunidades que “no habrá uso militar de China en la estación espacial de Neuquén porque el proyecto es de uso pacífico para avistaje espacial”.

A la vez, la Comisión Nacional de Actividad Espacial (Conae), que es la contraparte de la Argentina en el uso del avistaje satelital, también desmintió en reiteradas ocasiones que vaya a existir un uso militar de la estación de Neuquén.

Pero tanto la letra chica del acuerdo de la Conae con CLTC como el pacto del Gobierno de Neuquén con China figuran en anexos reservados que no se hicieron públicos en el Senado.

Cuando el Tratado con China por la estación espacial se llevó al Congreso para su aprobación, los referentes de la oposición cuestionaron la iniciativa y se hicieron duras objeciones al Acuerdo al igual que lo hicieron en reserva altos mandos de las Fuerzas Armadas y varios diplomáticos extranjeros tienen sus dudas respecto del posible uso dual (militar y espacial) que se le pueda dar a la antena que China instalará dentro de 200 hectáreas en Neuquén para un proyecto que tiene una duración de 50 años con exención impositiva incluida.

- Detalles del Tratado

Los Gobiernos de Cristina Fernández y Xi Jinping firmaron en 2012 un acuerdo para la construcción de una estación espacial en Neuquén, que fue aprobado por el Congreso argentino en 2015. El Acuerdo tiene 8 artículos y varios de ellos fueron objetados desde la propia Cancillería.

La estatal china “Satellite Launch and Tracking Control General” (CLTC) se encargará del control del lugar y depende del Ejército Popular chino. Del lado argentino, la Comisión Nacional de Actividad Espacial (Conae) sólo podrá utilizar 10 % de tiempo del trabajo de la estación, es decir, “2 horas 40 minutos por día para actividades científicas y tecnológicas”.

La empresa china ocupará 200 hectáreas y se hará cargo del manejo de la estación con personal chino por 50 años.

Tanto los partidos de la oposición al kirchnerismo como altos mandos de las Fuerzas Armadas deslizaron el riesgo de que la estación tenga un uso militar hacia el futuro.

- La relación con China, en cifras

La Argentina mantiene un vínculo asimétrico con el gigante asiático. La mayoría de lo que importa la Argentina de China son bienes tecnológicos; lo que se exporta, productos primarios, provenientes del agro. 4.929 millones de dólares fue el déficit en la balanza comercial argentina en 2015 por el comercio bilateral con China.

Entre los acuerdos bilaterales firmados por Fernández con su par chino durante 2014 se destacan la construcción de dos reactores nucleares, la construcción de dos represas y la estación espacial en Neuquén.

Al referirse a la construcción de reactores nucleares, el 4 de Febrero de 2015, la presidenta Cristina Fernánez tuvo un acto fallido. Fue cuando dijo ante Xi Jinping:

"Hoy hemos disparado -sin que este término pueda ser utilizado literalmente, por favor- acuerdos muy importantes de cooperación para centrales de energía nuclear".

La referencia hacia los tiempos de la Guerra Fría -en que se usó a los países de Latinoamérica como campos de batalla de intereses extraños que le costó a la región miles de muertos- no pudo ser más inapropiado.

La Casa Rosada, ya en la Administración Macri, evalúa frenar el proyecto de construcción de las represas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic” -adjudicadas a un consorcio encabezado por Electroingeniería, la china Gezhouba Group Corporation e Hidrocuyo- y modificar algunos artículos del Tratado firmado con China referente a la construcción de la utilización de la estación espacial de Neuquén.

- La herencia amtiimperialista

Chile es uno de los pocos países que parece haber resuelto sus relaciones con Estados Unidos de un modo razonable. En otras partes -como lo explica el escritor cubano Carlos Alberto Montaner- la herencia antiimperialista hace que muchos vean a Washington con sospecha:

Yo creo que hay una suma de factores: por un lado la derecha católica dejó un sedimento antinortemaricano en la cultura latinoamericana, a lo que se agrega la prédica de fascistas primero y de comunistas después; los fascistas por antiliberales y los comunistas por anticapitalistas, y la suma de esos tres factores, más la teoría de la dependencia que es tan importante a nuestra mentalidad (es decir, nosotros estamos atrasados como consecuencia de los Estados Unidos), entonces de ahí pues tenemos una sociedad embobada que maneja ideas absurdas, que nos hace muchísimo daño”.

¿Significa esto que las relaciones serán siempre tormentosas? No necesariamente.

Eso cambiará -cree el historiador mexicano Enrique Krauze- si Estados Unidos modifica su actitud algo desdeñosa hacia los países que están al sur del río Grande:

Necesitamos un cambio histórico en Estados Unidos. Yo repito, si Estados Unidos no entiende, no revisa su historia con América Latina y no entiende el papel que tiene que jugar con respecto a esta región; si no entiende que no puede tratar a estos países con desdén, con ignorancia y mucho menos con actitudes despóticas, bueno, entonces, la mala noticia para Estados Unidos es que ese rencor crecerá y estos países seguirán volteando hacia liderazgos como Hugo Chávez, o hacia China -un nuevo poder naciente del siglo XXI- y seguirán albergando dentro de sí este antiguo y profundo rencor.
¿Cómo vencerlo? Están abiertas las posibilidades. No estoy hablando solamente de apoyos económicos gratuitos; estoy hablando de una liberalización completa del comercio, por ejemplo, y estoy hablando de una diplomacia mucho más sensible”.

Desde luego no toda la izquierda es antinorteamericana. Chile que está gobernado por la izquierda, ha superado los traumas del pasado en su relación con Estados Unidos estableciendo una relación mutuamente respetuosa, como lo explica el ex presidente de ese país, Ricardo Lagos:

Yo lo que diría es que tenemos que aprender los latinoamericanos todos a relacionarnos con Estados Unidos de una manera distinta. La forma de relacionarnos que nos quedó en la retina fue la Alianza para el Progreso -con el presidente Kennedy- que es un país que está desarrollado y que quiere ayudar al desarrollo de los otros.
Hoy día nuestras demandas con Estados Unidos tiene mucho más que ver con cómo somos capaces de generar condiciones para poder seguir creciendo más; y es cierto el que nosotros querramos mejores relaciones comerciales no significa que nuestra política exterior se subordine a intereses comerciales.
Yo sostuve eso y cuando se planteó el tema de Irak le explique al presidente Bush que somos un pais pequeño; para nosotros un mundo multilateral es fundamental. Lo que se haga dentro del Consejo de Seguridad sí; fuera del Consejo de Seguridad, no. Sin embargo, en honor a los Estados Unidos y al presidente Bush, tres meses después se suscribió el Acuerdo de Libre Comercio con Chile, y en consecuencia hemos aprendido, y hecho de menos una instancia en esta América en donde podamos tener un diálogo más fluido con Estados Unidos”.

¡Qué sorprendente y curioso que Chile, un país relativamente pequeño en América del Sur y con una relación dificil con Estados Unidos haya encontrado por fin la fórmula para entenderse con Washington sin grandes traumas! Y el tango continúa.

En última instancia como lo han demostrado las víctimas del imperialismo en otras partes del mundo la mejor forma de garantizar que los grandotes no tengan la tentación de mandonearnos es ser sanos y fuertes, tener economías sólidas, instituciones pujantes y tratar con el mundo de igual a igual, sin resentimientos ni complejos.

Gustaría creer que hoy Rodó pensaría lo mismo.

- El relato antiimperialista parece no tener fin

Desde hace tiempo, desde que Raúl Castro lo reemplazó en el poder, desde que admitió estar enfermo y no contar con la energía necesaria para estar al frente del Gobierno, Fidel Castro se comunica con el pueblo y con el mundo a través de las reflexiones que publica en el diario "Granma", órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba(11).

(11) Pese a su avanzada edad, el presidente Fidel Castro siguió personalmente al frente del Gobierno hasta el 31 de Julio de 2006, fecha en que su secretario, Carlos Valenciaga, anunció que delegaba provisionalmente su cargo en Raúl Castro, mientras se recuperaba de una intervención quirúrgica intestinal. Posteriormente, en el 2008 lo haría en forma definitiva debido a problemas de salud. El 19 de Febrero de 2008 anunció en un artículo de la revista “Granma” que no aspiraría a ser reelegido como presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe tras 49 años en el poder y a cinco días de que el Parlamento, la Asamblea del Poder Popular, eligiera la nueva cúpula del Gobierno, el día 24 de Febrero. “No aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe”, dijo en esa oportunidad. Su hermano Raúl Castro, quien lo había sustituido interinamente por sus problemas de salud, fue elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba el día 24 de Febrero de 2008, convirtiéndose así en el 23er. presidente de Cuba.

Se esperaba que Fidel hable por la visita de Barack Obama -que estuvo en Cuba el 20-21 y 22 de Marzo de 2016- de hecho desde que se conoce la noticia, la gente aguardaba su opinión. Sin embargo, recién llegó a cinco días de que el presidente de Estados Unidos abandonara la isla.

Fidel Castro afirmó en su texto que Cuba no necesita que “el imperio” le regale nada y que el pueblo de este “noble y abnegado país” no renunciará “a la gloria, los derechos y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura”.

No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta”, precisó Castro en un artículo titulado “Hermano Obama”.

El antiguo líder cubano, de 89 años en ese momento y retirado del poder en 2006, analizó en su “reflexión” el discurso que el presidente ofreció al pueblo cubano durante su visita a la isla, la primera de un mandatario estadounidense a la Cuba revolucionaria.

Somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo”, subrayó el líder de la Revolución cubana en la que es su primera reacción a la visita de Obama a Cuba.

El artículo del ex presidente, entre los conocidos como “Reflexiones de Fidel”, fechado el 27 de Marzo de 2016, ha sido divulgado días después en los medios oficiales de la isla y en él desgrana aspectos de las palabras de Obama desde el Gran Teatro de La Habana.

Sobre las declaraciones de Obama a favor de “olvidar el pasado y mirar el futuro”, Castro consideró que utilizó las “palabras más almibaradas” y afirmó que los cubanos corrieron “el riesgo de un infarto” al escuchar al presidente de EE.UU. hablar de cubanos y estadounidenses como “amigos, familia y vecinos”.

Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”, aclaró Fidel.

Según él, “un diluvio de conceptos enteramente novedosos” entraron en la mente de los cubanos que le escuchaban cuando éste afirmó que su visita a Cuba tenía el propósito de dejar atrás la Guerra Fría en las Américas y de extender una “mano de amistad” al pueblo cubano.

Castro recordó la invasión de Bahía de Cochinos, cuando en 1961 “una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país”.

Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario”, recuerda Fidel Castro sobre aquel acontecimiento que profundizó la división entre EE.UU. y la Cuba Revolucionaria.

Fidel Castro también criticó que en las declaraciones de Obama sobre el origen mestizo -tanto de Cuba como de EE.UU.- no mencionara que “la discriminación racial fue barrida por la Revolución”, que aprobó “el retiro y el salario de todos los cubanos” antes de que el presidente estadounidense “cumpliera diez años”.

La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana”, afirmó Castro, quien recordó que la solidaridad cubana también libró "esa lucha contra el racismo en Angola y otros pueblos de Africa".

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