Debates relacionados con la Fundación de Corrientes
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La fundación de la Ciudad de Corrientes y la Cruz de los Milagros versa sobre uno de los temas más controvertidos de la historia de la provincia. Se han escrito miles de páginas, de tenor diverso, encaminadas a negar o confirmar los hechos.
Los debates en el que tomaron parte los más distinguidos escritores de todos los tiempos gira, en síntesis, sobre seis puntos fundamentales:
Primero: unos afirman que antes del 3 de Abril de 1588 -fecha de la fundación, consignada en el Acta- no existía ni lugar explorado, ni ciudad delineada, ni pobladores españoles afincados en el lugar. Otros sostienen que al acto formal de la fundación precedió la venida de exploradores en busca de un lugar adecuado y de gente europea que dio lugar al poblamiento inicial.
Segundo: para los primeros, no hubo ningún hecho extraordinario que permita tener por verdadera la leyenda del Milagro de la Cruz, tradición infundada, cuya única explicación es el mito, originado en el ambiente bravío, inhóspito y en la credulidad e ignorancia de los colonizadores.
Lo prueba la ausencia de toda referencia del episodio tanto en el Acta de Fundación como en las sucesivas Actas Capitulares. Algunos admiten los ataques, rechazos y el sometimiento de los indígenas pero, posteriores a la fundación y vencidos por el hombre, por las fuerzas naturales, sin intervención divina.
Para los segundos el episodio milagroso ocurrió antes del día de la fundación, cuando Alonso de Vera y Aragón desembarcó y comenzó a poblar el lugar elegido y previamente explorado. No se consigna ni en el Acta de Fundación ni en las Actas Capitulares posteriores e inmediatas por la sencilla razón de que en esos documentos sólo debían asentarse los hechos que se realizaban en el acto, no los que acontecieron con anterioridad. Conservó el recuerdo, la tradición popular, unánime, ininterrumpida.
Tercero: los sostenedores de que únicamente es histórico lo que está asentado en el Acta no sólo descartan y niegan el poblamiento anterior y rechazan la intervención sobrenatural en el sometimiento de los indios, sino también los aditamentos -prefijos y sufijos- al único nombre de Ciudad de Vera, dado a la población para perpetuar el apellido del fundador y de su casa.
Los que disienten de esas opiniones sostienen lo contrario, o sea, que la ciudad fundada tuvo -desde el principio- las tres denominaciones que la tradición recogió, conservó e impuso en el uso oficial del Cabildo, y que Vera no responde al apellido materno del fundador sino al nombre geográfico de la región, anterior y documentado.
Cuarto: para los aferrados al contenido literal del Acta de Fundación, antes de la misma no hubo otro desembarco, ni Fuerte, ni empalizada, ni refugios levantados para defenderse de los aborígenes, ajenos, hasta ese momento, a la aparición de los conquistadores en el mismo lugar en que se levanta hoy la ciudad.
Para los que afirman que antes del acto formal de la fundación precedieron las dos etapas previas, reglamentarias, de exploración y poblamiento, sostienen que el desembarco se realizó en el Arasaty, que allí se inició el poblamiento y se levantaron los medios de defensa, para prevenir y contener la reacción natural de los dueños de la tierra.
Quinto: para los adversarios ideológicos de la intervención divina en el origen, conservación y conducción del mundo orgánico, material, el milagro es un absurdo, porque supone la derogación, la anulación, el quebrantamiento del orden natural de las leyes naturales que regulan el universo. De ahí que rechacen -de plano- el Milagro de la Cruz.
Para los que no están en esa corriente filosófica, el milagro no es la derogación, la anulación, el quebrantamiento de la ley natural, sino sólo la suspensión momentánea, circunstancial, de la misma, con un fin noble, predeterminado por la Providencia divina que gobierna el mundo. De ahí la posibilidad y factibilidad del Milagro de la Cruz.
Sexto: los que no admiten ni exploración ni poblamiento previos a la fundación afirman que la Cruz que se conserva en Corrientes es la que hizo colocar el Adelantado en el lugar señalado para plaza; o esquivan la respuesta. Los que sostienen el advenimiento previo de Alonso de Vera y Aragón, afirman que es la Cruz que plantó junto al primer Fuerte, por él construido.
- Opinión de los distintos historiadores sobre los puntos anteriores
PRIMERO: ¿Al acto formal de la fundación, precedió la reglamentaria exploración, ubicación, delineamiento y poblamiento del lugar?
Manuel Florencio Mantilla: el Adelantado fue el primero que reconoció prolijamente el lugar en el que desembarcó, no encontrando resistencia (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, pp. 12, 312 y 314). Niega la venida previa de Alonso de Vera y Aragón (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 340).
Manuel Vicente Figuerero: afirma que antes de la fundación el Adelantado mandó a Alonso de Vera y Aragón, pero no dice si llegó (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 463, con Presentación de J. Alfredo Ferreyra, Buenos Aires. Ed. Kraft. En la página 478 parece desdecirse, pues asegura que el Adelantado fue el primero en arribar.
Ramón Contreras: Alonso de Vera Aragón vino antes y desembarcó en Arasaty (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulos IV y V, Corrientes. Imp. y Tip. “El Porvenir”, 70 páginas).
Esteban Bajac: Alonso de Vera y Aragón exploró el lugar antes y proveyó a su defensa (“La Santísima Cruz de los Milagros”, pp. 129-174; “Centenario de la Columna Conmemorativa, 1828-4 de Mayo-1928)” (1929), Corrientes. Imprenta del Estado).
Angel Navea: estima que Alonso de Vera y Aragón vino antes a explorar y poblar (“La Cruz de los Milagros de Corrientes”, capítulo II).
Hernán Félix Gómez: Alonso de Vera y Aragón exploró, delineó y pobló el paraje antes del 3 de Abril de 1588, por expreso mandato del Adelantado, que sólo formalizó la fundación (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), capítulos VI, VII, etcétera, Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes).
SEGUNDO: ¿Cuándo acaeció el episodio de la Cruz: antes o después del 3 de Abril de 1588?
Manuel Florencio Mantilla: examina los relatos de José Guevara, Pedro Lozano, Alonso de Quesada y otros y concluye que si existió fue después del día de la fundación formal (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, pp. 326, 328 y 333).
Manuel Vicente Figuerero: afirma que el hecho ocurrió después del 3 de Abril de 1588 (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 480, con Presentación de J. Alfredo Ferreyra, Buenos Aires. Ed. Kraft).
Esteban Bajac: opina que fue después de la fundación (“La Santísima Cruz de los Milagros”, capítulos III, V y VI).
Angel Navea: admite que fue después (“La Cruz de los Milagros de Corrientes”, capítulos IV y VI).
Hernán Félix Gómez: para él, el primero y principal episodio aconteció antes del 3 de Abril. Sucedió cuando Alonso de Vera y Aragón inició el planeamiento, levantó la primera defensa y plantó la Cruz de urunde’y. Se repitieron, posteriormente, los ataques de los aborígenes, con los mismos efectos. Por eso, al principio, se la llamó Cruz del Milagro y, más tarde, La Cruz de los Milagros (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes).
TERCERO: ¿Cómo se llamó la ciudad y por qué?
Manuel Florencio Mantilla: se llamó como lo dice el Acta: Ciudad de Vera (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 15, Nro. 7). La ciudad se llamó así por el apellido materno del fundador (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 315, Nro. 3). Lo demás fue agregado sin fundamento.
Manuel Vicente Figuerero: se le dio el nombre de Ciudad de Vera por el apellido del fundador (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, pp. 127, 173 y 273, Buenos Aires. Ed. Kraft).
Ramón Contreras: Vera tuvo por fin honrar al fundador (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulo V, nota 4ta., Corrientes. Imp. y Tip. “El Porvenir”). Los otros fueron agregados.
Esteban Bajac: para dejar Vera “su nombre ligado a una ciudad” (“La Santísima Cruz de los Milagros”, capítulo III). Opina que el agregado San Juan fue en honor del Patrono del Adelantado. Ya figura en Actas en 1598 (“La Santísima Cruz de los Milagros”, capítulo III).
Angel Navea: no emite opinión determinada.
Hernán Félix Gómez: la ciudad se llamó Vera, no por el fundador sino por el nombre de la Provincia de Vera, como la denominó Alvar Núñez Cabeza de Vaca (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), capítulo III, Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes). Tampoco San Juan responde al Patrono del fundador; se debe al día del desembarco de Alonso de Vera y Aragón (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), capítulo III, Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes).
Gustavo Miguel Sorg: sobre el origen del nombre ya no quedan dudas que el Adelantado quiso perpetuar el apellido de su linaje en la ciudad que personalmente fundaba, por ello, deben quedar en el olvido aquellas insólitas hipótesis que pretenden atribuirles otros orígenes a su nombre (“Juan de Torres de Vera y Aragón (Nueva Historia de la Fundación de la Ciudad de Vera)” -2007-.
CUARTO: ¿En qué lugar se trazó la ciudad, dónde fue el primer desembarco y cuándo y dónde se levantó la primera defensa?
Manuel Florencio Mantilla: la ciudad se trazó donde está hoy (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, pp. 15, 17, 315 y 353). El primer desembarco, único, del Adelantado, no fue en Arasaty; se efectuó en otro sitio y el primer Fuerte lo mandó hacer el Adelantado como consta en el Acta (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, pp. 18, 340 y siguientes).
Manuel Vicente Figuerero: el desembarco se efectuó en Arasaty o Pucará y allí se delineó la ciudad (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 481). También el Fuerte defensivo (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 481).
Esteban Bajac: la ciudad estuvo siempre donde está, sin traslado (“La Santísima Cruz de los Milagros”).
Angel Navea: adhiere a la opinión de Figuerero.
Ramón Contreras: la ciudad se planteó en Arasaty (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulo V). Opina que fue trasladada al actual lugar (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulo V).
El primer desembarco se realizó en Arasaty y allí se levantó el primer Fuerte, que resulta la primera construcción (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulos IV a VI).
Hernán Félix Gómez: el primer desembarco, el trazado y poblamiento de la ciudad, hechos por Alonso de Vera y Aragón, tienen por asiento el Arasaty. Allá se levantó la primera defensa.
La ciudad primitiva no fue trasladada; fue ampliada, extendida, integrada en la actual (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), capítulo II, Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes).
QUINTO: ¿Hubo hecho extraordinario, o sea milagro, obrado por medio de la Cruz levantada frente al Fuerte?
Manuel Florencio Mantilla: lo niega terminantemente. Parte de este principio: “... la historia no admite ni puede admitir milagros, porque jamás los hubo en el mundo” (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 325).
La leyenda se debe a que conquistadores y colonizadores eran ignorantes y crédulos (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 325). Los españoles explotaron la inocencia y credulidad de los supersticiosos guaraníes (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 337). Los tres trabajos de la polémica ("La Ciudad de Vera", "La Cruz del Mlagro" y "Comprobación Histórica") están encaminados a demostrar que no hubo tal milagro.
Manuel Vicente Figuerero: admite el episodio de la tradición. No acepta el milagro. Intenta explicar el hecho por las normas de la filosofía positivista (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 481).
Ramón Contreras, Esteban Bajac y Angel Navea: admiten la intervención divina, extraordinaria, conforme con el dogma católico.
Hernán Félix Gómez: la obra entera (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes) está dedicada a comprobar el hecho milagroso.
SEXTO: ¿Cuál es la Cruz que se venera en Corrientes? ¿La que levantó Alonso de Vera y Aragón en el primer reducto o la que clavaron en el lugar destinado para plaza, el 3 de Abril de 1588?
Manuel Florencio Mantilla: de acuerdo con su tesis, de que la primera Cruz la puso Juan de Vera y Aragón, no decide. Esquiva la respuesta (“Crónica Histórica de la provincia de Corrientes” (1928), tomo I, p. 336).
Manuel Vicente Figuerero: al afirmar que Alonso de Vera y Aragón desembarcó y pobló en Arasaty, admite que el episodio de la Cruz aconteció entonces y, por consiguiente, ésa es la Cruz que se venera en Corrientes (“Lecciones de Historiografía de Corrientes” (1929), primera parte, p. 481).
Ramón Contreras: la Cruz levantada por Alonso de Vera y Aragón en el primer Fuerte es la que se conserva en Corrientes (“Recuerdos Históricos sobre la Fundación de Corrientes” (1888), capítulos IV y V).
Esteban Bajac: es la que levantó Alonso de Vera y Aragón en Arasaty (“La Santísima Cruz de los Milagros”, capítulo V).
Angel Navea: la que erigió Alonso, fuera del Fuerte por él construido (“La Cruz de los Milagros de Corrientes”, capítulo V).
Hernán Félix Gómez: la que levantó Alonso de Vera y Aragón en el primer poblamiento de Arasaty. (“La Fundación de Corrientes y la Cruz de los Milagros” (1973), capítulo XIII, Corrientes. Edición del Banco de la Provincia de Corrientes).