La Estrategia de la Represión
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- La pesadilla en marcha
La historia universal está plagada de momentos trágicos, tremendos, de situaciones tan dolorosas sufridas por pueblos y comunidades que padecieron el terror de invasiones, exterminios, con la consecuencia de pérdidas de culturas hasta -lo que es más lamentable- de vidas humanas(1).
(1) Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
“Es imposible, desgraciadamente, mencionar y analizar la totalidad de esos acontecimientos que están íntimamente ligados al terror, pero sirva como muestra algunos ejemplos: las invasiones del Imperio Romano fueron, sin dudas, terroríficas para los pueblos sometidos; el nazismo fue otro ejemplo(2).
“En América, aquél fatídico 12 de Octubre de 1492 y en el país la Conquista del Desierto llevada a cabo por el general Julio Argentino Roca que, a fuerza de sangre y balas, impuso un sistema político-económico, apropiándose de las mejores tierras productivas del país, las que se repartieron en manos de cien familias emparentadas con el poder y no mezquinando nada para derrotar y exterminar comunidades aborígenes como las de los Onas.
“Estas aberraciones que siempre se cometieron contra sectores débiles por parte de poderosos es lo que llevó a definir al general Juan Domingo Perón a que ‘la verdadera historia de la humanidad es la lucha permanente por liberarse, llevada a cabo por parte de los pueblos oprimidos contra Imperios opresores’”.
(2) Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
"Aquel 24 de Marzo de 1976 se inicia una etapa trágica de la historia argentina, en la que tres hombres (se refiere a los integrantes de la Junta Militar) se abrogaron la potestad de decidir sobre la vida, bienes y destino de los argentinos"(3).
(3) Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
En las conversaciones con sobrevivientes y militantes políticos y sociales de esa época hay una inquietud que no puede faltar y es si se esperaba tanta crueldad llevada adelante por ese nefasto proceso y las respuestas coinciden en que no, que nadie imaginaba un genocidio.
“Acá para esa época estaba un capitán de apellido Rossi, con quien tuve una buena relación. Esa mañana (23 de Marzo de 1976) me envió -con unos subalternos, conscriptos- un esquela en la que me decía que en la sede del Comando -Córdoba e Yrigoyen- se estaba informando que en la madrugada del 24 se producía el golpe.
“Era cerca del mediodía y en eso estaba Feu; anoticiado de la situación intenté localizar a las autoridades de la provincia y no encontré a nadie. No estaban ni Julio Romero ni la 'Tacta'(4).
“Al rato me entero de que estaban autoridades en el Chaco y me cruzo. Eran tipo las 6 de la tarde y me recibe quien fuera gobernador, Florencio Tenev, que en esos momentos era ministro del escribano Deolindo Felipe Bittel.
“Recién a eso de las 09:00 de la noche me comunico telefónicamente con el escribano, quien evidentemente ya sabía de los motivos por los cuales yo quería hablar con él. Me dijo que me quedara tranquilo, que acaban de recibir la confirmación del general Videla de que de ninguna manera se iba a atentar contra la democracia, a lo que le contesto que el golpe está en marcha y que incluso ya se elaboró una lista con los primeros detenidos.
“El escribano me vuelve a decir que me quede tranquilo, que en estos momentos estamos brindando con el general Videla.
“Ante esa situación vuelvo a Corrientes y me voy al diario (“época”) y veo en las teletipos las fotos en las que aparecían brindando Lorenzo Miguel, Bittel y Videla. Hasta se podían apreciar las burbujas del champán.
“Lo único que podía hacer era avisar a la mayor cantidad de compañeros para que tomen sus recaudos. Nunca imaginamos lo que se venía; ahí adentro nos pegaban con mucho odio, con mucho odio, con mucho odio. Yo fui soldado en el regimiento 9 y tuve a muchos suboficiales. Fui el mejor soldado de la clase; me entregaron el premio 'Pro Patria', que se le daba al mejor de la clase. Te pegaban con mucha crueldad"(5).
(4) Se refiere a la ministra de Bienestar Social, la doctora Emma Andrea Tacta de Romero, esposa del gobernador.
(5) Testimonio de César María “Lolo” Espíndola, entrevistado por el profesor Carlos Alberto Cassarino, el 27 de Septiembre de 2014. Espíndola es Maestro Normal egresado de la Escuela Normal “José Manuel Estrada”. Ex periodista de los diarios de la capital correntina “El Litoral” y “época”. Sobreviviente de la represión de la última dictadura cívico militar (el premio “Pro Patria” consistía en un diploma con el nombre del premiado y que -en este caso- se puede observar que está colgado en un cuadro en un lugar de la sala del entrevistado). // Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
- El Plan Operativo cívico-militar
"Con los documentos secretos que fueron apareciendo en los últimos años se logró reconstruir -en gran parte- el plan criminal y en este sentido se puede afirmar que la actividad delictiva de quienes usurparon el poder democrático en Marzo de 1976 se llevó a cabo de manera clandestina, desde la impunidad de las estructuras del Estado y con la complicidad -a veces directa y a veces con su silencio- de la Iglesia Católica y de un sector de la sociedad civil que no tuvo ni tiene ningún prejuicio en ir a golpear las puertas de los cuarteles cuando no puede lograr llegar por las urnas al Gobierno"(6).
(6) Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
Mucho antes del 24 de Marzo de 1976 las fuerzas represivas -en especial las Fuerzas Armadas- fueron construyendo la concepción del enemigo interno como génesis del terrorismo de Estado.
En ello tuvieron como doctrina la influencia francesa en la guerra de Indochina y Argelia. Los Reglamentos militares importantes para la lucha contra la subversión (como las directivas RC-8-2) -“Operaciones contra Fuerzas Irregulares”- fueron redactadas hacia 1969 gracias a las enseñanzas de asesores franceses y la actividad del Estado en la llamada “lucha contra la subversión”, que registra antecedentes desde 1974, lo que confirma la convicción de un plan gestado con anterioridad al golpe militar.
En un documento de los Montoneros en el año 1976 referían que “la contraofensiva oligárquica contra las fuerzas y el Gobierno popular se inició en Ezeiza...” (20 de Junio de 1973 en ocasión del regreso definitivo a la Argentina del general Juan Domingo Perón).
Por su parte, el escritor y periodista Horacio Verbitsky -en su libro “Ezeiza”- consigna que “la masacre de Ezeiza cierra un ciclo de la historia argentina y prefigura los años por venir. Es la gran representación del peronismo, el estallido de sus contradicciones de treinta años.
"Es también uno de los momentos estelares de una tentativa inteligente y osada para aislar a las organizaciones revolucionarias del conjunto del pueblo, pulverizar al peronismo por medio de la confusión ideológica y el terror y destruir toda forma de organización política de la clase obrera”(7).
(7) "Ezeiza contiene -en germen- el Gobierno de María Estela Martínez (“Isabel”) y José López Rega, la triple AAA, el genocidio ejercido a partir del golpe militar de 1976 y el eje militar-sindical en que el gran capital confía para el control de la Argentina". // Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
“El proyecto instaurado en 1955 mediante la penetración de los monopolios extranjeros que se apoderaron de los recursos económicos del país, desnacionalizaron industrias, compraron bancos, asfixiaron regiones enteras, no pudo consolidarse nunca en un régimen estable.
“Toda esta planificación se encuentra plasmada en directivas que contenían órdenes de batallas, instrucciones sobre las acciones de inteligencia, la detención de personas, la ocupación y clausura de edificios públicos y sindicales, el control de los grandes centros urbanos y cierre de aeropuertos, aeródromos y pistas, la vigilancia de las fronteras, el control de los servicios públicos esenciales, de los establecimientos penitenciarios y las residencias diplomáticas, así como también instrucciones relativas a la detención de los miembros del Poder Ejecutivo Nacional, la división de jurisdicciones para llevar a cabo el plan, proyectos de normativas a dictarse y programas de acción psicológicas, con el fin de asegurarse la impunidad.
“Al término de la dictadura se impusieron otras directivas, como el decreto del P.E.N. Nro. 2726, del 19 de Octubre de 1983 (del general Reynaldo Benito Bignone) donde se estableció: 'dese de baja las constancias de antecedentes relativos a la detención de las personas arrestadas a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (P.E.N.) en ejercicio de las facultades exclusivas otorgadas por el artículo 23 de la Constitución Nacional durante la vigencia del estado de sitio, que serán eliminadas por el procedimiento que en cada caso se considere más conveniente...” y el Mensaje Militar Nro. 561/1983 que "ordenó a los encargados de las zonas en que se dividió el territorio, que hubieran recibido documentación clasificada relativa a la lucha contra la subversión, proceder a la devolución inmediata para la incineración por Acta”(8).
(8) Citado por Carlos Alberto Cassarino y Arturo César Helman. “El Golpe de Estado de 1976 en Corrientes”, Serie La Memoria Nro. 2: “La Represión en la Capital”.
- El Plan: la división del país en zonas, subzonas y áreas
Hacia 1975 se dictó una legislación especial con el fin de otorgar legalidad al plan cívico- militar. Esa legislación estaba constituida, por ejemplo, por el decreto 261/75 -que autorizaba la intervención del Ejército Argentino en la provincia de Tucumán-; los decretos Nros. 2720, 2771 y 2772 que lo extendió a todo el territorio nacional y que al mismo tiempo constituían el Consejo de Seguridad interna, como órgano asesor del presidente y encargado de la planificación, conducción y coordinación de la lucha “antisubversiva”; y el Consejo de Defensa, al cual se le facultó a suscribir Convenios con las provincias a efectos de colocar bajo su control operacional al personal policial y penitenciario necesario para la lucha antisubversiva.
También se dispuso que las Fuerzas Armadas procedieran a ejecutar las operaciones militares y de seguridad necesarias a los fines de aniquilar el accionar subversivo en todo el país.
Con este marco “institucional”, en el año 1975 el Ejército Argentino dicta las directivas 211/75 y 404/75 estableciendo el “régimen orgánico funcional de inteligencia para la lucha contra la subversión” con el fin de lograr “la máxima coordinación de los diferentes sistemas de inteligencia en la lucha contra la subversión”.
El país fue dividido en cuatro zonas, correspondiéndole la jurisdicción respecto de cada una de ellas a los Cuerpos de Ejército. A Corrientes (capital) le correspondía el 2do. Cuerpo de Ejército, es decir la Zona 2, cuyo comando fue ejercido por el general Ramón Díaz Bessone (Septiembre de 1975-1976), Leopoldo Fortunato Galtieri (Octubre de 1976-1979), Luciano Jáuregui (Febrero de 1979-1980) y Juan Carlos Trimarco, desde Diciembre de 1980.
A su vez esta Zona 2 estaba dividida en 4 Subzonas (21, 22, 23 y 24). La Subzona 23 tenía jurisdicción sobre las provincias de Misiones, Chaco, Formosa y los Departamentos de la provincia de Corrientes de: Capital, San Cosme, San Luis del Palmar, Empedrado, Saladas, Bella Vista, Lavalle, Goya y Esquina.
La Jefatura de la Subzona 23 fue ejercida por Cesario Angel Cardozo (Diciembre de 1975-1976), Cristino Nicolaides (Abril de 1976-1978), Eugenio Guañabens Perelló (Enero de 1978-1980) y Ricardo Flouret (desde Enero de 1980).
En lo referente a las pautas que debían regular el accionar, el Ejercito dispuso que “los comandos y jefaturas de todos los niveles tendrán la responsabilidad directa e indelegable de la totalidad de las acciones que se ejecuten en su jurisdicción...”.
- Los responsables directos de la represión en Corrientes
En la provincia de Corrientes se efectuaron -hasta el momento- cuatro juicios por delitos de lesa humanidad registrados durante la dictadura cívico-militar... El primer juicio en Corrientes fue en 2008 por la causa conocida como “Ex Regimiento de Infantería 9”, en la cual se investigaron denuncias sobre su funcionamiento como centro clandestino de detención, la desaparición del estudiante de abogacía Rómulo Artieda y otras víctimas de torturas.
En este proceso fueron condenados a prisión perpetua el coronel (R) Rafael Julio Manuel Barreiro; a 25 años, el capitán Juan Carlos De Marchi y el coronel Horacio Losito; y a 18 años, el comandante de Gendarmería (R) Raúl Alfredo Reynoso.
El segundo juicio se realizó en 2009 en el marco de la denominada “Causa Ayala” y allí fue condenado a 25 años de prisión el ex funcionario policial de la provincia, Diego Manuel Ulibarrie, por las desapariciones de Vicente “Cacho” Ayala, Julio César Barozzi, Orlando Romero y Jorge Saravia Acuña.
En 2011 se desarrolló el tercer juicio, en la causa caratulada “Panetta, Angel Vicente s/ Denuncia”, en la que se investigaron 27 hechos en Goya: seis desapariciones (las de Elida Goyeneche de Sobko, Abel Arce, Antonio Olivo, Pantaleón Romero, José Oviedo y Pedro Morel) y 21 privaciones de la libertad y tormentos.
Fueron condenados a 25 años de prisión los ex policías Juan Antonio Obregón, Romualdo Baigorria y Luis Leónidas Lemos; el ex sargento primero Juan Ramón Alcoverro; y los ex tenientes Alberto Silveyra Escamendi y Leopoldo Cao.
El cuarto juicio que se desarrolló -durante el año 2012- tiene que ver con el arresto y desaparición del estudiante Eduardo Héctor Acosta (“El Pata”), en la Ciudad de Paso de los Libres. La sentencia del Tribunal Oral Federal, del 27 de Diciembre del 2012, impuso la pena de 16 años de reclusión a Raúl Angel Portillo, ex jefe del Destacamento de Inteligencia 123 de Paso de los Libres.
Actualmente están en instrucción sumarial varios juicios por crímenes de lesa humanidad.
Por lo pronto, finalizando el año 2014, se avanzó en la causa caratulada “Mechulán, José Emilio y Otros por Asociación Ilícita, Privación de la Libertad agravada y Homicidio”, que surgió de documentales y testimonios recogidos en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad realizado en la provincia, por el que se condenó a integrantes del grupo de tareas que operó en el Regimiento de Infantería Nro. 9 de Corrientes, que funcionó como Centro Clandestino de Detención y tortura durante la última dictadura militar.
La Justicia Federal correntina, por este caso, ordenó la detención de 19 miembros del Ejército, Fuerza Aérea, Gendarmería y las Policías -provincial y federal- imputados en crímenes de lesa humanidad.
Se libraron órdenes de detención para el segundo Comandante de la Brigada y Jefe del Estado Mayor de ese destacamento entre 1974 y el 26 de Marzo de 1976, coronel (RE) Cirys Dalmis Marcelo Feu, y para quien lo reemplazó entre el 30 de Diciembre de 1976 y el 30 de Enero de 1979, coronel (RE) Eduardo Ernesto Gómez.
Asimismo se ordenó la captura del teniente coronel (RE) Aldo Solís Neffa, por su participación como jefe de la División de Personal de la brigada entre el 19 de Diciembre de 1973 y el 29 de Marzo de 1976 y como jefe de la División Logística de dicha unidad militar entre el 9 de Febrero de 1977 y el 12 de Enero de 1978.
Se requirió la detención del mayor de infantería José Emilio Mechulán, quien fuera jefe de la División Inteligencia de la brigada entre el 3 de Enero de 1976 y finales de 1977; y del coronel (RE) Juan Carlos Ibarrola, como jefe de la División Operaciones entre el 7 de Diciembre de 1974 y Diciembre de 1976.
También fueron pedidas las detenciones del auxiliar de la División Personal de la brigada, teniente coronel (RE) Alfredo Farmache; el interventor de la Policía de Corrientes entre el 22 de Noviembre de 1976 y el 4 de Enero de 1977, general de brigada (RE) Eduardo Antonio Cardozo; el jefe de Operaciones y miembro de la Plana Mayor del Regimiento de Infantería 9, coronel (RE) Roberto Romeo Bin y, su par, el coronel (RE) Abelardo de la Vega.
Del mismo modo se solicitaron las detenciones del coronel (RE) Raúl Horacio Harsich, que fuera oficial de Inteligencia; del suboficial de Inteligencia de Gendarmería, Pedro Armando Alarcón; del oficial de Gendarmería, Abelardo Palma; de los oficiales de la Policía provincial Jorge Oscar Guastavino y Jorge Enrique Levatti; y de los comisarios de esa Fuerza identificados con los apellidos “Maidana” y “Alegre”.
También fue ordenada la captura de los miembros de la Policía Federal: “Ordóñez”, Víctor Dionisio Garimaldi y Oscar Manuel Serrano.