Corrientes, lazo de unión entre Buenos Aires y la Confederación
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Pero no debemos abandonar el tema, siempre fecundo, sin concretar la política de Juan Pujol en la era pacífica que siguió a la secesión de Buenos Aires. El gobernante correntino fue un lazo de unión entre los Organismos políticos de la Confederación y Buenos Aires.
Convencido de que los hombres de la segunda tendrían en su aislamiento mayores dificultades para la armonía definitiva de la Nación, arbitró al procedimiento político de hacer recaer en los más temperados los cargos representativos de Corrientes para que, como representantes de este pueblo, ocurrieran al Congreso de Paraná e influyeran en la solución definitiva de la Organización.
El doctor Vicente G. Quesada, que alguna vez fuera su secretario privado y redactor de la prensa oficialista, fue llevado -desde su residencia en Buenos Aires- al cargo de diputado nacional. Su acción elevada y temperante, apartada de los círculos intransigentes que formaba la intriga ministerial, sirvió eficazmente a los intereses del país.
En efecto: en Junio de 1858 se dirigía al doctor Pujol(1) a raíz de la situación difícil porque se pasaba con Buenos Aires, dándole sus vistas políticas con plena sinceridad.
(1) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 142. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Abogaba porque se dejase al juicio de la historia el Acuerdo de San Nicolás, origen de la Constitución Nacional y la sedición de Septiembre de 1852 -fuente de la Constitución de Buenos Aires- y porque se secundara a un partido político que -bajo el nombre de reformista- buscaba desde la gran ciudad la armonización de estos Códigos y la solución del problema nacional.
Presidía ese partido el doctor Nicolás A. Calvo, secundado por la inteligencia fecunda del chileno Francisco Bilbao Barquín. El doctor Pujol se había anticipado en cierto modo a la propaganda nacionalista de Quesada. Había elegido como senador por Corrientes al doctor Calvo y, al adherir a las vistas políticas de Quesada(2), hacía hincapié en la popularidad de tal elección.
(2) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo III, p. 154. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Le manifestaba que en esa designación estaba sintetizado su pensamiento, valía decir, “la integración de la República por los medios pacíficos, buscándola en la armonización de la Constitución Nacional y la de Buenos Aires, dos hechos que no podían destruirse sin agravio de las partes interesadas en la Unión”.
La elección de Calvo no fue grata a los hombres de Paraná ni a los de Buenos Aires. Los primeros la combatieron desde la prensa oficial, redactada por Alfredo Marbais du Graty que, a su vez, no era sino un eco de Salvador María del Carril; y los de Buenos Aires, impidiendo el viaje del doctor Calvo de ese punto a Paraná(3).
(3) Carta de Calvo, Agosto de 1858, en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 213. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Tuvo el doctor Calvo que dirigirse al presidente del Senado, en Paraná, reclamando el respeto de sus inmunidades que se requiriese de Buenos Aires permitiera su viaje, pero a Del Carril, a la sazón al frente del Gobierno, no le convenía(4) que Corrientes tuviese en el Congreso un atleta de la libertad y de la unión.
(4) A estar a las palabras del doctor Quesada. Su carta, en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 223. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Sin embargo, el vicepresidente de la Confederación requirió(5) nuevamente, el examen de la Constitución al Gobierno de Buenos Aires y la prensa asalariada de este último (“La Tribuna”, “El Nacional”, “Debates”, “Espada de Lavalle”, etc.) intensificaron la propaganda contraria, reclamando la guerra.
(5) El 23 de Febrero de 1858. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Cupo entonces a los hombres de Paraná explorar la opinión de las provincias y Corrientes, el 10 de Marzo de 1858, aprobaba la solicitación pacífica, “poniéndose al lado del Gobierno de la Nación” y asegurando que ése sería su puesto sagrado cualquiera que fuesen las circunstancias(6).
(6) Nota de Juan Pujol. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 73. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Envalentonado el Gobierno de Buenos Aires con la actitud pacífica de la Confederación, rechazó de plano el requerimiento, clausuró los ríos y buscó con la admisión de sus agentes ante otras naciones -como Francia- definir su nacionalismo.
El Gobierno General no podía permanecer impasible, pero reitera su petición pacífica y, consecutivamente, el 29 de Marzo de 1858(7) se dirigía a las provincias buscando la consideración del asunto para el caso probable de que Buenos Aires reiterara su actitud levantisca.
(7) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 85. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El doctor Pujol pasó la Nota o Circular al Congreso de la provincia(8), no sin declarar aprobada la actitud enérgica del Gobierno General y el Honorable Cuerpo declara que Corrientes tenía la firme y decidida resolución de secundar sin reservas la misma política tendiente a evitar la desmembración de la República(9).
(8) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 84. Editorial Kraft, Buenos Aires.
(9) El 6 de Mayo de 1858. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo VIII, p. 108. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Todo referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El asesinato del general Nazario Benavídez, en San Juan, causó profunda conmoción en la República(10). Ya no era posible dudar sobre la necesidad de concluir con el foco de las asechanzas que se encontraba en Buenos Aires, que mantenía un estado de guerra permanente, solapada, imposible de soportar.
(10) Publicada en “La Opinión”, de Corrientes, del 13 de Abril de 1858. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El pueblo y el Gobierno de la República coincidieron. En todas partes se labraron Actas firmadas por el pueblo reunido en Asambleas, que se decidía por el uso de la fuerza para la integración de Buenos Aires
Inició el movimiento; el 1 de Abril de 1859, la Ciudad de Concepción del Uruguay, siguiéndole el día 6 de Abril la de Paraná. El día 15 de Abril, el pueblo de la Ciudad de Corrientes, reunido por la tarde en la plaza “25 de Mayo”, formulaba idénticos votos y, sucesivamente se pronunciaban las demás villas y ciudades: Caá Catí, el 23 de Abril de 1859; Yaguareté Corá, Itatí, Restauración, San Luis, Mburucuyá, Empedrado y Mercedes, el 24 de Abril; Curuzú Cuatiá, el 25; Esquina, el 23; San Roque, el 20; San Cosme y la sección del Batel Abajo, el 24 de Abril; y La Cruz, el 1 de Mayo de 1859.
Contestando tácitamente al Pronunciamiento general de la República, el general Manuel Hornos invadió el territorio de la Confederación. El doctor Pujol expide, el 3 de Junio de 1859, un Manifiesto y pone sobre las armas a la provincia.
Consecutivamente comunica al Congreso Provincial -que abría su sexto período ordinario el 1 de Junio de 1859- que durante su receso el pueblo se había pronunciado por la integración de Buenos Aires. El Congreso se apresura a adherir, el 7 de Junio de 1859, al voto popular, autorizando al Poder Ejecutivo a acudir con las fuerzas de la provincia adónde fuera necesario.
El pueblo correntino y el de la República estaban en lo cierto. La provincia de Buenos Aires no había cumplido los Convenios del 20 de Diciembre de 1854 y 8 de Enero de 1855, que tenía realizados con la Confederación. Había invadido el territorio nacional -con Hornos- y había provocado el cierre de sus puertos con los de la Confederación así como el de la frontera terrestre para la correspondencia y el comercio(11).
(11) Decreto de Salvador María del Carril del 20 de Mayo de 1859. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El doctor Pujol preparó a la provincia para la guerra, organizó las milicias departamentales, que hizo inspeccionar con el Jefe de la plaza de la capital, el coronel Antonio Silva; aumentó los batallones de veteranos con que iría a contribuir la provincia, tomando personalmente la palabra en la bendición de la bandera del “Constitución”, el 19 de Junio de 1859; y, por fin, el 27 de Julio de 1859, dirige las fuerzas organizadas a Paraná.
Fuertes, en número de mil hombres, al mando del comandante Ulpiano Lotero, fueron escoltadas en su viaje por agua por el bergantín “Presidente Urquiza”, a las órdenes de Gregorio Gastaldi y, el “Congreso”, a las de Tomás Lubary.
Formaban la flota de transporte los bergantines “Corina”, “Esperia”, “La Fortuna” y “Virgen”. El 1 de Agosto de 1859 desembarcaba la expedición en Paraná, siendo recibida con entusiasmo desusado. Es que la intriga porteña aseguraba que Corrientes no contribuiría a la empresa del patriotismo, afirmación que su pueblo rectificaba, engrosando el Ejército Nacional con un batallón de infantería, una brigada de artillería, doce piezas de bronce montadas para campaña, dos mil lanzas y demás elementos y municiones(12).
(12) “La Unión Argentina”, (Corrientes), del 14 de Agosto de 1859. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Posteriormente, la división correntina pasaba Rosario, a engrosar el Ejército, caracterizándose por su disciplina, armamento y vestuario(13).
(13) El periódico “La Confederación”, de ese punto, lo comenta. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
No terminaron con ésto los sacrificios. Aún mandó Corrientes una flotilla de torpederas(14) al mando del mayor Juan Antonio Capará, con infantería de desembarco y, más luego, quinientos caballos, dos mil libras de pólvora, catorce cajones de cartuchos de fusil y carabina, con mil tiros cada uno, diez quintales de plomo y quinientas lanzas enastadas(15).
(14) Carta a Benjamín Victorica, del 27 de Agosto de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 203. Editorial Kraft, Buenos Aires.
(15) Carta a P. L. Funes, 28 de Septiembre de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 229. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Todo referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
A pesar de su decidida contribución militar, el doctor Pujol no dejó de trabajar por una solución pacífica, invocando los verdaderos intereses del país. En cartas al general Urquiza, al doctor Benjamín Victorica, secretario de Guerra de los Ejércitos de la Confederación(16), y al diputado nacional Emilio de Alvear, expresaba el doctor Pujol sus vistas al respecto.
(16) Del mes de Agosto de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 153. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Argüía que no era peligroso dejar al doctor Alsina con su hegemonía en la provincia de Buenos Aires, con tal que aceptase la Constitución; que no debía hacerse cuestión de partidos ni de hombres, porque las victorias pacíficas son más importantes y gloriosas que el triunfo de las armas; y que el presidente debía partir del convencimiento de que el pueblo de Buenos Aires no era, en su mayoría, ni reformista ni alsinista, sino nacionalista y partidario de la paz, de la justicia y del orden.
Fácil es suponer la satisfacción con que el doctor Pujol recibiera la noticia de que el ministro plenipotenciario de los Estados Unidos, Benjamín C. Yancey, ofrecía su mediación para evitar la guerra(17).
(17) Toda la importante documentación de este negociado se inserta en la obra de Benjamín Victorica. “Urquiza y Mitre” (1968), pp. 261 y sigts. Ed. Eudeba, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Pero la injerencia del prestigioso diplomático no tuvo éxito; los hombres de Buenos Aires, incurriendo en el personalismo tradicional de una política netamente regionalista, sometiendo al mediador la única proposición de que el general Urquiza renunciara a todo cargo civil y militar, condición previa a toda discusión del arreglo.
Lo absurdo de la proposición, que tal vez se hubiera producido como subsiguiente al arreglo(18), llevó al ministro Yancey a romper las negociaciones y afirmó -en los cerebros dirigentes- la necesidad absoluta, perentoria, de la guerra.
(18) Así manifiesta Victorica a Pujol. Carta del 23 de Agosto de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 181. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El propio doctor Quesada escribía a Pujol en los términos siguientes(19):
“Es necesario hacer la guerra, es preciso hacerla pronto y creo que si el presidente quiere, tiene aún bastante prestigio para garantirnos el triunfo. Es preciso que pase a Rosario, que organice su plan y que invada, que invada, que invada; que tome lo que necesite dónde y cómo pueda. La Patria, la Constitución y el porvenir lo exigen”.
(19) El 25 de Agosto de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 185. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Y en efecto, la necesidad de los procedimientos perentorios era notoria. La Confederación, avocada a la elección del segundo presidente constitucional, desarmonizaba su espíritu nacional en una lucha de influencias que únicamente el sacrificio de una guerra y las dianas de la victoria podían contener.
Así lo entendió el general Urquiza. La escuadra argentina, anclada en el Puerto de Montevideo, recibió orden de forzar el paso fortificado de Martín García, que cumplió victoriosamente, el 14 de Octubre de 1859(20).
(20) El Parte, en la obra de Benjamín Victorica. “Urquiza y Mitre” (1968), p. 289. Ed. Eudeba, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El general Urquiza, por su parte, ya en el núcleo de su Ejército acampado cerca de la frontera de Santa Fe con Buenos Aires, da la orden de marcha y el 23 de Octubre de 1859 tiene lugar la batalla de Cepeda.
No vamos a relatar esta página, que duplicó el triunfo de Caseros. El general Benjamín Virosoro(21), como en aquella oportunidad, relata en el Parte de batalla el desarrollo rápido de la acción.
(21) El Parte, en la obra de Benjamín Victorica. “Urquiza y Mitre” (1968), p. 293. Ed. Eudeba, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Y como en aquélla, las fuerzas correntinas pusieron la nota épica del valor y la bizarría de la raza. Así le expresaba a Pujol el doctor Victorica, en nombre del presidente Urquiza(22), prometiendo el envío de uno de los pendones tomados al enemigo; así lo aclamaba el doctor Pujol, en su Manifiesto congratulatorio a la división correntina, ya de vuelta a Corrientes(23); y así lo sancionaba el Congreso Provincial, al producir la ley del 30 de Noviembre de 1859 y el decreto del Poder Ejecutivo del 5 de Diciembre de 1859, en que se conferían premios a los valerosos expedicionarios(24).
(22) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 248. Editorial Kraft, Buenos Aires.
(23) 9 de Diciembre de 1859. // Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 305. Editorial Kraft, Buenos Aires.
(24) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 298. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Todo referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El general Urquiza no abusó del triunfo. Su alma abierta a las soluciones conciliatorias admite la intervención del general López, ministro del Paraguay, en carácter de mediador. Al proceder en esta forma, Urquiza buscaba el apoyo de una fuerza moral que podía, en su ausencia, presionar sobre la democracia bonaerense y hacer la obra de la unidad.
El poder de la fuerza habría dejado de influir con el fatal alejamiento del Ejército triunfante, por lo que era necesario buscar o crear estos valores morales(25) y es así cómo se conviene en el Acuerdo de la Unión, firmándoselo el 11 de Noviembre de 1859, en San José de Flores(26).
(25) Cartas de Calvo a Pujol, en el Archivo de Pujol, t. IX, p. 253; y de Pujol al general Urquiza, también citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 287. Editorial Kraft, Buenos Aires.
(26) En la obra de Benjamín Victorica. “Urquiza y Mitre” (1968), p. 317. Ed. Eudeba, Buenos Aires. // Todo referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
No pudo ella realizarse sin el sacrificio del doctor Alsina sustituyéndolo, en el Gobierno de Buenos Aires, Felipe Lavallol(27).
(27) El 8 de Noviembre de 1859 renuncia el gobernador de Buenos Aires (Alsina) y lo reemplaza Felipe Llavallol. El 11 de Noviembre de 1859 se firma el Pacto de San José de Flores. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
El de Corrientes, en homenaje al acontecimiento, dictó la ley del 26 de Noviembre de 1859(28), encomendando al Poder Ejecutivo dirigirse al general Urquiza felicitándolo “por el modo con que cumpliera, en el concepto de la provincia, el voto de los pueblos de la Confederación, obteniendo de un modo feliz y honorable la incorporación de la importante provincia de Buenos Aires a la patria común”. Suscribía la ley toda la Representación legislativa de la provincia.
(28) Citado en el Archivo de Pujol que fue publicado a principios de la década de 1910 bajo el título de: “Corrientes en la Organización Nacional” (1911), tomo IX, p. 295. Editorial Kraft, Buenos Aires. // Referenciado por Hernán Félix Gómez. “Vida Pública del Dr. Juan Pujol (Historia de la provincia de Corrientes de Marzo 1843 a Diciembre 1859)” (1920). Ed. por J. Lajouane & Cia., Buenos Aires.
Un solemne tedeum, el día 8 de Diciembre de 1859 y la declaratoria de feriado de los dos subsiguientes habilitó el homenaje del aplauso público y consagró, en la fiesta, la íntima satisfacción de un pueblo que concluía su jornada de sacrificio.
Berón de Astrada, en la hora inicial de Pago Largo, cayendo con lo más florido de su democracia bajo la lanza embravecida de la tiranía, y Pujol, cerrando el ciclo del esfuerzo -después de Cepeda- teniendo siempre en alto la bandera del ideal y de la paz frente a los abusos de la demagogia porteña; son los extremos de la línea de horizonte, en que se grabara, para enseñanza de la raza, su tradición épica y de sangre, como si la vida regular del pueblo, como la del organismo humano, no pudiera florecer en la felicidad de la existencia sin teñir de rojo las alburas de su lecho.