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Ferré, Pedro Juan

- Biografías de Pedro Ferré escritas por Jacinto Yabén, Hernán Félix Gómez y Antonio Emilio Castello

BIOGRAFIA I

Pedro Ferré nació en la Ciudad de Corrientes el 29 de Junio de 1788, siendo hijo de Juan Ferré -natural del Obispado de Gerona, en Cataluña- y de Juana Francisca Alsina, nacida en el Arzobispado de Santiago de Galicia, cuyos esponsales se habían celebrado en la Capilla de San Roque, en Buenos Aires, el 27 de Junio de 1786, ciudad donde permaneció el matrimonio hasta el nacimiento del primer hijo, época en que pasaron a Corrientes, cuna de Pedro, el segundo vástago. La madre de Ferré era hija de Juan Alsina, que llegó a Buenos Aires en el último tercio del siglo XVIII(1)(2).

(1) Alsina llegó a Buenos Aires con su esposa, 4 hijas y 4 hijos, todos solteros. // Citado por el capitán de fragata Jacinto R. Yabén. “Biografías Argentinas y Sudamericanas”.
(2) Este material fue extraido -en gran parte- de la obra del capitán de fragata Jacinto R. Yabén. “Biografías Argentinas y Sudamericanas” (1940).

Ferré cursó estudios primarios en la tradicional escuela del Convento de San Francisco, en su ciudad natal, bajo las órdenes del fraile José de la Quintana, continuando su instrucción superior valiéndose de los medios rudimentarios existentes entonces, los que alternó con el aprendizaje de constructor de barcos, que le enseñara su propio padre.

Como buen hijo no renegó del oficio de sus mayores y fue así que aprendió la carpintería de embarcaciones.

De su etapa juvenil poco se sabe; él dirá en sus “Memorias...” lo siguiente:

“No quisiera recordar la abyección en que se halla mi patria cuando después de haber sacudido el yugo del rey de España quedó uncida al de Buenos Aires y a la vez al de don José Artigas y al de don Francisco Ramírez, que cualquiera de los tres hacían desear el primero; pues la libertad y demás derechos del hombre sólo se leían en las proclamas y gacetas y se oían en los versos patrióticos, mientras tanto éramos, como nunca, despreciados, oprimidos y hechos el ludibrio de nuestros opresores”.

Como la mayoría de los jóvenes de ese entonces, perteneció al cuerpo de Guardia Urbana. Hacia 1810, al estallar el movimiento emancipador, se alistó como soldado en el Cuerpo Cívico que organizara el comandante Angel Fernández Blanco, para repeler y ofrecer resistencia a la invasión paraguaya del gobernador del Paraguay, Bernardo de Velasco y Huidobro.

Cuando Manuel Belgrano emprendió la campaña al Paraguay, más de una embarcación salió del astillero de Ferré.

En 1819 se lo nombró Capitán de la 3ra. compañía de Cívicos del 1er. batallón, que fue organizada con 130 plazas, y que conjuntamente con 46 hombres de tropa de marina era la única fuerza efectiva con que podía contar el Comandante de Armas de la actual provincia de Corrientes, que entonces dependía jurisdiccionalmente de Entre Ríos.

El 31 de Agosto de 1820 fue designado Comandante General de Marina, cargo que desempeñaba cuando el 12 de Octubre del año siguiente, en unión de los comandantes Juan José Fernández Blanco, León Esquivel, Manuel Antonio Aquino y Juan Antonio Güerí (comandante este último de Itatí), y del sargento mayor Nicolás de Atienza, derrocaron al representante del Gobierno de Entre Ríos, que era el Comandante de Armas Evaristo Carriego, depuesto el cual, los amotinados nombraron gobernador de la provincia a Juan José Fernández Blanco, quedando rotas las ligaduras con Entre Ríos.

Ferré fue, desde ese puesto, uno de los principales promotores de la insurrección que derrocó al Comandante de Armas Evaristo Carriego y permitió la autonomía de Corrientes.

La Asamblea convocada para organizar la provincia dictó el 11 de Diciembre de 1821, el Reglamento Constitucional, siendo nombrado Ferré, dos días después, miembro del Cabildo, Alcalde de segundo voto.

Alberto Rivera indica -con respecto a este período- que “para entonces, ya la personalidad de Ferré iba adquiriendo considerable respeto, pero prefiere mantenerse expectante”. Señala luego que, no obstante, “fue nombrado Alcalde de 2do. Voto hacia 1822”.

Entre las comisiones que se le ordenaron, el 20 de Septiembre de 1822 delineó al pueblo de Caá Catí y por decreto gubernamental del 8 de Mayo de 1824 le fue reconocido el grado de Capitán que ostentaba desde un lustro antes.

Durante los años de Gobierno de Fernández Blanco la situación provincial fue bastante inestable por los continuos tironeos entre los civiles y los militares. Ferré estuvo entonces en un discreto segundo plano, congraciándose con unos y otros. Finalmente, fue elegido gobernador en 1824.

“La elección de Ferré fue como una transacción entre los jefes militares y los civiles, especialmente la clase de los propietarios latifundistas y poderosos. El nuevo gobernador estaba estrechamente vinculado a los Comandantes Militares de los Departamentos cuyas necesidades conocía y buscó satisfacer. Ferré, además, era un hombre de honorables antecedentes, maestro de ribera, formado en Corrientes, dedicado a la construcción naval, de vastas relaciones, mediana ilustración, pero profundo conocedor de su pueblo y gran sentido práctico de la política”(3).

(3) Antonio Emilio Castello. "Historia de Corrientes" (1991), p. 222, Buenos Aires. Ed. Plus Ultra.

Así, el 15 de Diciembre del mismo año, 1824, se aprobaba el diploma de Ferré para diputado al Congreso General por el Departamento de Empedrado. El 24 del mismo mes y año la Legislatura dictaba una ley nombrándolo Coronel Graduado del Estado.

El día 27 de aquel mismo mes era elegido Gobernador-Intendente y Capitán General de la Provincia por un período de 3 años, en reemplazo de Fernández Blanco, hasta el 26 de Diciembre de 1827 en que, habiendo sido reelegido por un nuevo período, presentó la renuncia, que no se le aceptó en mérito a las circunstancias azarosas porque se atravesaba, debido a la guerra con el Brasil, pero con la condición expresa de que dejaría el mando inmediatamente que cesase el estado de beligerancia(4).

(4) El 27 de Diciembre de 1824, por primera vez, fue elegido Gobernador-Intendente y Capitán General de la provincia. // Citado por el capitán de fragata Jacinto R. Yabén. “Biografías Argentinas y Sudamericanas”.

Desde entonces ya se vislumbra el hombre público, progresista, que se acrecentará con su accionar en otras dos Administraciones, durante los años 1830-1833 y 1839-1842; en todos los órdenes de su esfera se desenvolverá con eficacia)(5).

(5) Luego de una buena Administración, que debió sortear diversos problemas externos e internos, en 1827 se le pide que acepte la reelección, a lo que se niega en un primer momento, aduciendo la reciente muerte de su esposa. Sin embargo, la insistencia de la Sala de Representantes lo obliga a tomar nuevamente el mando provincial, hasta 1828 que presenta su renuncia indeclinable. Durante sus Gobiernos actuó en muchos casos rodeado en la confianza de los más íntimos. Confió sucesivamente a su hermano Manuel y a su primo Rafael de Atienza la pacificación de los indios de Misiones, y envió a su tío político Bernardo Igarzábal como repreentante al Congreso de 1828. // Citado por Hernán Félix Gómez. “Historia de la provincia de Corrientes (desde la Revolución de Mayo hasta el Tratado del Cuadrilátero)”.

Durante su Administración se dio comienzo a la publicación del Registro Oficial; de los estados de las Entradas y Salidas del Tesoro provincial; se fundó el pueblo de Bella Vista; se introdujo -en 1826- la imprenta, pero recién logró la fundación de un periódico en su segundo período gubernativo; fundó el Consejo de Educación Provincial; se implantó el régimen lancasteriano de enseñanza; fundó el pueblo de Empedrado; propulsó el sistema federal de gobierno; se fomentó la industria y la agricultura; protegió los productos de la provincia; coadyuvó a la Guerra del Brasil; en 1827 se ajustó un Tratado con Buenos Aires restableciendo confianza y confraternidad; en cada villa y pueblo, cabezas de partido, se fundó una escuela de primeras letras; impulsó a las obras públicas; se firmó un Tratado de alianza con Entre Ríos y con las Misiones Orientales; etc.

El 13 de Febrero de 1825 expidió un decreto ordenando que las disposiciones oficiales se anunciaran en las esquinas donde debía fijarse el bando o edicto correspondiente, por medio del ayudante de plaza y escribano, acompañando el acto de una corta llamada de tambor.

El 25 de Abril de 1825, Ferré delegó el mando al Inspector General de Armas, Juan José Fernández Blanco, para salir a campaña contra los indios, regresando en Junio.

El 22 de Octubre de 1825 delegó el mando en el mayor Juan Felipe Gramajo y alcalde Tomás Sánchez de Cavia, obligado a salir a campaña por la invasión del jefe brasileño Bentos Manuel que, con una fuerza pequeña, había atravesado el río Uruguay.

Al aproximarse Ferré con sus fuerzas al Paso del Rosario, sobre el Miriñay, Bentos Manuel se apresuró a repasar el río, llevándose cuanto encontró en poder de los indios. Ferré regresó a Corrientes y reocupó el poder a comienzos de Noviembre de 1825.

El 13 de Mayo de 1826 se dictó una Ley provincial sobre emisión de papel moneda. En 1828 se dictó un decreto declarando obligatoria la vacunación. El 8 de Diciembre del mismo año, los jefes y oficiales correntinos, en número de 32, reunidos en el campamento de las tropas de la provincia, establecido sobre el Arroyo Grande, dieron todos su voto por la forma de Gobierno federal, contrariando así la ley nacional del 23 de Enero de 1825, que proclamaba el sistema unitario.

El 22 de Julio de 1827 la Legislatura dictó una Ley que Ferré promulgó al siguiente día, declarando que Corrientes estaba fuera del Pacto General de Asociación y separada enteramente del Congreso titulado Nacional, desconociendo, como consecuencia, obligación alguna contraída bajo el carácter nacional.

Alberto Rivera, en una síntesis de la obra gubernativa de Ferré, señala:

"En el campo educativo fundó escuelas en casi todo el territorio correntino y establecimientos de música y de dibujo. Su preocupación por la educación de la juventud fue realmente admirable. Fundó los pueblos de Bella Vista y Empedrado, delimitó otros; construyó templos y fijó los límites parroquiales.
"Atendió el problema de la tierra mediante el sistema de enfiteusis y reglamentó la venta de solares, lo cual contribuyó a organizar los establecimientos rurales. Fomentó las tareas agropecuarias y el comercio. Cuando la guerra con el Brasil contribuyó con soldados en la contienda".

En Diciembre de 1827 terminó el período normal de gobierno de Ferré, quien presentó a la Legislatura el Mensaje correspondiente a su gestión administrativa. Fue reelegido para un nuevo período pero, como queda dicho, opuso algunos reparos a su designación, hasta que el 29 de Noviembre de 1828 presentó la renuncia de su puesto, por la cesación del estado de guerra nacional, que le fue aceptada, reemplazándolo Pedro Cabral, el 25 de Diciembre de aquel año.

El 12 de Diciembre de 1827 se le había conferido en propiedad el grado de Coronel Mayor. A mediados de 1829 hubo de haber un rompimiento entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes.

A últimos del mismo año, Ferré recibió cartas de Juan Manuel de Rosas, gobernador a la sazón de Buenos Aires, invitándolo intercediese ante el gobernador de Corrientes para que nombrase un enviado a fin de negociar entre las provincias litorales un Tratado de alianza ofensiva y defensiva, que tuviese por base la seguridad de las mismas.

El gobernador Cabral estuvo de acuerdo con esto y el propio Ferré fue designado para representar a Corrientes en las negociaciones recibiendo, al mismo tiempo, la misión -de paso- de celebrar el Tratado de paz entre Corrientes y Entre Ríos.

A principios de Febrero de 1830 Ferré salió de Corrientes, llegando a Paraná, de donde continuó viaje a Buenos Aires. Llegó justamente en los días que había arribado el general Juan Facundo Quiroga, derrotado por José María Paz en Oncativo y en su "Memoria" relata Ferré una entrevista que presencia, entre Rosas y Quiroga, relato sumamente interesante, pues él puede dar la clave del triste fin del bravo "Tigre de los Llanos".

Juntos (desde Luján), Rosas y Ferré se trasladaron a San Nicolás, para encontrarse con el gobernador de Santa Fe, Estanislao López. Allí tuvieron varias entrevistas de las que surgió -nueve meses después- el famoso Tratado del 4 de Enero de 1831.

En la reunión preliminar en San Nicolás se acordó oficiar al general Paz, que mandaba en el Interior, a nombre de los cuatro gobernadores de las provincias litorales, pidiéndole explicaciones sobre su conducta política. Ferré regresó a Corrientes a dar cuenta de su gestión, que fue apoyada por el gobernador Cabral.

A últimos de Junio de 1830, Ferré debió regresar a Santa Fe para continuar las negociaciones iniciadas, pues en las anteriores entrevistas Ferré se había opuesto a la idea de derrocar al general Paz, que era la que predominaba en el círculo del gobernador Rosas.

En esta segunda estada en Santa Fe (pues en el viaje anterior Ferré se había trasladado a esta ciudad desde San Nicolás, en compañía de Estanislao López), el emisario de Corrientes no pudo ponerse de acuerdo con el gobernador santafesino, que quería conciliar sus ideas con las de Rosas, que eran diametralmente opuestas.

Ferré regresó a Corrientes y, en suma, en el primer viaje ajustó con Rosas el Tratado de alianza con Buenos Aires de fecha 23 de Marzo de 1830 y, después, el 3 de Mayo, firmó con el representante de Entre Ríos, coronel Barrenechea, el Tratado que fue preliminar al del Cuadrilátero, ajustado el 4 de Enero de 1831.

A fines de 1830 fue electo diputado al Congreso General y, reunido éste, presidente del mismo. Ferré fue el gestor, con marcadas ideas federalistas, del Pacto Federal de 1831. Es así que denunció los objetivos del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, al apoyar a su delegado Manuel de Leiva. En su contestación a Rosas le decía:

“¿Hasta cuándo la República y los amantes de su prosperidad han de estar bebiendo este cáliz amargo?¿Hasta cuándo se pretende apurar el sufrimiento de los pueblos?”, y finalizaba en forma directa:
“Preciso es, Exmo. Señor, no olvidar que llegará un día en que temblarán los ambiciosos ante la justa indignación de los pueblos”.

El 28 de Diciembre de 1830, el coronel mayor Pedro Ferré fue elegido nuevamente gobernador de Corrientes, cargo que ejerció hasta el 9 de Diciembre de 1833 -fecha en que dimitió a pesar de haber sido reelecto cuatro veces-. Fue reemplazado por el coronel Rafael León de Atienza.

En este segundo período gubernativo el general Ferré siguió la misma orientación progresista del anterior. El 17 de Febrero de 1831, desde su Cuartel General de Abalos expedía una Proclama, recomendando a los correntinos el fiel cumplimiento de la Constitución que después de 11 años de guerra, despotismo y dictadura se había dictado para garantizar la libertad de todos los habitantes de la provincia.

En este período de gobierno se publicó el primer periódico, llamado “La Verdad sin Rodeos”.

Brevemente enumeraremos las mejoras que Corrientes debe a Ferré en su segunda Administración: ocupación del territorio de las Misiones Orientales, como parte integrante de la República Argentina, y en el cual ya habían hecho sus amagos los paraguayos para ejercer soberanía; establecimientos de educación primaria en toda la campaña; organización de una “Sociedad Inspectora”, encargada de la educación de las niñas, la cual estaba formada por matronas correntinas; reedificación del templo de Goya; terminación del de Caá Catí y algunas otras iglesias en ciudades de la provincia; Casas de Aduana y resguardo en Bella Vista.

El 1 de Marzo de 1832 concurrió a Santa Fe, asistiendo a la elección y nombramiento del coronel Pascual Echagüe como gobernador de Entre Ríos. En Julio de 1832 mantuvo una polémica con el gobernador Rosas, referente a las Rentas Nacionales que, según sostenía Ferré con justicia, hasta entonces habían sido absorbidas por Buenos Aires en los 22 años transcurridos desde la emancipación, sin que las demás provincias tuviesen conocimiento ni siquiera del empleo de ellas. Por supuesto, Rosas mantuvo opiniones diametralmente opuestas a las de Ferré.

En su segunda Administración Ferré dictó, en Octubre de 1832, un decreto imponiendo una tarifa a los profesores de medicina con el fin de poner término a la arbitrariedad con que se conducían en el trabajo de curar y asistir a los enfermos.

En esta fecha Ferré expidió un Manifiesto, explicando a las demás provincias de la República su intervención para ocupar las misiones las que, desde el año 1821, estaban parcialmente ocupadas por los esbirros enviados por el Dictador Francia, del Paraguay.

Los paraguayos evacuaron el territorio al aproximarse las tropas correntinas. Es que con el fin de proteger el territorio del país, Ferré no se amilanó cuando los paraguayos invadieron la isla de Apipé, estableciendo algunas Guardias en puntos estratégicos con el objeto de poner algún freno a los invasores.

Cuando el general Paz cayó prisionero de los federales, el gobernador Ferré escribió al general Estanislao López, interesándose por la seguridad de su vida y pidiéndole se lo enviase a Corrientes donde, por estar más lejos del teatro de los sucesos, podría hallarse con más desahogo. López contestó prometiendo lo uno y lo otro, pero no cumplió nada.

Al terminar su segundo Gobierno (1833), la Legislatura le ofreció la reelección. En conceptuosa nota, Ferré rechazó la distinción y en uno de los párrafos de la misma decía:
“En un pueblo libre como el de Corrientes, será siempre un error lastimoso o acaso una ceguedad imperdonable la carencia de un hombre necesario”. Por cuatro veces insistieron en la reelección, otras tantas recibieron por respuesta una negativa.

Al terminar su mandato, el 18 de Diciembre de 1833, fue promovido a Brigadier de la provincia; Ferré aceptó el título, pero el sueldo correspondiente al cargo, que era de 1.500 pesos anuales, lo destinó para atender los Gastos de urgencia del Estado y, para siempre, en beneficio de la enseñanza pública.

Siguió su carrera pública ocupando cargos y comisiones al servicio de su provincia en varias oportunidades. El 22 de Octubre de 1834 fue designado entre los “Insaculables para nombrar los Tribunales de Alzada” y, en 1836, diputado a la Legislatura y Vicepresidente de éste el 3 de Septiembre de 1836(6).

(6) El 5 de Febrero de 1838 el Congreso General dispuso elecciones para un Congreso Constituyente, para reformar la Constitución provincial. Ferré fue elegido diputado al mismo por Caá Catí y después presidente. El 4 de Agosto se dio la Constitución.

El 22 de Marzo de 1836, el gobernador Atienza nombró a Ferré miembro de la Comisión Redactora de Ordenanzas Militares, junto con Manuel de Olazábal y Tiburcio Rolón.

Luego de la derrota de Pago Largo asumirá por tercera vez el Gobierno, etapa en la que recurrió a las armas, levantando tres "Ejércitos Libertadores" contra el poder rosista, con el fin de conseguir con la fuerza lo que no logró por las palabras.

Para ello recibió a Juan Lavalle y reclamó la sapiencia del general Paz. “Caá Guazú y Arroyo Grande jalonan con laurel y luto esta etapa de su vida”, dice Rivera, etapa que dio inicio cuando el 31 de Marzo de 1839, en Pago Largo, el gobernador de Corrientes era derrotado por el de Entre Ríos, el general Pascual Echagüe y donde el poco afortunado mandatario correntino fue sacrificado a la furia rosista.

Ferré fue elegido gobernador provisorio el 2 de Abril de 1839, pero el 5 delegaba el mando para salir a campaña. Renunció, no obstante, al cargo el 22 de Mayo de 1839, ocupándolo el coronel José Antonio Romero.

El 29 de Septiembre de 1839 Ferré recibió aviso del general Lavalle del triunfo que acababa de alcanzar en Yeruá contra el gobernador Vicente Zapata, el 22 del mismo mes, ofreciéndose coadyuvar a la libertad de Corrientes.

“Inmediatamente -dice Ferré en sus 'Memoria'- despaché avisos a todos los comandantes, haciéndoles saber que para el 6 de Octubre se daría el grito de libertad en la capital, pues ya era el tiempo oportuno para el cual me había comprometido con ellos. Los comandantes todos, sin acuerdo alguno entre sí, obraron con una actividad y patriotismo extraordinarios y en los Departamentos cuyos comandantes no me merecieron confianza se levantaron en masa los pueblos y poniendo a su cabeza ciudadanos de confianza sostuvieron su movimiento, con la circunstancia de que no hubo un Departamento que supiera si el limítrofe hacía lo mismo, lo que es una prueba clásica de la opinión general y decisión por su libertad”.

Entre estos correntinos entusiastas por la causa de la libertad, señala Ferré, especialmente sobresalió al entonces capitán Domingo Abalos, que después lució los entorchados de General de Corrientes y que fue un colaborador útil del ilustre general José María Paz.

El general Ferré fue nombrado gobernador provisorio de la provincia el 6 de Octubre y elegido en propiedad el 25 de Noviembre de 1839, cargo que ejercería sin interrupción hasta el 14 de Diciembre de 1842, en que fue derrocado a consecuencia de la batalla de Arroyo Grande, como se verá.

El 18 de Octubre de 1839 se encontró con el general Lavalle en Curuzú Cuatiá y a los 5 días ya entregaba Ferré a aquél 700 hombres de tropa organizada y, para principios de Diciembre, el denominado Ejército Libertador contaba con 3.293 plazas, lo que revela la actividad, celo y patriotismo que desplegó el gobernador de Corrientes en esta emergencia.

Aparte de estas fuerzas, Ferré dispuso la organización de un Cuerpo de Reserva en San Roque, que encargó al general Ramírez.

El 28 de Febrero de 1840, Lavalle abría la campaña con cuatro mil y pico de hombres, número que por sí indica con toda elocuencia la actividad extraordinaria que habrá hecho desplegar Ferré a sus subordinados para concentrar no sólo tan considerable cantidad de tropas, sino también los materiales de guerra y elementos imprescindibles para las mismas.

Lavalle penetró en Entre Ríos y el 10 de Abril batía, en Don Cristóbal, al gobernador Echagüe.

En aquellos días recibió Ferré noticias de la evasión del general Paz, de Buenos Aires, el que le envió un recado, noticiándole su libertad y su decisión en pro de la causa que defendía Corrientes. Ferré se apresuró a enviar al comandante de Goya, Manuel Díaz, para que se entrevistase con Paz y le ofreciese su incorporación al servicio de la provincia que gobernaba.

Entretanto, Ferré se había trasladado por agua hasta frente a La Bajada, donde previno al almirante francés que no auxiliase con sus buques el pasaje del general Lavalle con su ejército a la provincia de Buenos Aires, operación a la que se oponía Ferré por el momento, en razón de que su provincia iba a quedar completamente desamparada, creyendo, como era su deber como gobernador de Corrientes, que antes era necesario para la seguridad de Corrientes, la organización de nuevas fuerzas que permitieran a esta provincia hacer frente a las emergencias que no dejarían de presentarse desde Entre Ríos.

Sin embargo, es sabido que el general Lavalle desoyó sus ideas y decidió atravesar el Paraná, por Punta Gorda (hoy Diamante), después de haber sostenido un choque indeciso con el general Echagüe en Sauce Grande, el 16 de Julio de 1840.

La operación de cruzar el Paraná la realizó el Ejército Libertador entre los días 20 y 22 de aquel mes empleando para efectuarla, el general Lavalle, los buques de la escuadra francesa.

El pasaje del Ejército Libertador a la provincia de Buenos Aires causó intenso disgusto al gobernador Ferré, el cual supo que cuando Díaz había llegado a Las Vacas, allí se enteró de que el general Paz había pasado embarcado para Punta Gorda.

En este punto, sin embargo, Lavalle demostró en sus actos una frialdad tal al general Paz, que éste resolvió no seguir en el Ejército Libertador, como había sido su propósito, y sí dirigirse a Corrientes, accediendo a las indicaciones de los jefes correntinos que hablaron con Paz en Punta Gorda, los que le anticiparon la misión que Ferré había encomendado al comandante Díaz.

El mismo Lavalle dijo a Paz que algunos jefes de Corrientes se interesaban por su ida a aquella provincia. El general consultó al comandante Domingo Abalos, que era uno de los indicados por Lavalle, el motivo que tenía para desear su viaje a Corrientes y el interpelado le repuso:

“que era porque estaba enteramente indefenso, y que yo (dice Paz en sus Memorias), podría utilizar el patriotismo y los pocos elementos que quedaban para resistir a Echagüe, sí, como era probable, se dirigía sobre ella”.

Esta contestación, perfectamente ajustada a la verdad, da la clave de por qué el gobernador Ferré se oponía a que se marchase Lavalle con el Ejército Libertador, pues dejaba a sus espaldas a Echagüe en Entre Ríos, vencedor prácticamente y listo para invadir la provincia de Corrientes.

El 23 de Julio de 1840, Paz se hacía a la vela para Corrientes, pero Ferré le hizo avisar en los puertos de tránsito que lo esperaba en San Roque, donde se encontraron el 9 de Agosto de 1840.

Ferré nombró inmediatamente -a Paz- General en Jefe del Ejército de Reserva, con el empleo de Brigadier General. Paz era coronel mayor desde Ituzaingó y a la inversa de todos los gobernadores de las provincias, que en muchos casos, sin ser militares, se apresuraban a condecorarse con la más alta jerarquía militar, cuando fue gobernador de Córdoba descuidó este requisito personal, no obstante ser Jefe Supremo del poder militar de nueve provincias.

En San Roque, Paz sólo encontró 22 milicianos de Caá Catí y una partida que servía para escolta de Ferré, que fueron el plantel para el ejército que debía allí crear aquel soldado admirable que, por cierto, contó con la cooperación entusiasta del gobernador.

Al llegar el general Paz a Corrientes ya se había hecho sentir la acción de Echagüe sobre la provincia, pues el comandante Cabral había aparecido por la frontera con unos 150 a 200 hombres, pero el cual, al tener conocimiento de la llegada de Paz y de los jefes correntinos que lo acompañaban, no se atrevió a internarse en el Interior.

Ferré apoyó tan intensamente a Paz en su afanosa tarea de formar un ejército con tan magros elementos, que aquella fuerza aumentó sus efectivos en forma asombrosa. El 23 de Agosto de 1840, justo a las dos semanas de llegar Paz, ya contaba con 200 hombres y tres piezas de artillería.

Ferré rinde justiciero homenaje al activísimo General en Jefe del Ejército de Reserva, con la siguiente frase escrita en su "Memoria":

“No sé cómo expresar la actividad del general Paz en todos los ramos de la milicia; juzgo que con dificultad se encontrará otro igual para organizar y disciplinar un ejército y que es, según dicen, uno de los mejores generales argentinos”.

Paz levantó su campo y se situó al sur del río Corriente, donde había mejores pastos para las caballadas. Entretanto, Ferré seguía volcando hombres y armas en aquella escuela de soldados que dirigía el hábil “Manco”.

Pronto llegó a contar con más de 4.000 hombres y cuando en Septiembre de 1841 Echagüe invadió la provincia de Corrientes, el general Paz estuvo en aptitud de hacer frente al enemigo y, aún más, atacarlo y pulverizarlo completamente en la memorable jornada de Caá Guazú, el 28 de Noviembre de aquel año, acción que libró completamente de enemigos la provincia de Corrientes, primero, y la de Entre Ríos, después.

Ferré en su "Memoria", refiriéndose a la batalla de Caá Guazú, dice:

“Se dio al fin la espléndida batalla de Caa Guazú, debida a la capacidad del general Paz y al patriotismo de los correntinos, y ha sido publicada cómo merecía, por lo que no quiero ocuparme de ella sino de sus consecuencias’’.

Después del espléndido triunfo, el general Paz urgió insistentemente ante el gobernador para que se reforzasen los medios de movilidad del Ejercito, con el fin de acelerar la penetración en la provincia de Entre Ríos para destruir las fuerzas allí reunidas y, después de limpiar de enemigos ambas provincias, penetrar en la de Buenos Aires para atacar a Rosas en el centro de sus recursos y derrocarlo.

Ferré impartió órdenes para la provisión de caballadas a los Comandantes Militares de los Departamentos, pero tales órdenes se cumplieron en forma incompleta y con cierta lentitud, lo que impidió el avance de las tropas victoriosas en la provincia de Entre Ríos, en los 40 días siguientes al triunfo.

Ocupada la capital de esa provincia, el general Paz pretendió atravesar el río Paraná con el Ejército de Reserva, pues Urquiza y demás jefes federales de Entre Ríos habían evacuado la provincia.

Ferré negó la autorización para el pasaje de las fuerzas correntinas, que constituían la casi totalidad de aquel Ejército. Paz había sido elegido gobernador de Entre Ríos y el general Ferré interpretó de que este puesto político estaba en pugna con el militar que ejercía Paz -comandando las fuerzas de Corrientes- y el 13 de Marzo de 1842 el general Vicente Ramírez reemplazó a Paz en el mando de las tropas correntinas que, por orden de su gobernador, se retiraron a su provincia, quedando sólo -al vencedor de Caa Guazú- dos batallones formados con los prisioneros de esta batalla.

Este acto del gobernador Ferré produjo el distanciamiento entre ambos personajes. Paz se dirigió al este de Entre Ríos, mientras que aquél se dirigía a la capital de su provincia.

Varios argentinos, opositores al rosismo, que comprendieron lo funesto que era para su causa la desavenencia producida entre Ferré y Paz, hicieron los mayores esfuerzos para ponerlos de acuerdo y hasta se consiguió que se reanudara la correspondencia entre ambos, y que Paz concurriera a las conferencias que tuvieron lugar en la Ciudad de Paysandú, a mediados de Octubre de 1842, a las que concurrieron además de estos dos prohombres de la causa enemiga de Rosas, el presidente del Estado Oriental general Fructuoso Rivera y el ex gobernador de Santa Fe, general Juan Pablo López, los cuatro en representación de la República Oriental y de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe.

El Acuerdo de Paysandú -ajustado el 14 y 15 de Octubre de 1842- no tuvo efecto en lo referente al general Paz, porque en él se había establecido que un protocolo ulterior entre Paz y Ferré acordaría la disidencia que se había producido con referencia al comando de las fuerzas argentinas que tomarían parte en la lucha contra Rosas, aliadas a las orientales.

Rivera fue nombrado Comandante en Jefe del Ejército Unido, como se llamó al constituido por las tropas de las cuatro partes contratantes, pero Paz se apartó de la lucha por no haber podido llegar a un acuerdo con Ferré en lo relativo al mando de las fuerzas argentinas, que aquel general quería constituyesen un conjunto orgánico, con el nombre de Ejército Argentino Libertador, siendo, en cambio, el gobernador de Corrientes de opinión que el contingente de cada provincia que intervenía en la lucha concurriese independiente a incorporarse al Ejército oriental.

No aceptó Paz tampoco la propuesta de Rivera para pasar a ser Jefe del Estado Mayor del Ejército Unido. Ferré, por su parte, despachó el ejército de su provincia a la de Entre Ríos, tan pronto llegó a Corrientes de regreso de Paysandú.

El Ejército que envió Ferré a incorporarse al de Rivera -en virtud del Protocolo de Paysandú- sumaba 3.500 hombres de las tres armas, con 10 piezas de artillería. Desgraciadamente, el 6 de Diciembre de 1842, estas fuerzas, formando parte de las orientales y restantes argentinas unitarias, eran completamente derrotadas y en gran parte destruidas en la sangrienta batalla librada en las Puntas del Arroyo Grande, en la provincia de Entre Ríos, escapando a la furia de Oribe, vencedor, el propio presidente Rivera, que en la tarde del mismo día vadeó el Uruguay, pasando a su país, acompañado apenas de unos pocos hombres.

La noticia de tamaño desastre llegó a Corrientes por los dispersos de la batalla. Ferré trató de tomar algunas medidas militares, pretendiendo reunir los elementos de lucha disponibles y el batallón Guardia Republicana, que era el único que había quedado en la capital, pero todos sus esfuerzos fueron vanos en aquella emergencia, pues la desmoralización general producida por la derrota impedían un esfuerzo más al heroico pueblo de Corrientes.

Ferré, cuyo período legal de gobierno había vencido el 12 de Diciembre de 1842, comunicó este fenecimiento a la Legislatura, el día citado, pero los Representantes lo reeligieron. Ferré se excusó de aceptar el nuevo nombramiento y entonces fue designado Pedro Dionisio Cabral en su lugar.

El sucesor ocupó la silla de Gobierno el 14 de Diciembre de 1842. Hacia 1843, Ferré emigró de Corrientes radicándose en São Borja (Brasil), en donde, para sustentarse, debió apelar a su oficio de carpintero de ribera. En esa etapa de paz redactó su conocida “Memoria”, que será editada recién en 1921 por sus descendientes, verdadero libro de consulta cuando se desea estudiar la historia de Corrientes en el período 1821-1842.

Ferré emigró de su provincia natal pocos días después de dejar el gobierno: el 28 de Diciembre de 1842, después de haber pasado algunos días en la Guardia más próxima de la República del Paraguay, repasó el río Paraná y, al siguiente día, 29 de Diciembre, pisaba territorio brasileño, llegando a la Villa de San Francisco de São Borja donde recibió orden, como todos los jefes emigrados, de presentarse a la autoridad de Alegrete, lo que verificó de inmediato.

Entre estos dos puntos permaneció un tiempo hasta que -finalmente- se estableció en São Borja, donde se le reunió su familia cuando los Madariaga, que habían ocupado el poder en Corrientes, decretaron la confiscación de los bienes de los Ferré, acción que ya había tomado el Gobierno de Cabral y que los Madariaga dejaron subsistente.

Las autoridades de São Borja le encargaron, el 22 de Junio de 1845, la delineación del pueblo, entregando Ferré en esta fecha el plano con las indicaciones que estimaba convenientes para la rectificación de calles, etc.

A comienzos de 1848 regresó a su patria, donde el general Urquiza le encargará algunos trabajos. El general Ferré permaneció proscripto en el Brasil hasta el citado año de 1848, en que regresó a Corrientes, pasando de ahí a la provincia de Entre Ríos, en virtud de las garantías que le acordó el general Urquiza para su vida e intereses y puede decirse que Ferré fue el fundador del pueblo de La Paz, actualmente importante ciudad entrerriana.

Cuando en 1851 se produjo el Pronunciamiento del general Urquiza, éste encargó a Ferré la preparación del paso del Ejército Grande, por el Diamante, lo que verificó aquél, preparando los puentes flotantes con los cuales se vadeó el río Paraná el 24 de Diciembre de 1851: aquéllos eran grandes balsas destinadas al transporte de la numerosa caballada y pertrechos del ejército, dirigiendo Ferré personalmente la operación del cruce, la que se realizó con toda felicidad, como lo hace constar Sarmiento en el Boletín Nro. 3 del Ejército Grande que apareció al día siguiente del pasaje del Ejército Grande Aliado.

“Tuvo la satisfacción, dice su biógrafo y pariente Belisario Saravia, de prestar este último servicio para derrocar al Tirano, a quien tanto había combatido”.

De esta manera Ferré asistió a la derrota del régimen rosista, con el cual se había enfrentado e intentado por todos los medios hacer comprender las justas ideas del sistema federalista.

Durante la Organización Nacional fue electo diputado por Catamarca al Congreso Constituyente de 1853; presidente de la Cámara de Justicia de Santa Fe; senador nacional por aquella provincia hasta la disolución de la Confederación; luego, desde 1862 -por su provincia natal- hasta su muerte.

"Todo un justo simbolismo en esta elección, para quien había transitado la historia del país desde 1810. Numerosos servicios cumplidos acabadamente exhibe su foja de servicios", resume en un párrafo Alberto Rivera al hablar de este período de la vida de Ferré.

Así, el 14 de Diciembre de 1852 fue elegido diputado por la provincia de Catamarca al Congreso General Constituyente a reunirse en Santa Fe, al cual se incorporó el día 22, y el 24 dicha Convención eligió a Ferré miembro de la Comisión Redactora de la Constitución Nacional, la que estaba integrada por: Manuel Leiva, Juan María Gutiérrez, José Benjamín Gorostiaga y Pedro Díaz Colodrero.

El 18 de Abril de 1853, Ferré firmó el proyecto de Constitución. El 24 de Diciembre de 1852, la Convención eligió -a este último- Vicepresidente 2do. del Congreso General Constituyente y, en tal carácter, le tocó presidir las sesiones de los días 19, 21 y 25 de Enero y la histórica del 20 de Abril del 53.

Producido el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación y el subsiguiente sitio de esta capital, el Director Provisorio general Justo José de Urquiza nombró una comisión compuesta por el presidente del Congreso, doctor Facundo de Zuviría; su ministro, doctor Luis J. de la Peña; y el general Pedro Ferré, la que se denominó “Misión de Paz a Buenos Aires”.

Esta provincia, por su parte, nombró otra comisión compuesta por el general José María Paz, doctor Dalmacio Vélez Sársfield, Lorenzo Torres y Nicolás de Anchorena; ambas comisiones llegaron a ajustar el Tratado del 9 de Marzo de 1853, que el general Urquiza no ratificó.

Esta circunstancia permitió a los generales Paz y Ferré reanudar sus interrumpidas relaciones, pues existe una carta original del segundo a Paz, fechada en Buenos Aires el 19 de Marzo de 1853, en la que se lee el siguiente párrafo:

“La esperanza que tengo de realizar nuestra entrevista y abrazarnos, me hace menos sensible el no haberlo efectuado hoy mismo por motivos momentáneos”.

El 20 de Abril de 1853 el Congreso firmó solemnemente la Constitución Nacional sancionada el 1 de Mayo; el 10 de Julio de 1853 el Director Urquiza celebró -en San José de Flores- tres Tratados uniformes sobre navegación del Paraná y Uruguay, con Inglaterra, Francia y Estados Unidos.

Tales Tratados entraron al Congreso el 15 de Agosto de 1853, nombrándose una comisión para dictaminar sobre ellos y, el 8 de Septiembre, aquélla aconsejó reservar a las próximas Cámaras constitucionales su examen y aprobación.

A pesar de haberse dictado la Constitución, correspondía al Congreso designar capital interina a la Confederación; en las sesiones del 8, 9 y 12 de Septiembre de 1853 se trató el asunto de los Tratados arriba mencionados pero, en la primera de aquéllas, el doctor Zuviría se levantó para expresar que habiendo concluido su misión y terminado sus poderes, no concurriría a más actos que los que antes se habían señalado: designar la capital y recepción del presidente.

En la del 9 dijo que “ni la enfermedad ni la muerte me impedirán llenar mi deber” y en defensa de su opinión manifestó, entre otras cosas: “... Se ha hablado de deserción de su puesto. Yo no abandonaré el mío y moriré en él si es necesario, pero sin salir de la órbita de mis poderes, reducidos ya a designar capital interina, leyes a ella accesorias y recepción del presidente”.

Pero el Congreso seguía impertérrito en sus pretensiones y en la sesión del 12 de Septiembre de 1853, el general Ferré, patrióticamente, dijo:

“He pedido la palabra, señor, para manifestar al Congreso que si he estado por la afirmativa del proyecto presentado por la Comisión y desechado en la sesión anterior, ha sido por las razones que se han aducido en su apoyo, porque los poderes que he recibido de la provincia que tengo el honor de representar, no me considera con facultades para proceder de otro modo y porque así me lo dicta mi conciencia; así es que en este sentido no tomaré parte ni votaré en nada que no sea para llenar y sancionar los dos puntos pendientes, por la Constitución que hemos jurado, a menos que reciba nuevos poderes de la provincia a quien he dado cuenta de mi resolución”.

Consta que Ferré salió inmediatamente del recinto y, en ausencia de Zuviría, que estaba enfermo (quien el 29 de Agosto había sido designado ministro de Relaciones Exteriores y por cuya causa el Congreso le acordó licencia el 18 de Septiembre) se sancionó -por 11 votos contra 2- el proyecto sobre los Tratados.

La actitud de Ferré exasperó a los congresales quienes, ni con la intervención del presidente Derqui lograron que aquél volviera al recinto, declarándolo borrado del número de diputados, haciendo constar que su conducta era “anárquica, rebelde y envuelve un principio disolvente”.

El Congreso pidió un reemplazante al Gobierno de Catamarca, a quien Ferré había dado cuenta de su actitud y presentado su renuncia el 13 de Septiembre. La Comisión Electoral catamarqueña, por Nota del 22 de Noviembre, expresó al gobernador Segura su desagrado por la actitud del Congreso y pedía que se solicitase a éste reconsideración de la misma.

En las elecciones volvió a elegir al mismo general Ferré, causa por la cual Segura decía al P. E. N.:

“Se revela de parte del Sr. Ferré una conciencia, no refractaria o anticonstitucional, sino de una estricta delicadeza”.

Aquél no llegó a incorporarse de nuevo al Congreso porque sobrevino la clausura de la Convención, el 7 de Marzo de 1854, y después la disolución del Congreso.

El 24 de Diciembre de 1853, el Gobierno de Santa Fe nombró a Ferré para dirigir la construcción de buques; el 26 de Enero de 1854, el mismo poder lo designó para integrar la “comisión para reconocer el lugar más aparente para la construcción de un puente sobre el río Salado”; el 20 de Febrero de 1854, en el escrutinio del Congreso constituyente para la primera presidencia constitucional de la República, Ferré obtuvo un voto, así como también otro para la vicepresidencia; en el mismo año fue elegido Senador al Congreso Federal, simultáneamente por las tres provincias de: Catamarca, Corrientes y Santa Fe, honor que comparte únicamente con el doctor Facundo Zuviría, de haber sido designado para tan alto puesto en forma triple en nuestra historia política.

* El 2 de Noviembre de 1854 fue nombrado “Miembro de la Comisión de Negocios Constitucionales y Legislación”;
* el 14 de Diciembre del mismo año es designado Inspector de las Aduanas Fluviales de la Nación;
* el 31 de Mayo de 1855 el Senado, en su sesión del día, prestó acuerdo al Mensaje del P. E. del 11 de Marzo de igual año, para ascender a Ferré a Brigadier General (correspondióle el honor de ser el segundo de los generales argentinos después de promulgada la Constitución);
* el 15 de Mayo de 1856, Vicepresidente provisorio del Senado Nacional;
* el 14 de Octubre del mismo año,“Miembro de la Comisión Tasadora del Terreno de la Iglesia de Paraná”;
* el 7 de Diciembre de 1856 la firma "Rams y Rubert", de Buenos Aires, lo encargó para dirigir la expedición del río Salado;
* el 1 de Mayo de 1859 fue elegido Vicepresidente provisorio del Senado Federal; el 17 del mismo mes, es nombrado “Miembro de la Comisión de Tasadora de los buques de la Armada Nacional”;
* el 19 de Noviembre de 1860, el Gobierno de Santa Fe lo nombró ministro de Gobierno, que sólo ejerció hasta comienzos del mes siguiente;
* el 6 de Mayo de 1861, el Senado lo designó en la Comisión de Guerra y Marina;
* el 1 de Marzo de 1862, miembro de la Excma. Cámara de Justicia de Santa Fe y, enseguida, ejerció la presidencia de la misma;
* el 12 de Julio de 1862, Mitre lo nombró Comisionado Nacional para recibir las Aduanas de Corrientes; el 22 del mismo mes y año se incorporaba al Congreso Nacional como Senador por Corrientes;
* el 22 de Diciembre de 1862, el Gobierno de Santa Fe lo nombró miembro de la Comisión de Límites y Posesiones de dicha provincia;
* el 4 de Enero de 1863 fue elegido convencional por la misma para la reforma de la Constitución; y el día 21 del mismo mes, Vicepresidente de la Convención Constituyente (siendo presidente el doctor Mariano Fragueiro), dictándose la Constitución el 12 de Febrero de igual año;
* el 7 de Mayo de 1863, el Senado Nacional lo nombró miembro de la Comisión de Guerra y Marina;
* el 7 de Enero de 1864, el P. E. N. lo designó Comisionado Nacional para ajustar un Tratado con los indígenas del Chaco;
* el 3 de Mayo de 1864 fue elegido Presidente provisorio del Senado Nacional; en igual año, Corrientes lo eligió constituyente para la Convención encargada de dictar la nueva Constitución provincial (nombrado por la Capital y Departamento de Lomas).
Ferré se incorporó a la Convención el 19 de Abril de 1864, pero el 30 del mismo mes se aceptó su renuncia, en razón de tener que incorporarse al Senado Nacional.
* En 1865 levantó una carta geográfica de una parte del Río de la Plata y una sección de la provincia brasileña de Río Grande; y en el mismo año, al estallar la Guerra del Paraguay, ofreció su concurso incondicional al general Bartolomé Mitre quien lo agradeció en forma altamente elogiosa para Ferré, por carta del 22 de Abril de aquel año.

Pero como si fueran pocos, al producirse en 1865 la invasión a Corrientes, ofreció sus servicios al general Mitre y en una parte de su Nota escribió:

“Para mí, Señor Presidente, ese deber es doble, como hijo de la heroica provincia agredida y como General de la Nación, y vengo ante V. E. a rogarle quiera señalarme un puesto de honor al lado de los defensores del honor de la gloria de la Nación. Por humilde que sea lo aceptaré gustoso, y nada importan mis setenta y seis años, pues el amor a la patria me dá la suficiente energía para soportar complacido las penalidades de una o más campañas”, ejemplo de civismo, al que Mitre agradeció en una elogiosa misiva.

Si bien no fue a la guerra, ésta le arrebató una parte importante de su vida: su hijo José murió en el combate de Paso de Cuevas el 12 de Agosto de 1865; en carta al coronel Murature, sobreponiéndose al dolor de la pérdida, le decía:

“Si hoy tuviese otro hijo con que reemplazarle, haría un esfuerzo, para que fuese a imitar al que acabo de perder”.

Este benemérito correntino “vocero no acallado de nuestro federalismo” falleció en Enero de 1867.

Hombre “que había sido como un nexo entre los años de la colonia y los de la Patria grande, por él presentida y a cuya consecución había puesto sus mejores energías y sus más nobles pensamientos”.

El general Pedro Ferré falleció en su residencia de Belgrano (actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires), a las 23:00 del 21 de Enero de 1867.

El general Ferré casó en primeras nupcias con María de los Angeles Bargas. Habiendo enviudado, contrajo segundo matrimonio con Trinidad Mantilla, hija de Manuel Florencio Mantilla y de Dolores Fernández Blanco.

Viudo por segunda vez, contrajo terceras nupcias con Bárbara Igarzábal, hija de Pedro de Igarzábal Sarmiento -natural de Córdoba- y de Martina Nieto.

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BIOGRAFIA II

Fue uno de los políticos correntinos de acción más destacada, cuya personalidad llena la historia provincial desde 1820 a la organización del país(7).

(7) Citado por Hernán Félix Gómez. “La Ciudad de Corrientes” (1944).

Nacido en Corrientes en 1780, fue un autodidacta. Se dedicó a la industria, organizando un astillero, donde construían y reparaban barcos de la navegación del Paraná.

De esas actividades lo apartaron los sucesos políticos. La provincia, organizada en 1814, había sido conquistada por el general Francisco Ramírez, después de los Tratados del Pilar, quien, con ella, Misiones y Entre Ríos organizó la República Entrerriana.

Fallecido aquel caudillo, las provincias dominadas buscaron volver a su ser político. Ferré estuvo entre los hombres de Corrientes que prepararon el movimiento popular de autonomía del 12 de Octubre de 1821, que estableció de nuevo la provincia, organizando sus instituciones.

El 25 de Diciembre de 1824 fue electo gobernador iniciando un período que se caracterizó por la fundación de pueblos, la construcción de edificios públicos, la defensa de la economía provincial, la organización del ejército y el principismo federal de su política.

A Ferré correspondió la iniciación del régimen de pactos interprovinciales, que llevaron a la Liga del Litoral. Fue el negociador de sus Tratados preparatorios y, luego, en la Asamblea de Santa Fe (1830), que la preparó, el defensor de las provincias víctimas del monopolio de Buenos Aires y de sus imposiciones aduaneras.

Estos puntos de vista lo hicieron renunciar al mandato, conviniéndose el Tratado del 4 de Enero de 1831, entre Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, sin la presencia de Corrientes.
En Diciembre de 1830 volvió a la gobernación de la provincia, cuyos prestigios defendió, adhiriendo a la Liga del Litoral para equilibrar el poder de Buenos Aires y organizar el país, aprovechando de la disolución de la Liga del Interior, de sentido unitario.

Pero sus propósitos no se cumplieron. Juan Manuel de Rosas iniciaba su polítíca absorbente, preparando la dictadura.

No estuvo con Berón de Astrada, en 1838, por entender inoportuna la acción militar, pero luego de vencida en Pago Largo la provincia, tomó la bandera de aquel mártir.

El Pronunciamiento del 6 de Octubre de 1839 lo exaltó al P. E., iniciando la acción militar y política contra Rosas.

Armó dos "Ejércitos Libertadores", que puso a las órdenes de los generales Lavalle y Paz, olvidando que estos ilustres conductores eran unitarios y que, llamados a organizar el país, después de triunfar, no habrían de responder a sus principios federales.

Bajo el comando de Paz se obtuvo la victoria de Caá Guazú, pero todo el esfuerzo hecho se perdió en la derrota de Arroyo Grande (1842).

Emigró al Brasil y, a su regreso (1851), ingresó en el Ejército libertador del general Urquiza. Fue constituyente por Catamarca (1854) ante el Congreso reunido en Santa Fe, siendo electo Senador Nacional.

Ocupó la presidencia de la Cámara de Justicia de Santa Fe y, luego de Pavón, nuevamente Senador Nacional (1862), en el desempeño de cuyo cargo acaeció su muerte, el 24 de Enero de 1862, en Buenos Aires.

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BIOGRAFIA III

No vamos a caer en la ligereza de afirmar que fue un prócer impoluto -en última instancia quién lo es totalmente- y que no ha sido discutido por sus contemporáneos, pues lo fue como todos lo que tienen convicciones firmes y están dispuestos a luchar por ellas aunque se queden solos en la patriada, pero consideramos que fue la máxima figura de la historia correntina del siglo XIX(8).

(8) Citado por Antonio Emilio Castello. “Historia Ilustrada de la provincia de Corrientes” (1999).

Nació en Corrientes el 29 de Junio de 1788 y fue hijo de Juan Ferré y Juana Francisca Alsina. Estudió en la escuela del Convento de San Francisco y, al mismo tiempo, aprendió el oficio de carpintero naval.

En 1810 ingresó como cadete al Cuerpo Cívico, organizado por el comandante Angel Fernández Blanco, siendo promovido a Comandante General de Marina el 31 de Agosto de 1820.

El 11 de Diciembre de 1821 fue designado Alcalde de primer voto del Cabildo. En 1822 proyectó el pueblo de Caá Catí. En 1824 fue elegido diputado al Congreso General por el Departamento de Empedrado y el 27 de Diciembre del mismo año fue electo gobernador de la provincia. Por ese entonces tenía el grado de Coronel.

Al concluir su mandato, luego de haber sido reelecto, fue elegido diputado en 1828 cuando abandonó aquel cargo.

El 17 de Diciembre de 1830 fue electo nuevamente gobernador. Cuando concluyó su mandato, el 18 de Diciembre de 1833, fue promovido al grado de Brigadier. Del 2 al 5 de Abril de 1839 fue gobernador provisorio, luego del desastre de Pago Largo.

El 6 de Octubre de ese mismo año, después de un movimiento incruento contra el gobernador José Antonio Romero -impuesto por el gobernador entrerriano Pascual Echagüe- asumió nuevamente el Gobierno de la provincia.

Como consecuencia de la derrota en la batalla de Arroyo Grande, sufrida por el general oriental Fructuoso Rivera -al frente de las fuerzas aliadas- no aceptó la reelección en Diciembre de 1842 y emigró a territorio brasileño a fines de ese mes. Se estableció en la localidad de San Borja y allí, a pedido de las autoridades, hizo un nuevo plano del pueblo.

Mientras tanto el Gobierno de Corrientes, a cargo del gobernador Joaquín Madariaga -que había recuperado la provincia para los enemigos de Rosas- decretó la confiscación de sus bienes y la prohibición de su regreso a la provincia.

En 1848, autorizado por Urquiza que tuvo, a su vez, la autorización de Rosas, regresó al país, pero se estableció en la localidad entrerriana de La Paz. Fue el constructor de gran cantidad de embarcaciones para que pasara el río Paraná el Ejército Grande de Urquiza.

El 14 de Diciembre de 1852, por influencia de Urquiza, fue electo diputado por Catamarca al Congreso General Constituyente reunido en Santa Fe, del cual fue Vicepresidente Segundo, miembro de la Comisión Redactora de la Constitución y presidente en la histórica sesión del 20 de Abril de 1853.

Posteriormente desempeñó importantes cargos como Senador Nacional por su provincia natal. Fue presidente de la Cámara de Justicia de Santa Fe y, en 1855, se le reconoció el grado de General de la Confederación Argentina, porque el de Brigadier General anterior era de la provincia de Corrientes.

Y este hombre, que donó sueldos a su provincia para fomentar la educación de su pueblo, murió en la mayor pobreza en la Ciudad de Buenos Aires, el 21 de Enero de 1867.

Contrajo matrimonio en tres oportunidades. En primeras nupcias con María de los Angeles Bargas; en segundas con Trinidad Mantilla; y en terceras nupcias con Bárbara Ygarzábal.

Tuvo un solo hijo que sobrevivió, José, pero que murió antes que él. Nació en 1850 en Corrientes y a la muy temprana edad de 15 años intenvino en la guerra contra el Paraguay a bordo del barco “Guardia Nacional”.

A poco de comenzar las acciones bélicas, el 12 de Agosto de 1865, en el combate de Paso de las Cuevas, halló la muerte. A raíz de esto tenemos un magnífico ejemplo de patriotismo y estoicismo de Pedro Ferré en la carta que dirigió al coronel Murature el 16 de Septiembre de 1865:

“Con la conformidad con que he sufrido siempre mis desgracias, me he impuesto de la funesta noticia de la muerte de mi querido hijo José, en el combate de Paso de las Cuevas, el 12 del corriente.
“Ha muerto llenando un sagrado deber, y si hoy tuviese otro hijo con que reemplazarle, haría un esfuerzo para que fuese a imitar al que acabo de perder”.

De madera de urunday estaba hecho este prócer injustamente relegado de los panteones nacionales. El enfoque centralizado de la historia argentina ha sido el principal responsable de esta atrofia historiográfica.

Ver:

Biografía de Pedro Ferré escrita por José María Rosa

Biografía de Pedro Ferré escrita por Manuel Florencio Mantilla

Genealogía de Pedro Juan Ferré

Incertidumbres para establecer el lugar y fecha de nacimiento de Pedro Ferré

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