Expectante vigilia en Corrientes por la suerte del Gobierno Nacional
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Mientras el país asistía a los hechos relacionados con la salud del Primer Mandatario, la provincia de Corrientes mantenía expectante la vigilia por el desenlace que ello pudiera tener en el futuro de su propio Gobierno. La vuelta de Roberto M. Ortiz o la continuidad de Ramón S. Castillo eran las dos incógnitas y de la suerte de una de ellas podría depender también el destino de la provincia.
Los mismos problemas de siempre seguían acuciando su marcha cansina: el pago de los haberes de los docentes, que comenzaba a atrasarse nuevamente; las economías decretadas que irían trayendo la secuela de cesantías; los proyectos del Gobierno de incrementar impuestos y el rechazo de las fuerzas vivas; la situación financiera y económica que necesariamente debía solucionarse con el apoyo del Gobierno Federal y de los contribuyentes; las denuncias sobre bonos presuntamente falsos; las permanentes denuncias sobre cuatrerías y delincuencia, especialmente en el Interior; la situación de la ganadería motivando urgentes gestiones de la Sociedad Correntina de Hacendados ante la Corporación Argentina de Productores de Carne y organismos oficiales, eran el marco en el que se movía -por una parte- la actividad gubernativa, que determinaron la necesidad del traslado del gobernador y su ministro a la Ciudad de Buenos Aires en busca de soluciones.
En ese mismo escenario se destacaba como eficiente la gestión comunal que llevaba adelante Elías Abad, cuyo óptimo resultado del ejercicio financiero demostraba la correcta administración de los caudales públicos de la ciudad capital, que se modernizaba con interesantes iniciativas como la del nuevo Mercado Municipal y la pavimentación de la importante Avenida Tres de Abril.
Por otro lado, se estudiaba la reapertura de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y se hacían gestiones para que la línea aérea Buenos Aires - Asunción del Paraguay hiciera escala en la Ciudad de Corrientes y lograr el traspaso del Ferrocarril Económico al Estado Nacional para lograr un más eficiente servicio.
El Gobierno reclamó a las autoridades nacionales el reintegro de una suma cercana a los dos millones de pesos, correspondiente a gastos realizados fuera de presupuesto por las Intervenciones Federales presididas por los doctores Gilberto Míguez y Atilio Dell’Oro Maini, de acuerdo a disposiciones constitucionales y precedentes conocidos.
Se confirmó a la mayor parte de los comisarios departamentales, verdaderos jefes políticos de su zona y el diario “La Prensa” ironizaba al respecto en un editorial que titulaba: “Comisarios y Vigilantes, Firmes en sus Puestos”, señalando que en Corrientes los únicos miembros del personal gubernativo y administrativo que se mantenían firmes en sus puestos eran los mencionados. Los demás -terminaba diciendo- disfrutan de vacaciones(1).
(1) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 11 y 14 de Enero de 1941. Los comisarios actuantes en los Departamentos eran: Bella Vista, Hugo Reboratti; Sauce, Félix Correa; Paso de los Libres, Juan L. Sanabria; Lavalle, Armando Dolores Martínez; Puerto Lavalle, Pedro Medina; Itatí, Antonio Suave; Saladas, Gabriel Ledesma; Curuzú Cuatiá, Leoncio Vallejos; San Miguel, José A. Boffil; Alvear, Ernesto R. Meyer; Yapeyú, Francisco Dejeanne; La Cruz, Juan Pacheco; General Paz, Elpidio Escobar; Mercedes, Juan Fidencio Miño; Ituzaingó, L. Ramón Galarza; Empedrado, Raúl Billordo; Goya, Santiago Vallejos Cabral (diputado provincial designado en comisión, con permiso de la Cámara respectiva); San Roque, Juan Olivieri; Monte Caseros, José Roselli; Santo Tomé, Juan José Rivero; San Luis del Palmar, Eleodoro Melgarejo; Mburucuyá, Casimiro Moreyra; Esquina, Julio Cafferata Soto; Concepción, Leandro Valenzuela; San Cosme, Juan V. Varela; Santa Ana, Zenón Toledo; Paso de la Patria, Francisco Colavita; Berón de Astrada, Andrés N. Zamudio. En la Jefatura de Policía eran designados inspectores de zona, Luis R. Vanasco y Pedro F. Maciel; inspectores Pedro Chiappe, Emigdio Gutiérrez, Pedro Sualet, Evaristo Ezcurra, Benigno Hidalgo y Juan Ramón Ojeda; subinspectores Enrique Hanson, Justo Insaurralde, Antonio Monticheli, Eugenio Mancini, Francisco Silva, Paulino G. Ledesma y Luis C. Romero; inspectores auxiliares: Juan Carlos Resoagli, Ricardo Farizano, Ciriaco Escalante, Manuel Benítez y Salvador Sánchez Negrette. Más adelante fueron nombrados, en Empedrado, Jovino Torres; en Lavalle, Nicolás Florentino Morales; en Berón de Astrada, Juan Case; en Goya, Rodolfo Fernández y, luego, a Oriel Echavarría; y, en Mburucuyá, al teniente de reserva Ismael J. Luque. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
El P. E. designó como subsecretario de Gobierno a Mario Avalos Billinghurst; como juez del Crimen y fiscal de la circunscripción judicial de Goya, a los doctores Roberto López Alvarado y Antonio Arrúe; presidente de la Caja de Jubilaciones y Pensiones a Dionisio Sánchez; confirmaba por un nuevo período a Evaristo Carriego en el Consejo Superior de Educación y a los doctores Luis Socías Dalmau y José Berti López, como vocales de ese organismo y, como presidente del Superior Tribunal de Justicia, para el año 1942, al doctor Carlos A. Lotero Silgueyra.
Y mientras se realizaba una importante obra caminera en el Interior, con apoyo federal, en el trayecto entre las localidades de Concepción y San Miguel era asaltada y desvalijada -como en los tiempos del “far west”- una diligencia que transportaba pasajeros y la valija postal(2).
(2) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 25 de Abril; 8 de Agosto; 4 de Octubre; y 7 de Diciembre de 1941. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
- La actividad política
Un nuevo factor de preocupación oficial generaba la creación de entidades que, más allá de su actividad pura y específicamente político-electoral, trascendían hacia aspectos que en ese tiempo conmovían a la opinión pública.
Partidarios del Eje -por un lado- con fuertes apoyos de entidades nacionalistas y partidarios de la causa de los Aliados, por el otro, que se nucleaban en una entidad llamada “Acción Argentina”(3).
(3) Félix Luna. “Ortiz (Reportaje a la Argentina Opulenta)” (1978), p. 249. Ed. Sudamericana, Buenos Aires. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
Esta realizó una asamblea bajo la advocación de San Martín, integrándose con personalidades conocidas de la época, designándose presidente al doctor Julio A. Noble y, como vicepresidentes, a Américo Ghioldi, Mauricio Yadarola, José Aguirre Cámara, Rafael I. Vidal y Alicia Moreau de Justo. Figuraban, además, como presidentes honorarios, Marcelo T. de Alvear, Adolfo Bioy, José M. Cantilo, Ramón Cárcano, Bernardo Houssay, Carlos Saavedra Lamas, Ángel Sánchez Elía y Nicolás Repetto.
En la oportunidad recibieron la adhesión del presidente, doctor Roberto Marcelino Ortiz; del vicepresidente en ejercicio, doctor Ramón S. Castillo; y del ex presidente de la nación, general Agustin P. Justo(4).
(4) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 23 y 24 de Mayo de 1941. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
Una verdadera constelación de figuras expectables de la época, señalándose a este movimiento como el antecedente inmediato de la constitución de la “Unión Democrática” que participaría de los comicios de 1946.
En la provincia de Corrientes se organizó una Asociación Democrática de la Juventud de Corrientes que realizó en la plaza “Juan Bautista Cabral” un gran acto público para dar a conocer el plan de acción que realizaría el Primer Congreso Nacional de la Juventud, buscando el apoyo de otras entidades. Hicieron uso de la palabra -en aquella oportunidad- los doctores Carlos V. Gallino Yanzi y Juan B. Sanserri y J. Aníbal Dávila, Domingo Fernández Capurro y José M. Irigoyen.
El partido Liberal se mantenía activo y para los primeros meses del año se anunciaba que estaba totalmente reorganizado en los departamentos del Interior y había elegido nuevas autoridades en el influyente comité de la capital(5).
(5) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 13 y 27 de Febrero de 1941. Las nuevas autoridades del comité de la capital estaban presididas por el doctor Armando Meabe, acompañándolo como vicepresidentes Jorge Isaac Rivera y Pablo Manchiamello; secretario, Fernando Catterino y prosecretario, Raúl Requena; tesorero, el doctor Francisco M. Velar y protesorero, Juan Echavarría; y como vocales, los doctores Ernesto R. Meabe, Juan J. Ortiz, Augusto Millán, Justo Alvarez Hayes, Mariano Gómez, Francisco F. Contte, Raúl Balbastro, C. R. Mohando y Maximino Carbó y el ingeniero Alfredo Serantes, Virgilio P. Ciolli, Eulogio Cruz Cabral, Carlos Fava, Ricardo Velar, Julián Montiel, Epifanio Sánchez, Antonio Rueda, Vicente Sotelo, José F. Leyes y Juan Andrés Avila Poletti. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
La convención general -reunida en el mes de Marzo para renovar autoridades- se inició bajo la presidencia del doctor Ernesto R. Meabe quien dio cuenta de la gestión realizada por el comité ejecutivo, señalando que se mantenían las circunstancias de faltas de garantías reiteradamente comprobadas, que habían determinado la abstención del partido en los diversos actos electorales realizados en la provincia, medidas de excepción tomadas en situaciones como las que se vivían, agravadas por el silencio observado por el poder federal ante los atropellos y las reclamaciones insistentes de la oposición a través de la prensa autorizada.
Afirmaba que el partido había debido contrariar su tradición de no desertar del comicio, pero lo había hecho en el propósito de ejercitar su influencia y seguir actuando por otros medios a su alcance. Consideraba que el Gobierno Provincial había logrado su objetivo de impedir la representación opositora en el Congreso, en la Legislatura y en las municipalidades a través de procedimientos a que apelan los Gobiernos arbitrarios y prepotentes, a los que consideraba armas de doble filo, pues en el afán de manejar discrecionalmente la función de gobierno, se fomentaba y difundía el relajamiento de la Administración Pública y de los grupos que usufructúan el poder.
Ello estaba ocurriendo en Corrientes -decía- en que aquellos grupos se estaban desarticulando irremediablemente y habrían de producir a breve término la caída del régimen que con tremenda injusticia estaba soportando la provincia.
Aprobado su informe, se rindió homenaje al doctor Leopoldo Sosa -recientemente fallecido- y se eligió a las autoridades que conformarían el comité ejecutivo de la agrupación, reeligiéndose al doctor Meabe. Finalmente, y por unanimidad, aprobó una resolución por la que se decidía mantener la abstención del partido en los comicios, mientras se mantuviera la situación denunciada(6).
(6) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 2 y 12 de Marzo de 1941. Acompañaron al doctor Ernesto R. Meabe, como vocales: los doctores F. Benigno Martínez, Eduardo Bruchou, Armando Meabe, Augusto Millán, Justo Alvarez Hayes, Raimundo R. Meabe, José A. Contte, Juan J. Ortiz, Mariano Gómez, Francisco F. Contte, ingeniero Alfredo S. Serantes y Erasmo Martínez, Eliseo A. Paiva y Bernabé Marambio Ballesteros. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
En lo que respecta al radicalismo del comité nacional, había resuelto -en su convención del año anterior- la abstención electoral, pero facultando al comité central de la provincia para resolver la actitud a adoptar frente a los próximos comicios. El Comité Nacional, por su lado, recomendaba al bloque de diputados nacionales que consideraran su posición de intransigencia, hasta que fueran resueltos los problema políticos originados con las elecciones de Santa Fe y Mendoza.
Los representantes radicales analizaron la sugerencia y, en votación dividida, la aceptaron, señalando que en las circunstancias que se vivían, cuando los extremismos de derecha y de izquierda polarizaban su ataque contra los principios democráticos, correspondía a los legisladores que defendían tales conceptos la grave responsabilidad de velar por el prestigio de las instituciones representativas, como también asegurar la eficiencia de su acción tuteladora de los intereses colectivos y preservar sus prerrogativas constitucionales.
El sector minoritario del bloque se expresaba en el sentido de que ante la actitud del Poder Ejecutivo y las fuerzas políticas que le eran solidarias de establecer el fraude y la violencia como sistema para constituir los poderes públicos, sin que se condenaran esas prácticas repudiables, en ausencia de un hecho nuevo, no había una razón que justificara una revisión de lo resuelto por el bloque en el mes de Enero pasado, sin que ello importara desconocer los altos móviles que determinaron aquella sugerencia.
Decían más adelante que, desterrada la práctica del fraude, concluiría la intransigencia y que toda tolerancia con el Poder Ejecutivo Nacional importaría el afianzamiento de su política internacional, a la que calificaba como definidamente totalitaria y contraria a la esencia misma del sentimiento democrático argentino(7).
(7) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 27 de Febrero; 5 y 6 de Abril; y 7 de Mayo de 1941. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
Para el mes de Septiembre, el radicalismo eligió sus autoridades, quedando al frente del comité central provincial el doctor Héctor Lomónaco. En la convención, reunida en ese mes, se designó a la Mesa Directiva del alto organismo, que estaría presidida por el doctor Osvaldo Meabe, acompañado por el vicepresidente, doctor Cándido R. Quiroz y, como secretarios, el doctor Juan B. Folguerá y Aníbal J. Dávila.
Se aprobó una declaración que, destacando el estado de subversión y anarquía política, social y económica, a la par que financiera del Gobierno de la provincia, se señalaba que la participación del partido en los comicios futuros debía quedar supeditada al envío de la Intervención Federal o a actitudes claras que probaran la sinceridad de los encargados de presidir las elecciones y, en otra declaración, en la que se facultaba a las autoridades partidarias para adoptar sanciones contra los afiliados que directa o indirectamente expresaran su solidaridad con regímenes antidemocráticos u orientaciones totalitarias(8).
(8) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 7 y 12 de Septiembre de 1941. El comité central provincial de la U. C. R. -presidido por el doctor Héctor Lomónaco- tenía como vicepresidente a José Lorenzo; como secretarios a Ernesto Güena, T. Valentín Roibón; y como tesorero a José R. Mariño. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
Por su lado, los radicales antipersonalistas, que actuaban bajo la presidencia de Pedro A. Cremonte, se hallaban fortalecidos sobre la base de un Gobierno cuya cabeza era de su signo y se manifestaba ratificando su más amplia solidaridad con la política de la Concordancia en el orden nacional y provincial, de acuerdo con la orientación marcada por las convenciones nacionales reunidas en los años 1931 y 1937, orientación política que declaraban ser practicada lealmente en la provincia en beneficio de los altos intereses de la misma(9).
(9) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 21 de Febrero y 25 de Mayo de 1941. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
- La situación autonomista
El partido Autonomista, agrupación considerada como la más disciplinada de las últimas décadas, merced a la férrea conducción de su jefe y caudillo, el doctor Juan Ramón Vidal, a la muerte de éste inició un proceso de descomposición generado en las apetencias de distintos sectores que se disputaban su conducción.
En la convención celebrada en el mes de Octubre del año anterior, se procedió a elegir una nueva Junta de Gobierno buscando mayor representatividad de los diversos sectores de la provincia. En esa oportunidad, la alianza entre Elías Abad -que pasó a ser el presidente de la Junta de Gobierno- y el doctor Pedro Díaz Colodrero, que fue nominado candidato a senador nacional y posteriormente elegido e incorporado al Congreso, permitió obtener holgada mayoría a ese sector, provocando el malestar en el que lideraba el ex senador nacional y primo del doctor Ramón Vidal, el doctor Juan José Lubary.
El nuevo presidente del autonomismo, cumpliendo las directivas de la junta de gobierno, se abocó a la reorganización de las autoridades partidarias en toda la provincia, abriéndose los padrones a nuevos afiliados, para elegir posteriormente los directivos de cada Departamento.
Abad era, además, interventor del comité departamental de Goya, que fue epicentro de una serie de sonados hechos que provocaron nuevos enfrentamientos entre los sectores en pugna, teniendo como principales protagonistas al vicegobernador Alvarez Colodrero y al diputado provincial saliente, Horacio Traynor.
El autonomismo, o partido Demócrata Nacional, presidido por Elías Abad, llamó a convención para elegir los candidatos a diputados provinciales de las elecciones de Marzo y, al no haberse llegado a ningún tipo de arreglo, el grupo disidente acordó encarar la reorganización del partido.
Este grupo de ciudadanos que había manifestado su descontento con la dirección que se dio al partido después del fallecimiento del doctor Vidal, constituyó una junta reorganizadora bajo la presidencia del ex senador nacional, doctor Juan José Lubary, lo que en los hechos determinó la división del partido Autonomista, generando una escisión que habría de prolongarse por muchas décadas(10).
(10) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 16 de Enero; 13 y 28 de Febrero; y 1 de Marzo de 1941. La Junta Reorganizadora -presidida por el doctor Lubary- estaba integrada, en calidad de vicepresidentes, por los doctores Diomedes C. Rojas y el diputado nacional, doctor Felipe C. Solari; como secretarios, Eduardo Lujambio Torrent y Angel Pinzetta Martínez; y tesorero, Evaristo Corrales Abelenda. Actuaban como vocales: el doctor Benjamín Solano González; el diputado nacional, doctor Adolfo Benito Sánchez; doctor Cornelio Candia; y Rafael M. Lubary, José Nazario Gómez, Luis F. Bobbio, Eugenio Laffont, José Joaquín Añasco, Eulalio Martínez, Aristóbulo Llano y otros. Se designó delegados ante el comité central del partido Demócrata Nacional en la Ciudad de Buenos Aires, a los diputados nacionales, doctores Solari y Sánchez y a los doctores Benjamín Solano González y Cornelio Candia. Se dispuso también la publicación del diario “La Gazeta”, como órgano de difusión de la junta reorganizadora. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
La conducción presidida por Elías Abad reaccionó con energía, resolviendo aceptar las renuncias presentadas por varios integrantes de la junta de gobierno, sin perjuicio de aplicárseles las medidas disciplinarias correspondientes, de las que también se harían pasibles los que adhirieran a las actitudes adoptadas por aquéllos, y procedió más luego a dar a conocer un manifiesto en el que, haciendo referencia a las acusaciones del grupo disidente, explicaba que en la convención de Octubre de 1940 en la que estuvieron representados todos los comités departamentales y todas las tendencias que ya se diseñaban en el seno de la agrupación, se eligieron a los miembros de la actual junta de gobierno por amplia mayoría, ratificándose la política de la Concordancia que se practicaba en la provincia.
Luego de señalar que la junta de gobierno era la única autoridad legítima para dirigir al partido y que los que actuaban a sus espaldas conspiraban contra la disciplina y se hacían pasibles de las más severas sanciones, hacía referencia a un despacho telegráfico dirigido al comité central del partido Demócrata Nacional por los disidentes, pretendiendo hacer valer la nueva situación, y se llamaba a la cordura a quienes de esta manera estaban actuando, comprometiendo la unidad partidaria, para que se reintegraran al seno de la autoridad y convivir la vida cívica de su carta orgánica(11).
(11) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 14 de Marzo de 1941. Suscribían el manifiesto los miembros de la junta de gobierno: Elías Abad, José A. Borda, doctor Pedro Díaz Colodrero, Ramón M. Gómez, doctor Juan Francisco Torrent, doctor Oscar M. de Llano, Pedro Resoagli, Carlos Araujo, Mariano Llano, doctor Francisco Riera, Carlos Laffont, Manuel R. Botello, Oscar J. Dansey, Marcelo Maciel, doctor Juan P. Danuzzo Amadey, Juan Ramón Díaz Colodrero, Enrique C. Fernández, Salvador Di Tomaso, Rómulo G. Artieda, Mariano Prado, Casimiro Ruiz, Agustín Serracani, Pedro M. Acosta, Adriano Lovera, Rodolfo Fernández, Manuel Díaz Colodrero, Roque Díaz Colodrero, P. C. Delojo, Carlos Pujol, Edmundo Resoagli, Santiago Vallejos Cabral, Primo Meana Colodrero, J. Correa Morales, Juan Bruzzo, G. Acosta, Arturo Achinelli y el doctor Tomás Korimblun. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
La mayoría de los legisladores provinciales dieron también un manifiesto respaldatorio de su solidaridad con las autoridades de la junta de gobierno presidida por Abad(12).
(12) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 22 de Marzo de 1941. Firmaron el manifiesto seis de los ocho senadores y trece de los quince diputados. De los cuatro legisladores restantes, tres eran miembros titulares o suplentes de la junta de gobierno de la que renunciaron indeclinablemente. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Juan Francisco Torrent al doctor Blas Benjamín de la Vega. 1936-1946)” (1997). Ed. EUDENE (Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes.
Por su parte, la nueva “Junta Reorganizadora” autonomista, dio a su vez otro manifiesto en el que explicaba su punto de vista, señalando que a la muerte del doctor Juan Ramón Vidal un grupo de afiliados -prevalidos de las situaciones públicas que ocupaban- “pretendieron reemplazar al jefe desaparecido, buscando adueñarse de las directivas partidarias”, convocándose para ello a una convención partidaria, sin razón que justificara esa medida, pues el partido tenía su junta de gobierno legítimamente constituida, desestimándose en la oportunidad un pedido de postergar esa convocatoria.
Decía que, a consecuencia de esa asamblea formada en su mayoría por funcionarios, culminó en la formación de una Junta de Gobierno integrada por el ministro y el subsecretario de Hacienda, el intendente municipal, los presidentes del Departamento de Salubridad y del Consejo Superior de Educación, inspectores de policía y comisarios.
Terminaba el manifiesto en una censura al vicegobernador de la provincia que, olvidando su alta investidura, había entrado en rivalidades políticas con dirigentes del Departamento de Goya, disputa culminada con represalias de todo tipo, eliminándose inclusive a antiguos servidores públicos; que el objetivo del grupo era el de evitar la destrucción del partido y que se buscaba la unidad dentro del marco del respeto a las leyes y, luego de analizar el estado de la provincia, terminaba criticando la situación imperante(13).