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Rudecindo, el otro Roca. Versión de un historiador misionero sobre estos sucesos

Cuando la rebelión del gobernador bonaerense Carlos Tejedor, en 1880, la provincia de Corrientes se alió a las de Buenos Aires resistiendo al partido autonomista de Julio Argentino Roca. En Corrientes se produjo una sublevación y hasta fuerzas correntinas invadieron Entre Ríos(1).

(1) Material publicado por el historiador Julio Cantero en la revista “Superficie” (2010), en Misiones, Argentina. El material fue desarrollado por “CreArte Misiones”, y se tomó conocimiento de él a través del arquitecto Carlos Gallino Yanzi.

El presidente Nicolás Avellaneda intervino la provincia; los correntinos quedaron en muy mala posición política, a pesar que durante la intervención se implantaron dos Gobiernos del mismo signo político que Roca.

Después que Julio A. Roca asumiera la Primera Magistratura nacional, de Corrientes se separó la parte de Misiones hasta ese entonces bajo su tutela, pero que los correntinos creían parte de la provincia; se dice que esta separación fue en venganza por aquellas disputas políticas por la presidencia entre Roca y Tejedor, donde Corrientes apoyó a Tejedor.

De hecho, hay entre Corrientes y Misiones un grado de polémica en el debate historiográfico, acerca de la legitimidad de la autonomía del territorio misionero de la jurisdicción correntina.

Al respecto Félix Luna, de quien se puede decir muchas cosas menos que fue un crítico de Roca, hace decir a Julio Roca sobre la escisión Misiones lo siguiente:

Los que quedaron más resentidos con la retención de estos nuevos territorios por parte de la Nación, fueron los correntinos. Sus estancieros, la gente caté de la provincia, habían considerado como propia la región que se declaró Territorio Nacional de Misiones, y estimaron que la ley que erigió la jurisdicción -cuya capital sería Posadas- importaba una verdadera mutilación.
Es posible que, desde el punto de vista histórico, fuera así, y ni siquiera niego que al hacerla no hubiera pesado en mi espíritu algún propósito de castigar a la provincia que, en 1880, fue cómplice de la rebelión tejedorista.
Pero también hay que pensar lo absurdo que hubiera sido regalar a Corrientes casi el doble de su territorio y no retener para la Nación esos espléndidos bosques nacidos de la tierra colorada, donde todavía pueden admirarse los vestigios de las reducciones jesuíticas.
Allí fue de gobernador mi hermano, Rudecindo(2).

(2) Félix Luna, “Soy Roca”, Buenos Aires. Ed. Debolsillo, 2006, p. 206. // Citado por el historiador Julio Cantero.

Es un poco extraño leer a Félix Luna criticando a los “estancieros” y la “gente kate(3)” pero es aún más extraño ver que habla de una presunta razón correntina desde, “el punto vista histórico”, dado que Misiones fue la primera provincia de Argentina y de hecho gran parte de la idiosincrasia que hoy atribuimos a la cultura e identidad correntina, no más que aporte étnico, cultura y poblacional de los extintos pueblos jesuíticos misioneros que, en gran medida, migraron a Corrientes haciéndoles el aporte que hasta hoy día los distingue y caracteriza, diferenciándolos del resto de las provincias.

(3) Kate, es un adjetivo guaraní, que significa elegante, lujoso, distinguido, refinado.

La profunda religiosidad popular y veneración mariana tiene su origen en este legado y no en los criollos descendientes de españoles de la primigenia “San Juan de Vera de las Siete Corrientes” o simplemente “Ciudad de Vera”, más tarde simplemente “Corrientes”

En fin, es extraño también ver que un historiador escriba en primera persona como si fuera la voz del sujeto histórico que investía; pero ésa es otra Historia.

Transcribimos a continuación una cita de la correspondencia entre Rudecindo y Julio Roca. El primer comentario no tiene relación con nuestro tema de investigación, pero lo incluimos pues habla del modo en que se manejaba la política en tiempos de Roca; luego Rudecindo deja bien expresada su apetencia sobre el territorio de Misiones. El escrito es de fecha próxima al 26 de Octubre de 1881, es decir, antes de la territorialización de Misiones y antes de su nombramiento como gobernador.

Rudecindo Roca escribe desde Corrientes a su hermano, el presidente:

... he hablado a tu nombre respecto al Sr. Cáceres y me ha encargado te diga que lo recomendará a sus amigos, a fin de que sea electo diputado. ¿Qué me dices de Misiones?
Se expide o no la Cámara de Diputados en aquel proyecto pasado por el Senado nacionalizando aquel territorio..?(4).

(4) Miguel Angel Alterach. “Rudecindo: el otro descubiertero”, Buenos Aires, editorial Dunken, 2001. // Citado por el historiador Julio Cantero.

La Legislatura correntina, al ver que era inminente la creación de un Territorio Nacional en Misiones separándolo de su tutela, se apresuró y, “entre gallos y media noche”, el 22 de Julio de 1881 aprobó una venta masiva de tierras en Misiones. Esta operación violaba incluso los mecanismos de ventas de tierras, vigentes entonces en esa provincia.

Mapa en mano, se dividió el territorio en 38 parcelas de 25 leguas aproximadamente cada una(5) y la canjearon por simples pagarés o letras de cambio, a ser hechas efectivas con posterioridad. Así pensaban sacar el último provecho de este territorio y ceder la jurisdicción política pero no la propiedad a la Nación.

(5) Datos tomado de Susana Zouvi, “Misiones, Territorio Nacional. 1881-1953” en: “Miradas Históricas sobre Misiones en el Bicentenario” (2010), capítulo V, Junta de Estudios Históricos de Misiones, Posadas. // Citado por el historiador Julio Cantero.

En Diciembre de 1881, Julio Roca separa las jurisdicciones políticas de Corrientes y Misiones y, en Enero de 1882, nombra a su hermano Rudecindo Roca como el primer gobernador de Misiones.

Rudecindo estaba en Corrientes en ese entonces; había sido enviado al frente del 3er. regimiento de línea. ¡Imaginemos la reacción que causó en el Gobierno Nacional que se enajenasen todas las tierras poco antes de declararlas fiscales y erigir en ellas una nueva Gobernación!

Es de suponer que semejante maniobra repentina, de venta masiva de tierras, que dejaba al inmediatamente creado Territorio Nacional sin espacio para colonias de agricultores ni siquiera para asentar edificios de gobierno en la ciudad más importante que allí existía.

Esto hubiera sido rechazado y anulado por las autoridades nacionales; de hecho hubo un álgido debate entre los diputados nacionales sobre la ventas de la casi totalidad de las tierras en Misiones y las dificultades que esto suponía para el nuevo Territorio Nacional.

Pero, paradójicamente, la venta de tierras en Misiones se convalidó, a pesar de la propuesta de muchos diputados de dejarlas sin efecto, anulándolas. Pero no resultó de este modo. ¿Por qué? Rudecindo Roca había participado de la subasta de tierras en Misiones: de los 38 compradores originales, 29 revendieron las tierras a los pocos días, lo que dio lugar a sospechas de ser simples testaferros.

En 11 de esos 29 traspasos de dominios, aparece el nombre de Rudecindo Roca como comprador definitivo o comprador temporario (...).
Otro hecho singular es la presencia de militares del 3ro. de línea (regimiento comandado por Rudecindo Roca y acantonado en Corrientes) [aparecen] como compradores iniciales: Sargento, Ayudante Mayor, Teniente, Coronel y Capitán...(6).

(6) Angela Perié de Schiavoni, “Las tierras misioneras del coronel Rudecindo Roca” (1992). Secretaria de Investigación - Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, UNaM, Posadas. // Citado por el historiador Julio Cantero.

Rudecindo, según la misma fuente, trató 265.180 hectáreas en esta compra y venta de tierras de Misiones. A su muerte, Rudecindo aún poseía 160.000 hectáreas en Misiones, según los datos que nos trae Félix Luna.
Bienes de Rudecindo Roca: “Sucesión del general Rudecindo Roca”, expediente Nro. 5829, Archivo de Tribunales de la Capital Federal. El inventario de sus bienes incluye 40.000 hectáreas en el Departamento Candelaria; 52.500 hectáreas en el Departamento Alto Paraná; y 67.500 hectáreas, también en el Departamento Alto Paraná, todas en el entonces Territorio Nacional de Misiones, algunas en condominio con socios; 50.000 hectáreas y 30.000 hectáreas en La Pampa; 8.000, en Río Negro; y 300 hectáreas en Morón, provincia de Buenos Aires, vendidas estas últimas por sus herederos para la formación de Campo de Mayo.

Además, varias manzanas y lotes en la ciudad de Posadas, una casaquinta en la calle Bacacay, en el barrio de Flores -su residencia familiar en los últimos años de su vida- y una quinta en Totoral, provincia de Córdoba(7).

(7) Luna Félix, “Soy Roca”, Buenos Aires, Ed. Debolsillo, 2006, p. 492. // Citado por el historiador Julio Cantero.

Es así que, mientras el Gobierno de Corrientes daba explicaciones en cartas halagüeñas al Gobierno Nacional, pero se sentía tranquilo -dada la legalidad de la maniobra y la complicidad de un jefe nacional, como era Rudecindo-, pecaron de ingenuos al confiarseen demasía, pues habían vendido las tierras cuando aún estaban en su jurisdicción, por lo tanto podía hacerlo, y, además, gran parte se las habían vendido al hermano del presidente, que ahora sería -además- el gobernador de ese territorio, convertido en su más grande terratenientes.

El gobernador de Corrientes en ese entonces era el doctor Antonio B. Gallino; nada le hacía pensar que el Gobierno de Julio A. Roca anularía las compras de tierras que hizo, entre otros a Rudecindo Roca; sólo quedaba cobrar las letras de cambio por las que las habían enajenado... cobrarle a los hermanos tucumanos, Roca...

Una noche, luego de todo esto, se encontraba el gobernador Gallino en la tranquila ciudad de Corrientes, jugando una partida de ajedrez como hacen los grandes estrategas, cuando al salir del bar se dispone a regresar a su hogar. Pero es asaltado en la calle por sujetos que lo abordan en actitud poco gentil; pronto logra distinguirlos: se trataba de soldados del 3er. regimiento de línea, vestidos de civil.

Gallino sería secuestrado por soldados de Rudecindo, pues éste les comunicó -posteriormente a su asunción como gobernador en Misiones- que llevaría adelante el poblamiento del territorio y que, con esto, el Gobierno de Corrientes debía darse por satisfecho en el pago de la venta de tierras en ese territorio, sin esperar que se cancelasen las letras de cambio.

Gallino le respondió que esto no podía ser bajo ningún punto de vista y que debía hacer efectivas las obligaciones adquiridas, canjeando las letras por dinero en efectivo, razón por lo cual Rudecindo decidió hacer una “revolución” en Corrientes y cambiar el gobernador por uno más comprensivo.

Esa noche, soldados del 3er. regimiento de línea lo ataron de pies y manos y lo “subieron” a una embarcación, haciéndolo cruzar el rio Paraná para mantenerlo cautivo, en el Chaco. No era un rapto sino, desde la perspectiva de Rudecindo Roca, era salvarle la vida, pues la “turba revolucionaria” en la ciudad de Corrientes quería acabar con su vida.

Transcribimos sólo una de las notas periodísticas de la época; existen muchas más, pero elegimos ésta por su simplicidad de lectura y buen resumen de los hechos, sólo a fin de fundamentar rápidamente las anteriores afirmaciones de cómo Rudecindo se había apropiado vilmente tantas tierras en Misiones.

“En la noche del 2 de Abril de 1882, el gobernador de Corrientes, Sr. Gallino, ... estaba completamente inocente de que se tramaba contra él una revolución y no tenía antecedente alguno que se lo hiciera sospechar.
“Es verdad que un tiempo antes, su Gobierno había hecho una venta de tierras en Misiones a un jefe nacional, y que este jefe le había manifestado que, aunque había firmado letras por el valor de esas tierras, la provincia debía darse por suficientemente paga con la colonización que de esas tierras se iba a hacer.
“El Sr. Gallino quedó sumamente sorprendido de semejante propuesta, contestando que eso era irrealizable, siendo necesario que las letras fueran cubiertas. El Sr. Gallino salió del Club, acompañado de don Simón Derqui (?) y del Dr. Susviela (?), Juez de Primera Instancia, conversando sobre los incidentes de la partida de ajedrez cuando, de pronto, y desde una vereda, sobre la que se proyectaba una sombra, les fue dada la voz de, ¿quién vive?
“Tras de la voz de alto, se desprendieron, de la pared sombría, trece individuos, que avanzaron rodeando a los paseantes. Prescindiendo del juez y de Derqui, se precipitaron hacia el gobernador, atándolo con violencia tal, que éste pudo comprender que los asaltantes eran enemigos que no le dispensaban ningún género de consideración.
“En la corta lucha que se originó, tuvo tiempo de reconocer a algunos soldados del 3ro. de línea, disfrazados. Así maniatado, lo llevaron hasta orillas del río Paraguay, donde esperaba una lancha, a la que lo zungaron como un fardo. Atravesando el Chaco, lo desembarcaron e, internándolo, en una quinta, lo pusieron bajo unos árboles, a cuya sombra se agruparon.
“El jefe político era un ex edecán de Avellaneda, Sr. Fuentes, y había sido colocado allí por el jefe del 3ro. de línea, coronel Rudecindo Roca. Fuentes se paseaba en la Jefatura después de haber enviado una embajada a los ministros y legisladores gallinistas, citándolos, en nombre de Gallino, a la Policía. Estos, al recibir en aislado la citación, se trasladaron inmediatamente a la Jefatura donde, apenas entraban, como en una ratonera, eran presos.
“Es que aquélla no era una revolución, era un complot hecho por el coronel Rudecindo Roca, secundado por el Jefe de Policía [Tte. Cnel. de Línea, Ruperto Fuentes].
“Una vez que estuvieron presos en la Policía los adictos y parciales del Sr. Gallino, los del complot despacharon un vaporcito al Chaco, mandando decir a los que tenían preso a Gallino que podían traerlo, pues el objeto que tenían al detenerlo allí, era poder maniobrar libremente en Corrientes sin que nadie los estorbara.
“En efecto, el vaporcito llegó y el prisionero fue traído a Corrientes, a la quinta de Vidal. Allí esperaban al gobernador los autores del complot. Un alto jefe de la Nación, ya muy conocido del Sr. Gallino por negociaciones de tierras en Misiones, se le presentó como jefe de todos, diciéndole que debía felicitarse de la situación en que se hallaba, pues la revolución había resuelto asesinarlo, debiéndose la salvación de su vida a la actitud que ese jefe había tomado.
“La aseveración fue del jefe nacional, pues ese complot no ha sido más que una asonada de la Nación para apoderarse de Corrientes y una consecuencia de haberse negado a aceptar como pago de las letras un proyecto de colonización”(8).

(8) Periódico “La Patria Argentina”, de fecha 2 de Febrero de 1883, año V, n. 1.493, en: Apéndice R-I. de la obra de Eduardo R. Saguier, “Genealogía de la tragedia argentina”. // Citado por el historiador Julio Cantero.

Todo terminó con un nuevo Gobierno en Corrientes y la cancelación de las deudas de Rudecindo para con esta provincia; en esa ocasión, Julio Argentino Roca viajó a Corrientes “a sofocar el alzamiento”. Fue su primer viaje oficial como presidente a una provincia del Interior.

- Posadas Capital

En el Territorio de Misiones, ya nacionalizado, no se había incluido la ciudad más poblada y próspera de entonces, Posadas, pero Rudecindo pensaba que éste era el mejor asentamiento de una capital y no la casi despoblada San Martín o Corpus, el punto habitado más extremo del territorio.

En este sentido, el 19 de Marzo de 1882, Rudecindo Roca escribe una nota al ministro del Interior sugiriendo se les requiera a las autoridades correntinas la transferencia de este sector a su Territorio (el ejido urbano de Posadas) para erigir allí la nueva capital del mismo.

No sabemos cómo, pero Rudecindo supo -antes que se sancionara la ley-, que el Gobierno correntino iba a acceder al pedido de sesión de la ciudad de Posadas. Así lo comunica en un telegrama enviado a su hermano Julio, fechado el 27 de Agosto de 1882, en el cual, además, pide refuerzos militares para Misiones:

[que] un batallón del ejército se establezca en Corrientes y no Resistencia y que un piquete se desprenda a Misiones donde hace tanta falta. Te anticipo que mañana tendremos ley, cediendo Posadas para capital de Misiones con los limites que tú conoces(9).

(9) Miguel Angel Alterach, “Rudecindo: el otro descubiertero”, Buenos Aires, Editorial Dunken, 2001. // Citado por el historiador Julio Cantero.

¿Cuáles eran los planes de los Roca para Misiones y las extensas tierras que había “adquirido”?

El siguiente documento, fechado el 12 de Octubre de 1881, antes de la territorialización, el ministro de Gobierno de Corrientes, Octavio Gondra, se dirige por nota al presidente Roca dándole unos datos que -de ningún modo- nos resultan casuales sino más bien parecen la respuesta a alguna consulta que previamente le fuera formulada; a decir verdad, no conocemos la razón de este informe a Julio Roca, pero aquí un miembro del gabinete del gobernador correntino pasa datos puntuales que creemos se le han sido requeridos. Dice así:

De algunos nuevos informes que he recibido, resulta que de las cuatro concesiones para ingenio de azúcar que subsistían, sólo dos quedan en el territorio a nacionalizarse y las dos restantes dentro de esta provincia, en el Departamento de Santo Tomé...(10).

(10) Miguel Angel Alterach, “Rudecindo: el otro descubiertero”, Buenos Aires, Editorial Dunken, 2001. // Citado por el historiador Julio Cantero.

Es sabido que Rudecindo fundó un establecimiento azucarero en Santa Ana, hoy conocido como “el San Juan”; allí esclavizó a indios pampas, ranqueles, tobas, matacos y, muy probablemente guaraníes. Los trajo en distintas tandas, con la noble intención de civilizarlos por medio del trabajo.

Procedían de la Pampa y el Chaco donde se llevo a cabo el genocidio de los pueblos originarios que se nos enseñó en la escuela como “conquista del desierto”.

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