La educación en Corrientes a partir de Juan Pujol
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Corrientes detenta, en el panorama educativo nacional, el innegable privilegio de ser la primera provincia argentina que sancionó una Ley de educación, en Abril de 1853. En ella está presente el espíritu progresista y la capacidad de administración del gobernador, don Juan Gregorio Pujol, autor de tantas iniciativas fecundas para la educación correntina(1).
(1) Malvina Antonieta de Gabardini. "La Educación en Corrientes a partir de Juan Pujol", nota publicada en el fascículo Nro. 4 "Corrientes en la Cultura Nacional", de la publicación "Todo es Historia", dirigida por Félix Luna, en Abril de 1986.
Esta provincia fue pródiga en las leyes de educación. En 1875, se promulga la segunda. Sin embargo, los principios enunciados por primera vez en aquélla, de gratuidad y universalidad de la enseñanza, de igualdad de educación para ambos sexos, de formación específica del magisterio, habrían de mantenerse en las que la sucedieron.
Más aún, reaparecen en el articulado de la Ley 1420, sancionada tres décadas después, esto es, en 1884, y con la cual, las características de la educación común argentina alcanzarían definición nacional.
Los afanes de Pujol respecto al mejoramiento de la situación educativa de su Provincia no quedaron limitados a la enseñanza primaria. Abarcaron otros niveles y modalidades de la escuela pública, facilitando su desarrollo posterior.
Veamos dos ejemplos. En el Colegio Argentino introdujo oportunas modificaciones del Plan de estudios, para acercar a los educandos a una formación integral y a una actualización en ciencias, letras y filosofía.
La preparación de docentes primarios también cayó en sus miras. Previó un educado reclutamiento de candidatos, entre los jóvenes radicados en el Interior de la Provincia. Los seleccionó teniendo en cuenta sus antecedentes morales y los de sus familias. Reconocía, asi, que el comportamiento correcto valía tanto como el saber en las dotes requeridas al maestro, ese formador por excelencia de las nuevas generaciones.
Les concedió becas para costear sus estudios en la Escuela Normal provincial, con sede en la Capital correntina, y les aseguró, al concluirlos, sus nombramientos en las escuelas cabeceras de los pueblos de donde provenían. Plan novedoso y de realización posible, que no ha perdido, por cierto actualidad.
La terminación del mandato de Pujol, en 1858, da un balance, a todas luces, favorable para la educación correntina, por el aumento registrado en el número de escuelas y de los fondos destinados a costearlas.
Otro momento trascendente en la historia de la educación correntina corresponde al de la creación del Colegio Nacional, en 1869. Cristalización de una vieja aspiración del pueblo y de los gobernantes, su instauración, a dos años de haber iniciado Mitre la instrumentación de su plan para integrar las provincias al sistema nacional de enseñanza secundaria, cumplió con las expectativas que había generado.
Su primer director, el doctor Patricio Fitz Simón, supo dar jerarquía a sus estudios. El bien ganado prestigio de sus aulas, sirvió para promover el interés más amplio por el mejoramiento de la calidad de la enseñanza impartida en las escuelas públicas de la Provincia, tratando de ponerla a tono con el nivel exigido por el Colegio, a sus alumnos ingresantes.
El Colegio Nacional albergó a la primera Escuela Normal Nacional, que comenzó a funcionar, como un anexo, en 1870.
Las sucesivas promociones de normalistas, dan cuenta de nombres que, incorporados a los cuadros docentes, prestigiaron la profesión. De entre ellos sobresale J. Alfredo Ferreyra, figura de relieve nacional. Nacido en el Interior de la Provincia, en 1862, y fallecido en 1938, fue un representante del positivismo argentino, de innata condición docente, la que prevaleció durante toda su vida, aún cuando desempeñó altos cargos públicos.
Graduado unos años después de inaugurada la Escuela Normal, prosiguió estudios universitarios, diplomándose de Abogado y de Doctor en Jurisprudencia.
Ocupó, sucesivamente, la presidencia del Consejo Superior de Educación y el Ministerio de Hacienda e Instrucción Pública de su provincia natal, en el período comprendido entre los años 1894 a 1900.
Desde allí fue la cabeza visible de un fecundo movimiento en pro de la educación y la cultura populares, cuyos frutos se revelan por datos concretos, demostrativos del aumento considerable de las escuelas primarias, de las matrículas y la retención de alumnos, de la cooperación popular para la edificación escolar, del mejoramiento de planes, programas y métodos de instrucción, de la renovación de la enseñanza técnica, de la formación profesional y la jerarquización laboral del magisterio, de la creación de museos y bibliotecas públicas, del fomento de los estudios de Historia y Geografía regionales y del productivo intercambio de informaciones con el resto del país y con las más avanzadas naciones de América y Europa, concretado, principalmente, a través de la revista "La Escuela Positiva", editada ininterrumpidamente durante cinco años (1895 a 1899), publicación ésta que, por la calidad de su contenido y cuidadosa impresión, constituye un motivo de orgullo para Corrientes.
Sin olvidar el apoyo incondicional que le brindaron los gobernadores, ingeniero Valentín Virasoro y el doctor Juan Esteban Martínez, durante cuyos mandatos se desempeñó en los cargos mencionados, ni tampoco la imprescindible celebración de algunos hombres que le secundaron, de entre los cuales se rescatan los nombres de Angel C. Bassi, Pedro Caracoche, Modesto Leites, Máximo Victoria y Pedro Scalabrini, se destaca a J. Alfredo Ferreyra como el típico representante de una actitud federalista, capaz de producir el desarrollo provincial autónomo, por el ejercicio de la capacidad creada y de la eficiencia en la gestión pública.
En cuanto a la enseñanza universitaria, viejos antecedentes atestiguan el interés correntino por contar con ese nivel de estudio. Desde 1921 con el funcionamiento de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral, a la que se irían agregando posteriormente otras escuelas, se conformaría la base para el surgimiento, en 1956, de la Universidad Nacional del Nordeste, creada en esa fecha por Decreto-Ley Nro. 22.299 del Gobierno Nacional.
El sentido regional que la orienta se manifiesta en el sol que, como símbolo de su zona de influencia, aparece en su escudo, y cuyos rayos, a la vez, denotan el irrenunciable objetivo de irradiar sabor en los vastos límites de su jurisdicción.
- Bibliografía usada por la autora
* Corrientes. "La Escuela Positiva", Revista Mensual. J. Alfredo Ferreyra: Director; Miguel A. Bermúdez: Secretario Administrador. Primera época. Año 1 - 1895; Año II - 1896; Año III - 1897. Imp. Tipo Lito. Corrientes.
* "La Escuela Positiva". Revista Mensual. Manuel A. Bermúdez: Director. Segunda época. Año IV - 1898; Año V - 1899. Imp. Tipo Lito. Corrientes.
* Bassi, Angel C. - J. A. Ferreyra. "El pensamiento y la acción del gran educador y filósofo". Buenos Aires. Ed. Claridad, 1943 - 355 págs.
* "La Escuela Experimental de Esquina. Observaciones pedagógicas". Ed. Minget y Ferreyra, J. Alfredo - Ensayo de Etica. Ed. Imprenta Ferrari Hnos. - Buenos Aires, 1944. 222 páginas.
* Gómez, Hernán Félix. "La educación común entre los argentinos. (1810 - 1934)". Corrientes, 1935 - 504 páginas.
* "Instituciones de la provincia de Corrientes". Ed. L. Lajouane - Buenos Aires - 1922.
* Soler, Ricaurte - "El Positivismo argentino" - Buenos Aires - Paidós - 1968 - 276 páginas.
* Torchia Estrada, Juan Carlos - "La Filosofía en la Argentina" - Unión Panamericana - Secretaría General de la O.E.A - Washington, D. C. - 1961.
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