Protagonismo de las Fuerzas brasileñas en la política correntina
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“El Brasil es odiado por todos”(1).
(1) Carta de Carlos Tejedor al general Julio Vedia (Archivo General de la Provincia de Corrientes, Fondo Vedia Mitre, tomo 2, f. 175 vuelta). // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
El análisis de la relación que la República Argentina y el Imperio del Brasil tuvieron durante la Guerra del Paraguay y el papel adquirido por este último en Corrientes será determinante en la política de la provincia en los años de guerra(2).
(2) Este trabajo es una versión de la publicada en: Dardo Ramírez Braschi y José Luis Caño Ortigosa. (2013). “La influencia de la presencia militar brasileña en Corrientes durante la Guerra de la Triple Alianza”, en el “Anuario de Estudios Americanos”, Nro. 70, 1 - Enero-Junio, pp. 248-269, Sevilla. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Es que especialmente en la segunda parte del conflicto bélico se manifestaron acciones e intereses no siempre coincidentes entre los Estados involucrados. Concluida la guerra, la relación entre los Aliados alcanzó el punto de mayor deterioro, hasta visualizarse la posibilidad de un enfrentamiento posterior.
En ese marco, la política de la provincia de Corrientes adquirió dimensiones importantes tanto para el Gobierno de Buenos Aires como el de Río de Janeiro. Esta cuestión política fue centro de debates y opiniones definidas en todo país, ocupándose especialmente de ella la prensa correntina y demostrando a la vez lo grave de la crisis y la importancia que el tema tuvo en la sociedad política correntina.
Estas posturas políticas marcaron la opinión pública de Corrientes durante el transcurrir del año 1872. Merecen puntual referencia los pulsos de la vida política de la provincia de Corrientes, que al estar tan próxima al teatro de la guerra con el Paraguay, todo suceso de relevancia afectaba directa o indirectamente en el frente de batalla.
En este contexto, se confundieron intereses provinciales, nacionales y regionales que involucrará a importantes actores, los que dependían del resultado de la contienda de la guerra. Todos los sucesos locales, nacionales o regionales tuvieron directa o indirectamente el marco político de aquella contienda bélica, que comprometió el destino de los países del Plata.
- Una Alianza entre adversarios
La reestructuración y conformación de los países actuales que integraban el antiguo Virreinato del Río de la Plata, fueron tomando forma paulatinamente. La fragmentación del Virreinato en diversas zonas, después de 1810, generó espacios autónomos, primero, y luego totalmente independientes, logrando su conformación definitiva después de varias décadas. Así se constituyeron, a partir de aquella jurisdicción española, los Estados de Argentina, Uruguay y Bolivia.
Durante todo el siglo XIX existió una conformación difusa en la demarcación limítrofe de cada uno de ellos, complicándose la misma por la política exterior del Brasil de aquellos años. Pero recién con la conclusión de la Guerra de la Triple Alianza quedó casi definitivamente marcado el mapa político de los actuales Estados de la Cuenca del Plata en lo que hace a la cuestión territorial.
La oposición de los países de la región del Paraguay generó en 1864 la necesidad, entre Argentina y Brasil, de constituir una Alianza y así, juntos, poder doblegar al presidente paraguayo Francisco Solano López. El Tratado que originó la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay), fue cuestionado tempranamente por distintos sectores políticos de Argentina y se prolongó durante toda la guerra.
La principal oposición fue la Alianza misma con el Brasil, porque se lo observaba como un paso que tenía intereses enfrentados a la Argentina, un problema heredado desde los conflictos españoles-lusitanos por la línea de demarcación entre sus jurisdicciones territoriales.
Las reacciones a la Alianza en el Interior del país fueron diversas. Proveían de diversos sectores políticos y de diferentes provincias. No es nuestro objetivo mostrar los distintos planteos que se dieron en la Argentina contra Brasil, pero sí se tornan indispensables conocer algunas opiniones que se generaron durante la Guerra del Paraguay y las consideraciones oue se tenían contra el Brasil.
Desde hacía varios años que Juan Bautista Alberdi residía en Europa y fue uno de los hombres que más frecuentemente se opuso a la Triple Alianza. En diversas cartas y artículos periodísticos dejó claramente fijada su opinión. Así, por ejemplo, escribió:
“La Triple Alianza actual es la liga de tres enemigos natos, cada uno de los cuales desconfía más de su aliado que del enemigo común. No es extraño que ella encierre tres políticas, siendo cada política doméstica en sus miras, para cada aliado.
“Las tres son injustasy por eso cada uno de los aliados busca su objeto interior por la mano del extranjero. Flores no tiene otro enemigo que los blancos; Mitre no tiene más adversarios en vista que las provincias; Don Pedro II no tiene más enemigos que las ex Repúblicas del Río Grande”(3).
(3) Juan Bautista Alberdi. “La Guerra del Paraguay” (1988), p. 156. Ed. Hyspamérica, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Es notoria la opinión de Alberdi respecto al Brasil y en su obra se visualiza constantemente las supuestas intenciones del Imperio de extender su poderío en toda la región del Plata.
En el mismo sentido se expresaban, en otros lugares y por distintos motivos contra el Brasil, hombres de la política nacional. Así, por ejemplo, el entrerriano Ricardo López Jordán escribió a Justo José de Urquiza de la siguiente manera, tras la convocatoria a la guerra contra el Paraguay, oponiéndose a luchar contra paraguayos, haciéndolo gustosamente contra porteños y brasileños(4).
(4) José María Rosa. “La Guerra del Paraguay y las Montoneras Argentinas” (1985), p. 224. Peña Lillo Editor, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
También en dos cartas inédita del general argentino Julio Vedia, jefe de las tropas argentinas en el Paraguay en 1869, quien escribe al ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina, Carlos Tejedor, diciéndole que “el Brasil es odiado por todos”(5), para más adelante afirmar en el mismo sentido que “el Brasil es la política continuadora del Paraguay, y el Sr. Paranhos su fiel representante”(6).
(5) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Fondo Vedia Mitre, tomo 2, folio 175 (vuelta).
(6) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Fondo Vedia Mitre, tomo 2, folio 200. // Todo citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Complementando comentarios en este mismo sentido, en el intercambio epistolar entre Bartolomé Mitre y Juan Carlos Gómez, se manifiesta claramente lo problemático que significó la conveniencia, o no, de la Alianza con el Brasil, discutiendo también sus consecuencias a corto y largo plazo. El tema adquiriría ribetes de polémica y discusiones casi interminables(7).
(7) Bartolomé Mitre y Juan Carlos Gómez. “Cartas polémicas sobre la guerra del Paraguay” (1940), Prólogo de J. Natalicio González. Editorial Guarania, Asunción-Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los brasileños eran considerados por amplios sectores de argentinos como un pueblo que podía ser ocasionalmente tolerado, pero nunca abrazado(8). Con aquellas condiciones era difícil consolidar verdaderamente una sincera y permanente Alianza entre la República Argentina y el Imperio del Brasil.
(8) Thomas Whigham. “La Guerra de la Triple Alianza” (2011), volumen II, p. 187. Ed. Taurus, Asunción. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
La Alianza se gestó por la necesidad bélica pero, una vez concluida, los celos políticos e intereses encontrados situaron a estos dos países, en los últimos meses de la guerra y en los primeros tiempos de su terminación, en un clima de desconfianza mutua, que generó un estado de incertidumbre. Es conveniente analizar esta Alianza entre países que, anteriormente a ella, no fueron amigos o aliados definitivos. La de 1865-1870 fue una Alianza de intereses.
- La cuestión de la política correntina
Se torna necesario analizar, en los vínculos antes descriptos, el rol de la provincia de Corrientes, precisamente en lo que respecta al Brasil, y la necesidad que tenía en no desviar la atención en conflictos locales y focalizar todas las acciones en la guerra tras el Paraná. Pero, para aproximarnos y conocer la cuestión, incursionaremos en los sucesos correntinos, a los que el Brasil siguió atentamente.
La provincia de Corrientes adquirió relevancia geopolítica mucho más de la que naturalmente tenía en la región, como consecuencia de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. El territorio correntino inicialmente en la contienda fue campo de batalla, para luego transformarse en corredor estratégico y de abastecimiento cuando los combates se trasladaron a territorio paraguayo, a principios de 1866.
En Diciembre de 1865 se produjo el proceso electoral que, por disposiciones constitucionales, debía elegir nuevo gobernador. El marco político en la provincia se conformaba por dos fuerzas claramente diferenciadas: las liberales mitristas que administraban el Gobierno con Manuel Ignacio Lagraña;y las federales urquicistas, que simpatizaban y respondían al caudillo entrerriano.
A raíz de la reforma constitucional de 1864 y debido a la expiración del mandato de Lagraña, el Colegio Electoral convocado para elegir gobernador se reunió el 25 de Diciembre de 1865 eligiendo gobernador al urquicista Evaristo López.
La Administración del Gobierno de López giró en derredor de la tragedia de la guerra y sus consecuencias y entre las que emergieron las epidemias de cólera, que hizo estragos en el verano de 1867.
El ministro de Gobierno, Wenceslao Díaz Colodrero, describía el escenario como una terrible epidemia que diezmaba la provincia(9). A los pocos meses del Gobierno de López ya se manifestaron los primeros movimientos de rebelión liberal, los que fueron rápidamente sofocados.
(9) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial, tomo 224, folio 145. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Luego de aquellos sucesos, Pedro C. Reyna escribió informando a Justo José de Urouiza que la situación había sido controlada, volviendo a ser los liberales una minoría insignificante(10).
(10) Archivo General de la Nación, Archivo Urquiza (Marzo-Mayo 1867). Carta del 22 de Marzo de 1867. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
En este contexto bélico, la presencia brasileña en Corrientes fue marcada, no solamente por el movimiento de tropas, la que era constante por el movimiento portuario, sino también por la instalación de campamentos y hospitales. Todo ello, de vital importancia para el Brasil.
La construcción de una enemistad con el Brasil se fue gestando desde tiempo antes de iniciarse la guerra y en este sentido tuvo un rol determinante la publicación en 1864 del periódico “El Independiente” que desde sus inicios fue construyendo un pensamiento identificado con el paraguayismo correntino, pero paralelamente manifestando una constante agresión hacia el Brasil.
El discurso antibrasileño de la publicación se instaló en un sector social, fortaleciéndose esas afirmaciones en sus publicaciones de 1865, antes y durante la ocupación paraguaya a Corrientes. Las líneas editoriales de la publicación desde antes de la guerra expresaban un ataque directo al Brasil, y a meses antes de la ocupación paraguaya a Corrientes, el editorial afirmaba:
“Fijémonos en nuestro pasado que aún vive en lo que somos hoy y pasemos la vista al porvenir que nos espera y convendremos sin vacilar que el Gobierno del Brasil es nuestro enemigo en común y debemos unirnos para defendernos de él o combatir y exterminarlo si fuese necesario”(11).
(11) Periódico “El Independiente” del 16 de Febrero de 1865. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Tiempo después de la desaparición de aquel periódico, esta actitud hacia los brasileños reapareció durante los años de guerra y no provino de los correntinos paraguayistas sino de otros vecinos de la ciudad, manifestándose por la permanencia de tropas brasileñas en inmediaciones de la Ciudad de Corrientes pero, sobre todo, generó resistencia a la instalación de los hospitales militares y los riesgos de infección y epidemia que estos podrían generar.
El Ejército brasileño instaló sus principales campamentos en Laguna Brava y Tala Corá. La cercanía de estos campamentos a la Ciudad de Corrientes facilitaba la presencia de la oficialidad brasileña, la que buscaba aliviar las privaciones de la campaña militar.
Además, el puerto correntino fue el apostadero más importante de los buques Aliados -principalmente brasileños- y de acuerdo a un Informe de la Capitanía de Puertos el número de buques de carga y de pasajeros arribados a Corrientes en el año 1866 alcanzó el número de 1.017(12).
(12) Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra de la Triple Alianza a través de los Periódicos Correntinos. (1865-1870)” (2004), pp. 184-186. Ed. Moglia Ediciones, Corrientes. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
La presencia de numerosas tropas, sobre todo las brasileñas y las argentinas en territorio correntino, generaron incertidumbre respecto a la competencia o jurisdicción legislativa a aplicar en diversas cuestiones.
En estos primeros años de la guerra, se diferenciaban en territorio correntino cuatro jurisdicciones de aplicación de la ley: la provincial, la federal, la militar argentina y la militar de los Ejércitos brasileños y uruguayos, generando cierta vacilación en su aplicación. Las mayores cuestiones se manifestaban cuando eran partícipes de un mismo hecho soldados de las distintas Fuerzas Aliadas.
Al respecto, reiteradamente el poder político de la provincia se expidió que no era responsable en litigios entre soldados de las diversas Fuerzas, derivando la solución a sus respectivos fueros militares.
A principios de 1867 el comandante del Ejército brasileño solicitó al Gobierno correntino la aplicabilidad de la normativa penal de competencia provincial por un caso de lesiones y heridas leves que un oficial argentino habría producido al soldado brasileño Juan Bautista de Souza del regimiento 13 de infantería. El jefe de las Fuerzas brasileñas solicitó castigo por el incidente, lo que no ocurrió.
José Hernández(13), Fiscal de Estado de la provincia en 1867, se expidió recomendando a las autoridades políticas provinciales que el reclamo debería cursarse a las autoridades militares argentinas, quedando la provincia ajena al mismo por tratarse de militares de Ejércitos nacionales(14).
(13) José Hernández, quien será años después autor de la obra gauchesca “Martín Fierro”, se desempeñó en la provincia de Corrientes como funcionario del gobernador Evaristo López, ocupando cargos como Secretario de la Legislatura y Fiscal de Estado.
(14) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial, tomo 223, folio 163. // Todo citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los dos primeros años de la guerra, la Ciudad de Corrientes -debido a su puerto- ocupó una importancia primordial en la guerra, no sólo como apoyo logístico(15), sino también como espacio sanitario, donde se instalaron los principales hospitales Aliados de campaña.
(15) Para una ciudad como Corrientes, con escasos habitantes y limitadas dimensiones, la presencia de las Fuerzas militares brasileñas por un tiempo prolongado generó rápidos temores y desconfianza, por lo que el movimiento logístico del Ejército y barcos brasileños no pasaban desapercibidos. Se manifestaban reclamos entre la población por el potencial manejo de elementos de guerra, y ocurrieron sucesos que complicaron aquella situación. Debido a la manipulación constante de barriles de pólvora se generaba en la población el temor de accidentes, tal como ocurrió en el pontón brasileño frente a La Batería, produciendo una importante explosión a causa de manipulación de pólvora, ocasionando daños y algunas muertes. Consecuencia de ello, en el Informe del Jefe de Policía local reclamó el alejamiento de los barcos brasileños de la ciudad, recordando que los temores que tenía la población se hicieron realidad. (Archivo General de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial, tomo 222, folio 12). // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los sangrientos combates de Curupayty, Tuyutí y Humaitá aumentaron considerablemente la población de los hospitales militares. Como consecuencia de ello, se generó preocupación y temor en la población, por el peligro inminente de epidemias y contagio de la población civil.
No olvidemos que el cólera, y posteriormente la fiebre amarilla, generaron brotes epidémicos a raíz y como consecuencia de la guerra en los años 1867, 1868 y 1871 respectivamente. Consecuente con un temor generalizado y no tener los medios necesarios para contrarrestar alguna emergencia sanitaria, los miedos al respecto se multiplicaban y fue así, debido al posible brote de una epidemia de cólera y los casos manifestados en el puerto como de Rosario (Santa Fe), el Gobierno correntino extremó medidas, declarando en cuarentena los buques que llegasen desde el Sur, especialmente los de bandera brasileña(16).
(16) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial, tomo 223, folio 217. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los hospitales brasileños en Corrientes, como todos los demás, eran sospechosos de ser generadores de enfermedades para la población. Estos hospitales brasileños estaban divididos en varias unidades por la ciudad, pero el más importante se hallaba en el denominado “Saladero de Zelaya”. Haciendo referencia a esta situación, el inglés Richard F. Burton afirmaba:
“Más allá de la alameda, está el hospital brasileño de San Francisco, que originó tanta conmoción en todo el Imperio cuando comenzó a circular un malintencionado Informe de que los corren tinos planeaban quemarlo.
“Su ventajosa posición sobre la alta barranca fue admirablemente elegida. Pero en este momento, lo están desmantelando. Robaron gran parte de las maderas, aunpue el enérgico Peterkin está poniendo fin con mano dura”(17).
(17) Richard F. Burton. “Cartas desde los campos de batalla del Paraguay” (1998), p. 365. Librería El Foro, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los periódicos locales también se ocuparon de la cuestión. El primer reclamo surgió en Diciembre de 1865, cuando se alojaron soldados en casas particulares en el centro de la ciudad. El periódico la Esperanza” publicaba lo siguiente:
“El domingo se ha alojado en casas céntricas de esta ciudad a infinidad de enfermos de las Fuerzas brasileñas. Según sabemos, entre esos enfermos se encuentran algunos de viruela y otras pestes contagiosas que pone a esta población en inminente peligro”(18).
(18) Periódico “La Esperanza”, (Corrientes), 14 de Diciembre de 1865. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Durante el mes de Junio de 1866 había en los hospitales instalados en Corrientes más de 5.000 heridos, sin contabilizar los atendidos en puestos intermedios(19). En referencia al arribo de heridos a la ciudad, Santiago Derqui presenció la escena describiendo que los tres hospitales de la ciudad fueron desbordados, se llenó el teatro con camillas y de la misma manera los templos y conventos, como los de San Francisco, La Merced y la Iglesia Matriz(20).
(19) Thomas Whigham. “La Guerra de la Triple Alianza (Causa e Inicios del mayor Conflicto Bélico de América del Sur)” (2010), volumen II, p. 122. Ed. Taurus, Asunción.
(20) Isidoro J. Ruiz Moreno. “Ultimos años del Presidente Olvidado”, en la revista “Todo es Historia”, Nro. 13, Mayo 1968, p. 68, Buenos Aires. // Todo citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Desde el inicio de la guerra, los hospitales de las Fuerzas Aliadas se instalaron también en las proximidades de la Ciudad de Corrientes, con la lógica oposición de la población, a raíz de los crecientes reclamos y protestas contra los hospitales brasileños ubicados en las proximidades.
La presencia brasileña en Corrientes, a medida que el tiempo transcurría generó distintos focos de conflictos, además de la cuestión de los hospitales. Muchas veces la sola presencia de tropas del Ejército brasileño irritaba a los correntinos y para 1867, después de casi dos años de permanencia ininterrumpida, se produjeron eventos de consideración.
Esta situación de crisis llevó a las autoridades militares brasileñas estar alertas, por lo que reforzaron las guardias en depósitos y hospitales(21).
(21) Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Rio de Janeiro. Archivo, Lata 313, Pasta 7. Comunicación reservada del coronel Joao de Souza da Fonseca Costa, comandante del Cuartel General brasileño en la Ciudad de Corrientes, al marqués de Caxias, fechada el 18 de Abril de 1867. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los depósitos de armas brasileños habían sufrido algunos robos de armamentos y municiones por vecinos de Corrientes. Los militares brasileños manifestaban su preocupación por la inacción de las autoridades locales. Estas circunstancias llevan a que se realice una movilización hacia el puerto correntino, por tierra y agua, de tropas militares brasileñas(22).
(22) Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Rio de Janeiro. Archivo, Lata 313, Pasta 7. Correspondencia confidencial del marques de Caxias al coronel Joao de Souza da Fonseca Costa, datada en Tuyutí el 20 de Abril de 1865. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
En Abril de 1867, Fuerzas brasileñas bajaron a la capital provincial con dos piezas de artillería. Esta situación fue informada por el gobernador López a Urquiza, afirmando que los brasileños desembarcaron tres cañones y dos batallones de infantería, desprendidos del Tuyutí.
Simultáneamente, Evaristo López informaba a Nicanor Cáceres, recientemente llegado del frente de batalla paraguayo, sobre la situación y acordaron organizar tropas para contrarrestar el movimiento brasileño. La cuestión se resolvió diplomáticamente, sin mayores complicaciones.
El mayor Muniagurria, comisionado de Urquiza ante Nicanor Cáceres, informó oportunamente al caudillo entrerriano, señalando: “Puedo asegurar a V. E. que la predisposición en Corrientes contra el Imperio y el general Mitre es encarnizada”(23).
(23) Fermín Chávez. “La Vuelta de José Hernández” (1973), p. 67. Ediciones Theoría, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Esta situación estaba enmarcada fuertemente por la inestabilidad política del Gobierno provincial de Evaristo López que comenzó a mostrar, tempranamente, las primeras manifestaciones violentas. Anteriormente, el 14 de Septiembre de 1866, a días de la batalla de Curupayty, se generó un intento de insurrección a través de un movimiento compuesto por liberales correntinos.
La sublevación estuvo dirigida por Félix Amadeo Benítez, Eudoro Díaz de Vivar, Sebastián Cáceres, Ángel Acuña y Esteban Guastavino. Este movimiento no tuvo el final esperado por los rebeldes ya que su propuesta no llegó a contener apoyo popular. Los sublevados no llegaban el número de cincuenta, los que alcanzaron a tomar -por algunas horas- los edificios públicos y gubernamentales de la capital.
El gobernador Evaristo López, al conocer la revuelta y en protección de su vida, se dirigió a Lomas, para regresar con fuerzas y sofocar a los rebeldes. Respecto a estos movimientos, Wenceslao Domínguez escribió:
“... esa noche y al día siguiente comenzaron a llegar tropas de los Departamentos, que se descolgaban hacia la capital tras los chasques que el gobernador había despachado desde Las Lomas.
“De San Luis llegó el coronel Correa con 400 hombres. El comandante Ayala trajo 300 infantes. Las tropas de Departamentos más lejanos retornaban a sus pueblos al toparse con nuevos chasques quq llevaban la noticia del fracaso de la revolución”(24).
(24) Wenceslao Néstor Domínguez. “Corrientes en las Luchas por la Democracia (la Revolución de 1868)” (1947), p. 23. Talleres Peuser S.A. Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Estos acontecimientos trajeron como consecuencia el retiro del campamento de Tuyutí del coronel Nicanor Cáceres, alegando motivos de salud, siendo la verdadera razón la fragilidad política interna correntina. El regreso de Cáceres al protagonismo político local derivó en el respaldo militar al Gobierno de Evaristo López.
El fracaso de la rebelión fortaleció, por un tiempo, al oficialismo correntino. El ministro de Gobierno, Pedro C. Reyna, en carta a Justo José de Urquiza, manifestaba sobre la situación:
“El partido liberal, muy insignificante, está ya reducido a la impotencia. El Gobierno de Dn. Evaristo está completamente afianzado en toda la provincia y lo prueban las elecciones recientemente practicadas para diputados provinciales. Asíes que hasta en la Legislatura contamos con una gran mayoría...”(25).
(25) Archivo General de la Nación, Archivo Urquiza (Marzo-Mayo de 1867). Carta del 22 de Marzo de 1867. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Para el año 1867 la realidad política correntina tenía dos ejes determinantes: la guerra contra el Paraguay y la sucesión presidencial a realizarse en 1868. Ambas cuestiones con sensibles repercusiones y consecuencias en el Gobierno provincial. Pero va a ser en 1868 que se van a definir y transformar los espacios de disputa política, las que desencadenan en la caída definitiva de la Administración de Evaristo López.
Es que en aquel año sucedieron algunos acontecimientos que generaron malestar e inestabilidad política. Así, por ejemplo, la Cámara de Diputados de la Nación rechazó los diputados correntinos, fundamentando la ilegalidad del acto en que fueron elegidos. En el mes de Mayo, la situación se hará insostenible y sectores del partido liberal, enemistado hace años con el urquicismo, reorganizan una nueva revuelta con el fin de tomar el poder político de la provincia.
Entre los principales participantes de la rebelión se encontraban: Santiago Baibiene, Daniel L. Artaza, Federico Gauna, Nicolás Gallardo, entre otros. La dirección militar estuvo a cargo del coronel Wenceslao Martínez, jefe de la Guardia Nacional, en Corrientes.
La inestabilidad política irá alcanzando momentos de máxima incertidumbre, agravada por un movimiento que estallará en el Departamento Esquina por lo que, como consecuencia, Nicanor Cáceres inicia el preparativo de tropas en defensa del Gobierno y comunica a Justo Carmelo Urquiza de la situación, alertándolo de la posibilidad de su intervención en suelo correntino para la defensa del Gobierno constitucional.
Pero el 27 de Mayo, en la capital provincial, la insurrección fue irreversible y los liberales tomaron el Gobierno. El gobernador López fue a prisión y asume provisoriamente el Poder Ejecutivo el presidente de la Legislatura, Francisco María Escobar(26).
(26) Dardo Ramírez Braschi. “Evaristo López, un gobernador federal (Corrientes en tiempos de la Guerra de la Triple Alianza)” (1997), p. 59, Ediciones Amerindia, Corrientes. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Los fundamentos del derrocamiento de López debemos buscarlos en la carrera por la obtención de electores provinciales para la próxima elección presidencial. A principios de 1869, Urquiza tiene fuertemente disminuida su influencia política en las provincias, contando con estricta seguridad solamente con los electores de las provincias de Corrientes y Entre Ríos.
Todo ello perjudicaba el margen negociador que tenía el caudillo entrerriano para tener oportunidad en alcanzar, por segunda vez, la presidencia. Las alianzas que se tejieron a último momento con los diversos candidatos y sectores políticos, hacían cambiar constantemente las posibilidades, por lo que se debía contar con la certeza negociadora de la mayor cantidad de qlectores.
Al caer el Gobierno de Evaristo López, se impidió que los electores provinciales apoyasen al urquicismo y con ello se diluyeron las esperanzas negociadoras de Urquiza hasta desaparecer totalmente.
Pese a los acontecimientos, los urquicistas comenzaron a aglutinarse y coordinar acciones con las fuerzas de Nicanor Cáceresy presentar resistencia en el campo de batalla. Cáceres alistó algunos batallones que le respondían todavía. Este estado de belicosidad política interna en la provincia de Corrientes comenzó a traer inconvenientes y repercusiones en la política nacional y, sobre todo, sus consecuencias materiales en el frente de batalla con el Paraguay.
El espacio geográfico que ocupaba Nicanor Cáceres con sus batallones traía serios inconvenientes, tanto al Gobierno Provincial como a las Fuerzas que combatían en el frente paraguayo. La provincia de Corrientes fue, durante toda la guerra, corredor de paso para el aprovisionamiento de los ejércitos en la guerra contra el Paraguay, por cuyo territorio transitaba la mayoría del ganado vacuno que consumían las tropas.
Este tránsito se vio disminuido durante los meses de lucha política correntina, ya que Cáceres -deliberadamente y como factor de presión- interrumpió el paso de tropillas. Esta maniobra se transformó en una estrategia militar y su constante ejecución comenzó a generar importantes inconvenientes. El Jefe de Policía de Corrientes informaba al ministro de Gobierno, Juan Lagraña, lo complejo de aquella situación:
“Esta grave actitud asumida por el sedicioso general, ya no se limita solamente contra las autoridades constituidas de la provincia, sino también se revela contra el Ejército Aliado. No es éste el único caso de esta naturaleza; tengo conocimiento que el mayor Candia, de Bella Vista, que también obedece las órdenes de Cáceres, ha tenido o embargado otra tropa que ha venido para el consumo del Ejército en Operaciones contra el Paraguay...”(27).
(27) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial, tomo 232, folio 45. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Nicanor Cáceres, en los meses que estuvo en territorio paraguayo con los batallones correntinos, se vinculó con la oficialidad de los Ejércitos Aliados. También lo ha hecho con la Jefatura del mando brasileño, al que acudió en esta situación de crisis política correntina. En comunicación del 5 de Junio con el marqués de Caxias, comandante brasileño de los Ejércitos Aliados, solicita intervención en el conflicto y lucha de la política correntina. La respuesta de Caxias fue contundente:
“La posición del General en Jefe de los Ejércitos Aliados contra el Paraguay que no permiten la menor interferencia en los asuntos internos de cualquiera de las Repúblicas de la Plata, con cuyo Gobierno apenas se entiende manifiesto en el que es concerniente la causa común que aquí planteo, esto es vengar por las injurias hechas a su Nación por el Dictador López.
“La más completa neutralidad ha sido por el asignado guardada y continuará la mantención, como he tenido ocasión de hacerle sentir a los que promueven el pronunciamiento en Corrientes”(28).
(28) Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Rio de Janeiro. Archivo, Lata 313, Pasta 22. “Carta reservadísima del marqués de Caxias al emperador del Brasil”, 29 de Junio de 1868. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Pero también en la misma comunicación, Caxias deja en claro que preocupa puntualmente el conflicto correntino ya que afecta directamente el aprovisionamiento logístico de los Ejércitos Aliados que comandaba. Al respecto afirmaba que:
“Nadie, por lo tanto, objetará el perfecto derecho con que el manifiesto, en el cumplimiento del deber y la posición eminente que ocupa, tienen que recurrir a más de cualquier medida, que tengo por fin eliminar todos los obstáculos que se levanten y se opongan a la alimentación de las Fuerzas, cuyo mando le fue confiado y privarlos de su base y su reserva”(29).
(29) Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Rio de Janeiro. Archivo, Lata 313, Pasta 22. “Carta reservadísima del marqués de Caxias al emperador del Brasil”, 29 de Junio de 1868. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Caxias cree, convencido, que las maniobras de Cáceres de cortar el aprovisionamiento a los Ejércitos Aliados es una maniobra para que el general brasileño presione para lograr la libertad de Evaristo López, que por aquellos días todavía estaba en prisión en la capital correntina, y así restaurarlo en el Gobierno.
Caxias ordenó al comandante de las Fuerzas Imperiales en Corrientes que proceda con toda neutralidad en el estado de crisis provincial, más aún teniendo en cuenta la solicitud formal realizada por los liberales correntinos, para que la prisión de Evaristo López sea realizada a bordo de un buque brasileño frente al puerto de Corrientes(30).
(30) Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Rio de Janeiro. Archivo, Lata 313, Pasta 22. “Carta reservadísima del marqués de Caxias al emperador del Brasil”, 29 de Junio de 1868. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Por todo ello, la posibilidad fue rechazada rotundamente por la Comandancia del vecino país. La participación brasileña -directa o indirecta- generaría sin dudas, dubitaciones y desconfianzas, aún más de las que naturalmente existían. ¿Por qué Brasil no se involucra en la política de Corrientes? Hay tres razones fundamentadas y comprensibles de aquella actitud:
a.- Como observamos más arriba, existieron sectores de la sociedad correntina que percibieron a los brasileños como verdaderos foráneos y, ante el menor temor, eran considerados los potenciales causantes de los problemas como, por ejemplo, el riesgo de epidemia de cólera o fiebre amarilla. Es que se culpaba por los brotes de las enfermedades a los hospitales brasileños.
Esta disconformidad de la presencia imperial en Corrientes alertó a la Jefatura brasileña y la indujo a ser cauta en la toma de decisiones en la política interna provincial que deteriorasen las relaciones. Ambos sectores políticos en pugna solicitaron la adhesión y colaboración del Brasil a su causa.
Los liberales mitristas solicitaron puntualmente un buque de guerra brasileño anclado frente al puerto de Corrientes para que el gobernador destituido Evaristo López esté en prisión a bordo. El otro grupo, liderado por Nicanor Cáceres, solicitó directa colaboración al marqués de Caxias, como lo observamos en la documentación pertinente.
b.- Desde el principio del conflicto, la firma del Tratado de la Triple Alianza generó opiniones que cuestionaban lo establecido, especialmente las condiciones del mismo y las cláusulas a las que se sujetaba Argentina respecto al Brasil, especialmente en lo referente al rol de los Estados parte firmantes.
La letra del Tratado, al concluir la guerra, generó complicaciones en la demarcación de límites y fijación de las nuevas fronteras, lo que desencadenó en un estado de crisis entre Argentina y Brasil.
El presidente Sarmiento, para controlar la situación, debió enviar a Mitre a Río de Janeiro en 1871 para evitar un nuevo conflicto, pero esta vez entre Argentina y Brasil. Además, era de fundamental importancia mantener el equilibrio en aquellas relaciones y Mitre -impulsor del Tratado inicial- se constituía en el hombre indicado.
c.- En las relaciones entre Argentina y Brasil durante las décadas de 1850 y 1860, la figura de Justo José de Urquiza tendrá fundamental importancia, ya que con su anuencia se llevó adelante las pautas de la Triple Alianza contra el Paraguay.
Urquiza fue un conocedor de las relaciones con Brasil, porque él las cultivó desde hacía algunos años; basta recordar el fortalecimiento de estas relaciones en los prolegómenos de la batalla de Caseros (3 de Febrero de 1852), en la que la intervención de las Fuerzas brasileñas fueron determinantes para la caída del Gobierno de Juan Manuel de Rosas e insustituibles para la estrategia del general entrerriano.
Lo único que cabe decir es que si la Jefatura brasileña apoyaba el movimiento mitrista correntino, esto significaría el deterioro de las antiguas relaciones con Urquiza. Además, y esto cabe decir, fuera de los vínculos políticos, también fueron importantes las relaciones comerciales y financieras, más específicamente entre Urquiza e Ireneo Evangelista de Souza, barón y vizconde de Mauá(31).
(31) Susana I. Ratto de Sambuccetti. “Urquiza y Mauá” (el Mercosur del Siglo XIX)” (1999), pp. 270 y sigs. Ediciones Macchi, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
La inestabilidad política correntina tendría su punto de mayor violencia en la batalla de Punta de Arroyo Garay, el 31 de Julio de 1868, donde se enfrentaron el sector que defendía la Administración de Evaristo López -por un lado- y los insurrectos que lo derrocaron, por otro. La lucha fue muy difusa, a tal extremo que ambos bandos se atribuyeron la victoria en sus respectivos Partes de batalla.
Pero la consecuencia práctica de todo ello fue que, con el transcurrir de los días, se debilitaron las fuerzas de Cáceres, hasta diluirse completamente, a raíz de la falta de colaboración de Justo José Urquiza desde Entre Ríos para sostener a sus partidarios. Es que Urquiza había prometido ayuda para defender a su aliado Evaristo López, cosa que no cumplió. A raíz de ello, el liberalismo se consolidará fuertemente en la política local de los próximos años.
Merecen atención las descripciones realizadas por los cronistas y militares brasileños que registraban movimientos y el registro de Corrientes durante la guerra. Ejemplo de ello es la obra de Manuel da Costa Honorato, titulada “Esbozo Histórico y Topográfico de la Ciudad de Corrientes (provincia argentina) acompañado de la planta de dicha ciudad”, publicada en Río de Janeiro en 1869(32).
(32) Manoel Da Costa Honorato había participado como capellán en la campaña del Ejército Imperial y, en 1867, regresando de los campos de batalla, residió por un tiempo en la Ciudad de Corrientes donde utilizó sus días para tomar los apuntes que habrían de convertirse en este “Esbozo Histórico y Topográfico...”. Su autor entregó sus papeles al Instituto Histórico Brasileño para ser dado a la luz en su Revista. Sin embargo, ante la demora que esta publicación oficial tendría, Da Costa Honorato determinó que fuera editado de inmediato, para que sea público cuando la contienda no había terminado aún. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Pero más allá de la descripción propia de las páginas de la obra, reviste notable importancia el plano de la Ciudad de Corrientes en el año 1867. Dicho croquis adquiere relevancia por los detalles y las representaciones urbanas anotadas.
El primer detalle relevante del mapa son las dimensiones de la diagramación urbana de la ciudad, que comprende hasta la línea sur, es decir, hasta la denominada Calle de la Columna.
La marcación occidental fue hasta la calle San Luis, denominación que se conserva en la actualidad; por el oriente, la demarcación se extinguía en la calle Paraguay y, por el norte, la vera del río Paraná, mientras que por el sur -como lo dijimos- la Calle de la Columna, hoy denominada 3 de Abril. Pero esta cuadrícula sobresale no sólo por la demarcación de las manzanas edificadas y pobladas, sino también aquéllas sin edificar.
Del plano de la ciudad prevalecen los puntos de importancia brasileña, los que adquieren notoria relevancia en el plano. De los 38 puntos específicamente marcados, catorce corresponden a intereses brasileños y son los siguientes:
* hospital de la Marina brasileña;
* hospital de La Batería brasileño;
* campamento de provisiones brasileño;
* depósito de armamento brasileño;
* hospital del astillero brasileño;
* almacén de los hospitales brasileños;
* hospital “San Juan”, con heridos brasileños;
* Oficina de Pago brasileña;
* Cuartel General brasileño;
* hospital brasileño, por calle Catamarca;
* laboratorio pirotécnico brasileño;
* antiguo hospital de Abalos, con heridos brasileños;
* hospital del Saladero (brasileño); y
* cementerio brasileño.
Es notaria la importancia que se le dá a los puntos de referencia brasileños, de manera tal que no se puntualiza ninguna referencia del Ejército uruguayo y, sobre el Ejército argentino sólo tres hospitales y el parque del Ejército.
- La relación con el Brasil después de la guerra
Examinando la cuestión de las históricas relaciones entre Argentina y Brasil, desde la perspectiva de la idea de allotría, conforme lo expone el historiador griego Tucídides en su obra: “La historia de la Guerra del Peloponeso” y a la traducción del término estudiada por Joaquín E. Meabe, que interpreta el significado del mismo como: enemigo, extraño, ajeno, hostil, es decir, se refiere a hostil con extraños o, incluso, con enemigos(33).
(33) Joaquín E. Meabe. (1998). “Aspectos Teóricos de la Symakía”, Instituto de Teoría General del Derecho, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas (Universidad Nacional del Nordeste), Corrientes. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Esta construcción teórica para la explicación práctica de las relaciones argentino-brasileñas durante y después de la guerra contra el Paraguay, es muy útil. Es de utilidad también el análisis de Carl Schmitt, especificando, en el terreno de la política, de la distinción amigo-enemigo(34).
(34) Carl Schmitt. “Concepto de la Política” (1984), pp. 44-46. Ed. Struhart, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Con otra construcción teórica de la historia clásica se podrá explicar el estrecho vínculo, fuertemente consolidado, entre el Paraguay y la sociedad correntina. En las civilizaciones de la Antigüedad, se consideraban enemigos -potenciales o actuales- a los pueblos ajenos a su universo cultural. Carl Schmitt distingue, con precisión, el “hotis” y el “inimicus”.
El “hotis” era el enemigo público, enemigo por naturaleza, aquél quien la hostilidad propiamente dicha asumía su forma más característica de la guerra. En cambio el “inimicus”, en sentido lato, era un componente cualquiera y circunstancial, a quien privadamente se podía odiar, pero no era enemigo del pueblo. Para Corrientes, el Brasil se configuraba como “hotis” y el Paraguay como “inimicus”.
Retomando el análisis del conflicto de la guerra contra el Paraguay y la relación argentino-brasileña, podemos afirmar que, una vez concluida la guerra, la desconfianza hacia el Brasil fue creciendo en Argentina, tomando más fuerza aún cuando, una vez concluidas las hostilidades, había que realizar los Tratados con Paraguay.
El artículo 6 del Tratado de la Triple Alianza establecía que ningún país firmante podía -por separado- negociar, hacer la paz o convención alguna. Brasil firmó con el Paraguay, en el año 1872, el Tratado Cotagipe-Loizaga, lo que no fue bien visto, sobre todo por la prensa argentina que cuestionó aquel proceder.
Citaremos las expresiones del periódico “La Tribuna”, reproducida en “La Fusión”, que se editaba en Corrientes:
“Brasil (...) ha aprobado de nuestra sangre y nuestro dinero para vencer a López; luego se ha arreglado él con el enemigo común y ha dejado a la Argentina en el aire”(35).
(35) Periódico “La Fusión”, Corrientes, 5 de Mayo de 1872. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Días posteriores, el mismo periódico correntino agregaba en forma contundente:
“El Brasil pierde lanzarse a la guerra injusta a que nos provoca, pero creemos que tiene todavía tiempo para pensar con más calma sobre lo que le conviene hacer para asegurar su estabilidad.
“La República no busca ni quiere la guerra; reclama un derecho usurpado, un pacto quebrantado y no está dispuesta a ser juguete de la ambición de los imperiales. La negativa de unas explicaciones satisfactorias que armonizando los intereses de los Aliados en la guerra del Paraguay salve la dignidad amenazada de la República, importará la guerra.
“La sangre vertida, las inmensas calamidades que sobrevendrán a los pueblos contendientes, pesará únicamente sobre el Imperio. Que ha quebrantado la de los Tratados. El derecho de gentes ha violado escandalosamente en los Tratados de Cotagipey Loizaga por el gabinete brasileño y sobre él recaerá la maldición de los pueblos”(36).
(36) Periódico “La Fusión”, Corrientes, 21 de Junio de 1872. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
La tensión generada entre Argentina y Brasil ponía en peligro la paz de la región nuevamente y la misma implicaba a dos firmantes de la Triple Alianza, una Alianza que ha mostrado, en diferentes oportunidades, criterios distintos y discontinuos.
La tirantez sólo disminuyó con el viaje de Bartolomé Mitre a la Corte del Brasil y la firma de un Acuerdo, el 10 de Noviembre de 1873, donde se estableció el cumplimiento del Tratado de la Triple Alianza y a su vez se acordó el vigor de los Pactos firmados entre Brasil y Paraguay, el 9 y 18 de Enero de 1872 que fueron epicentro del problema suscitado.
Las consecuencias del conflicto entre los Estados Aliados que lucharon contra el Paraguay no concluirán aún, sino más bien, se extenderán en el tiempo. Es que las relaciones entre los países beligerantes parecen haber tenido algo más profundo, ya que sus intereses no eran comunes y hasta parecería que estaban en bandos opuestos.
Ramón J. Cárcano sostiene que la relación entre la República Argentina y el Imperio del Brasil caen en una viaja vía de antagonismos tradicionales. de desconfianzas recíprocas. Límites irresueltos e influencia en la política interna del Paraguay serán los puntos más álgidos a resolver(37).
(37) Ramón J. Cárcano. “La Guerra del Paraguay (Acción y Reacción de la Triple Alianza)” (1941), volumen II, pp. 576 y sig. Editores Domingo Viau y Cia, Buenos Aires. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Para una muestra más clara de esta situación, haremos mención de un incidente pocas veces citado y casi desconocido, como fue el bombardeo al pueblo correntino de Alvear por buques brasileños, el 18 de Junio de 1874, el que fue destruido completamente, según las crónicas de la época.
Si bien el incidente tuvo su inicio por una enemistad entre un miembro de la tripulación brasileña con dos médicos italianos que ejercían su profesión en el citado pueblo correntino, la verdad de los hechos cuenta que los médicos fueron amenazados por los barcos brasileños y, al no lograr estos últimos que el Juez de Paz del lugar autorice el arresto de los los italianos, se produjo el bombardeo, destruyendo las construcciones del pueblo, poniéndose a salvo la población por su huida en los alrededores de la villa(38).
(38) Periódico “La Esperanza”, Corrientes, 12 de Julio de 1874. // Citado por Dardo Ramírez Braschi. “La Guerra del Paraguay en la provincia de Corrientes (Impactos Políticos, Daños y Consecuencias en la Población Civil)” (2014), Corrientes. Ed. Moglia S. R. L.
Este acontecimiento muestra que cualquier fricción, cualquier razón, por minúscula que fuere, enfrentaba peligrosamente a los Aliados argentinos y brasileños.
A raíz de este suceso, las Cancillerías de los países intercambiaron tibias correspondencias. El ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina realizó un tenue reclamo a los antecedentes de la relación bilateral y, por su parte, la legislación brasileña en Buenos Aires prometió una investigación al respecto y el incidente de la destrucción del pueblo de Alvear quedó en el olvido.
- Conclusión
La Guerra contra el Paraguay generó importantes consecuencias en los cuatro países beligerantes pero, en ese marco, la provincia de Corrientes, por su ubicación geoestratégica en el conflicto y ser centro neurálgico como espacio propicio para el aprovisionamiento logístico del frente de batalla, adquirió inusitada importancia para todos los países participantes en la contienda.
Fue elegido el territorio correntino por el Ejército Aliado como punto previo para el paso al Paraguay, adquiriendo, sobre todo su puerto, notoria relevancia.
Brasil, como uno de las partes interesadas en la guerra, no dejó de tomar las precauciones, tanto militares como políticas, para defender sus intereses. Los intereses brasileños en Corrientes fueron sensibles a lo largo de toda la contienda y alcanzaron aspectos de gran importancia como aprovisionamiento de los buques de guerra, hospitales y, en la primera etapa de la guerra, campamentos militares y sus respectivas estructuras logísticas.
Desde el combate del Riachuelo (11 de Junio de 1865), la fuerza fluvial brasileña controlaba la navegación de Paraná y el puerto de Corrientes, el más importante en todo el cauce de la región. Por todo ello, la atención prestada por Brasil ha sido constante pero a la vez prudente, como lo muestra la preocupación de la Comandancia del Ejército brasileño.
Fue constante, ya que en el transcurrir de todo el conflicto con el Paraguay la representación brasileña siempre estuvo presente en Corrientes. Al inicio, con todo el grueso de su Ejército y sus buques de guerra para, después, quedar alguna reserva militar y los hospitales de heridos de aquella nacionalidad.
Esa presencia fue manifiesta pero con notable prudencia en la participación de la vida política correntina. Los turbulentos años de inestabilidad institucional hicieron de Corrientes un constante polvorín político, generando rebeliones en los dos sectores políticos en pugna: mitristas y urquicistas.
Estos dos grupos quisieron obtener de la relación con las autoridades militares brasileñas los mejores beneficios para sus planes y proyectos, pero el Brasil optó estratégicamente por la cautela ya que con amplios sectores sostenía intereses sustanciales. Se inclinó por una cauta neutralidad en las cuestiones políticas correntinas, para así salvaguardar sus intereses en la región.
También es conveniente considerar las antipatías de diversos sectores sociales y políticos contra el Brasil y que en aquellas horas de guerra era el aliado indispensable para la lucha contra el Paraguay.
Durante la guerra contra el Paraguay y aún tiempo después, la rivalidad entre argentinos y brasileños continuó, a pesar de la Alianza. Pareciera que la añeja herencia del conflicto entre España y Portugal por las tierras estratégicas del Plata en tiempos virreinales, siguió manifestándose.
Recién cuando las transformaciones políticas y económicas mundiales del siglo XX modificaron medianamente aquella situación, los dos Estados más importantes de la Cuenca del Plata aunaron criterios y el devenir de las décadas modificó las desconfianzas mutuas y unificó el rumbo de los intereses estratégicos de cada uno de los Estados.